tag:blogger.com,1999:blog-74698433309564019102024-03-13T15:10:01.711-07:00literatura al diaCESAR H BUSTAMANTE HUERTAShttp://www.blogger.com/profile/16985205721819446130noreply@blogger.comBlogger627125tag:blogger.com,1999:blog-7469843330956401910.post-54483669102006888232024-01-14T08:58:00.000-08:002024-01-15T05:21:06.456-08:00LYDIA DAVIS (ENSAYOS I)<p style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;"> La literatura de los Estados Unidos siempre ha sido un referente de suma importancia para mi. De hecho para la literatura universal y especialmente para Latinoamérica. El Boom es un ejemplo relevante. Escritores como Gabriel García Márquez, Onetti, Vargas Llosa, Fuentes, Cortázar y Borges son ejemplo de creadores que abrevaron en los grandes escritores americanos entre los treinta y cincuenta del siglo XX. Lo mismo pasa con la crítica y la poesía. Para nadie es un misterio, la pasión que despertaba Whitnman en Neruda y Octavio Paz. "A Sangre fría" de Truman Capote y "El viejo y el mar" de Hemingway son libros capitales en el marco de mi formación literaria. Igual pasó con la "Uvas de la ira" de John Steimbeck y "El guardián en el Centeno" de Salinger.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">Lydia Davis, es una escritora Norteamericana muy connotada, sobre todo, en círculos académicos, la crítica y aficionados a la literatura. Es una autora de culto. Nunca me había acercado a sus textos por el orden de prioridades que me he impuesto y por mis relecturas que son muchas.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">Dentro de las novedades que aconsejaba la biblioteca "Virgilio Barco" de Bogotá se encontraba este libro de ensayos suyo. Siempre he dicho que hay autores y libros que lo buscan a uno. O bien por que en las librerías se le aparecen como recomendados, o por estar siempre aludidos en la mejores revistas de literatura en español.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">Tomé con cierta prevención el texto, no por su calidad, sino por las lecturas que estaba teniendo a la fecha. Algún amigo lector me había hablado de los relatos cortos de esta autora, de su concisión narrativa y el manejo directo y simple de la sintaxis y la construcción narrativa. Los dos primeros ensayos del libro son una construcción de su itinerario creativo en los primeros años de formación. La verdad, se aprende mucho y parecemos asistiendo a un taller creativo, desde la perspectiva de una gran narradora. Algunos consejos suyos aludiendo a lo que tomó de Beckett, aplicables a nuestro idioma:</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">a.- El uso preciso y sonoro del léxico Anglosajón. En particular, como este ejemplo, cómo le dan a una palabra tan conocida como <i>dint</i> (Fuerza).</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">b.- La aliteración como recurso literario.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">c.-El empleo de la sintaxis compleja, intricada al extremo de lo imposible, pero correcta, empleada por puro placer, como una reflexión sobre el proceso de composición.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">d.- El dominio de la imagen y del humor.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">e.- El equilibrio entre el ritmo, la sonoridad y la aliteración.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">f.- El factor psicológico en el relato, por corto que sea. </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">La comparación entre las formas tradicionales y de composición narrativa y las experimentales. Es un capitulo excelente, Lo mismo el tratamiento dado a la lectura de los diarios de Kafka desde la perspectiva creativa. </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">También realiza ensayo sobre el orden y los finales en una narración con mucha agudeza en un capitulo denominado la practica creativa. De sus traducciones y este ejercicio creativo, existen artículos y ensayos muy lúcidos. Tradujo al ingles a Proust y Rimbaud. </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">Realmente este texto da para mucho y es necesario en otra entrada ampliarlo. He aquí dos relatos cortos:</span></p><p style="background-color: white; box-sizing: border-box; font-family: Roboto, sans-serif; margin: 0px 0px 10px; padding: 0px; text-align: justify;"><span style="box-sizing: border-box; font-family: "times new roman", times, serif; margin: 0px; padding: 0px;"><span style="box-sizing: border-box; font-weight: 700; margin: 0px; padding: 0px;"><span style="font-size: x-large;">Amigos aburridos</span></span></span></p><p style="background-color: white; box-sizing: border-box; font-family: Roboto, sans-serif; margin: 0px 0px 10px; padding: 0px; text-align: justify;"><span style="box-sizing: border-box; font-family: "times new roman", times, serif; margin: 0px; padding: 0px;"><span style="font-size: x-large;">Sólo conocemos a cuatro personas aburridas. El resto de nuestros amigos nos parecen muy interesantes. A pesar de eso, la mayoría de nuestros amigos interesantes creen que somos aburridos: para los más interesantes somos los más aburridos. Los pocos que andan en algún lugar intermedio, con quienes tenemos un interés recíproco, nos provocan desconfianza: en cualquier momento, sentimos, pueden pasar a ser demasiado interesantes para nosotros o nosotros demasiado interesantes para ellos.</span></span></p><p style="background-color: white; box-sizing: border-box; font-family: Roboto, sans-serif; margin: 0px 0px 10px; padding: 0px; text-align: justify;"><span style="box-sizing: border-box; color: white; font-family: "times new roman", times, serif; margin: 0px; padding: 0px;"><span style="box-sizing: border-box; font-weight: 700; margin: 0px; padding: 0px;"><span style="font-size: x-large;">.</span></span></span></p><p style="background-color: white; box-sizing: border-box; font-family: Roboto, sans-serif; margin: 0px 0px 10px; padding: 0px; text-align: justify;"><span style="box-sizing: border-box; color: white; font-family: "times new roman", times, serif; margin: 0px; padding: 0px;"><span style="box-sizing: border-box; font-weight: 700; margin: 0px; padding: 0px;"><span style="font-size: x-large;">.</span></span></span></p><p style="background-color: white; box-sizing: border-box; font-family: Roboto, sans-serif; margin: 0px 0px 10px; padding: 0px; text-align: justify;"><span style="box-sizing: border-box; font-family: "times new roman", times, serif; margin: 0px; padding: 0px;"><span style="box-sizing: border-box; font-weight: 700; margin: 0px; padding: 0px;"><span style="font-size: x-large;">Hombres</span></span></span></p><p style="background-color: white; box-sizing: border-box; font-family: Roboto, sans-serif; margin: 0px 0px 10px; padding: 0px; text-align: justify;"><span style="box-sizing: border-box; font-family: "times new roman", times, serif; margin: 0px; padding: 0px;"><span style="font-size: x-large;">También hay hombres en el mundo. A veces se nos olvida, y pensamos que solo hay mujeres –colinas y llanos interminables de mujeres sumisas. Hacemos pequeñas bromas y nos consolamos entre nosotras y nuestras vidas pasan rápidamente. Pero de vez en cuando, es cierto, un hombre se eleva inesperadamente entre nosotras como un pino y nos mira de manera salvaje y hace que cojeemos de vuelta entre pantanos para escondernos en nuestras cuevas y barrancos hasta que él se haya ido.</span></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;"></span></p><p style="background-color: white; box-sizing: border-box; font-family: Roboto, sans-serif; margin: 0px 0px 10px; padding: 0px; text-align: justify;"><span style="box-sizing: border-box; color: white; font-family: "times new roman", times, serif; margin: 0px; padding: 0px;"><span style="font-size: x-large;">.</span></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;"> </span> </p>CESAR H BUSTAMANTE HUERTAShttp://www.blogger.com/profile/16985205721819446130noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7469843330956401910.post-81968837440021741572024-01-09T13:38:00.000-08:002024-01-09T14:44:27.393-08:00GUILLERMO ALVAREZ (MEMO)<p style="text-align: justify;"> <span style="font-size: x-large;"><span>La familia Alvarez de Manizales es emblemática </span><span>para mí</span><span>, especial, no solo por el hecho de venir esta relación, de mi esposa Ana Isabel, sino por la singularidad de sus miembros. En este blog hay varios escritos al respecto, todos nacidos del corazón y siempre tienen una pretensión narrativa con cierta universalidad. Ante ayer partió Memo, tío de mi esposa, lo conocí incluso antes de ella. El fue un personaje de la ciudad de Manizales, hablo de ciertos círculos intelectuales. Fue un hombre reconocido en ellos, conversador excelso y de verdad que, sus puntos de vista constituían ejes diferenciados del comun, como agujas, puntuales y acertados. Buen lector, como nadie conocía esa fase relevante de la vida de algunos escritores de la ciudad, de poetas y narraba con lujo de detalles sobre algunos mitos cotidianos. La visita de Ernesto Sábato o Pablo Neruda al festival de teatro de Manizales, festival que entre otras cosas es de suma importancia en Latinoamérica. Gracias a él leí "Risaralda" la novela de Bernardo Jaramillo, ella, es una obra maestra de la literatura Colombiana, escrita por un personaje excepcional de Caldas en 1935. </span></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">Memo era mucho más que eso. Con Hugo su hermano, de una sensibilidad mayor para la música y la poesía, constituían la garantía para tertulias interminables y gozosas. Pero Guillermo apostó por su familia y fue un padre a carta cabal. Se entregó a ella con una devoción absoluta, a su esposa y esta fue su prioridad a la que nunca renunció.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">Memo tenía una admiración y fue lector privilegiado de Juan Rulfo, de Cortázar por encima de Borges, de Gabo. Esto no le impedía ser crítico mordaz. Su lecturas se centraron en algunos escritores de su predilección. Admire siempre su perspectiva, su locuocidad para los conceptos y la firmeza en ellos. Hace tiempo no le veía y de hecho su partida me duele mucho. Asumir la muerte en la conciencia no significa tomar nota de la muerte, es pensar quienes somos, cuales son las virtudes de la vida que ameritan ser reconocidas, estar dispuestos a afrontarlas con el claro conocimiento de lo bello. Lo sabía Memo sin duda. En cada partida de alguien importante, pienso en lo que legamos y está claro que este hombre dejó sentencias que perdurarán. Acompaño de corazón a su familia en este evento</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;"><span style="background-color: white; font-family: georgia; text-align: justify;"><br /></span></span></p><p style="text-align: justify;"><br /></p>CESAR H BUSTAMANTE HUERTAShttp://www.blogger.com/profile/16985205721819446130noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7469843330956401910.post-30056926654415189722024-01-06T14:03:00.000-08:002024-01-13T15:17:59.832-08:00BORGES LECTOR ( CARLOS GAMERRO)<p style="text-align: justify;"> <span style="font-size: x-large;"><i>Son muchos los libros sobre la obra de Borges o la recopilación de textos suyos entorno a temas específicos. Una cosa está clara, la importancia del escritor Argentino como lector e interprete inigualable de textos y temas que, ahora, se conocen como Borgianos, gracias a sus ensayos lúcidos y absolutamente diferentes, que lo han hecho uno de los hombres más leídos del mundo y mas estudiados y referenciados. Público este prologo del libro "Borges Lector" sobre algunas conferencias del autor de este libro en Buenos Aires, de absoluta coherencia y que son un radiografía perfecta del lector a que nos enfrentamos cada vez que lo leemos a Borges y el cual cambió en mucho sentido la idea general sobre estos autores clásicos a que se refiere. Espero mis lectores lo disfruten.</i></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;"><i>CESAR HERNANDO BUSTAMANTE</i>.</span></p><p style="text-align: center;"><span style="font-size: x-large;"><br /></span></p><p style="text-align: center;"><span style="font-size: x-large;">PROLOGO</span></p><p style="text-align: center;"><span style="font-size: x-large;"><br /></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;"> Es posible que Borges no haya sido el escritor más importante del siglo XX.
Hay candidatos más fuertes, como Joyce, Kafka o Proust, por mencionar
apenas a las tres personas de la Trinidad. Sin embargo, pocos se atreverían a
discutir que Borges fue el lector más intenso e interesante del siglo XX.
Ahora, ¿qué queremos decir cuando decimos «un gran lector»?
En primer lugar, un gran lector es quien logra transformar nuestra
experiencia de los libros que ha leído y que nosotros leemos después de él.
Es bastante evidente, a esta altura del partido, que Borges ha cambiado la
manera en que nosotros podemos leer a Homero, a Dante, a Shakespeare o a
Cervantes, para mencionar solamente a cuatro de los autores que
trataremos. Pero en el caso de Borges ese «nosotros» va más allá de los
argentinos o sudamericanos. Que Borges modifique la lectura de Homero o
de Dante para los lectores argentinos no es una hazaña tan, por lo menos,
inédita. Sí lo es que Borges haya modificado la tradición literaria italiana de
los italianos, como ha hecho con sus lecturas del Dante y como han
reconocido, entre otros, Ítalo Calvino;[1] o que haya cambiado la relación de
los ingleses con su propia literatura, notablemente en sus reescrituras de la
antigua literatura anglosajona. Y esto tiene una decidida importancia no
solo estética sino también política: la teoría de la dependencia, hoy bastante
desvirtuada en el terreno económico, sigue teniendo vigencia en el cultural:
si un profesor inglés o estadounidense escribe sobre nuestra literatura o
nuestra historia, nos sentimos obligados a leerlo, consideramos su saber no
solo válido sino imprescindible. Ahora, si un profesor argentino escribe
sobre historia inglesa o literatura inglesa, no genera ninguna obligación
condigna —salvo si se trata de Borges—. Borges es un autor sudamericano
que ningún escritor, crítico, profesor o lector culto del país que sea puede
ignorar, no solo cuando habla de la gauchesca, el tango o el peronismo, sino
cuando se ocupa de Homero, la Biblia o el gnosticismo.
Un gran lector no se agota en los placeres de la lectura solitaria; debe
comunicar sus lecturas. Y esto es algo que hace de diversas maneras:
escribiéndolas, sea en ensayos críticos, sea en la creación literaria;
enseñándolas, como puede hacer un profesor, o traduciéndolas. Borges
descolló en todos estos campos.
Un gran lector no solo cambia nuestra manera de leer y de entender a
los clásicos ya establecidos; también reorganiza y reestructura el canon
literario, sacando y poniendo: el prestigio de autores como R. L. Stevenson
o G. K. Chesterton entre nosotros, y también en Inglaterra, le debe mucho a
las lecturas y reescrituras que Borges hizo de sus obras; la influencia de Las
palmeras salvajes de Faulkner en la literatura del boom latinoamericano se
debió en gran medida a su traducción.
</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">El crítico estadounidense Harold Bloom define al canon literario de
manera muy sencilla en su libro El canon occidental:
[2] son los libros que
todo lector culto debería leer en el transcurso de su vida. La medida del
canon, la cantidad de libros que pueden entrar en él, está determinada por la
extensión de la vida lectora, que es algo más breve que la ya de por sí breve
vida humana. Y si bien este tiempo se ha ido extendiendo —gracias a los
avances de la medicina, no de las técnicas de lectura, por cierto, ya que
seguimos leyendo ahora con tanta rapidez o lentitud que cuando se inventó
el alfabeto— sigue siendo un tiempo acotado, y el canon acumula clásicos a
mayor ritmo que nosotros acumulamos años. En una imagen a la vez
sugerente y precisa, Bloom imagina el canon como un barco en el cual los
libros viajan hacia la inmortalidad; como el tamaño de ese barco es
limitado, a medida que se agregan libros nuevos, clásicos modernos, otros
deben ser arrojados por la borda.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">Porque el canon no es algo que nos llegue ya prefijado, y que debamos
aceptar sin más. Se define siempre en el presente. Que un libro se haya
convertido en clásico en un determinado momento, y lo haya sido a lo largo
de varios siglos, no garantiza que lo siga siendo para siempre. Pareciera que
algunos están para quedarse: la Ilíada, la Odisea, la Divina comedia, la
Eneida. Pero otros con parecida vocación de inmortalidad, como <i>el Orlando </i><span style="text-align: left;"><i>furioso</i>, y a pesar de los denodados esfuerzos del mismo Borges por
salvarlo, ya viajan rumbo al olvido, salvo quizás en su país de origen. El
canon no es algo que el pasado nos lega y nos impone, sino todo lo
contrario: es lo que nosotros, en el presente, decidimos que vale la pena
leer. El canon es, de alguna manera, la memoria de la literatura. Y la
memoria, tengamos en cuenta, transcurre en tiempo presente. El acto de
recordar es un acto que sucede ahora.</span></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">La pregunta del millón, cuando de cánones y canonizaciones se trata, es
la de quién decide o fija qué libros componen el canon. Harold Bloom, al
final de El canon occidental, tuvo el atrevimiento de proponer una lista de
libros canónicos y casi al punto el mundo puso el grito en el cielo, porque
había incluido a tal y había dejado afuera a cual, o viceversa. Merecido
castigo por no haber seguido sus propias reglas: tanto en La angustia de las
influencias como en El canon occidental Bloom afirma que quienes
deciden, en cada momento, y revisan constantemente, la composición del
canon no son ni los profesores, ni los críticos, ni los lectores, sino los
escritores decisivos del presente; y que no lo hacen dando su opinión o
haciendo sus propias listas, sino simplemente escribiendo. Es en su propia
escritura y reescrituras que mantienen con vida a estos textos del pasado, o
les dan vida nueva.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">Cuando Joyce, por dar un ejemplo, decide basar su Ulises, episodio por
episodio, en los de la Odisea, no solo está diciendo que la Odisea sigue
siendo un texto que está vivo, que debemos leer: está haciendo que lo sea.
No porque la Odisea esté viva yo escribo Ulises, sino más bien al revés:
porque yo escribo mi Ulises, la Odisea está viva. Está viva porque yo estoy
dándole vida nueva. Y lo mismo puede pensarse en relación a las puestas
teatrales. Shakespeare está más vivo que Lope de Vega porque todo el
tiempo lo estamos actualizando en versiones nuevas, en escrituras nuevas,
en nuevas traducciones y puestas teatrales. Es en este sentido que vamos a
leer estos ensayos, estos poemas y estos cuentos de Borges que toman como
base, como punto de partida, como tema, los textos de Homero, de Dante,
de Shakespeare y de Cervantes, y los convierten en textos actuales en lugar
de exhibirlos como monumentos del pasado.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">En «Kafka y sus precursores», un ensayo de Otras inquisiciones, Borges
toma nota de una serie de autores anteriores a Kafka, de distintas épocas,
geografías y lenguas, en los cuales percibe cierto aire kafkiano, todos ellos,
aclara, autores que Kafka probablemente no leyó. Es decir, no son
precursores de Kafka en el sentido estricto del término. Y sin embargo solo
podemos asignarles esa cualidad de kafkianos una vez que Kafka escribió
su obra y que esa obra se convirtió en una obra profusamente leída,
fundamental, necesaria. Borges establece que no solo esos autores no se
parecían a Kafka antes de que Kafka escribiera (cosa obvia), sino que
tampoco se parecían entre sí. No es que Kafka descubrió el parecido o
nosotros descubrimos el parecido gracias a Kafka. Ese parecido no existía
porque esos textos, antes de que Kafka escribiera, eran distintos:</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;">"Si no me equivoco, las heterogéneas piezas que he enumerado se parecen a Kafka; si no me
equivoco, no todas se parecen entre sí. Este último hecho es el más significativo. En cada uno de
esos textos está la idiosincrasia de Kafka, en grado mayor o menor, pero si Kafka no hubiera
escrito, no la percibiríamos; vale decir, no existiría. El hecho es que cada escritor crea a sus
precursores. Su labor modifica nuestra concepción del pasado, como ha de modificar el futuro".</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">De manera análoga, nosotros leeremos a Borges y su trabajo de
modificación de estos grandes autores del pasado, comenzando por
Homero.</span></p>CESAR H BUSTAMANTE HUERTAShttp://www.blogger.com/profile/16985205721819446130noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7469843330956401910.post-49503993839269338532024-01-01T18:32:00.000-08:002024-01-05T15:49:05.153-08:00LA SOLEDAD ENCANTADORA DE ANA<p style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">Cuando la vi estaba como siempre, impecable, su sonrisa intempestiva y contagiosa, su figura hermosa me recuerda a Hannah Arendt, vestida con orden y colores que le dan a su rostro una vivacidad exuberante, como aquellos personajes que solo el cine crea con sus majestuosos artificios. Oculta una recóndita tristeza convertida en la <span style="text-align: left;">mejor carta para navegar en el próximo futuro, en cada expresión delata un optimismo rampante, más aferrada a sus hijos y amigos que nunca. Ana es una mujer especial y diferente, directa, paisa de sobremanera, hasta las groserías le suenan bien, son guturales.</span></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="text-align: left;"><span style="font-size: x-large;">La conocí en el parque de los iconoclastas en el barrio los Alcázares de Medellín. Siempre camina por uno de sus andenes, el del costado, por la esquina de Cesar, muy apurada hacía la tienda de don Joaquín por cigarrillos. Tiene gemelas hermosas y un hijo entregado a Dios con un amor inconmensurable y lúcido, guarda disciplinas que pocos entienden. Ahora hablo con Ana con verdadero fervor que solo la amistad aporta. Ama a su madre y es muy condescendiente con su hermano.</span></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="text-align: left;"><span style="font-size: x-large;">Su niñez fue hermosa. Conserva la mayoría de sus amigos de esta época. Su cerebro es muy masculino, realmente poco se entiende con las mujeres, el conocimiento de su propia naturaleza le basta para saber cómo son las féminas y por qué es preciso ciertas distancias con ellas.</span></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="text-align: left;"><span style="font-size: x-large;">La escritora francesa, ganadora del nobel de literatura, Annie Ernaux, es el personaje central de sus propias novelas. La vida de sus padres, las crisis familiares, su adolescencia, sus primeras experiencias sexuales, su embarazo, son temas de sus novelas. Ana daría para todo esto, en pequeñas novelas cortas de una hondura y profundidad que expresaría temas muy universales. </span></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="text-align: left;"><span style="font-size: x-large;">Los amores contrariados de Ana se podrían narrar desde la tragedia que implicó sus vivencias con cada pareja, desde una naturaleza femenina muy rebelde y absolutamente iconoclasta. Su vida sexual, por fuera de los matices de la sociedad patriarcal antioqueña que le tocó inevitablemente, debe ser rebelde y por fuera de los imperiosos dictados de una sociedad clerical. Cómo sí la mujer tuviera que manejar el deseo con guante de seda, lleno de protocolos y por fuera de la locura que solo la pasión despierta, tema exclusivo de los machos hasta hace poco. Definitivamente las cosas han cambiado y la vida es para gastarla.</span></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="text-align: left;"><span style="font-size: x-large;">Igual pasa con su niñez y adolescencia, más cercana a los amigos que a los conciabulos de mujeres, al aquelarre habitual. Su adolescencia y los primeros amores constituyen un bello recuerdo entre parques, arroyuelos de barrio y juegos inolvidables. La vida alrededor de padres y de sus hijos la marcó, bien sea para rebelarse o para tomar lo mejor. Ella es experta en toda la protocolización, venta y escrituras de bienes inmuebles. Se mueve como pez en el agua y de seguro en esta materia su futuro es alentador.</span></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;"><span style="text-align: left;">La conocí cuando estaba con su última pareja. Todo </span><span style="text-align: left;">giraba en torno al hogar, ese era el proyecto vital, la razón de su hacer diario y, con dos inteligencias de ese talante lo previsible era un futuro halagador. Pero todo combate en el amor está condenado al fracaso o a la simulación en pro de intereses mutuos, al consumo de los días en propósitos solo para sobrevivir, horas banales de mierda. La pasión pasa y quedan las rutinas, o lo peor, los celos mutuos agrietan cualquier relación, son como llagas incurables y cualquier confianza se pierde, sin ella nada prospera en materia de amor y convivencia. Nada es lo que parece entonces. Al final, para ella, la soledad es de las mejores compañías. Cero engaños.</span></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="text-align: left;"><span style="font-size: x-large;">Ahora, Ana es Ana. Expresiva, suelta, locuaz, inteligente, sin imposturas y con los riesgos de volverse a enamorar. Está claro que en el fondo es una mujer de hogar, antioqueña neta. Me agradó verla, oírla cantar, dicharachera y siempre alegre. Sé de antemano que saldrá adelante, viajará mucho y en cualquier recodo del azaroso destino encontrará todo lo que la hace feliz. Verla me recordó a muchos personajes literarios y una alegría que habla del cariño que siento por ella.</span></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="text-align: left;"><span style="font-size: x-large;"><br /></span></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="text-align: left;"><span style="font-size: large;"><br /></span></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="text-align: left;"><span style="font-size: large;">. </span></span><span style="font-size: x-large; text-align: left;"> </span></p>CESAR H BUSTAMANTE HUERTAShttp://www.blogger.com/profile/16985205721819446130noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7469843330956401910.post-21575111525643716032023-12-14T18:45:00.000-08:002024-01-01T18:39:41.948-08:00LOS LIBROS Y LAS LECTURAS DEL 2023<p style="text-align: justify;"> <span style="font-size: x-large;">La lectura es un universo infinito de sabiduría, compañía, grandes encuentros. Un bálsamo para la vida entre incertidumbres, alegrías y tragedias. Leer ha sido la constante en mi vida y el eje de mi existencia en un país de mil violencias y desesperanza. Quiero hablar de mis libros en este año, de mis lecturas. Empezaré por aquellos sitios donde abrevo cotidianamente. "Letras libres" es un revista mexicana excelente, mensual, con páginas y textos de literatura, sociología, escrutando siempre en la dinámica social de nuestros pueblos, para descifrarla y entenderla entre los marcos de una globalización asfixiante. El portal de revistas de la UNAM de México está lleno de revista científicas de toda índole, siempre con el toque académico e investigativo con absoluto rigor. EZLN, es un revista dirigida al análisis de las comunidades desde una perspectiva histórica, tiene los grupos sociales como eje, en sus cohesiones o rupturas, las problematizaciones desde ópticas múltiples en contraste con las visiones académicas que las interpretan. Son muchas las revistas de este portal: De historia, humanidades, arte.....Igual pasa con el portal de revistas de la universidad nacional de Colombia, algunas como "El jardín de Freud" son de mis lecturas predilectas, para no citar el suplemento "Babelia" del periódico "El país" de España, o "Ñ" del periódico "Clarín" de Buenos Aires.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;"><span>Antes de hablar de algunas novelas quiero hacerlo con algunos libros científicos que ameritan leerse. De Sergio Torres Arzayusus, el libro "El Big Bang" Aproximación al universo y la sociedad. Es la descripción del origen del hombre y su paulatina relación con los astros, con el universo, desde la aparición de </span><span style="text-align: left;"><span>Ardipitecus ramidus, el primer simio que bajó de los arboles. Volví a leer "El hombre y sus demonios" de Carl Sagan, artículos o pequeños ensayos, para ser entendidos por los no legos, texto cautivante de sobremanera, cada tema es auscultado desde una perspectiva académica y pedagógica. De historia, releo el primer tomo de "Historia de la vida Privada", de Fillippe Ariés y Georges Duby, desde el imperio Romano hasta el año 1000 de nuestra era. Cada capitulo me asombra, infinidad de cosas que no conocemos y que tienen que ver con lo más cotidiano, lo que no obsta su importancia. Empieza con la familia, su entorno, siempre con lujo de detalles. Muchas de las figuras legales de hoy, costumbres y modas están descritas al detalle en sus genealogías más importantes. Leí el primer tomo de "Historia doble de la Costa" del sociólogo colombiano Fals Borda, rescata nuestro caribe tan olvidado por años por la academia y ahora, tal vez, gracias a este pensador, están hoy en pleno estudio por una generación importante de investigadores costeños.</span></span></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="text-align: left;"><span style="font-size: x-large;">Novelas. Aconsejaría leer la última del escritor norteamericano Jonathan Franzen, "Encrucijadas", toma una familia para describir la caótica sociedad americana: La historia de los Hildebrandt, ellos buscan la libertad, cada uno de sus miembros parece coartar la del otro y en este galimatías parecen perderse. Igualmente me pareció cautivante "Las voces de Adriana" de Julia Navarro. Cómo enfrentamos una muerte, en el proceso de catarsis como se reordena el mundo, sobre todo quienes precedieron al evento, el universo del pasado expresado en el presente.<span style="color: #333333;"> Adriana, la protagonista enfrentas varios duelos mientras cuida a su padre enfermo. Es la voraz espectadora y analista de la vida de los demás. La mezcla entre lo que fuimos y somos genera un panorama extraordinario que dice que la vida es más que presente. </span></span></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="text-align: left;"><span style="color: #333333; font-size: x-large;">"Cartas abiertas" de Juan Esteban Constain realmente es una novela corta extraordinaria. Empieza con el encuentro de Jünger y Graves en polos opuestos en una batalla, quienes hacen una tregua para compartir un cigarrillo. Tiene como eje, el armisticio entre el estado de Tunja que le declaró la guerra a Bélgica, a través de un personaje italiano, historia y ficción, receta que le sirve para narrar hechos con absoluta inteligencia, en una prosa depurada, lejos de cualquier exceso, con una economía narrativa propia de este gran escritor colombiano. </span></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="text-align: left;"><span style="color: #333333; font-size: x-large;">Leí y aconsejo hacerlo, un texto singular: "Los Simpson y la filosofía", muy serio y riguroso, contrario a lo que en principio pensé. Las actitudes excéntricas de los personajes de la serie las contrapone a filósofos y escuelas con rigor y mucha seriedad conceptual. La compilación la hacen tres editores con lujo de temas que develan en gran medida la crisis del mundo moderno desde la perspectiva filosófica de esta serie americana, que denosta de todos y todo. </span></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="text-align: left;"><span style="color: #333333; font-size: x-large;">Antes del 31 de diciembre de este año, escribiré sobre el excepcional escritor colombiano Mario Mendoza.</span></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large; text-align: left;">Estoy leyendo y releyendo algunas novelas de Mario Mendoza, para realizar un ensayo alrededor de este excepcional escritor colombiano. Espero en una nueva entrada ahondar en este trabajo. En otro artículo me referiré a otros libros. </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="text-align: left;"><span style="font-size: x-large;"><br /></span></span></p><p style="text-align: justify;"><br /></p>CESAR H BUSTAMANTE HUERTAShttp://www.blogger.com/profile/16985205721819446130noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7469843330956401910.post-49029353004933383412023-12-12T07:15:00.000-08:002023-12-13T13:16:22.597-08:00DE VUELTA A MIS ANCESTROS<p style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;"><br /></span></p><p style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><iframe allowfullscreen="" class="BLOG_video_class" height="266" src="https://www.youtube.com/embed/1hlUCSFu-JI" width="320" youtube-src-id="1hlUCSFu-JI"></iframe></div><br /><span style="font-size: x-large;"><br /></span><p></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">Después de mucho tiempo regresé a Bogotá. He vuelto a revivir ese caos eterno del que se quejan todos sus habitantes, la sensación de inseguridad absoluta que los vuelve oscos, el sentimiento inevitable de llegar siempre tarde a cualquier encuentro, por importante que sea la cita y por supuesto la felicidad de encontrarme con buena parte de mi familia. Todo parece estar en obra, a medias, las avenidas están cercadas por cintas amarillas que hacen su transito imposible. No es la ciudad apacible del poeta Silva a finales del siglo XIX, ni la de hombres vestidos de negro que encontró Gabo, ni la diseñada por la dictadura de Rojas, menos, la ilusionada por Peñalosa. Es la ciudad de Mario Mendoza, la de sus novelas negras, cargadas de sangre y entroncadas historias nefastas, oscuras y frías, trágicas, que me traen a Conan Doyle, de corte policiaco. Esta urbe la recorrí haciendo política con Luis Carlos Galán hace más de 30 años, líder carismático, asesinado por el narcotráfico. El hecho aún me duele profundamente y sus sentencias son como una espada de Damocles, como una condena infinita para un país que no sale de sus violencias circulares. Aquí ha vivido mi hermana en los últimos 40 años, murió mi madre y mi hermano mayor ejerció su profesión de arquitecto con éxito. Es la ciudad de mi hija Laura, de mi nieta Alicia, de mis sobrinos. </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">Todos los encuentros de esta índole son felices y rememoran muchos hechos dulces y algunos trágicos. Einstein decía que la distinción entre pasado, presente y futuro es una ilusión obstinadamente persistente. Expresaba con vehemencia: Pasamos demasiado tiempo dándole importancia a lo que fue y lo que vendrá. Gabriel García Márquez decía que la memoria del corazón elimina los malos recuerdos y magnifica los buenos y, gracias a ese artificio, logramos sobrellevar el pasado. Ver a mis hermanos: Nayibe y Edgar fue sobrecogedor y de alguna manera una catarsis a mis locuras, un pulso a tierra. Llegar es siempre alentador. Se rescata de súbito la atmosfera de hogar que construyó mi madre Myrian con tanto encono. La raíz, la huella de familia que siempre perdurará pese a los caminos que nos separan indefectiblemente. Después me encontré con mi cuñada Patricia y mis sobrinos. Al final, por gracia de las virtudes navideñas, alguien me expresó que dentro de poco había un asado, nos reuniríamos con toda la familia de Patricia, la esposa de Sergio mi sobrino y su hermana, Adriana, sus hijos y su esposo Jairo, Miguel y Álvaro con sus respectivos pares. Hay muchas películas connotadas sobre encuentros familiares, recuerdo con agrado "La familia de mi novia" con Robert De Niro, siempre nos traen sorpresas, nuevas impresiones.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;"><span>El día llegó y por gracia de alguien que, siempre planifica milimétricamente, estábamos en una terraza en el Barrio Carvajal, un barrio tradicional de Bogotá, en </span><span> ciudad Kennedy, sitio donde</span><span> llegó el presidente de los Estados Unidos, le dio su nombre en los sesenta del siglo pasado. </span></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">Estaba al portas de un excelente asado. Cristian, meticuloso, con las cuentas claras y la bitácora del día perfectamente arbitrada. Su esposa, silenciosa pero excelente copiloto. Patricia y Edgar dispuestos, el primero con la cerveza que nunca abandona, y ella, sabia, sabe todo lo que va pasar, solo disfruta por encuentros excepcionales y gratos como este que, tal vez no se repitan. Sergio y su esposa, jóvenes, llenos de expectativas. Miguel Ángel el anfitrión, con el dejo de los personajes calentanos, santandereano a carta cabal, su esposa diligente y atenta. Jairo, canoso, parece un técnico de futbol que lo ha ganado todo, pese que nadie sabe como fueron sus batallas. Adriana, su esposa, alegre, dispuesta, su hijo Juan Pablo, silencioso, la mayor de las virtudes que se puedan tener. Álvaro, Inteligente, aplicado cristiano, persuasivo y doctrinal, feliz, líder carismático a pesar del dogma, su esposa e hija, reservadas por naturaleza y amables. Todos con la carga que imponen los años, con las vivencias típicas de un país loco y exuberante, luchadores impenitentes por sobrevivir para cuando les digan que viva para sí la luz perpetua, sientan que han cumplido, por lo menos con los mínimos. </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">Cada quien con lo suyo. Los discursos son más ponderados, la vida nos va enseñando a ser cautos. No importa lo que haya pasado con ella, ahí estamos. Cada uno tiene huellas indelebles, alegrías, fracasos, cargas y logros que la azarosa vida no puede robarnos. Borges lo expresa con absoluta sabiduría en un poema llamado "La recoleta": Solo la vida existe. Estos encuentros me enseñan más que muchos libros, aprender a escuchar, saber que todos buscamos la felicidad tan esquiva en ocasiones. Cada vez se nos va alguien valioso, pero también presenciamos llenos de esperanza la juventud de los hijos y sobrinos en la impetuosa lucha por encontrar su camino. Es un hecho, nos vamos volviendo viejos, la sonrisa con más arrugas, no nos apena, nos enaltece. Ojala no perdamos la costumbre de planear estos gratos encuentros.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;"><br /></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;"><br /></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;"><br /></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;"><br /></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;"><span> </span><span face="Roboto, sans-serif" style="background-color: white; color: #111111; text-align: left;"> </span></span></p>CESAR H BUSTAMANTE HUERTAShttp://www.blogger.com/profile/16985205721819446130noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-7469843330956401910.post-5874281233857379972023-11-25T12:57:00.000-08:002023-12-01T09:28:38.780-08:00CURSO DE LITERATURA EUROPEA (INTORDUCCION DE JOHN UPDIKE)<p style="text-align: justify;"> <span style="font-size: large;"> <i>Nabako no solo es un gran novelista, es también un gran ensayista y lúcido crítico literario. Siempre he abrevado en los cursos de literatura Europea y los impartido y escritos sobre el Quijote. En la introducción hecha por Jhon Updike, de excelente factura, con muchos datos biográficos de este aristócrata que explican su cultura, es también un elucidación minuciosa de su formación literaria, influencias y libros que son un bocado de cardinale para cualquier amante de su obra. Quiero reproducir esta introducción por encontrarla muy valiosa. CESAR HERNANDO BUSTAMANTE.</i></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">Vladimir Vladimirovich Nabokov nació en 1899, aniversario del
nacimiento de Shakespeare, en San Petersburgo (hoy Leningrado), en el
seno de una familia rica y aristocrática. Tal vez su apellido deriva de la
misma raíz árabe que la palabra nabab, introducida en Rusia por el príncipe
tártaro del siglo XIV, Nabok Murza. Desde el siglo XVIII, los Nabokov
habían ocupado distinguidos cargos militares y gubernamentales. El abuelo
de nuestro autor, Dmitri Nikolaevich, fue ministro de justicia durante el
reinado de los zares Alejandro II y Alejandro III; su hijo, Vladimir
Dmitrievich, renunció a ciertas perspectivas de futuro en los círculos de la
corte para incorporarse, como político y periodista, a la lucha infructuosa
por la democracia constitucional en Rusia. Fue un liberal valeroso y
combativo que sufrió la cárcel durante tres meses en 1908; él y su familia
inmediata mantuvieron sin temor una lujosa vida de clase alta repartida
entre la casa de la ciudad, construida por su padre en la Admiralteiskaya,
elegante zona de San Petersburgo, y la finca de Vyra, aportada al
matrimonio por su esposa —quien pertenecía a la inmensamente rica
familia Rukavishnikov— como parte de la dote. El primer hijo que les
vivió, Vladimir, recibió, en nombre de sus hermanos, una generosísima
cantidad de amor y cuidado paternos. Fue precoz, animoso, enfermizo al
principio y robusto después. Un amigo de la familia lo recordaba como un
«chico esbelto, bien proporcionado, de cara alegre y expresiva, y unos ojos
penetrantes e inteligentes que le brillaban con destellos de burla». </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">V. D. Nabokov era algo anglofilo, y cuidó de que sus hijos recibieran
una formación tanto inglesa como francesa. Su hijo declara en su
autobiografía Speak, Memory: «Aprendí a leer en inglés antes de que
supiese leer en ruso», y recuerda una temprana «sucesión de niñeras e
institutrices inglesas», así como un desfile de prácticos productos
anglosajones: «De la tienda inglesa de la Avenida Nevski llegaba en
constante procesión toda clase de dulces y cosas agradables: bizcochos,
sales aromáticas, barajas, rompecabezas, chaquetas a rayas, pelotas de
tenis». De los autores tratados en este volumen, probablemente fue Dickens
el primero que conoció: «Mi padre era experto en Dickens, y hubo un
tiempo, siendo nosotros niños, en que nos leía en voz alta páginas de este
autor, en inglés, naturalmente». Cuarenta años después, Nabokov escribía a
Edmund Wilson: «Quizá el que nos leyera en voz alta, durante las tardes de
lluvia en el campo, Grandes Esperanzas… cuando era yo un chico de doce
o trece años, me impidió mentalmente releer a Dickens más tarde». Fue
Wilson quien atrajo la atención de Nabokov hacia Casa Desolada en 1950.
Sobre las lecturas de su niñez, Nabokov comentó a un entrevistador de
Playboy: «Entre los diez y los quince años pasados en San Petersburgo,
debí de leer más novelas y poesías —inglesas, rusas y francesas— que en
ningún otro período de cinco años del resto de mi vida. Disfruté
especialmente con las obras de Wells, Poe, Browning, Keats, Flaubert,
Verlaine, Rimbaud, Chejov, Tolstoi, y Alexander Blok. En otro plano, mis
héroes eran Pimpinela Escarlata, Phileas Fogg y Sherlock Holmes». Este
último tipo de lecturas puede contribuir a explicar la sorprendente aunque
simpática inclusión de una obra como el brumoso relato gótico-victoriano
de Stevenson El Dr. Jekyll y Mr. Hyde, en su curso sobre clásicos europeos.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;"><br /></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">Una institutriz francesa, la robusta y recordada Mademoiselle, fue a
residir a casa de los Nabokov cuando el joven Vladimir tenía seis años, y
aunque Madame Bovary no estaba incluida en la lista de novelas francesas
que ella tan ágilmente leía en voz alta («su fina voz corría y corría sin
flaquear, sin la menor dificultad o vacilación») para los niños que tenía a su
cargo —«lo teníamos todo: Les Malheurs de Sophie, Le Tour du Monde en
Quatre Vingts Jours, Le Petit Chose, Les Misérables, Le Comte de Monte
Cristo, y muchas más»—, el libro de Flaubert estaba indudablemente en la
biblioteca de la familia. Tras el absurdo asesinato de V. D. Nabokov en
Berlín en 1922, «un compañero suyo de estudios con el que había hecho un
viaje en bicicleta por la Selva Negra, le envió a mi madre, viuda, el
volumen Madame Bovary que mi padre había llevado consigo entonces, y
en cuyas guardas había escrito: “Perla insuperable de la literatura francesa”,
juicio que aún sigue siendo válido». En otro pasaje de Speak, Memory,
Nabokov refiere su entusiasmo al leer la obra de Mayne Reid, escritor
irlandés de novelas del Oeste americano, y comenta a propósito de los
impertinentes que tiene una de las heroínas sitiadas de Reid: «Esos
impertinentes los encontré después en manos de Madame Bovary; más
tarde los tenía Anna Karenina, y luego pasaron a ser propiedad de la dama
del perrito faldero, de Chejov, la cual los perdió en el muelle de Yalta». En
cuanto a la edad en que leyó por primera vez este estudio clásico del
adulterio, sólo podemos suponer que fue temprana; leyó Guerra y paz por
primera vez cuando tenía once años, «en Berlín, en un sofá de nuestro piso
rococó de Privatstrasse, que daba a un jardín sombrío, húmedo, negro, con
alerces y gnomos que se han quedado en ese libro, como una vieja postal,
para siempre». </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">A esta misma edad de once años, Vladimir, tras haber recibido toda su
instrucción en casa, fue matriculado en el colegio relativamente progresista
de Tenishev, San Petersburgo, donde sus profesores le acusaron «de no
ajustarme a mi ambiente; de “presumir” (sobre todo de salpicar mis apuntes
rusos con términos franceses e ingleses, que me salían espontáneamente);
de negarme a tocar las toallas sucias y mojadas de los lavabos; de pegar con
los nudillos en mis peleas, en vez de emplear el gesto amplio del puñetazo
con la parte inferior del puño, como hacen los camorristas rusos». Otro
alumno del Tenishev, Osip Mandelstam, llamaba a los estudiantes de ese
centro «pequeños ascetas, monjes recluidos en su propio monasterio
infantil». El estudio de la literatura rusa ponía el acento en el Ruso
medieval —la influencia bizantina, las crónicas antiguas— y proseguía con
un minucioso estudio de la obra de Pushkin, hasta llegar a las obras de
Gogol, Lermontov, Fet y Turgueniev. Tolstoi y Dostoyevski no estaban en
el programa. Al menos un profesor, Vladimir Hippius, «poeta de primera
fila aunque algo esotérico a quien yo admiraba bastante», dejó honda huella
en el joven estudiante: a los dieciséis años, Nabokov publicó una colección
de poemas; Hippius «llevó a clase un ejemplar, y provocó un delirante
estallido de risas entre la mayoría de mis compañeros de clase, dedicando
su feroz sarcasmo (era un hombre colérico de pelo rojizo) a mis versos
románticos».</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;"><br /></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">Nabokov terminó los estudios secundarios cuando su mundo se estaba
derrumbando. En 1919, su familia emigró: «Se dispuso que mi hermano y
yo fuéramos a Cambridge, con una beca concedida más para compensar las
tribulaciones políticas que en reconocimiento de los méritos intelectuales».
Estudió literatura rusa y francesa, como en el Tenishev, jugó al fútbol,
escribió poesía, cortejó a diversas jovencitas, y no visitó ni una sola vez la
biblioteca de la universidad. Entre los recuerdos sueltos de sus años
universitarios está el de «P. M. entrando en tromba en mi habitación con un
ejemplar de Ulises recién traído de contrabando de París». En una entrevista
para Paris Review, Nabokov nombra a su condiscípulo Peter Mrosovsky, y
admite que no leyó el libro entero hasta quince años después, aunque le
«gustó enormemente». En París, a mediados de los años treinta, él y Joyce
se vieron unas cuantas veces. En una de esas ocasiones Joyce asistió a un
recital de Nabokov. Éste sustituía a un novelista húngaro repentinamente
indispuesto, ante un auditorio escaso y heterogéneo: «Un consuelo
inolvidable fue ver a Joyce sentado, con los brazos cruzados y las gafas
relucientes, en medio del equipo de fútbol húngaro». En otra desafortunada
ocasión, en 1938, cenaron juntos con sus mutuos amigos Paul y Lucie
Léon; Nabokov no recordaba nada de su conversación; Vera, su mujer,
contaba que «Joyce preguntó los ingredientes exactos del myod, “aguamiel”
rusa, y que cada cual le dio una receta distinta». Nabokov desconfiaba de
estas reuniones sociales de escritores, y en una carta anterior a Vera le
refería una versión del único, legendario e infructuoso encuentro entre
Joyce y Proust. ¿Cuándo leyó Nabokov a Proust por primera vez? El
novelista inglés Henry Green, en su biografía Pack my Bag, dice del Oxford
de principios de los años veinte que «cualquiera que pretendiese tener
interés por escribir bien y supiese francés conocía a su Proust».
Probablemente, en Cambridge las cosas no eran muy distintas, aunque de
estudiante, Nabokov estuvo inmerso en su propio rusianismo hasta un grado
obsesivo: «El miedo a perder o corromper, por influencias extrañas, lo
único que yo había salvado de Rusia —su lengua—, se me volvió
decididamente patológico…». En cualquier caso, con ocasión de la primera
entrevista concedida, en 1932, al corresponsal de un periódico de Riga,
Nabokov llega a decir, rechazando la insinuación de cualquier influencia
alemana en su obra durante sus años en Berlín: «Sería más adecuado hablar
de una influencia francesa: me entusiasman Flaubert y Proust». </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;"><br /></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">Aunque Nabokov vivió más de quince años en Berlín —para el elevado
nivel de sus conocimientos lingüísticos—, no llegó a aprender nunca el
alemán. «Hablo y leo muy mal el alemán», dijo al entrevistador de Riga.
Treinta años más tarde, en una entrevista filmada para la Bayerischer
Rundfunk, se extendía sobre el particular: «Al mudarnos a Berlin, me
acometió un miedo espantoso de que se me estropeara mi precioso sustrato
ruso aprendiendo alemán con soltura. Mi aislamiento lingüístico se vio
facilitado por el hecho de vivir en un círculo cerrado de amigos rusos
emigrantes, y leer periódicos, revistas y libros exclusivamente rusos. Mis
únicas incursiones en la lengua local se reducían a los saludos que
intercambiaba con mis sucesivas patronas y patronos, y a las necesidades
rutinarias de las compras: Ich möchte etwas Schinken. Ahora siento haberlo
hecho tan mal; lo siento desde el punto de vista cultural». Sin embargo,
conocía desde la niñez obras de entomología en alemán, y su primer éxito
literario fue la traducción de algunas canciones de Heine para un cantante
de conciertos ruso. Su mujer sabía alemán; con su ayuda, años más tarde
revisó las traducciones de sus propias obras a dicha lengua, y se atrevió a
mejorar, en sus clases sobre La metamorfosis, la versión inglesa de Willa y
Edwin Muir. No hay motivo para dudar de lo que afirma en su introducción
a la traducción de su novela bastante kafkiana, Invitado a una decapitación:
que en la época en que la escribió (1935), no había leído nada de Kafka. En
1969 dijo al entrevistador de la BBC: «No sé alemán, así que no pude leer a
Kafka antes de mil novecientos treinta y tantos, en que apareció La
métamorfose en La nouvelle revue française»; dos años más tarde declaraba
a una emisora bávara: «Leí a Goethe y a Kafka en regard, como hice con
Homero y Horacio». </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;"><br /></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">La autora que encabeza este curso es el último de los estudios
incorporados por Nabokov. Podemos seguir con cierta precisión dicho
acontecimiento en The Nabokov-Wilson Letters (Harper & Row, 1978). El
17 de abril de 1950, Nabokov escribió a Edmund Wilson desde Cornell,
donde acababa de obtener un puesto académico: «El año que viene voy a
dar un curso titulado “Novelística europea” (siglos XIX y XX). ¿Qué
escritores ingleses (de novelas o relatos) me sugiere? Necesito al menos
dos». Wilson contestó en seguida: «En cuanto a los novelistas ingleses, en
mi opinión, los dos más grandes sin duda (dejando aparte a Joyce, puesto
que es irlandés) son Dickens y Jane Austen. Intente releer, si no lo ha hecho
ya, el Dickens de Casa Desolada o de La pequeña Dorrit. A Jane Austen
merece la pena leerla entera: hasta sus fragmentos son admirables». El 5 de
mayo, Nabokov le volvió a escribir: «Le agradezco su sugerencia respecto a
mi curso de novelística. No me gusta Jane; en realidad tengo ciertos
prejuicios contra todas las escritoras. Están en otra categoría. No soy capaz
de ver nada en Orgullo y prejuicio… pondré a Stevenson en lugar de Jane
A.». Wilson replicó: «Se equivoca respecto a Jane Austen. Creo que debería
leer Mansfield Park… Para mí, está entre la media docena de los mejores
escritores ingleses (los otros son Shakespeare, Milton, Swift, Keats y
Dickens). Stevenson es de segunda fila. No sé por qué le admira usted
tanto; aunque, sin duda, ha escrito algunos relatos bastante buenos».
Finalmente, cosa rara en él, Nabokov capituló, y escribió el 15 de mayo:
«Voy por la mitad de Casa Desolada… avanzo despacio debido a las
numerosas notas que tengo que tomar con vistas a las clases. Es muy
buena… He adquirido Mansfield Park, y creo que la utilizaré también en mi
curso. Gracias por sus utilísimas sugerencias». Seis meses más tarde,
escribió a Wilson con cierto júbilo: </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">«Pienso hacer la memoria de la primera mitad del curso sobre los
dos libros que usted me aconsejó que abordara con mis estudiantes.
Respecto a Mansfield Park, les he hecho leer las obras mencionadas por
los personajes de la novela —los dos primeros cantos del Lay of the last
Minstrel, The Task de Cowper, ciertos pasajes de Enrique VIII, el cuento
de Crabbe The Parting Hour, algunos trozos de The Idler de Johnson, el
discurso de Browne a A Pipe of Tabacco (imitación de Pope), el Viaje
sentimental de Sterne (todo el pasaje de la verja y la falta de la llave
procede de ahí… y el del estornino) y naturalmente, Lover’s Vows, en la
inimitable (y mondante) traducción de la señora Inchbald… Creo que
me he divertido más que mis alumnos». </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">Durante sus primeros años en Berlín, Nabokov se ganó la vida dando
clases en cinco materias inverosímiles: inglés, francés, boxeo, tenis y
prosodia. En los años posteriores de exilio, los recitales públicos en Berlín y
otros centros de emigrados como Praga, París y Bruselas, le dieron más
dinero que la venta de sus obras en ruso. Así, salvo la falta de un título
superior, no carecía de preparación, a su llegada a América en 1940, para
desempeñar la función de profesor, actividad que iba a ser, hasta la
publicación de Lolita, su principal fuente de ingresos. En Wellesley dio por
primera vez (1941) una serie de conferencias, entre cuyos títulos —«La
dura realidad en torno a los lectores», «Un siglo de exilio», «El extraño
destino de la literatura rusa»— hay uno que se incluye en este volumen: «El
arte de la literatura y el sentido común». Hasta 1948, vivió con su familia
en Cambridge (en Craigie Circle, 8; el domicilio que conservó más tiempo,
hasta que el Hotel Palace de Montreux le acogió definitivamente en 1961),
distribuyendo su tiempo entre dos cargos académicos: el de profesor
residente del Wellesley College, y el de investigador del Departamento de
Entomología perteneciente al Museo de Zoología Comparada de Harvard.
Trabajó intensamente en esos años, y fue hospitalizado dos veces. Además
de inculcar los rudimentos de la gramática rusa en la cabeza de las
jovencitas, y estudiar las minúsculas estructuras de los órganos genitales de
las mariposas, se dio a conocer como escritor americano, publicando dos
novelas (una escrita en inglés en París), un libro excéntrico e ingenioso
sobre Gogol, y varios relatos, recuerdos y poemas de una originalidad y un
impulso asombroso que aparecieron en The Atlantic Monthly y The New
Yorker. Entre el creciente grupo de admiradores de sus obras en inglés
estaba Morris Bishop, virtuoso del verso chispeante y director del
Departamento de Lenguas Románicas de Cornell quien organizó una eficaz
campaña para que contratasen a Nabokov y lo sacaran de Wellesley, donde
su cargo de profesor residente no era ni remunerador ni seguro. Según
evoca Bishop en «Nabokov at Cornell» (TriQuarterly, n.º 17, Invierno
1970: número especial dedicado a Nabokov en el septuagésimo aniversario
de su nacimiento), Nabokov fue nombrado profesor adjunto de Lengua
Eslava, y al principio daba un curso medio de literatura rusa y un curso
superior sobre un tema especial, normalmente Pushkin o el movimiento
modernista en la literatura rusa… Como sus clases de ruso eran
inevitablemente reducidas y pasaban casi inadvertidas, se le asignó un curso
en inglés sobre los maestros de la novelística europea. Según Nabokov, el
mote de «Literatura Sucia» por el que se conocía la clase de Literatura 311-
312, «era un chiste heredado: se lo habían aplicado a la clase de mi
inmediato antecesor, un colega melancólico, amable y aficionado a la
bebida que estaba más interesado en la vida sexual de los autores que en sus
libros». </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;"><br /></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">Un antiguo estudiante del curso, Ross Wetzsteon, colaboró en el número
especial de la revista TriQuarterly con una evocación afectuosa de Nabokov
como profesor. «“¡Acariciad los detalles”, decía Nabokov, haciendo vibrar
la r, y su voz era como la áspera caricia de la lengua de un gato, “los divinos
detalles!”». El profesor insistía en los cambios que aparecían en cada
traducción, y garabateaba un caprichoso diagrama en la pizarra rogando con
ironía a sus estudiantes que copiasen «esto exactamente como lo trazo yo».
Su pronunciación hacía que la mitad de la clase escribiese «epidramático»
donde él decía «epigramático». Wetzsteon concluye: «Nabokov fue un gran
profesor, no porque enseñara la materia bien, sino porque daba ejemplo e
inculcaba en sus estudiantes una actitud profunda y afectuosa hacia ella».
Otro superviviente de Literatura 311-312 cuenta que Nabokov empezaba el
curso con las palabras: «Los asientos están numerados. Desearía que cada
uno eligiese un sitio y lo conservase siempre. Lo digo porque quiero asociar
vuestras caras a vuestros nombres. ¿Estáis todos a gusto con el que habéis
elegido? Bien. No habléis, no fuméis, no hagáis punto, no leáis el periódico,
no durmáis y, por el amor de Dios, tomad apuntes». Antes de un examen,
decía: «Todo lo que necesitáis es una cabeza despejada, un cuaderno de
ejercicios, tinta, pensar, abreviar los nombres evidentes —por ejemplo,
Madame Bovary—. No infléis de elocuencia la ignorancia. A menos que
me presentéis un certificado médico, no dejaré salir a nadie al servicio».
Como profesor, era entusiástico, electrizante, evangélico. Mi mujer, que
asistió a sus últimas clases —los cursos de primavera y otoño de 1958—,
antes de que se enriqueciera de repente con la publicación de Lolita y se
tomara unas vacaciones que ya no terminarían, se sentía tan hondamente
fascinada que un día asistió a clase con una fiebre lo bastante alta como
para ingresar en la enfermería a continuación. «Yo sentía que podía
enseñarme a leer. Estaba convencida de que podía darme algo que me
duraría toda la vida… y me lo dio». Hasta hoy, no es capaz de tomar en
serio a Thomas Mann, y no ha cedido un ápice en el dogma central que
adquirió en Literatura 311-312: «El estilo y la estructura son la esencia de
un libro; las grandes ideas son idioteces». </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">Sin embargo, hasta su rara estudiante ideal podía ser presa de la picardía
de Nabokov. Cuando nuestra señorita Ruggles, tierna joven de veinte años,
fue al fondo de la clase a recoger su cuaderno de ejercicios de entre el
revoltijo de exámenes allí desparramados, no lo encontró, de modo que tuvo
que acudir al profesor. Nabokov estaba de pie en la tarima, aparentemente
abstraído, ordenando sus papeles. Ella le pidió perdón y le dijo que su
cuaderno no estaba entre los demás. Él se inclinó, con las cejas levantadas:
«¿Cómo se llama?». Se lo dijo, y con una rapidez de prestidigitador sacó el
cuaderno de detrás de él. Tenía la nota 97. «Quería ver», le dijo a la
muchacha, «cómo era un genio». Y la miró fríamente de arriba abajo,
mientras ella se ruborizaba; eso fue todo lo que hablaron. A propósito, mi
mujer no recuerda haber oído llamar a esta clase «Literatura Sucia». Entre
los estudiantes se decía simplemente «Nabokov». </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">Siete años después de retirarse, Nabokov recordaba esta clase con
sentimientos encontrados: «Mi método de enseñanza me impedía un
auténtico contacto con los estudiantes. Todo lo más, regurgitaban unos
cuantos trozos de mi cerebro en los exámenes… Yo trataba en vano de
sustituir mis apariciones ante el atril por cintas grabadas para que las
escuchasen en la radio de la facultad. Por otro lado, me divertían mucho las
risitas de apreciación en tal o cual lugar del aula, en tal o cual pasaje de mi
conferencia. Mi mayor compensación está en aquellos estudiantes míos que
diez o quince años después aún me escriben para decirme que ahora
comprenden lo que yo les pedía cuando les enseñaba a visualizar el peinado
mal traducido de Emma Bovary, o la disposición de las habitaciones en casa
de los Samsa…». </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;"><br /></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">En más de una entrevista transmitida en tarjetas de 8 x 11 cm desde el
Montreux-Palace, prometió la publicación de un libro basado en sus clases
de Cornell; pero (debido a que trabajaba en otras obras, como su tratado
ilustrado sobre Butterflies in Art y la novela Original of Laura), el proyecto
todavía estaba en el aire cuando la muerte sorprendió a este gran hombre,
en el verano de 1977. </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;"><br /></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">Aquí están ahora las maravillosas conferencias, todavía con un fragante
olor a clase, olor que una revisión rigurosa podría haber eliminado. Lo que
hemos oído y leído sobre ellas no nos hacía prever su asombroso y
envolvente calor pedagógico. La juventud y, en cierto modo, la feminidad
del auditorio han penetrado en la voz ardiente e incisiva del profesor. «El
trabajo con este grupo ha supuesto una asociación especialmente agradable
entre la fuente de mi voz y un jardín de oídos: unos abiertos, otros cerrados,
muchos de ellos muy receptivos, unos pocos meramente ornamentales, pero
todos humanos y divinos». Nabokov nos leerá largos párrafos, como le
leyeron al joven Vladimir Vladimirovich su padre, su madre, y
Mademoiselle. Durante estos trozos de citas, debemos imaginarnos el
acierto, el placer contagioso y retumbante, el poder teatral de este profesor
que, aunque ahora grueso y calvo, fue en otro tiempo atleta y compartió la
tradición rusa de la presentación oral apasionada. Por lo demás, la
entonación, el guiño, la sonrisa, el zarpazo excitado, están presentes en la
prosa, una prosa oral y transparente, ágil y brillante, propensa a la metáfora
y al retruécano; manifestación deslumbrante, para aquellos afortunados
estudiantes de Cornell de los remotos años cincuenta, de una sensibilidad
artística irresistible. La fama de Nabokov como crítico literario, hasta ahora
circunscrita, en inglés, a su laborioso monumento a Pushkin y a sus
arrogantes rechazos de Freud, Faulkner y Mann, se ve beneficiada con el
testimonio de estas generosas y pacientes apreciaciones, ya que abarcan
desde la descripción del estilo «hoyuelo» de Jane Austen y su propia y
sincera identificación con el gusto de Dickens, a su reverente explicación
del contrapunto de Flaubert y su forma encantadoramente sobrecogida —
como el chico que desarma su primer reloj— de poner al descubierto el
tictac de las afanosas sincronizaciones de Joyce. Desde muy pronto,
Nabokov disfrutó hondamente con las ciencias exactas, y sus horas dichosas
pasadas en la quietud luminosa del examen microscópico se reflejan en su
delicado análisis del tema del caballo de Madame Bovary o en los sueños
entretejidos de Bloom y Dedalus; el estudio de los lepidópteros le situó en
un mundo más allá del sentido común, en el que en el ala trasera de una
mariposa «una gran mancha redonda imita una gota de líquido con tan
misteriosa perfección que la raya que cruza el ala se desvía ligeramente al
atravesarla», donde «cuando la mariposa debe adoptar el aspecto de una
hoja, no sólo tiene bellamente representados todos los detalles de la hoja,
sino que muestra generosamente señales que imitan los agujeros causados
por las larvas». Así pues, pedía a su propio arte y al de los demás algo extra
—un toque de magia mimética o de engañosa duplicidad—, que era
sobrenatural y surreal en el sentido riguroso de estas palabras degradadas.
Cuando no existía este cabrilleo de lo gratuito, de lo sobrehumano, de lo no
utilitario, se mostraba violento e impaciente, con unos términos que
denotaban una falta de humanidad y una inflexibilidad propias de lo
inanimado: «Hay muchos autores reconocidos que no existen sencillamente
para mí. Sus nombres están grabados sobre tumbas vacías, sus libros son
ficticios…». Cuando descubría ese cabrilleo capaz de producir un
estremecimiento en la espina dorsal, su entusiasmo llegaba mucho más allá
de lo académico, y se convertía en un profesor inspirado, y desde luego
inspirador. </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;"><br /></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">Unas conferencias que se presentan a sí mismas con tanto ingenio y
agudeza, y que no ocultan sus prejuicios y sus supuestos, no necesitan más
introducción. Los años cincuenta, con su énfasis en el espacio particular, su
actitud desdeñosa respecto a los intereses públicos, su sensibilidad para el
arte solitario y libre de todo compromiso, y su fe neocriticista en que toda
información esencial está contenida en la obra misma, fueron un marco más
apropiado para las ideas de Nabokov de lo que habrían podido ser los
decenios siguientes. Pero el enfoque de Nabokov habría parecido radical en
cualquier época, pues supone una separación entre la realidad y el arte. «La
verdad es que las grandes novelas son grandes cuentos de hadas… y las
novelas de esta serie lo son en grado sumo… La literatura nació el día en
que un chico llegó gritando el lobo, el lobo, sin que ningún lobo lo
persiguiera». Pero el chico que gritaba «el lobo» provocó la ira de su tribu,
y ésta dejó que pereciera. Otro sacerdote de la imaginación, Wallace
Stevens, llegó a afirmar que «si queremos formular una teoría precisa de la
poesía, será necesario examinar la estructura de la realidad, dado que la
realidad es un marco de referencia esencial para la poesía». Para Nabokov,
en cambio, la realidad no es una estructura, sino más bien un esquema o
hábito engañoso e ilusorio: «Todo gran escritor es un gran embaucador;
pero también lo es la architramposa Naturaleza. La Naturaleza engaña
siempre». En su estética, presta poca atención al placer humilde del
reconocimiento y a la virtud obtusa de la verdad. Para Nabokov, el mundo
—materia prima del arte— es en sí mismo una creación artística, tan
inconsistente e ilusoria que parece dar a entender que una obra maestra
puede hacerse a base de un soplo tenue, merced a un puro acto de la
voluntad imperial del artista. Sin embargo, obras como Madame Bovary y
Ulises brillan con el calor de la resistencia que la voluntad de manipular
encuentra en objetos banales, pesadamente reales. La amistad, el odio, el
amor desamparado que damos a nuestros cuerpos y destinos se unen en esos
escenarios transmutados de Dublin y de Rouen; lejos de ellos, en obras
como Salambô y Finnegans Wake, Joyce y Flaubert ceden la palabra a su yo
elegante y soñador, y son devorados por sus propias aficiones. En su lectura
apasionada de La metamorfosis, Nabokov acusa de «mediocridad que rodea
al genio» a la familia burguesa y filistea de Gregor Samsa, sin reconocer, en
el núcleo mismo del patetismo de Kafka, lo mucho que Gregor necesita y
adora a estos habitantes de lo mundano, posiblemente estúpidos, pero
también vitales y concretos. La ambivalencia omnipresente en la rica
tragicomedia kafkiana no tiene sitio en el credo de Nabokov; sin embargo,
en la práctica artística, en una obra como Lolita abunda con una formidable
profusión de detalles: «Percibid los datos seleccionados, impregnados,
agrupados», dice su propia fórmula. </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;"><br /></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">Los años en Cornell fueron fecundos para Nabokov. Al llegar allí
completó Speak, Memory. Fue en un patio trasero de Ithaca donde su mujer
le impidió quemar los difíciles principios de Lolita, que terminó en 1953.
Los relatos alegres de Pnin fueron escritos enteramente en Cornell, en sus
bibliotecas llevó a cabo las heroicas investigaciones para su traducción de
Eugene Onegin, y Cornell se refleja afectuosamente en el ambiente
universitario de Pale Fire. Cabe imaginar que su traslado doscientas millas
al interior de la costa este, con sus frecuentes excursiones de verano al
lejano Oeste, le ayudaron a encontrar un asidero más sólido en su
«hermoso, soñador, e inmenso país» de adopción (según palabras de
Humbert Humbert). Nabokov contaba casi cincuenta años cuando llegó a
Ithaca, y tenía sobrados motivos para encontrarse artísticamente agotado.
Había sido exiliado dos veces, de Rusia por los bolcheviques y de Europa
por Hitler; y había escrito un brillante conjunto de obras en lo que no era ya
sino una lengua moribunda, destinadas a un público de emigrados que iba
desapareciendo inexorablemente. Sin embargo, en su segundo decenio
americano logró aportar una audacia nueva a la literatura americana, y
ayudar a revivir la vena nativa de la fantasía, cosa que le supuso la riqueza
y la fama internacional. Es grato suponer que las relecturas a que le obligó
la preparación de este curso a comienzos del decenio, y las amonestaciones
y entusiasmos repetidos en las explicaciones de cada clase, contribuyeron
espléndidamente a redefinir la fuerza creadora de Nabokov, y a descubrir en
su prosa de esos años, algo de la delicadeza de Austen, del brío de Dickens,
y del «delicioso sabor a vino» de Stevenson, incorporado al inimitable
brebaje del propio Nabokov. Sus autores americanos favoritos eran, según
confesó una vez, Melville y Hawthorne, y es de lamentar que no llegara a
abordarlos en sus cursos. Pero agradezcámosle las clases que vuelven a
cobrar vida y que ahora están aquí de forma permanente: Son unas ventanas
asomadas a siete obras maestras, tan llamativas como «el diseño
arlequinado de los cristales de colores» a través de los cuales Nabokov, de
niño, en la época en que le leían en el porche de su casa de verano, se
asomaba al jardín familiar. </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="text-align: left;"><span style="font-size: x-large;">JOHN UPDIKE</span></span></p>CESAR H BUSTAMANTE HUERTAShttp://www.blogger.com/profile/16985205721819446130noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7469843330956401910.post-13376162189655713992023-11-21T12:03:00.000-08:002023-11-23T14:07:21.246-08:00MI MADRE MIRYAN<p style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><iframe allowfullscreen="" class="BLOG_video_class" height="266" src="https://www.youtube.com/embed/IUZEtVbJT5c" width="320" youtube-src-id="IUZEtVbJT5c"></iframe></div><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;"><br /></span></p><span style="font-size: x-large;"><span><i>Escuchar mientras se lee.<br /></i></span><span><i>Los muertos solo mueren sí dejamos que perezcan en nuestros corazones. Máxima q<span>ue comparten los pueblos africanos.</span> </i><br /></span></span><p></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;"> Ayer a la una de la mañana sonó el timbre de la casa donde eventualmente me quedo en Bogotá. Desde hace más de cuatro meses y después de la muerte de mi madre, siento su compañía, es un hecho que continuamente vivo en este trance. Salí a mirar y no había nadie, sentí de nuevo su presencia. Platón creía en la inmortalidad del alma y sostuvo que el alma humana existe antes y después de la muerte. Me pregunto que es el alma?, sí cuando hablamos de alma y el espíritu nos referimos a dos entes paralelos o iguales?. Pitágoras creyó siempre en la reencarnación. Las religiones monoteístas, veían a la muerte como el camino a una recompensa o un castigo del ser por sus actuaciones en la vida. Mi madre era católica, practicante y con una fe indomable. Hay religiones que asumen que no hay nada después de la muerte. Los Saduceos, si mi memoria no me falla, asumen irrestrictamente la fe de esta manera, como dice el poema "Sólo la vida existe". En el "Aleph" de Borges ese hermoso cuento fantástico se habla de un punto en el espacio que contiene todos los puntos del universo. En este hermoso relato el autor evoca cuando lo ve, en un instante, muchos sitios y objetos. Pienso, si el fervor popular es cierto, que en ese momento en que la vida se nos escapa, se repasan en un segundo los lugares y los hechos más relevantes de la vida. Me imagino que mi madre pensó en Puerto Salgar; en mi padre; en el barrio la soledad de Bogotá; en sus hermosos mueble Luis XV; en la bella casa en el barrio terrazas; un camión con un trasteo a la ciudad de Barranquilla que, marca una etapa nueva en su vida; en American Country; en sus decisiones férreas; las responsabilidades múltiples que nunca dejó de atender. Estoy seguro murió tranquila, había renunciado a sus batallas tiempo atrás, como los generales que saben que han ganado la guerra.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;"><span>Pensando en su muerte no dejo de traer a la mente a "Pedro paramo" de Juan Rulfo, esa novela corta donde conviven vivos y muertos recordando la vida del padre de Juan Preciado en Comala, ese pueblo emblemático de la literatura mexicana. He sentido a mi madre, como si me diera sus consejos habituales, feliz talvez por mi juicio y preocupada por mis incertidumbres, confiada como solía decir: De mi inteligencia. Que pasa después de la muerte. La película</span><span> 21 gramos, habla del peso que pierde el cuerpo con la muerte, como si el alma pesara este gramaje. Mi madre se preparó como buena cristiana para la muerte. Es un hecho que yo nunca lo hice para su ausencia que, me pesa mucho. </span></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;"><span>Murió este año y no asistí a su entierro, las razones pueden ser muchas y ninguna. Mi vida disipada, sentirme en un cabildo abierto en el funeral, juzgado diría no por mis hermanos ni parientes cercanos </span>en la ceremonia, más bien por aquellos que solo critican a raja tabla, los que nunca aparecen en momentos graves y cuando lo hacen, es solo para el sarcasmo mordaz. Puede que este equivocado y sólo sea una decisión que, sin lamentar, no tiene razón alguna. Mi madre me ha dado más tranquilidad frente al fenómeno de la muerte. Creo esperarla sin temores, convencido que es una etapa entre muchas de una realidad incomprensible, cierta metafísica indescifrable. Como Juan Preciado, estoy aprendiendo a vivir con mis muertos y no lamento ni un segundo todo lo que he vivido. Evoco muchos hechos trágicos que soportó mi madre de manera heroica y sin quejarse. Esas rutinas que le conciernen al ser humano y que para nada importan a los personas extrañas en nuestro entorno e inclusive cercanas. Todo lo vivió con entereza, altiva. Su carácter era fuerte y de seguro algunas personas tendrán reparos sobre el mismo. Leal a pesar de las consecuencias que ello le deparó. Una existencia se nutre de pequeños momentos, algunos se convierten en alegrías inolvidables o tragedias que dejan huellas irreparables. Esa es la vida.</span></p><p><span style="font-size: x-large;"><br /></span></p><p><span style="font-size: x-large;"><br /></span></p><p><span style="font-size: x-large;"><br /></span></p><p><span style="font-size: x-large;"><br /></span></p><p><br /></p>CESAR H BUSTAMANTE HUERTAShttp://www.blogger.com/profile/16985205721819446130noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7469843330956401910.post-12266435267686165872023-11-17T17:47:00.000-08:002023-11-17T17:55:33.936-08:00CONVERSACIONES CON BORGES<p style="text-align: justify;"> <span style="font-size: x-large;"><i>Es absolutamente aceptado, como lo he defendido con vehemencia desde hace mucho tiempo, sobra decir, posición de un Borgiano anodino, que las charlas del escritor, sus entrevistas y conversaciones hacen parte importante de su obra, muchas veces nos dan las claves para descifrarla, desde una óptica muy esencial pues vienen de su posición como autor, aunque es cierto que sus disertaciones literarias en muchas ocasiones aparecen como algo distinto a lo que interpretamos, así se refieran a un relato concreto de su autoría. Son como un juego ficcional que nunca nos permite saber si hablamos de otro relato dentro del relato en la multiplicación de miradas y variables acostumbradas: Los cuentos se leen como ensayos, los ensayos como disertaciones filosóficas.</i></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;"><i>Los diálogos con Roberto Alifano son una muestra de ello. Trascribiré algunos aportes de Borges en la conversaciones sostenidas con su amigo y lector infatigable que, se publicaron hace mucho tiempo.</i></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">Alifano: Borges, usted siempre se interesó por el género policial, y con
Adolfo Bioy Casares se dedicaron, en una época, a escribir cuentos
policiales. Ambos, además, fueron los fundadores de la colección El
Séptimo Círculo, donde se editaron importantes autores del género,
traducidos por ustedes. ¿Por qué se llamó así esa colección? </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">Borges: Con Bioy necesitábamos un título, y yo le propuse: busquemos
el círculo de los violentos en el Infierno de La Divina Comedia. Ese círculo
resultó ser el séptimo. Y quedó bien. Porque si hubiera sido el sexto, el
octavo o el cuarto no nos habría servido: en cambio el Séptimo Círculo era
perfecto. Tuvimos esa suerte y bautizamos entonces con ese nombre a la
colección.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">A.: Borges, creo que sería importante indagar sobre la novela policial.
¿Qué orígenes le atribuye usted? </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">B.: Hace algunos años yo tuve una polémica con Roger Caillois sobre
ese tema. Creo haber tenido la razón y tenerla todavía; aunque, después de
haber estado en el Japón he aprendido que se debe procurar que el
interlocutor sea quien tenga la razón y no uno. Pues bien, en aquel momento
yo era poco o nada japonés y lo traté a Caillois con bastante descortesía y
con cierta dureza. Yo dije que el género policial era un invento de Edgar
Allan Poe, que escribió Los crímenes de la calle Morgue, La carta robada,
El escarabajo de oro y Tú eres el hombre, entre otros cuentos memorables.
En esas obras está prefigurado todo lo que se hizo después en el llamado
género policial. Además, Poe inventó la ficción del hombre que descubre un
crimen por medios lógicos, a fuerza de razonamiento. Y el hecho de que eso
sea contado por un amigo de él menos inteligente; lo cual, desde luego, no
corresponde a la realidad ya que los crímenes se descubren por
investigaciones, por delaciones o por azar; pero no por medio de
razonamientos. El caballero Augusto Dupin es el hombre sedentario que
reflexiona sobre un delito y encuentra la solución, y eso, después, fue
heredado famosamente por la pareja Sherlock Holmes y Watson, de Conan
Doyle, y por los cuentos del Padre Brown, de Chesterton.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">A.: ¿Es en los cuentos cortos donde Poe volcó la mayor parte de su
genio creador, verdad, Borges? </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">B.: Yo creo que en ellos es donde está su obra más lograda, más que en
ningún otro género que haya cultivado; más que en la poesía y que en la
crítica. Yo creo que sus cuentos policiales fueron los que lo hicieron
acreedor del lugar que hoy ocupa en la literatura. La novela policial es un
género que Poe contribuyó a definir en la teoría y a perfeccionar en la
práctica. Todo parte de él. Yo he pensado siempre que Poe tenía conciencia,
además, de que el género policial es un género fantástico. Una prueba de
ello es que él escribe en Estados Unidos, pero hace que su detective sea
francés; es decir, él lo sitúa en París, en una lejanía, y esa lejanía es el sitio
donde ocurren los crímenes. Indudablemente Poe sabía que si sus
narraciones las hubiera situado en Nueva York, la gente habría buscado una
similitud. Pero al ubicarlos en otra ciudad, hacía que esos hechos resultaran
lejanos e irreales. Por eso yo sostengo que el género policial es un género
fantástico. Hay también una idea que inventó Poe: la idea de que algo se
torna invisible precisamente por ser demasiado visible.
En su cuento La carta robada, por ejemplo, Poe nos presenta a un
político al que le han robado una carta muy importante. La policía examina
de un modo muy prolijo la casa. La examina con vidrios de aumento, se fija
en las junturas de las baldosas, en la encuadernación de los libros. Están
buscando minuciosamente el escondrijo donde puede estar la carta, pero no
consiguen encontrarla. Luego el caballero Augusto Dupin encuentra la
carta; esa carta estaba encima de la mesa. O sea que el lugar donde estaba
era tan evidente, tan visible estaba la carta que, por esa misma razón se
había tornado invisible.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;"><br /></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;"><i>Sobre el Quijote expresó:</i></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;"><br /></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;"> </span><span style="text-align: left;"><span style="font-size: x-large;">A.: Borges, usted confesó alguna vez que en su vida había leído muy
pocas novelas; entre ellas El Quijote, cuya segunda parte relee a menudo.
Recientemente usted ha escrito un prólogo para una versión italiana de El
Quijote, ¿no cree que sería oportuno hablar de ese trabajo y, por ende, de
la obra capital de Cervantes? </span></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="text-align: left;"><span style="font-size: x-large;">B.: Sí, yo acabo de concluir, precisamente, ese prólogo. Y esa tarea me
ha permitido observar algunas cosas sobre la novela de Cervantes.
Podríamos hablar de ellas. Lo primero que cabría decir es que en El Quijote
hay, por lo menos, dos argumentos: uno, el argumento ostensible es decir, la
propia historia del ingenioso hidalgo, y el otro, el argumento íntimo, que yo
creo que es el verdadero tema: la amistad de don Quijote y de Sancho. Ese
es un tema que se ha repetido después en la literatura, quizá el ejemplo más
famoso sea Bouvard et Pécuchet, de Gustave Flaubert, donde lo más
importante es la amistad de esos dos infelices. Tenemos, luego, un ejemplo
menor: El Fausto de Estanislao del Campo, cuyo verdadero argumento no
es, como creía Leopoldo Lugones, la parodia del doctor Fausto, sino la
amistad de los dos aparceros. Pero a mí se me ocurre que podemos pensar
en un tercer argumento. Eso me ha llevado a concebir un cuento, que aún no
he escrito y del que no puedo revelar nada, sobre el último capítulo de El
Quijote. Solo puedo adelantar que esta será la historia de Alonso Quijano
que quiere ser don Quijote y trata de serlo, ya sobre el final de su vida. De
modo que ahí tenemos un tercer argumento. Sobre el primer argumento, el
de las aventuras que todo el mundo conoce, recuerdo que dijo Juan Ramón
Jiménez, que debemos imaginar un Quijote con otras aventuras, y que ese
Quijote podría ser esencialmente el mismo. En este momento, sin embargo,
las aventuras son lo que menos me interesa. Yo creo que lo que más interesa
son los dos caracteres. Y a mí sobre todo, en la actual circunstancia en la
que estoy a punto de escribir ese cuento sobre El Quijote, el último de ellos:
es decir, el de Alonso Quijano que quiere ser al final de su vida don Quijote.</span></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;"> A.: El Quijote está dividido en dos partes; la primera —esto ha sido
observado por muchos autores— difiere esencialmente de la segunda. Al
comienzo don Quijote y Sancho son dos personajes un tanto inexplicables
que se unen e inician sus aventuras y que reciben su esperada cuota de
befas y de palizas. En cambio, en la segunda parte todo cambia. Cuando el
hidalgo y su escudero hacen su otra salida ya la gente los conoce. Por
consiguiente, todos los personajes de la segunda parte vienen a ser
cómplices de la locura de don Quijote. Esa diferencia esencial la anota
usted también en su ensayo anterior que escribió sobre la gran novela de
Cervantes: además usted confiesa que se inclina por esa segunda parte,
¿no es así? </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">B.: Ah, claro, es cierto. Yo creo que esa segunda parte Cervantes la
escribió diez años después. Ahora, como usted dice, cuando hacen esa otra
salida ya la gente los conoce y todos son cómplices de la locura de don
Quijote. El ejemplo más evidente sería el de los duques. Cuando ellos
llegan al palacio, todo está preparado y arman una serie de bromas para
fomentar esa locura de don Quijote. Luego está la historia de Clavileño, y
también podríamos citar al bachiller Sansón Carrasco que quiere curar su
locura a don Quijote, y se convierte en el Caballero de la Blanca Luna para
vencerlo. Es decir, todos fomentan la locura de don Quijote, y eso crea una
diferencia muy importante entre la primera y la segunda parte. </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">A.: La frase aquella «nunca segundas partes fueron buenas», es
atribuida a Cervantes. ¡Qué paradoja, no! ¿Significa esto que el propio
Cervantes no tenía fe en la segunda parte de su novela? </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">B.: Bueno, según se ha dicho, Cervantes nunca tuvo demasiada
confianza en la segunda parte de El Quijote. Yo creo, sin embargo, que
siempre segundas partes fueron buenas. En esa parte, Cervantes prescinde
de esos burdos percances físicos y todo lo que ocurre es distinto. Es
sentimental, es psicológico, ya no hay tantos golpes, ya no hay tantas
tundas, ya no hay cosas que eran terribles, graciosas y, al mismo tiempo,
novedosas, como la aventura de los molinos. Podríamos decir también que
cuando Cervantes empezó a escribir don Quijote, él lo conocía muy poco a
Alonso Quijano. Quizá eso suceda con todo libro. Si uno empieza a escribir
un libro, uno va compenetrándose con los personajes; en este caso con el
personaje Alonso Quijano o Don Quijote. Ahora está aquello que señaló
Paul Groussac: que en su primera versión, don Quijote había sido una
novela ejemplar como las otras. En la primera parte, Cervantes vio las
posibilidades cómicas para él y para su época, posibilidades que eran
graciosas en la acción. En la segunda parte, en cambio, vio las posibilidades
patéticas.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="text-align: left;"><span style="font-size: x-large;"><br /></span></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="text-align: left;"><span style="font-size: x-large;"><i>Esta es una muestra de la lucidez de Borges, espero los lectores se interesen por esta faceta del excepcional escritor Argentino.</i></span></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="text-align: left;"><span style="font-size: x-large;"><i>He aquí el texto:</i></span></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="text-align: left;"><span style="font-size: x-large;"><a href="file:///G:/BORGES/Conversaciones%20con%20Borges%20(Roberto%20Alifano)%20(Z-Library).pdf">Conversaciones con Borges (Roberto Alifano) (Z-Library).pdf</a></span></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="text-align: left;"><br /></span></p>CESAR H BUSTAMANTE HUERTAShttp://www.blogger.com/profile/16985205721819446130noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7469843330956401910.post-27871471794905747042023-11-12T07:03:00.000-08:002023-12-09T18:22:22.550-08:00LINA ( LOS PRIMEROS ENCUENTROS )<div style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">Por las imponderables decisiones del destino que nadie comprende a cabalidad, conocí a Lina en el apartamento de Simon, muy a las ocho de la noche de un sábado cualquiera, entre cervezas y aguardiente, en una reunión de amigos. Es una mujer hermosa, que para el caso es lo de menos, inteligente, aguda, con apreciaciones intempestivas, como quien saca un AS debajo de la manga, sorprenden, la flecha da en el punto, hay cierto cinismo en sus elucidaciones, como sí se burlara de esta sociedad patriarcal de la que tanto denosta. Está por fuera de los presupuestos de esta sociedad, refutándola desde sus actos y pensamiento, con esa manera de mirar y apreciar la vida que se sale del canon, de los convencionalismos. Nada es producto del azar, debe ser un ser con muchas tensiones internas, dudas, llena de virtudes, aciertos y fracasos, enumeración que la ha formado, sus elucidaciones y decisiones, se deben a muchos factores: Otras miradas contribuyen a lo que es hoy, bien sean textuales, experiencias de vida, entornos familiares, empresariales o de cualquier tipo. Lina es una síntesis excelente de la vida. Nadie sabe lo que carga el universo en una subjetivada tan especial como la suya. </span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">Después tuvimos varios encuentros en el parque de los iconoclastas en los Alcazares de Santa Lucia en Medellín. Estuvimos con Omar, Wey, Mario y Simon. Las charlas siempre giran alrededor de lo coloquial, pero con el tiempo van adquiriendo cierta ironía alrededor de la vida, el sexo, el trabajo y las servidumbres que definitivamente nos esclavizan. El primer instinto cuando uno se encuentra con Lina, es pensar en el sexo, siendo una compulsión natural, nacida del carisma y la belleza de esta mujer, sorprende como después de minutos de conversación se encuentra con un ser muy complejo. Freud alguna vez dijo: " Sabemos menos sobre la vida sexual de la niñas que de los niños. Pero no debemos avergonzarnos de esta distinción; después de todo; la vida sexual de las mujeres adultas es un -continente oscuro- para la psicología", la mujer en el marco de la perspectiva histórica, en el siglo XX ha librado muchas batallas. Más en una sociedad patriarcal como la antioqueña. Quién entiende a las mujeres, dicen ellas mismas. Lina es una mujer separada, madre de dos hijos, muy independiente, si no me equivoco trabaja en mercadeo, el arte de persuasión en este capitalismo voraz, definitivamente tiene todas las herramientas subjetivas para ser muy persuasiva.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">Hay luchas que se dan contra el mundo. Cleopatra puso en tensiones al imperio más grande y perdurable que ha existido: Roma. Marco Antonio y Octavio se disputaron su amor, que solo tenía como propósito salvar a Egipto. Antígona, personaje de la tragedia Griega se enfrentó a todos los convencionalismos. Hipita, fue la primera matemática del mundo, Luchó contra todos y todo el poder, para sobresalir en la biblioteca de Alejandría, de solo hombres, se impuso solo con las armas que le brindó la sabiduría y sarcasmo. Elizabeth Benne de "Orgullo y prejuicio" de mente aguda, con un sarcasmo inteligente, rechaza todos los convencionalismos sociales de la época Isabelina, solo por seguir su propio camino. Lina es un poco de todas estas experiencias. No tengo ni idea de las historias más relevantes en su vida, pero estoy seguro que su personalidad es un amalgama de todas ellas.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">Hace poco viajó a Europa. Me imagino que esta experiencia se suman al cumulo de formaciones performativas. No he tenido la oportunidad de hablar sobre lo que le dejó este viaje y cuales fueron sus percepciones más significativas. Tomaré el estereotipo de esta bella mujer, para escribir un relato corto, que trata de plasmar en esencia, que nada esta acabado en lo que respecta a la verdadera emancipación del sexo femenino. No importa cuan sean sus logros, ni como en apariencia todo está descontado para ellas. Cada batalla se hace desde la interioridad, atendiendo las circunstancias en que se vive. Hasta ahora estoy estructurando el relato, espero publicarlo pronto.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;"> <span face="sans-serif" style="color: #222222;"><span style="background-color: whitesmoke; letter-spacing: -0.1px;"> </span></span></span></div>CESAR H BUSTAMANTE HUERTAShttp://www.blogger.com/profile/16985205721819446130noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7469843330956401910.post-86584589183655910162023-11-06T02:56:00.007-08:002023-11-08T08:05:29.182-08:00AMIN MAALOUF<p style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><i>Quiero presentar a mis lectores un excelente pensador libanes, radicado en Francia desde hace mucho tiempo, premio príncipe de Asturias en 2010, economista, sociólogo, periodista, premio Goncourt por "La roca de los tanios" Es un trashumante por naturaleza, estuvo mucho tiempo en Egipto siendo muy joven, gracias a su abuelo. Se educó y crio en Líbano, hijo de uno de los periodistas y dueño de medios de su país, de ahí nace algunas de las posiciones más férreas que ha mantenido: En contra de los nacionalismos enfermizos, Iconoclasta, libre-pensador, amante de escrutar los conflictos contemporáneos desde visiones muy críticas, históricas, realizando siempre la genealogía de los mismos y sus huellas para develar los hechos que dejan verlos con claridad, teniendo en cuenta todas las variables. Es miembro número 29 de la academia francesa de la lengua. Sus ensayos son además de lucidos, esclarecedores para occidente, que en ocasiones no mira las raíces históricas del oriente, inclusive va mucho más de la óptica local. Los ensayos más importantes son: Las cruzadas vistas por los árabes, Identidades asesinas, el desajuste del mundo, un sillón que mira al Sena y el naufragio de las civilizaciones, Transcribo la presentación de su trayectoria y pensamiento en el texto "Las identidades asesinas". CESAR HERNANDO BUSTAMANTE</i>.</span><span face="sans-serif"><span style="background-color: white;"><i style="font-size: 14px;"> </i></span></span></p><p style="text-align: justify;"><span face="sans-serif"><span style="background-color: white;"><i style="font-size: 14px;"><br /></i></span></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="background-color: white;"><span face="sans-serif" style="font-size: x-large;">AMIN MAALOUF</span></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="background-color: white;"><span face="sans-serif" style="font-size: x-large;"><br /></span></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">Identidades asesinas es una denuncia apasionada de la locura que incita a los
hombres a matarse entre sí en el nombre de una etnia, lengua o religión. Una locura
que recorre el mundo de hoy desde Líbano, tierra natal del autor, hasta Afganistán,
desde Ruanda y Burundi hasta Yugoslavia, sin olvidar la Europa que navega entre
la creación de una casa común y el resurgir de identidades locales en países como el
Reino Unido, Bélgica o España. Desde su condición de hombre a caballo entre
Oriente y Occidente, Maalouf intenta comprender por qué en la historia humana la
afirmación de uno ha significado la negación del otro. Pero al mismo tiempo
rechaza la aceptación resignada y fatalista de tal hecho. Su mensaje es que se puede
ser fiel a los propios valores sin verse amenazado por los de los demás. Ejemplos
históricos, filosóficos y religiosos ilustran su teoría.
Cuando a Maalouf se le pregunta si se siente más libanés o más francés él responde
que por igual. Y no lo hace por diplomacia: "Lo que me hace ser yo mismo y no otro
-dice Maalouf- es que estoy a caballo entre dos países, entre dos o tres lenguas,
entre varias tradiciones culturales. Ésa es mi identidad...".
Identidades asesinas es un canto al ciudadano frente a la tribu, una llamada a la
tolerancia.
Amin Maalouf nació en Líbano en 1949. Su padre, poeta, pintor y periodista, fundó
dos periódicos. Maalouf estudió economía, política y sociología. Trabajó en el diario
An Nahar como responsable de la sección de internacional. De la mano de este
medio viajó por países como Etiopía, Somalia, Bangladesh o Vietnam, en donde fue
testigo de la batalla de Saigón. Entre las entrevistas que realizó es de resaltar la que
mantuvo con la primera ministra hindú Indira Gandhi. En 1975, cuando estalló la
guerra de Líbano, se exilió en Francia en donde trabajó como redactor-jefe de la
revista Jeune Afrique.
Actualmente se dedica exclusivamente a la literatura.
Ha recibido los premios Maison de Presse por Samarcanda y el Goncourt por La
roca de Tanios.
Para Andrée para Ruchdi para Tarek para Ziad
Desde que dejé Líbano en 1976 para instalarme en Francia, cuántas veces me
habrán preguntado, con la mejor intención del mundo, si me siento "más francés" o
"más libanés". Y mi respuesta es siempre la misma: "!Las dos cosas!" Y no porque
quiera ser equilibrado o equitativo, sino porque mentiría si dijera otra cosa. Lo que
hace que yo sea yo, y no otro, es ese estar en las lindes de dos países, de dos o tres
idiomas, de varias tradiciones culturales. Es eso justamente lo que define mi
identidad. ?Sería acaso más sincero si amputara de mí una parte de lo que soy? Por
eso a los que me hacen esa pre gunta les explico con paciencia que nací en Líbano,
que allí viví hasta los veintisiete años, que mi lengua materna es el árabe, que en
ella descubrí a Dumas y a Dickens, y los Viajes de Gulliver, y que fue en mi pueblo
de la montaña, en el pueblo de mis antepasados, donde tuve mis primeras alegrías
infantiles y donde oí algunas historias en las que después me inspiraría para mis
novelas. </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">¿Cómo voy a olvidar ese pueblo? ?Cómo voy a cortar los lazos que me unen a él?
Pero por otro lado hace veintidós años que vivo en la tierra de Francia, que bebo su
agua y su vino, que mis manos acarician, todos los días, sus piedras antiguas, que
escriben en su lengua mis libros, y por todo eso nunca podrá ser para mí una tierra
extranjera. </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;"><br /></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">¿Medio francés y medio libanés entonces? !De ningún modo! La identidad no está
hecha de compartimentos, no se divide en mitades, ni en tercios o en zonas
estancas. Y no es que tenga varias identidades: tengo solamente una, producto de
todos los elementos que la han configurado mediante una "dosificación" singular
que nunca es la misma en dos personas. </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;"><br /></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;"> En ocasiones, cuando he terminado de explicar con todo detalle las razones por las
que reivindico plenamente todas mis pertenencias, alguien se me acerca para
decirme en voz baja, poniéndome la mano en el hombro: "Es verdad lo que dices,
pero en el fondo ?qué es lo que sientes?" Durante mucho tiempo esa insistente
pregunta me hacía sonreír. Ya no, pues me parece que revela una visión de los seres
humanos que está muy extendida y que a mi juicio es peligrosa. Cuando me
preguntan qué soy "en lo más hondo de mí mismo", están suponiendo que "en el
fondo" de cada persona hay sólo una pertenencia que importe, su "verdad
profunda" de alguna manera, su "esencia", que está determinada para siempre
desde el nacimiento y que no se va a modificar nunca, como si lo demás, todo lo
demás -su trayectoria de hombre libre, las convicciones que ha ido adquiriendo, sus
preferencias, su sensibilidad personal, sus afinidades, su vida en suma-, no contara
para nada. Y cuando a nuestros contemporáneos se los incita a que "afirmen su
identidad", como se hace hoy tan a menudo, lo que se les está diciendo es que
rescaten del fondo de sí mismos esa supuesta pertenencia fundamental, que suele
ser la pertenencia a una religión, una nación, una raza o una etnia, y que la
enarbolen con orgullo frente a los demás. </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;"> Los que reivindican una identidad más compleja se ven marginados. Un joven
nacido en Francia de padres argelinos lleva en sí dos pertenencias evidentes, y
debería poder asumir las dos. Y digo dos por simplificar, pues hay en su
personalidad muchos más componentes. Ya se trate de la lengua, de las creencias,
de la forma de vivir, de las relaciones familiares o de los gustos artísticos o
culinarios, las influencias francesas, europeas, occidentales, se mezclan en él con
otras árabes, bereberes, africanas, musulmanas... Esa situación es para ese joven
una experiencia enriquecedora y fecunda si se siente libre para vivirla en su
plenitud, si se siente incitado a asumir toda su diversidad; por el contrario, su
trayectoria puede resultarle traumática si cada vez que se confiesa francés hay
quienes lo miran como un traidor, como un renegado incluso, y si cada vez que
manifiesta lo que le une a Argelia, a su historia, su cultura y su religión es blanco de
la incomprensión, la desconfianza o la hostilidad. </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;"><br /></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;"> La situación es aún más delicada al otro lado del Rin. Pienso en el caso de un turco
que nació hace veinte años cerca de Fráncfort y que ha vivido siempre en Alemania,
cuya lengua habla y escribe mejor que la de sus padres. Para su sociedad de
adopción, no es alemán; para su sociedad de origen, tampoco es un turco auténtico. </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;"><br /></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">El sentido común nos dice que debería poder reivindicar plenamente esa doble
condición. Pero nada hay en las leyes en las mentalidades que le permitan hoy
asumir en armonía esa identidad compuesta.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;"><br /></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;"> He puesto los primeros ejemplos que me han venido a la cabeza, pero podría
haber citado muchos otros. El de una persona nacida en Belgrado de madre serbia y
padre croata. El de una mujer hutu casada con un tutsi, o al revés. El de un
norteamericano de padre negro y madre judía... </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;"><br /></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;"> Son -pensarán algunos- casos muy particulares. No lo creo, sinceramente. Las
personas de esos ejemplos no son las únicas que tienen una identidad compleja. En
todos nosotros coinciden pertenencias múltiples que a veces se oponen entre sí y
nos obligan a elegir, con el consiguiente desgarro.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;"><br /></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;"> En unos casos, la cuestión es, de entrada, evidente, pero en otros hay que hacer un
esfuerzo para reflexionar con más detenimiento. </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;"><br /></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;"> En la Europa actual, ?quién no percibe una tensión que de necesidad va a ser cada
vez mayor, entre su pertenencia a una nación multisecular -Francia, España,
Dinamarca, Inglaterra...- y su pertenencia a la unión continental que se está
construyendo? ?Y cuántos europeos sienten también, desde el País Vasco hasta
Escocia, que pertenecen de una manera poderosa y profunda a una región, a su
pueblo, a su historia y a su lengua? ?Quién, en Estados Unidos, puede pensar en el
lugar que ocupa en la sociedad sin remitirse a sus lazos con el pasado, sean
africanos, hispánicos, irlandeses, judíos, italianos, polacos o de otro origen? Dicho
esto, no tengo inconveniente en admitir que los primeros ejemplos que he puesto sí
son en cierto modo particulares. Todos ellos se refieren a personas con una
pertenencias que hoy se enfrentan violentamente; son de alguna manera personas
fronterizas, atravesadas por unas líneas de fractura étnicas, religiosas o de otro tipo. </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;"><br /></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">Debido precisamente a esa situación, que no me atrevo a llamar "privilegiada",
tienen una misión: tejer lazos de unión, disipar malentendidos, hacer entrar en
razón a unos, moderar a otros, allanar, reconciliar... Su vocación es ser enlaces,
puentes, mediadores entre las diversas comunidades y las diversas culturas. Y es
justamente por eso por lo que su dilema está cargado de significado: si esas personas no pueden asumir por sí mismas sus múltiples pertenencias, si se las insta
continuamente a que elijan un bando u otro, si se las conmina a reintegrarse en las
filas de su tribu, entonces es lícito que nos inquietemos por el funcionamiento del
mundo. </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;"><br /></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;"> Si se las "insta" a elegir, si se las "conmina" -decía. ?Quien las conmina? No sólo los
fanáticos y los xenófobos de todas las orillas: también tú y yo, todos nosotros. Por
esos hábitos mentales y esas expresiones que tan arraigados están en todos
nosotros, por esa concepción estrecha, exclusivista, beata y simplista que reduce
toda identidad a una sola pertenencia que se proclama como pasión.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">Así es como se "fabrica" a los autores de las matanzas! -me dan ganas de gritar. Es
ésta una afirmación un poco radical, lo reconozco, pero trataré de explicarla en las
páginas que siguen.</span></p><p style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><iframe allowfullscreen="" class="BLOG_video_class" height="266" src="https://www.youtube.com/embed/IkbkavOUaIo" width="320" youtube-src-id="IkbkavOUaIo"></iframe></div><br /><span style="font-size: large;"><br /></span><p></p>CESAR H BUSTAMANTE HUERTAShttp://www.blogger.com/profile/16985205721819446130noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7469843330956401910.post-52384618898466226232023-11-01T09:25:00.015-07:002023-11-12T08:05:52.449-08:00RECUERDOS DE FAMILIA ENTORNO A UNA AREPA OCAÑERA<p style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;"> </span><span style="font-size: x-large;"><span>Colombia es un país de regiones y cada una de estas tiene su propia gastronomía llena de historia, tradición familiar o etnología que, genera ciertas particularidades que hacen de estos grandes espacios geográficos algo especial. Hace dos días visité a mi cuñada, Patricia Ojeda quien me invitó junto a mi hermano y sobrinos: Sergio y Nicolas, a comer arepas, producto típico del municipio de Ocaña, del norte de Santander Colombia, encumbrado a 2000 metros de altura, muy cercano a Venezuela y a Cúcuta, capital del departamento. Recordé la frase de Friedrich Von Schiller, que decía "no es la carne, sino el corazón, lo que nos hace padres e hijos". Mi hermano Edgar se casó con Patricia en la década de los 80, se conocieron en Barranquilla, em la casa de Álvaro Ojeda, cuando ella era muy joven, mi hermano igual, llenos de expectativas muy diferentes, con un factor comun, tenían todo para triunfar, las ganas y esa arrogancia fresca de la juventud. Patricia estaba en búsqueda de un norte que le diera salida a su situación. En Barranquilla, exactamente en el negocio de mi madre, compartieron por mucho tiempo entre los avatares de una tienda muy grande con connotaciones especiales, no era cualquier tienda, sus ventas eran muy grandes, por fuera del canon para este tipo de negocios; estaba situada muy cerca del club country de la ciudad, en plena 53 con 76, uno de los mejores sitios desde lo urbanístico. Llevan más de treinta años de casados y de esa unión nacieron Sergio y Nicolas. Ahora que narro sobre la familia, recordé una frase de una novela de Gabriel Vásquez: "las historias de </span><span>los otros son territorio inviolable, o así me ha parecido siempre, porque </span><span>muy a menudo hay en ellas algo que define o informa una vida, y robarlas </span><span>para escribirlas es mucho peor que revelar un secreto". Como el excelso y gran escritor colombiano, usurpo estas experiencias para hacer memoria con cierta pretensión de trascendencia. </span></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">La vida de Edgar y Patricia son muy diferentes. Edgar, particularmente es un personaje especial. Por el sentido de grandilocuencia que tiene, la actitud frente a las formas, su manera de vestir y asumir el entorno. Tiene una idea de grandeza personal por encima de la realidad, lo hace un poco utópico, aún así son muchas sus realizaciones desde lo profesional, la trashumancia por el mundo, que le llevó a muchos lugares fuera del país y los grandes proyectos con que lidió, muy a pesar de los fracasos que son connaturales a la vida, son también un logro, muestra de perseverancia y terquedad frente a los propósitos. Patricia, cuya niñez desconozco, pero aprecio a través de los efectos que se delatan en su forma de ser. Es una mujer sincera hasta el punto de ser atrevida con ciertos conceptos, estos le llegan de súbito, los que no puede pasar por alto, no traga entero diría, es un talante con el que ha lidiado toda la vida. Trabajadora y con un sentido del deber irrenunciable, lo ha demostrado en la infinidad de cambios que ha sumido en la vida, esto se traduce en los sitios y experiencias: Bucaramanga, Barranquilla, Manizales y Bogotá. Siempre lleva en su memoria un suceso que la marcó, la partida de su madre a muy temprana edad, el desmembramiento de su familia y sus experiencias para sobrevivir entre estos avatares que más que debilitarla, la llenaron de fuerza y tenacidad. Es una mujer fuerte pero leal y excelente madre. Está pareja tan disímil ha mantenido un matrimonio estable pese a la infinidad de vicisitudes que tuvieron.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;"><span>Sergio y Nicolas, mis sobrinos, son el fruto de esta unión. Sergio, nació em Cartagena cuando su padre vivía de hacer restauraciones como arquitecto en la ciudad vieja. Con el he tenido muchas afinidades. Es un joven centrado de sobremanera, juicioso en exceso, pero sin ninguna complicación mental, más bien lleno de coherencias entre lo que piensa y hace. Su bachillerato lo llevó sin sobresaltos, estudió microbiología en la javeriana de Bogotá. Está carrera con un sustrato </span><span style="text-align: left;"><span>científico, lo convirtió aun más, en un hombre poco demagógico, consciente que solo lo que se demuestra tiene validez. Con el compartí una experiencia profesional en Urabá </span></span><span>Colombia, tenía que ver con reciclaje, en medio de cultivos de plátano de exportación, en una empresa joven que pretendía exportar a Alemania y generar con los desechos productos ecológicos. Hicimos una exposición a los dueños, ese día reconocí por mi propia mano la capacidad y el nivel como profesional de mi sobrino. Hace unos años se enamoró y comparte con una abogada, joven, hermosa, sí mi juicio no es equivocado, le ha enseñado que la vida es de resultados y los objetivos se consiguen cumpliendo a cabalidad con la bitácora propuesta, perseverando.</span></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;"><span>Nicolas, nació en Manizales Caldas, es un joven lleno de expectativas, enamorado de la música, toca la </span><span style="text-align: left;"><span>batería, es amante de la tecnología y los juegos electrónicos como su hermano y su primo Juan Pablo. Siempre ha estado muy cercano al mercadeo y a la administración. Cuando me encuentro con él, solo percibo amabilidad, siempre es un excelente anfitrión y lleva una sonrisa a flor de labio. Como el poema de Mario Rivero: Arrogante e impetuoso.</span></span></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;"><span style="text-align: left;"><span>Alguien expresó: "</span></span><span style="background-color: white; text-align: left;"><span><span style="color: #222222; font-family: open sans;">No hay nada que te haga más loco que vivir en una familia. O más feliz. O más exasperado. O más… seguro". Pensando en mis sobrinos traje a la memoria una excelente novela de Paolo Giordano, la reseña es elocuente y pienso que esta excelente texto es una premonición para mis sobrinos: "</span></span></span><span style="text-align: left;"><span>Existen entre los números primos algunos aún más especiales. Son aquellos
que los matemáticos llaman primos gemelos, pues entre ellos se interpone
siempre un número par. Así, números como el 11 y el 13, el 17 y el 19, o el
41 y el 43, permanecen próximos, pero sin llegar a tocarse nunca. Esta
verdad matemática es la hermosa metáfora que el autor ha escogido para
narrar la conmovedora historia de Alice y Mattia, dos seres cuyas vidas han
quedado condicionadas por las consecuencias irreversibles de sendos
episodios ocurridos en su niñez. Desde la adolescencia hasta bien entrada la
edad adulta, y pese a la fuerte atracción que indudablemente los une, la vida
erigirá entre ellos barreras invisibles que pondrán a prueba la solidez de su
relación". Pienso que la vida de mis sobrinos, su hermandad es indisoluble, no esta ligada literalmente a lo que les sucedió a estos personajes, pero si constituye un ejemplo de lo que deben ser.</span></span></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="text-align: left;"><span style="font-size: x-large;">Mi cuñada preparó el día de mi encuentro unas excelentes arepas Ocañeras, con queso costeño, sopladas y tostadas, preparación que requiere experticia, las disfrutamos entorno a una reunión familiar después de unos años, que evocó las más gratas nostalgias y una enseñanza piramidal, que en ocasiones declinamos: La familia lo es todo.</span></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;"> </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><br /></span></p>CESAR H BUSTAMANTE HUERTAShttp://www.blogger.com/profile/16985205721819446130noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7469843330956401910.post-2529202636978634462023-10-23T09:33:00.033-07:002023-11-05T06:12:56.453-08:00RECORDANDO A PABLO NERUDA EN EL ANIVERSARIO DE SU MUERTE ( CINCUENTA AÑOS)<p style="text-align: center;"><span style="font-size: large;"> POEMA VEINTE DE UNA CANCIÓN DESESPERADA</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;"><span></span></span></p><p style="background-color: white; border: 0px; box-sizing: border-box; color: #1f2021; font-family: Merriweather, serif; font-feature-settings: inherit; font-kerning: inherit; font-optical-sizing: inherit; font-stretch: inherit; font-variant-alternates: inherit; font-variant-east-asian: inherit; font-variant-numeric: inherit; font-variant-position: inherit; font-variation-settings: inherit; line-height: 30.6px; margin: 0px auto 25px; padding: 0px; text-align: center; vertical-align: baseline; width: 759.844px;"><span style="font-size: x-large;">Puedo escribir los versos más tristes esta noche.<br style="box-sizing: border-box;" /><br style="box-sizing: border-box;" />Escribir, por ejemplo: «La noche está estrellada,<br style="box-sizing: border-box;" />y tiritan, azules, los astros, a lo lejos.»<br style="box-sizing: border-box;" /><br style="box-sizing: border-box;" />El viento de la noche gira en el cielo y canta.<br style="box-sizing: border-box;" /><br style="box-sizing: border-box;" />Puedo escribir los versos más tristes esta noche.<br style="box-sizing: border-box;" />Yo la quise, y a veces ella también me quiso.<br style="box-sizing: border-box;" /><br style="box-sizing: border-box;" />En las noches como ésta la tuve entre mis brazos.<br style="box-sizing: border-box;" />La besé tantas veces bajo el cielo infinito.<br style="box-sizing: border-box;" /><br style="box-sizing: border-box;" />Ella me quiso, a veces yo también la quería.<br style="box-sizing: border-box;" />Cómo no haber amado sus grandes ojos fijos.<br style="box-sizing: border-box;" /><br style="box-sizing: border-box;" />Puedo escribir los versos más tristes esta noche.<br style="box-sizing: border-box;" />Pensar que no la tengo. Sentir que la he perdido.<br style="box-sizing: border-box;" /><br style="box-sizing: border-box;" />Oír la noche inmensa, más inmensa sin ella.<br style="box-sizing: border-box;" />Y el verso cae al alma como al pasto el rocío.<br style="box-sizing: border-box;" /><br style="box-sizing: border-box;" />Qué importa que mi amor no pudiera guardarla.<br style="box-sizing: border-box;" />La noche está estrellada y ella no está conmigo.<br style="box-sizing: border-box;" /><br style="box-sizing: border-box;" />Eso es todo. A lo lejos alguien canta. A lo lejos.<br style="box-sizing: border-box;" />Mi alma no se contenta con haberla perdido.<br style="box-sizing: border-box;" /><br style="box-sizing: border-box;" />Como para acercarla mi mirada la busca.<br style="box-sizing: border-box;" />Mi corazón la busca, y ella no está conmigo.<br style="box-sizing: border-box;" /><br style="box-sizing: border-box;" />La misma noche que hace blanquear los mismos árboles.<br style="box-sizing: border-box;" />Nosotros, los de entonces, ya no somos los mismos.<br style="box-sizing: border-box;" /><br style="box-sizing: border-box;" />Ya no la quiero, es cierto, pero cuánto la quise.<br style="box-sizing: border-box;" />Mi voz buscaba el viento para tocar su oído.<br style="box-sizing: border-box;" /><br style="box-sizing: border-box;" />De otro. Será de otro. Como antes de mis besos.<br style="box-sizing: border-box;" />Su voz, su cuerpo claro. Sus ojos infinitos.<br style="box-sizing: border-box;" /><br style="box-sizing: border-box;" />Ya no la quiero, es cierto, pero tal vez la quiero.<br style="box-sizing: border-box;" />Es tan corto el amor, y es tan largo el olvido.<br style="box-sizing: border-box;" /><br style="box-sizing: border-box;" />Porque en noches como ésta la tuve entre mis brazos,<br style="box-sizing: border-box;" />Mi alma no se contenta con haberla perdido.<br style="box-sizing: border-box;" /><br style="box-sizing: border-box;" />Aunque éste sea el último dolor que ella me causa,<br style="box-sizing: border-box;" />y éstos sean los últimos versos que yo le escribo.</span></p><div><br /></div><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;"><span>Para hacer una mirada crítica de la obra poética y en prosa de Pablo Neruda, deberá tenerse en cuenta lo indisoluble con su vida política y los compromisos que asumió en este tópico que, para nada disminuyen el valor de una escritura que es un legado inconmensurable para la literatura universal, concretamente para la poesía. Emir Rodríguez Monegal escribe sobre este contubernio: "</span><span style="text-align: left;"><span>En el caso de Pablo Neruda el malentendido poético se agrava porque este creador es-desde 1936-una figura política
considerable. A partir de la guerra civil española, Neruda participa cada vez más en la lucha política: se adhiere al Frente Popular en Chile, 1937; es cónsul chileno para la emigración española, (1939); se convierte en poeta del segundo frente de ayuda a
Rusia, 1942·1944; en senador comunista, 1945; en acusador público del presidente chileno, don Gabriel González Videla; en
perseguido político y combatiente clandestino, mientras termina
el Canto general, 1948·1949; es Premio Stalin de la Paz, 1950". La historia que sigue es más abundante en ejemplos y compromisos al respecto, por ejemplo su ineludible apoyo a la revolución cubana, hasta su muerte mantuvo una posición política muy firme e irrenunciable con su época, lo último que vivió y padeció intensamente fueron los hechos alrededor del golpe de estado a Salvador Allende en Chile. </span></span></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;"><span style="text-align: left;"><span>Su poesía responde en cambio a la más arraigada tradición, abrevando en los grandes poetas del siglo de oro español las claves que le ayudarían en su constructo poético: (Quevedo, Góngora) por España, los simbolistas franceses, Rimbaud, Baudelaire, Verlaine, Maeterlinck, Mallarmé. Igual de importante es el gran poeta americano: Walt Witman, para solo citar algunos de los más emblemáticos. Poetas </span></span><span style="text-align: left;"><span>latinoamericanos que lo marcaron son tres en esencia: Rubén Darío, Carlos Sabat Scarty y Nicanor Parra.</span></span></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;"><span style="text-align: left;"><span>Es preciso apuntalar dentro del análisis de la poesía de PN, el termino </span></span><span style="text-align: left;"><span>heteroglosia que Mijael Bajtín define como "El habla en el idioma del otro, que sirve para expresar las intenciones del autor, pero de una manera refractada, identifica la narración del autor, en lugar del diálogo entre personajes, como la ubicación principal de este conflicto". En el caso de la poesía, son muchas voces, en Neruda es un recurso importante, debe tenerse en cuenta. </span></span></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;"><span style="text-align: left;"><span>Expresa Rodríguez Monegal con respecto a la heteroglósica como recurso en Neruda: "</span></span><span style="text-align: left;"><span>Numerosos textos poéticos podrían aducirse aquí para demostrar que también en
poesía puede producirse ese juego intertextual, ese diálogo con otros textos, tanto en
el terreno paródico como en el serlo; Parra parodia a Rimbaud en uno de sus
artefactos y Neruda a Santa Teresa en Estravagario; Luis Cernuda rinde homenaje a
Bécquer al recordar un verso de la rima (“donde habite el olvido”) en el titulo de
un libro suyo y en el poema que lo inicia"(1). Un escritor construye su obra no solo con el marco de sus influencias sino con su existencia, con el soporte de una sensibilidad excepcional y superior. Kristeva dice al respecto de la primera: "Para los textos poéticos de la modernidad es, podríamos decirlo
sin exagerar, una ley fundamental: se hacen absorbiendo y
destruyendo al mismo tiempo los demás textos del espacio
intertextual; son, por así decirlo. alter-funciones discursivas. </span></span></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="text-align: left;"><span style="font-size: x-large;">Pablo Neruda nació en 1904 en Parral con el nombre de Ricardo Neftali Reyes Basoalto. El apego a su tierra fue permanente pese a ser un viajero incansable. Su madre Rosa murió de tuberculosis, poco después de dar a luz, su padre conductor de un tren que cargaba piedra, José Carmen Reyes Morales, se casó dos años después con Trinidad Cambia Maverde. de quien el poeta tiene los mejores recuerdos por su afabilidad, comprensión y amor maternal. </span></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="text-align: left;"><span style="font-size: x-large;">Estudia en Temuco, desde pequeño se inclinó por la poesía, recibió de Gabriela Mistral lo mejor de la literatura Rusa. Su seudónimo lo tomó de un escritor de origen Checo. En 1923 escribe su primer libro de poemas llamado "Crepusculario". Este libro dejó realmente insatisfecho al poeta, Después publicaría, "Veinte poemas de amor y una canción desesperada". Inicia un periplo diplomático que termina en España.</span></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;"><span><span style="text-align: left;"><span> </span></span></span><span><span style="text-align: left;"><span>Las afinidades de Pablo Neruda con la generación del 27 español del siglo XX, son importantes, sobre todo Miguel Hernández, varios son los factores, miremos uno señalado por la crítica: "</span></span><span style="text-align: left;"><span>Esto lo vemos claramente al fijarnos
en la amistad entre Miguel Hernández y Pablo Neruda. Si bien es cierto que
frente a los escritores de la generación del 27, todos ellos pertenecientes a una
clase media acomodada, Hernández y Neruda representaban una actitud más
popular, más proletaria incluso. Neruda era hijo de un obrero ferroviario. En
sus años de estudiante en Santiago había conocido el hambre, la vida bohemia,
el contacto con los «bajos fondos», y su temporada en el Oriente fue también una
experiencia dura y cruel. Hernández, pastor en Orihuela, había estado en con
tacto cotidiano con la pobreza, la estrechez, el trabajo duro, agotador, casi no
recompensado. El origen humilde, la actitud rebelde frente a una sociedad que
había sido madrastra y no madre, tendía a acercarlos"</span>. <span>También se acerca mucho a Rafael Alberti a García Lorca. En "Confieso que he vivido" el poeta narra las experiencias con esta generación, sobra recordar que ellos rescataron la poesía de Góngora y Quevedo, tan importantes para Neruda. En 1935 es nombrado cónsul en España y publica "Residencia en la tierra". Se casa con Delia Del Carril (1956). Más tarde vendrán algunas obras de denuncia por lo sucedido en la guerra civil española: "España en el corazón". Después de España termina en los albores del final de la segunda guerra mundial en el consulado de México representando a su país. Allí escribe: "América no invoco tu nombre en vano", más tarde incorporado al "Canto general", editada en México en 1950. En Italia escribe "Las uvas y el viento (1951). Después publica en editorial Losada: "Viajes", "Odas elementales", "Nuevas odas elementales" y "Oda a la tipografía". Adelante publica sus obras completas en la misma editorial. Después de su separación con Delia Del Carril, se casaría en 1966 con Matilde Urrutia quien lo acompañará hasta su muerte en 1973.</span></span></span></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;"><span style="text-align: left;"><span>Neruda no se ciñe a las reglas de la métrica, en sus poemas, maneja el ritmo en forma asonante, recurre a la musicalidad y fuerza de las palabras en su potencial simbólico. La pregunta esencial es: Cómo construye una obra poética tan rica en matices, extensa y dónde radica su belleza estética. Esto se establece en un texto sobre Damaso Alonso y Neruda, sobre este último dice: "</span></span><span style="text-align: left;"><span>Ateniéndonos a lo dicho hasta ahora, veamos cuál es el punto de
partida para la creación poética que no puede ser otra cosa que una disposición sentimental. No obstante, el poeta no es un ser que en un rapto
inspirado escribe un poema. Una premisa fundamental de la teoría mantenida por Alonso es que el sentimiento también se construye. Y se
construye a partir de la interacción creativa que se establece entre la realidad y el sentimiento, por un lado; y la forma y el sentimiento, por otro.
Ello sería inviable sin un previo desdoblamiento del poeta quien ... «vive
sus sentimientos y a la vez los contempla»</span></span><span style="text-align: left;"><span>. Así se constituye el concepto de «sentido intuido» que ...«no es otra cosa que el peculiar encuentro
del objeto con el sujeto, el modo particular con que el poeta vive la realidad representada (... porque) intuición y sentimiento son el anverso y
el reverso de una misma medalla»</span></span><span style="text-align: left;"> (</span><span style="text-align: left;"><b>MARÍA M. CABALLERO WANGÜEMERT</b>)".</span></span></p><p style="text-align: justify;"><span><span><span style="font-size: x-large; text-align: left;">El último periplo de Pablo por su relación con el presidente Salvador Allende, el golpe de estado y su muerte. Este será el tema de un articulo nuevo. </span></span><span style="text-align: left;"><span style="font-size: x-large;">A los cincuenta años de la muerte del poeta es mucho lo que hay que traer, no solo por lo valiosa y belleza de su obra, sino por la alucinante vida de un hombre comprometido con su siglo.</span><span style="font-size: large;"> </span></span></span></p><p style="text-align: right;"><span><span style="text-align: left;"><span style="font-size: large;"><span style="background-color: white; color: #333333; font-family: arial,helvetica; font-size: x-small;"><b><i>ODA A LA TRISTEZA</i></b></span><span style="background-color: white; color: #333333; font-size: medium;"></span></span></span></span></p><p style="background-color: white; color: #333333;"></p><div style="text-align: center;"><span style="font-size: x-large;"><b><i><span style="font-family: arial,helvetica;">T</span></i></b><span style="font-family: arial,helvetica;">RISTEZA</span></span></div><div style="text-align: center;"><span style="font-family: arial,helvetica; font-size: x-large;"> escarabajo</span></div><span style="font-family: arial,helvetica;"><div style="font-size: xx-large; text-align: center;">de siete patas rotas,</div><div style="font-size: xx-large; text-align: center;">huevo de telaraña,</div><div style="font-size: xx-large; text-align: center;">rata descalabrada,</div><div style="font-size: xx-large; text-align: center;">esqueleto de perra:</div><div style="font-size: xx-large; text-align: center;">Aquí no entras.</div><div style="font-size: xx-large; text-align: center;">No pasas.</div><div style="font-size: xx-large; text-align: center;">Ándate.</div><div style="font-size: xx-large; text-align: center;">Vuelve</div><div style="font-size: xx-large; text-align: center;">al Sur con tu paraguas,</div><div style="font-size: xx-large; text-align: center;">vuelve</div><div style="font-size: xx-large; text-align: center;">al Norte con tus dientes de culebra.</div><div style="font-size: xx-large; text-align: center;">Aquí vive un poeta.</div><div style="font-size: xx-large; text-align: center;">La tristeza no puede</div><div style="font-size: xx-large; text-align: center;">entrar por estas puertas.</div><div style="font-size: xx-large; text-align: center;">Por las ventanas</div><div style="font-size: xx-large; text-align: center;">entra el aire del mundo,</div><div style="font-size: xx-large; text-align: center;">las rojas rosas nuevas,</div><div style="font-size: xx-large; text-align: center;">las banderas bordadas</div><div style="font-size: xx-large; text-align: center;">del pueblo y sus victorias.</div><div style="font-size: xx-large; text-align: center;">No puedes.</div><div style="font-size: xx-large; text-align: center;">Aquí no entras.</div><div style="font-size: xx-large; text-align: center;">Sacude</div><div style="font-size: xx-large; text-align: center;">tus alas de murciélago,</div><div style="font-size: xx-large; text-align: center;">yo pisaré las plumas</div><div style="font-size: xx-large; text-align: center;">que caen de tu manto,</div><div style="font-size: xx-large; text-align: center;">yo barreré los trozos</div><div style="font-size: xx-large; text-align: center;">de tu cadáver hacia</div><div style="font-size: xx-large; text-align: center;">las cuatro puntas del viento,</div><div style="font-size: xx-large; text-align: center;">yo te torceré el cuello,</div><div style="font-size: xx-large; text-align: center;">te coseré los ojos,</div><div style="font-size: xx-large; text-align: center;">cortaré tu mortaja</div><div style="font-size: xx-large; text-align: center;">y enterraré tus huesos roedores</div><div style="font-size: xx-large; text-align: center;">bajo la primavera de<b> </b>un manzano</div><div style="font-size: xx-large; text-align: center;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">.(1) </span><span style="font-size: medium;">‘Todo texto es un intertexto; otros textos están presentes en él, a niveles variables, bajo
formas más reconocibles. textos de la cultura envolvente, anterior los de la cultura envolvente;
todo texto es un tejido nuevo de citas pretéritas <...> La intertextualidad, condición de todo texto,
sea el que fuere, se reduce evidentemente a un problema de fuentes o de influencias; el
intertexto es un campo general de fórmulas anónimas, cuyo origen se puede raras veces localizar,
de citas inconscientes, automáticas, puestas sin comillas. (Barthes, sobre el texto)</span></div></span><p></p>CESAR H BUSTAMANTE HUERTAShttp://www.blogger.com/profile/16985205721819446130noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7469843330956401910.post-81923531671833095672023-10-15T09:55:00.024-07:002023-10-15T15:30:51.490-07:00SIMON ( PRIMER RELATO )<p style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;"> Estaba parado al pie del separador de cemento de tan solo cincuenta centímetros de altura y veinte de ancho, servía de asiento a sus visitantes, al frente de la tienda del viejo Joaquín, en el parque de los iconoclastas. En su mano derecha tenía una cerveza light y en la otra un cigarrillo que, fumaba al mejor estilo Humphrey Bogart junto con su amigo Omar y Wey. Era un domingo cualquiera y como de costumbre, se reunían a disertar en el día final de la semana, sobre lo divino y lo humano, para darle oxigeno a una vida que hasta la fecha se había remitido en una lucha tenaz sólo para sobrevivir, muy por debajo de las expectativas que aún tenía y las que lo mantenían lúcido y muy responsable. </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">Simon siempre piensa que los seres humanos son en su mayoría imperfectos, falibles, pero no por ello iguales, talvez en derechos y dignidad, pero no en hechos y valor. Tenía claro que tomar de cada amigo y que omitir. El hecho de haberse criado en una familia con pretensiones burguesas, con cierto valor social agregado frente a los pares, le había dado un valor de juicio muy certero y en ocasiones cruel. Recordaba fielmente cada rincón de su casa en el poblado, barrio de la elite de Medellín, de estilo moderno, muy cercana a los diseños franceses de Le Corbusier, quien visitó a Colombia para su fecha de nacimiento. Realmente Simon nació en envigado, a principio de la década de los ochenta del siglo pasado, la ciudad estaba en plena efervescencia por el narcotráfico que aún no presentaba los resultados nefastos en muertes y caos, se podría decir sin temor a equivocaciones, que había un auge intempestivo del comercio, que se traducía en una expansión urbana sin precedentes. Es mellizo, su hermana se llama Melisa, tiene además a Manuela y Juliana, su hermano se llama Lukas. La crianza correspondía a los estereotipos de la familia colombiana. Todas las familias del país pretenden ser ricas, son arribistas por naturaleza y esta no era la excepción. La casa del poblado lo marcó para siempre, no solo con la idea de familia que aun conserva, sino por las experiencias que anido, malas unas y otras de grata recordación. La convivencia con sus padres y hermanos nunca fue </span><span style="text-align: left;"><span style="font-size: x-large;">homogénea, tiene muchas afinidades con Juliana, conversa mucho con Lukas, pero son más las diferencias que las concordancias. La melliza es otra cosa, una relación indescifrable, pero con tácitos afectos. Tiene muy claro la frase de Freud: "Un hombre que ha sido el indiscutible favorito de su madre mantiene durante toda su vida el sentimiento de conquistador". Ahora se pregunta, cuáles fueron las preferencias en su casa. Aún no lo puede afirmar con certeza. Simon tiene una forma de ser temperada, tranquila, sus dudas que son muchas, las matiza en silencio, asume siempre una responsabilidad silenciosa en las tensiones cotidianas, muy por fuera del canon. Desde que fundó con su padre la agencia de publicidad, se hecho toda la carga encima. Es consciente que esta sociedad es como un parto precoz. Sabía que todo lo que se haga en la empresa debe remitirse en últimas a ganar dinero. Trabaja con publicidad y mercadeo que, es una forma de profesionalizar el engaño con inteligencia y persuasión encubierta en el producto final. Es un ser adicto al orden, a la limpieza y un enamorado de la buena cocina. En la universidad, en las épocas de su preparación como publicista, le perturbaba el desorden de sus amigos, las malas maneras. Los años de estudio fueron un bálsamo y donde comenzó la relación afectiva con las mujeres. La naturaleza de las féminas le intriga de sobremanera. Nunca se sabe, menos ahora que han asumido un rol protagónico en la sociedad, que se ha empoderado elocuentemente. Sueña con una relación ideal. Aprendió muy pronto que el sueño es la liberación del espíritu de la presión de la naturaleza externa, un desprendimiento del alma de las cadenas que nos imponen las ilusiones banales. También aprendió muy pronto que no son los males violentos los que nos marcan, ni las cicatrices producto de una relación, sino los males sordos, los insistentes, los tolerables, aquellos que forman parte de nuestra rutina y nos miran meticulosamente con el tiempo, se imponen soterradamente. Eso pasaba en sus relaciones sentimentales y en ocasiones familiares. </span></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="text-align: left;"><span style="font-size: x-large;">Hay hechos indisolubles en su vida que han configurado mucho su forma de pensar, de asumir la realidad y su relación con los otros, experiencias que definitivamente marcaron. La vida en familia, el día que abrió la oficina y cuando decidió vivir independiente, la convivencia con su amigo Wey. Sabia que esta vida es un infierno, pero igualmente, cada instante es un milagro. Cada uno de estos momentos son relevantes para su existencia y podría narrar muchas experiencias que recuerda con nitidez.</span></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="text-align: left;"><span style="font-size: x-large;">Toda la vida se ha preguntado por qué y pese a que han compartido los mismos padres, experiencias y entornos, es tan diferente a sus hermanos y ellos entre sí cada uno. Partía en sus análisis existenciales de reconocer que cada uno de nosotros tiene a todos como mortales menos así mismo. Las relaciones con sus padres, pese a que en apariencia no hay sobresaltos significativos, sí están llenas de baches y sucesos que apenas empieza a comprender. Nació en el año 84 del siglo pasado, en una época llena de esperanza para este país violento y conflictivo, cada muro, cuadro, panfletos a granel se llenó de palomas de la paz en medio de diálogos con la guerrilla.. En el gobierno del poeta y abogado Belisario Betancur, al principio Colombia parecía retomar su camino. Al final todo fue frustración.</span></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="text-align: left;"><span style="font-size: x-large;">Miraba con admiración a Omar, su forma de ser era muy especial. Este domingo la conversación de súbito pasó al plano personal:</span></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="text-align: left;"><span style="font-size: x-large;">Estuviste ayer con Juliana?, le preguntó Omar.</span></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="text-align: left;"><span style="font-size: x-large;">Sí. tomamos mucho aguardiente, replico Simon.</span></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="text-align: left;"><span style="font-size: x-large;">Buena copa es Juliana, no es raro que aún siga bebiendo, le dijo su amigo.</span></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="text-align: left;"><span style="font-size: x-large;">Es difícil seguirle el ritmo, ayer la conversación fue sobre la oficina, pese a que producimos lo justo, me siento mal, creo que las cargas no son iguales. Le afirmo con cierta preocupación a Omar.</span></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="text-align: left;"><span style="font-size: x-large;">Usted de antemano sabe como son las cosas, le dijo Wey con mucha seguridad.</span></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="text-align: left;"><span style="font-size: x-large;">Saber no basta, es algo que uno va reservándose y con el tiempo se vuelve una amargura, contestó.</span></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="text-align: left;"><span style="font-size: x-large;">Eso pasa replicó Omar.</span></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="text-align: left;"><span style="font-size: x-large;">Al final es como un crédito con cuota inicial, mi padre asumió que ya lo dio todo y realmente sus aportes y ayuda es insustancial en estos momentos, en todo caso los dividendos se reparten por igual. Ahora reconozco<span> que, la carga de trabajo la llevo toda, abro la oficina, hago los tintos, contesto las llamadas, recibo los insumos, mando hacer los pedidos a proveedores y me encargo de las entregas y el cobro. Mi asistente me ayuda mucho, pero es un hecho puntual que yo lo pago y la responsabilidad del funcionamiento me cae a mi en su totalidad. Expresó Simon con un halo de cansancio.</span></span></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="text-align: left;"><span style="font-size: x-large;"><span>Se tomó el poco de cerveza que le quedaba y se paró a pedir la otra tanda. No sabía si era el guayabo o si realmente algo le molestaba de sobremanera en la oficina. Hablar con los amigos se convertía en una terapia necesaria. Igual le pasaba cuando cocinaba. Estaba pensando en que hacer para el almuerzo. En este momento recordó el libro de Siddhartha de Hernán Hesse. El hombre vive inmerso en su <span>búsqueda interior, en aquellas certezas y coherencias que le permitirán vivir mejor con su entorno, el que no se quiere así mismo es incapaz de querer a otro. Hacía cinco meses había terminado con su novia Adriana después de un largo noviazgo que paradójicamente dejó mucha cicatrices pero para alivio suyo develó verdades sobre su naturaleza, importantes para conocerse mejor. </span></span></span></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="text-align: left;"><span style="font-size: x-large;"> </span></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="text-align: left;"><span style="font-size: x-large;"><br /></span></span></p><h3 style="--tw-border-spacing-x: 0; --tw-border-spacing-y: 0; --tw-ring-color: rgba(59,130,246,.5); --tw-ring-offset-color: #fff; --tw-ring-offset-shadow: 0 0 #0000; --tw-ring-offset-width: 0px; --tw-ring-shadow: 0 0 #0000; --tw-rotate: 0; --tw-scale-x: 1; --tw-scale-y: 1; --tw-scroll-snap-strictness: proximity; --tw-shadow-colored: 0 0 #0000; --tw-shadow: 0 0 #0000; --tw-skew-x: 0; --tw-skew-y: 0; --tw-translate-x: 0; --tw-translate-y: 0; border: 0px solid rgb(229, 231, 235); box-sizing: border-box; color: #524d66; font-family: "Source Sans 3", Helvetica, sans-serif; font-size: 24px; line-height: 28px; margin: 24px 0px 16px;"> <i>Mañana publicaré la segunda parte de este mi-crorelato. Cesar H Bustamante Huertas</i></h3><h3 style="--tw-border-spacing-x: 0; --tw-border-spacing-y: 0; --tw-ring-color: rgba(59,130,246,.5); --tw-ring-offset-color: #fff; --tw-ring-offset-shadow: 0 0 #0000; --tw-ring-offset-width: 0px; --tw-ring-shadow: 0 0 #0000; --tw-rotate: 0; --tw-scale-x: 1; --tw-scale-y: 1; --tw-scroll-snap-strictness: proximity; --tw-shadow-colored: 0 0 #0000; --tw-shadow: 0 0 #0000; --tw-skew-x: 0; --tw-skew-y: 0; --tw-translate-x: 0; --tw-translate-y: 0; border: 0px solid rgb(229, 231, 235); box-sizing: border-box; color: #524d66; font-family: "Source Sans 3", Helvetica, sans-serif; font-size: 24px; line-height: 28px; margin: 24px 0px 16px;"><br /></h3>CESAR H BUSTAMANTE HUERTAShttp://www.blogger.com/profile/16985205721819446130noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7469843330956401910.post-85761700271069238012023-10-06T18:14:00.004-07:002023-10-06T18:14:38.721-07:00¿QUIÉN PROHIBIRÁ QUE EL ARTE SEA PUBLICO?<p style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;"><i> Esta especie de reseña o articulo me lo envió editorial "Anagrama", me parece de suma importancia su contenido por lo que lo transcribo en mi blog esperando que mis lectores lo disfruten. Cesar H Bustamante</i></span></p><table bgcolor="#ffffff" border="0" cellpadding="0" cellspacing="0" class="m_-8277286332613343567mlContentTable" style="border-collapse: collapse; border-spacing: 0px; direction: ltr; text-align: center; width: 640px;"><tbody style="direction: ltr;"><tr style="direction: ltr;"><td style="border-collapse: collapse; direction: ltr; margin: 0px;"><table align="center" bgcolor="#ffffff" border="0" cellpadding="0" cellspacing="0" class="m_-8277286332613343567mlContentTable" style="border-collapse: collapse; border-spacing: 0px; direction: ltr; min-width: 640px; width: 640px;"><tbody style="direction: ltr;"><tr style="direction: ltr;"><td style="border-collapse: collapse; direction: ltr; margin: 0px;"><table align="center" border="0" cellpadding="0" cellspacing="0" class="m_-8277286332613343567mlContentTable" role="presentation" style="border-collapse: collapse; border-spacing: 0px; direction: ltr; min-width: 640px; width: 640px;"><tbody style="direction: ltr;"><tr style="direction: ltr;"><td align="center" class="m_-8277286332613343567mlContentOuter" style="border-collapse: collapse; direction: ltr; margin: 0px; padding: 0px 40px;"><table align="center" border="0" cellpadding="0" cellspacing="0" role="presentation" style="border-collapse: collapse; border-spacing: 0px; direction: ltr; width: 100%;"><tbody style="direction: ltr;"><tr style="direction: ltr;"><td align="center" style="border-collapse: collapse; color: #111111; direction: ltr; font-family: "Open Sans", Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: 28px; font-weight: 700; line-height: 42px; margin: 0px; text-align: center;"><br />Queridas lectoras, queridos lectores</td></tr></tbody></table></td></tr></tbody></table></td></tr></tbody></table></td></tr></tbody></table><table bgcolor="#ffffff" border="0" cellpadding="0" cellspacing="0" class="m_-8277286332613343567mlContentTable" style="border-collapse: collapse; border-spacing: 0px; direction: ltr; text-align: justify; width: 640px;"><tbody style="direction: ltr;"><tr style="direction: ltr;"><td style="border-collapse: collapse; direction: ltr; margin: 0px;"><table bgcolor="#ffffff" border="0" cellpadding="0" cellspacing="0" class="m_-8277286332613343567mlContentTable" style="border-collapse: collapse; border-spacing: 0px; direction: ltr; min-width: 640px; text-align: justify; width: 640px;"><tbody style="direction: ltr;"><tr style="direction: ltr;"><td style="border-collapse: collapse; direction: ltr; margin: 0px;"><table align="center" border="0" cellpadding="0" cellspacing="0" class="m_-8277286332613343567mlContentTable" role="presentation" style="border-collapse: collapse; border-spacing: 0px; direction: ltr; min-width: 640px; width: 640px;"><tbody style="direction: ltr;"><tr style="direction: ltr;"><td height="20" style="border-collapse: collapse; direction: ltr; line-height: 20px; margin: 0px; min-height: 20px;"></td></tr></tbody></table><table border="0" cellpadding="0" cellspacing="0" class="m_-8277286332613343567mlContentTable" role="presentation" style="border-collapse: collapse; border-spacing: 0px; direction: ltr; min-width: 640px; text-align: justify; width: 640px;"><tbody style="direction: ltr;"><tr style="direction: ltr;"><td class="m_-8277286332613343567mlContentOuter" style="border-collapse: collapse; direction: ltr; margin: 0px; padding: 0px 40px; text-align: center;"><table border="0" cellpadding="0" cellspacing="0" role="presentation" style="border-collapse: collapse; border-spacing: 0px; direction: ltr; text-align: justify; width: 100%;"><tbody style="direction: ltr;"><tr style="direction: ltr;"><td id="m_-8277286332613343567bodyText-12" style="border-collapse: collapse; color: #6f6f6f; direction: ltr; font-family: "Open Sans", Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 21px; margin: 0px;"><p style="direction: ltr; line-height: 21px; margin-bottom: 10px; margin-top: 0px;"><span style="font-size: large;">Esta semana se celebra en Estados Unidos la <ins style="direction: ltr;"><a data-saferedirecturl="https://www.google.com/url?q=https://click.mlsend.com/link/c/YT0yMzE5NjI3NDgyNTczMDUxOTY4JmM9ejh6MCZlPTAmYj0xMjE4MjM5Nzg0JmQ9ZzNtOHE3eQ%3D%3D.p1vA4mACGxoZR7fkwJYJ00YC03iYzGTDwv7dTeuS6cA&source=gmail&ust=1696685663515000&usg=AOvVaw3TNosMvhWPU5zWC8vPRogR" href="https://click.mlsend.com/link/c/YT0yMzE5NjI3NDgyNTczMDUxOTY4JmM9ejh6MCZlPTAmYj0xMjE4MjM5Nzg0JmQ9ZzNtOHE3eQ==.p1vA4mACGxoZR7fkwJYJ00YC03iYzGTDwv7dTeuS6cA" style="color: #a89e2d; direction: ltr; word-break: break-word;" target="_blank">Banned Books Week</a></ins>, una campaña anual que, bajo el lema «¡Deja leer a la libertad!», pretende concienciar sobre los peligros de la censura. Solo en el curso 2021-22, hasta mil seiscientos libros fueron retirados y prohibidos en las bibliotecas escolares de algunos estados conservadores del país norteamericano, principalmente en el de Texas, pero también en otros como Florida, donde Ron de Santis aprobó varias leyes que prohibían tratar temas como la orientación sexual, la raza y otros contenidos considerados «no apropiados» en las escuelas.</span></p><p style="direction: ltr; line-height: 21px; margin-bottom: 10px; margin-top: 0px;"><span style="font-size: large;">Este año el evento coincide con una efeméride particular: el pasado 3 de octubre se cumplieron sesenta y seis años de una de las resoluciones judiciales que cambiaron la historia de la literatura, la del juicio por difusión de obscenidad contra Lawrence Ferlinghetti y Shig Murao (editor y librero, respectivamente, de la mítica City Lights) por haber publicado <em style="direction: ltr;"><a data-saferedirecturl="https://www.google.com/url?q=https://click.mlsend.com/link/c/YT0yMzE5NjI3NDgyNTczMDUxOTY4JmM9ejh6MCZlPTAmYj0xMjE4MjM5Nzg3JmQ9dTJjM2IyZw%3D%3D.zUfCTFkeL2sekBJ6C3TzScKxNg3advDNYIs2vywFG-s&source=gmail&ust=1696685663515000&usg=AOvVaw0tMcJE3fGEpZKWw2nEkghw" href="https://click.mlsend.com/link/c/YT0yMzE5NjI3NDgyNTczMDUxOTY4JmM9ejh6MCZlPTAmYj0xMjE4MjM5Nzg3JmQ9dTJjM2IyZw==.zUfCTFkeL2sekBJ6C3TzScKxNg3advDNYIs2vywFG-s" style="color: #a89e2d; direction: ltr; word-break: break-word;" target="_blank">Aullido</a></em>, de Allen Ginsberg.</span></p><p style="direction: ltr; line-height: 21px; margin-bottom: 0px; margin-top: 0px;"><span style="font-size: large;">El escritor beat, autor del poema que empieza con uno de los versos más icónicos del siglo XX («He visto las mejores mentes de mi generación destruidas por la locura»), presentó su libro en sociedad el 7 de octubre de 1955, <a data-saferedirecturl="https://www.google.com/url?q=https://click.mlsend.com/link/c/YT0yMzE5NjI3NDgyNTczMDUxOTY4JmM9ejh6MCZlPTAmYj0xMjE4MjM5NzkwJmQ9YjlvM2o5eA%3D%3D.qBd4XlDwZ_vuUzHb2YMV5oc1LamRncOJBVuJtmaHV3g&source=gmail&ust=1696685663515000&usg=AOvVaw0pFJuGXkLU7B95gzJe8Aq-" href="https://click.mlsend.com/link/c/YT0yMzE5NjI3NDgyNTczMDUxOTY4JmM9ejh6MCZlPTAmYj0xMjE4MjM5NzkwJmQ9YjlvM2o5eA==.qBd4XlDwZ_vuUzHb2YMV5oc1LamRncOJBVuJtmaHV3g" style="color: #a89e2d; direction: ltr; word-break: break-word;" target="_blank">en un recital que tuvo lugar en la Six Gallery</a>, donde se repartieron hasta cincuenta ejemplares autoeditados que empezarían a circular por San Francisco como la pólvora.</span></p></td></tr></tbody></table></td></tr></tbody></table><table border="0" cellpadding="0" cellspacing="0" class="m_-8277286332613343567mlContentTable" role="presentation" style="border-collapse: collapse; border-spacing: 0px; direction: ltr; min-width: 640px; text-align: justify; width: 640px;"><tbody style="direction: ltr;"><tr style="direction: ltr;"><td height="20" style="border-collapse: collapse; direction: ltr; line-height: 20px; margin: 0px; min-height: 20px;"></td></tr></tbody></table></td></tr></tbody></table></td></tr></tbody></table><table bgcolor="#ffffff" border="0" cellpadding="0" cellspacing="0" class="m_-8277286332613343567mlContentTable" style="border-collapse: collapse; border-spacing: 0px; direction: ltr; text-align: justify; width: 640px;"><tbody style="direction: ltr;"><tr style="direction: ltr;"><td style="border-collapse: collapse; direction: ltr; margin: 0px;"><table bgcolor="#ffffff" border="0" cellpadding="0" cellspacing="0" class="m_-8277286332613343567mlContentTable" style="border-collapse: collapse; border-spacing: 0px; direction: ltr; min-width: 640px; text-align: center; width: 640px;"><tbody style="direction: ltr;"><tr style="direction: ltr;"><td style="border-collapse: collapse; direction: ltr; margin: 0px;"><table border="0" cellpadding="0" cellspacing="0" class="m_-8277286332613343567mlContentTable" role="presentation" style="border-collapse: collapse; border-spacing: 0px; direction: ltr; min-width: 640px; text-align: center; width: 640px;"><tbody style="direction: ltr;"><tr style="direction: ltr;"><td style="border-collapse: collapse; direction: ltr; margin: 0px; padding: 0px; text-align: center;"><table border="0" cellpadding="0" cellspacing="0" role="presentation" style="border-collapse: collapse; border-spacing: 0px; direction: ltr; text-align: center; width: 100%;"><tbody style="direction: ltr;"><tr style="direction: ltr;"><td id="m_-8277286332613343567imageBlock-14" style="border-collapse: collapse; direction: ltr; margin: 0px; text-align: center;"><a data-saferedirecturl="https://www.google.com/url?q=https://click.mlsend.com/link/c/YT0yMzE5NjI3NDgyNTczMDUxOTY4JmM9ejh6MCZlPTAmYj0xMjE4MjM5NzkyJmQ9ZjhnOHozcQ%3D%3D.QcTysE-sLMEdcIhdW9FM4ybgHRGBSJ89dwBODW8_MiE&source=gmail&ust=1696685663515000&usg=AOvVaw0X21euynIe3Pja7MNfQK0A" href="https://click.mlsend.com/link/c/YT0yMzE5NjI3NDgyNTczMDUxOTY4JmM9ejh6MCZlPTAmYj0xMjE4MjM5NzkyJmQ9ZjhnOHozcQ==.QcTysE-sLMEdcIhdW9FM4ybgHRGBSJ89dwBODW8_MiE" style="color: #1155cc; direction: ltr;" target="_blank"><span style="font-size: large;"><img alt="" border="0" class="CToWUd" data-bit="iit" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/proxy/AVvXsEiRlTshjYX9FrQqKLkhqFHNIPNb8RKQYUw72KidUHvqjUTGobejv4Y5d6DEwZGrpfVhPbMpmrscrjsfeqoGr_55FirmdNqhF_is_9gNgrBOU3ES_Nq_tXbxEZkfwBs2EYXH1bHAoZ9eVD1J5KFeXACwovYTXNia6aT-IKf_pjwfz7NJRfV3A5UfiFiqgI_zNPn2dQOlHMJO6n92Q8A=s0-d-e1-ft" style="border: 0px; direction: ltr; display: block; outline: none; text-decoration-line: none;" width="640" /></span></a></td></tr></tbody></table></td></tr></tbody></table></td></tr></tbody></table></td></tr></tbody></table><table bgcolor="#ffffff" border="0" cellpadding="0" cellspacing="0" class="m_-8277286332613343567mlContentTable" style="border-collapse: collapse; border-spacing: 0px; direction: ltr; text-align: justify; width: 640px;"><tbody style="direction: ltr;"><tr style="direction: ltr;"><td style="border-collapse: collapse; direction: ltr; margin: 0px;"><table bgcolor="#ffffff" border="0" cellpadding="0" cellspacing="0" class="m_-8277286332613343567mlContentTable" style="border-collapse: collapse; border-spacing: 0px; direction: ltr; min-width: 640px; text-align: center; width: 640px;"><tbody style="direction: ltr;"><tr style="direction: ltr;"><td style="border-collapse: collapse; direction: ltr; margin: 0px;"><table border="0" cellpadding="0" cellspacing="0" class="m_-8277286332613343567mlContentTable" role="presentation" style="border-collapse: collapse; border-spacing: 0px; direction: ltr; min-width: 640px; text-align: center; width: 640px;"><tbody style="direction: ltr;"><tr style="direction: ltr;"><td height="20" style="border-collapse: collapse; direction: ltr; line-height: 20px; margin: 0px; min-height: 20px;"></td></tr></tbody></table><table border="0" cellpadding="0" cellspacing="0" class="m_-8277286332613343567mlContentTable" role="presentation" style="border-collapse: collapse; border-spacing: 0px; direction: ltr; min-width: 640px; text-align: center; width: 640px;"><tbody style="direction: ltr;"><tr style="direction: ltr;"><td class="m_-8277286332613343567mlContentOuter" style="border-collapse: collapse; direction: ltr; margin: 0px; padding: 0px 40px; text-align: center;"><table border="0" cellpadding="0" cellspacing="0" role="presentation" style="border-collapse: collapse; border-spacing: 0px; direction: ltr; text-align: center; width: 100%;"><tbody style="direction: ltr;"><tr style="direction: ltr;"><td id="m_-8277286332613343567bodyText-16" style="border-collapse: collapse; color: #6f6f6f; direction: ltr; font-family: "Open Sans", Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 21px; margin: 0px;"><p style="direction: ltr; line-height: 21px; margin-bottom: 10px; margin-top: 0px; text-align: justify;"><span style="font-size: large;">El poema había sido inspirado, según parece, por una extraña visión: la mezcla entre las alucinaciones producidas por el peyote y los efectos ópticos originados por la niebla crearon una ilusión en la fachada del <a data-saferedirecturl="https://www.google.com/url?q=https://click.mlsend.com/link/c/YT0yMzE5NjI3NDgyNTczMDUxOTY4JmM9ejh6MCZlPTAmYj0xMjE4MjM5Nzk0JmQ9ZTZ6NHA4Zw%3D%3D.lKTXcOLPECQSROYwPLqP9QEGNyRq4_7F8nShMM9Eygs&source=gmail&ust=1696685663515000&usg=AOvVaw28NUcS5xgOMT5049K6HF9v" href="https://click.mlsend.com/link/c/YT0yMzE5NjI3NDgyNTczMDUxOTY4JmM9ejh6MCZlPTAmYj0xMjE4MjM5Nzk0JmQ9ZTZ6NHA4Zw==.lKTXcOLPECQSROYwPLqP9QEGNyRq4_7F8nShMM9Eygs" style="color: #a89e2d; direction: ltr; word-break: break-word;" target="_blank">hotel Sir Francis Drake</a>, convirtiéndola, a ojos de Ginsberg, en un monstruoso demonio devoraniños. Influenciado por William Carlos Williams y <a data-saferedirecturl="https://www.google.com/url?q=https://click.mlsend.com/link/c/YT0yMzE5NjI3NDgyNTczMDUxOTY4JmM9ejh6MCZlPTAmYj0xMjE4MjM5Nzk2JmQ9YzllM20xag%3D%3D.CHKqE0s6f9wjb2JeXUlTiVYHLcPVYFPkzPCkDhGnBl0&source=gmail&ust=1696685663515000&usg=AOvVaw3VPZXpEi5SvDtyM31Wtlu1" href="https://click.mlsend.com/link/c/YT0yMzE5NjI3NDgyNTczMDUxOTY4JmM9ejh6MCZlPTAmYj0xMjE4MjM5Nzk2JmQ9YzllM20xag==.CHKqE0s6f9wjb2JeXUlTiVYHLcPVYFPkzPCkDhGnBl0" style="color: #a89e2d; direction: ltr; word-break: break-word;" target="_blank">Jack Kerouac</a>, el autor escribió este largo poema dedicado al escritor y amigo Carl Solomon, al que había conocido unos años antes en un hospital psiquiátrico, incluyendo un sinfín de referencias a la ingesta de drogas y a la homosexualidad. Interesado en su obra, Lawrence Ferlinghetti publicó en 1956 el controvertido libro en su célebre editorial.</span></p><p style="direction: ltr; line-height: 21px; margin-bottom: 0px; margin-top: 0px; text-align: justify;"><span style="font-size: large;">Tras unos meses en circulación, el 25 de marzo de 1957 fueron retiradas quinientas veinte copias del mercado, y unas semanas más tarde el mismo Ferlinghetti y Shig Murao fueron detenidos. <a data-saferedirecturl="https://www.google.com/url?q=https://click.mlsend.com/link/c/YT0yMzE5NjI3NDgyNTczMDUxOTY4JmM9ejh6MCZlPTAmYj0xMjE4MjM5Nzk4JmQ9bzhoMm81YQ%3D%3D.lHi5-ZiTYNPZTWoAOf64-2cjTsv3TxShbUSLXbHDRRg&source=gmail&ust=1696685663515000&usg=AOvVaw3BbTUNCSZLI-Mg52pXc6lt" href="https://click.mlsend.com/link/c/YT0yMzE5NjI3NDgyNTczMDUxOTY4JmM9ejh6MCZlPTAmYj0xMjE4MjM5Nzk4JmQ9bzhoMm81YQ==.lHi5-ZiTYNPZTWoAOf64-2cjTsv3TxShbUSLXbHDRRg" style="color: #a89e2d; direction: ltr; word-break: break-word;" target="_blank">El juicio</a>, en el que acabarían siendo declarados inocentes, se convirtió en un suceso especialmente mediático, cubierto incluso por las revistas <em style="direction: ltr;">Time</em> y <em style="direction: ltr;">Life, </em>e hizo de Ginsberg una especie de superestrella de la contracultura. La acusación argumentaba que el libro atentaba contra la moral norteamericana debido a sus constantes alusiones a la homosexualidad. Gran parte del pleito se destinó a probar el valor literario y la importancia social de la obra; para ello, se citaron a declarar a nueve prestigiosos académicos que dieron fe de su calidad literaria. Uno de ellos dejó este testimonio: «Es pronto para decir si <em style="direction: ltr;"><a data-saferedirecturl="https://www.google.com/url?q=https://click.mlsend.com/link/c/YT0yMzE5NjI3NDgyNTczMDUxOTY4JmM9ejh6MCZlPTAmYj0xMjE4MjM5ODAwJmQ9czB2MWc1aQ%3D%3D.7-jbdiNuxPdWdlV3-kQSkdzRyGLNL9jobD2S381E-0A&source=gmail&ust=1696685663515000&usg=AOvVaw22gxbASF48DOjGPsne7Vk8" href="https://click.mlsend.com/link/c/YT0yMzE5NjI3NDgyNTczMDUxOTY4JmM9ejh6MCZlPTAmYj0xMjE4MjM5ODAwJmQ9czB2MWc1aQ==.7-jbdiNuxPdWdlV3-kQSkdzRyGLNL9jobD2S381E-0A" style="color: #a89e2d; direction: ltr; word-break: break-word;" target="_blank">Aullido</a></em> tendrá un lugar de honor en la literatura norteamericana, pero estoy convencido de que, sin duda, este juicio está contribuyendo a ello».</span></p></td></tr></tbody></table></td></tr></tbody></table><table border="0" cellpadding="0" cellspacing="0" class="m_-8277286332613343567mlContentTable" role="presentation" style="border-collapse: collapse; border-spacing: 0px; direction: ltr; min-width: 640px; text-align: center; width: 640px;"><tbody style="direction: ltr;"><tr style="direction: ltr;"><td height="20" style="border-collapse: collapse; direction: ltr; line-height: 20px; margin: 0px; min-height: 20px;"></td></tr></tbody></table></td></tr></tbody></table></td></tr></tbody></table><table bgcolor="#ffffff" border="0" cellpadding="0" cellspacing="0" class="m_-8277286332613343567mlContentTable" style="border-collapse: collapse; border-spacing: 0px; direction: ltr; text-align: justify; width: 640px;"><tbody style="direction: ltr;"><tr style="direction: ltr;"><td style="border-collapse: collapse; direction: ltr; margin: 0px;"><table bgcolor="#ffffff" border="0" cellpadding="0" cellspacing="0" class="m_-8277286332613343567mlContentTable" style="border-collapse: collapse; border-spacing: 0px; direction: ltr; min-width: 640px; text-align: center; width: 640px;"><tbody style="direction: ltr;"><tr style="direction: ltr;"><td style="border-collapse: collapse; direction: ltr; margin: 0px;"><table border="0" cellpadding="0" cellspacing="0" class="m_-8277286332613343567mlContentTable" role="presentation" style="border-collapse: collapse; border-spacing: 0px; direction: ltr; min-width: 640px; text-align: center; width: 640px;"><tbody style="direction: ltr;"><tr style="direction: ltr;"><td style="border-collapse: collapse; direction: ltr; margin: 0px; padding: 0px; text-align: center;"><table border="0" cellpadding="0" cellspacing="0" role="presentation" style="border-collapse: collapse; border-spacing: 0px; direction: ltr; text-align: center; width: 100%;"><tbody style="direction: ltr;"><tr style="direction: ltr;"><td id="m_-8277286332613343567imageBlock-18" style="border-collapse: collapse; direction: ltr; margin: 0px; text-align: center;"><img alt="" border="0" class="CToWUd a6T" data-bit="iit" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/proxy/AVvXsEg1ioU-YwpQTEr0kWUny1k_XVGyMIEjDchhlV-rtA2xq5wy00-HRTuiceHSdod71QZF2Fp9gLdcx5yFLchWD32Tu9vWxlptuzO_RBkJvtcwjRHxOXJM8LZZjM5i-sj55y_g-1qywMhs7Cy7bByMRLvQHEECEO66lTIX8Ah9c78chz7j_KkB0kn5lTBDsE3To64FMMji_M9r0kZC1dw=s0-d-e1-ft" style="border: 0px; cursor: pointer; direction: ltr; display: block; outline: none;" tabindex="0" width="640" /></td></tr></tbody></table></td></tr></tbody></table></td></tr></tbody></table></td></tr></tbody></table><table bgcolor="#ffffff" border="0" cellpadding="0" cellspacing="0" class="m_-8277286332613343567mlContentTable" style="border-collapse: collapse; border-spacing: 0px; direction: ltr; text-align: justify; width: 640px;"><tbody style="direction: ltr;"><tr style="direction: ltr;"><td style="border-collapse: collapse; direction: ltr; margin: 0px;"><table bgcolor="#ffffff" border="0" cellpadding="0" cellspacing="0" class="m_-8277286332613343567mlContentTable" style="border-collapse: collapse; border-spacing: 0px; direction: ltr; min-width: 640px; text-align: center; width: 640px;"><tbody style="direction: ltr;"><tr style="direction: ltr;"><td style="border-collapse: collapse; direction: ltr; margin: 0px;"><table border="0" cellpadding="0" cellspacing="0" class="m_-8277286332613343567mlContentTable" role="presentation" style="border-collapse: collapse; border-spacing: 0px; direction: ltr; min-width: 640px; text-align: center; width: 640px;"><tbody style="direction: ltr;"><tr style="direction: ltr;"><td height="10" style="border-collapse: collapse; direction: ltr; line-height: 10px; margin: 0px; min-height: 10px;"></td></tr></tbody></table><table border="0" cellpadding="0" cellspacing="0" class="m_-8277286332613343567mlContentTable" role="presentation" style="border-collapse: collapse; border-spacing: 0px; direction: ltr; min-width: 640px; text-align: center; width: 640px;"><tbody style="direction: ltr;"><tr style="direction: ltr;"><td class="m_-8277286332613343567mlContentOuter" style="border-collapse: collapse; direction: ltr; margin: 0px; padding: 0px 40px; text-align: center;"><table border="0" cellpadding="0" cellspacing="0" role="presentation" style="border-collapse: collapse; border-spacing: 0px; direction: ltr; text-align: center; width: 100%;"><tbody style="direction: ltr;"><tr style="direction: ltr;"><td id="m_-8277286332613343567bodyText-20" style="border-collapse: collapse; color: #6f6f6f; direction: ltr; font-family: "Open Sans", Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 21px; margin: 0px;"><p style="direction: ltr; line-height: 21px; margin-bottom: 0px; margin-top: 0px;"><span style="direction: ltr;"><span style="font-size: large;">Fachada del hotel Sir Francis Drake de San Francisco.</span></span></p></td></tr></tbody></table></td></tr></tbody></table></td></tr></tbody></table></td></tr></tbody></table><blockquote style="border: none; margin: 0 0 0 40px; padding: 0px;"><table bgcolor="#ffffff" border="0" cellpadding="0" cellspacing="0" class="m_-8277286332613343567mlContentTable" style="border-collapse: collapse; border-spacing: 0px; direction: ltr; text-align: justify; width: 640px;"><tbody style="direction: ltr;"><tr style="direction: ltr;"><td style="border-collapse: collapse; direction: ltr; margin: 0px;"><table border="0" cellpadding="0" cellspacing="0" class="m_-8277286332613343567mlContentTable" role="presentation" style="border-collapse: collapse; border-spacing: 0px; color: #222222; direction: ltr; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; min-width: 640px; text-align: justify; width: 640px;"><tbody style="direction: ltr;"></tbody></table><table border="0" cellpadding="0" cellspacing="0" class="m_-8277286332613343567mlContentTable" role="presentation" style="background-color: transparent; border-collapse: collapse; border-spacing: 0px; color: #222222; direction: ltr; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: small; min-width: 640px; text-align: justify; width: 640px;"><tbody style="direction: ltr;"><tr style="direction: ltr;"><td class="m_-8277286332613343567mlContentOuter" style="border-collapse: collapse; direction: ltr; margin: 0px; padding: 0px 40px; text-align: center;"><table border="0" cellpadding="0" cellspacing="0" role="presentation" style="border-collapse: collapse; border-spacing: 0px; direction: ltr; text-align: center; width: 100%;"><tbody style="direction: ltr;"><tr style="direction: ltr;"><td id="m_-8277286332613343567bodyText-22" style="border-collapse: collapse; color: #6f6f6f; direction: ltr; font-family: "Open Sans", Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 21px; margin: 0px;"><p style="direction: ltr; line-height: 21px; margin-bottom: 10px; margin-top: 0px; text-align: justify;"><span style="font-size: large;">Finalmente, el 3 de octubre de 1957, el juez Horn, un magistrado ultracatólico que enseñaba religión en la escuela dominical, determinó que los poemas presentaban «ideas poco ortodoxas y controvertidas. En el tratamiento se utiliza lenguaje grosero y vulgar y se mencionan actos sexuales, pero a menos que el libro carezca por completo de "importancia social", no puede considerarse obsceno». Así, acabó por declarar inocentes a los dos acusados. Ese juicio sentó un precedente en la sociedad estadounidense; de hecho, la decisión dictaminada por el juez Horn posibilitó la publicación de dos libros que habían estado previamente censurados: <em style="direction: ltr;"><a data-saferedirecturl="https://www.google.com/url?q=https://click.mlsend.com/link/c/YT0yMzE5NjI3NDgyNTczMDUxOTY4JmM9ejh6MCZlPTAmYj0xMjE4MjM5ODAyJmQ9cDN5Mm8zdg%3D%3D.zIjoDRMwOtzzUccOjt249eZi6gXlev7YgP5AjdjQ_3A&source=gmail&ust=1696685663515000&usg=AOvVaw2w96b-W2r3tv3jPU66dZuS" href="https://click.mlsend.com/link/c/YT0yMzE5NjI3NDgyNTczMDUxOTY4JmM9ejh6MCZlPTAmYj0xMjE4MjM5ODAyJmQ9cDN5Mm8zdg==.zIjoDRMwOtzzUccOjt249eZi6gXlev7YgP5AjdjQ_3A" style="color: #a89e2d; direction: ltr; word-break: break-word;" target="_blank">Trópico de Cáncer</a></em>, de Henry Miller, y <em style="direction: ltr;"><a data-saferedirecturl="https://www.google.com/url?q=https://click.mlsend.com/link/c/YT0yMzE5NjI3NDgyNTczMDUxOTY4JmM9ejh6MCZlPTAmYj0xMjE4MjM5ODA0JmQ9ZzhhNmk5Zg%3D%3D.SHPLX3so_Ua8XC8n7FOlcDqQWnrvJ-UnczkyNNXZcXQ&source=gmail&ust=1696685663515000&usg=AOvVaw1lCAxbDlNP1OpQPPOhDdng" href="https://click.mlsend.com/link/c/YT0yMzE5NjI3NDgyNTczMDUxOTY4JmM9ejh6MCZlPTAmYj0xMjE4MjM5ODA0JmQ9ZzhhNmk5Zg==.SHPLX3so_Ua8XC8n7FOlcDqQWnrvJ-UnczkyNNXZcXQ" style="color: #a89e2d; direction: ltr; word-break: break-word;" target="_blank">El amante de Lady Chatterley</a></em>, de D. H. Lawrence.</span></p><p style="direction: ltr; line-height: 21px; margin-bottom: 0px; margin-top: 0px; text-align: justify;"><span style="font-size: large;">Hoy, sesenta y seis años más tarde, la coincidencia entre estos dos eventos nos lleva a pensar que, quizás, las cosas no hayan cambiado tanto desde que Ginsberg, Kerouac y los demás beats hacían de las suyas. Resulta relevante constatar cuántos de los diez libros más censurados actualmente en las bibliotecas de Estados Unidos (listado que se puede consultar <a data-saferedirecturl="https://www.google.com/url?q=https://click.mlsend.com/link/c/YT0yMzE5NjI3NDgyNTczMDUxOTY4JmM9ejh6MCZlPTAmYj0xMjE4MjM5ODA2JmQ9bjZ3NmE1Zg%3D%3D.Kx_4MNvGrSN-okNU8CyhY_hIo_9rDLGy_Xw8d9ESwIE&source=gmail&ust=1696685663516000&usg=AOvVaw0Ax53IayNMXxgqJb__RkwO" href="https://click.mlsend.com/link/c/YT0yMzE5NjI3NDgyNTczMDUxOTY4JmM9ejh6MCZlPTAmYj0xMjE4MjM5ODA2JmQ9bjZ3NmE1Zg==.Kx_4MNvGrSN-okNU8CyhY_hIo_9rDLGy_Xw8d9ESwIE" style="color: #a89e2d; direction: ltr; word-break: break-word;" target="_blank">aquí</a>) lo son por su temática LGTBIQ+, y hace que nos preguntemos si la homosexualidad es aún considerada, después de tantos años y tanta lucha, un tema tabú.</span></p></td></tr></tbody></table></td></tr></tbody></table><blockquote style="border: none; margin: 0 0 0 40px; padding: 0px;"><table bgcolor="#ffffff" border="0" cellpadding="0" cellspacing="0" class="m_-8277286332613343567mlContentTable" style="border-collapse: collapse; border-spacing: 0px; direction: ltr; min-width: 640px; text-align: center; width: 640px;"><tbody style="direction: ltr;"><tr style="direction: ltr;"><td style="border-collapse: collapse; direction: ltr; margin: 0px;"><blockquote style="border: none; margin: 0 0 0 40px; padding: 0px;"><table align="center" border="0" cellpadding="0" cellspacing="0" class="m_-8277286332613343567mlContentTable" role="presentation" style="border-collapse: collapse; border-spacing: 0px; color: #222222; direction: ltr; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: small; min-width: 640px; width: 640px;"><tbody style="direction: ltr;"><tr style="direction: ltr;"></tr></tbody></table></blockquote></td></tr></tbody></table></blockquote></td></tr></tbody></table></blockquote>CESAR H BUSTAMANTE HUERTAShttp://www.blogger.com/profile/16985205721819446130noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7469843330956401910.post-60262106920739615882023-09-27T19:39:00.012-07:002023-10-06T07:58:27.343-07:00FERNANDO BOTERO<p style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgBzLKLX8R7wJd-oLFRUrxPVjAYTvveqFKkm4ehNfyqmz4OWG80gDMK68Y4W15zT10DnKLMTOMYsa_tl5A-nFdFBr-oJslrltVywxKLGK3vCTw5k8WPuuxxiTykKjo_Rlxkp358TxHDfGTSwVF8zYZxkl4BQdyTwIyeS1C66vTTuE-NF5LwuR0_1IUULgc/s519/obispos-muertos-1965.webp" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="481" data-original-width="519" height="297" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgBzLKLX8R7wJd-oLFRUrxPVjAYTvveqFKkm4ehNfyqmz4OWG80gDMK68Y4W15zT10DnKLMTOMYsa_tl5A-nFdFBr-oJslrltVywxKLGK3vCTw5k8WPuuxxiTykKjo_Rlxkp358TxHDfGTSwVF8zYZxkl4BQdyTwIyeS1C66vTTuE-NF5LwuR0_1IUULgc/s320/obispos-muertos-1965.webp" width="320" /></a></div><br /><span style="font-size: large;"><br /></span><p></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><br /></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;">La muerte de este reconocido pintor colombiano despertó a nivel mundial todo tipo de opiniones favorables alrededor de su obra y de su vida. Hablan del mejor pintor del siglo XX en el país. Difiero de este tipo de adjetivos, no porque su obra no haya tenido reconocimiento en el orbe, sino por el cumulo de variables que la definen junto con su trayectoria, llena de una voluntad férrea y trabajo para consolidarse, lo que logro con creces. Lógico que es un gran pintor, pero entrar a clasificaciones, como si se tratara de un torneo deportivo, resulta del todo inapropiado. Escribiré de su obra y vida.</span></p><p style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br /></div><br /><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><iframe allowfullscreen="" class="BLOG_video_class" height="266" src="https://www.youtube.com/embed/o-WUNrvcT-c" width="320" youtube-src-id="o-WUNrvcT-c"></iframe></div><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">Fernando Botero pese a sus estudios en Madrid e Italia, es un pintor autodidacta. Después de terminar el bachillerato en su Medellín del alma, tomó la decisión irrenunciable de dedicarse a la pintura. Empezó con pequeños bocetos a lápiz de toros y toreros que vendía en un pequeño local del centro por pocos pesos, incentivaban su pasión y eran una clara premonición que desde lo económico la cosa podría funcionar. Se traslada a Madrid, después a New york, México y siempre es asiduo visitante de Italia donde termina viviendo desde 1975. Sus mayores influencias, son los muralistas mexicanos (Rivera, Orozco), el renacimiento en todo su contexto, Picasso y siempre admiró a Velásquez y Goya.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;">Responde a un estilo absolutamente identificable donde las proporciones y el volumen son las características más relevantes, junto a temáticas muy especificas, su país constituye un eje de suma importancia. Esto escribió un estudiante de la universidad de los Andes Colombia que se presenta con el seudónimo de Paraná: "<span style="text-align: left;">En otras ocasiones,
podría ser hablar de un autor con un sentido particular de la proporción y de la técnica en pintura,
dibujo y escultura. Inclusive podría ser hablar de un autor con una peculiar perspectiva sobre
asuntos sociales. Sin duda, Botero es un autor que no genera indiferencia; ya sea que se conozca o
no su obra a profundidad, se la desdeñe o se la alabe, se esté o no de acuerdo con sus
aproximaciones a la realidad social; la obra de Botero es un referente relevante para los
colombianos y los extranjeros a la hora de hablar de Colombia y sus vicisitudes". Cobo Borda expresa: "</span><span style="text-align: left;">Figuras regordetas en diversas posiciones y en
varias actitudes, con sus pequeños ojos negros
y sus prominentes barbillas; la vestimenta
ajustada para ellos y para ellas, con sus pequeños
pies. Lienzos pintados mientras realizan diversas
actividades, de todas las edades y variadas vestimentas son los y las modelos que escenifican las
obras de este creador". Alguna vez le escuche a un crítico anodino en el café automático de Bogotá, que la mayor influencia en su estilo la había tomado de el pinto Cuevas de México. Está claro que uno se hace a un estilo con los referentes del arte que le precedieron, hay una malgama en esta búsqueda. La banalidad de la crítica colombiana con respecto a su obra también es un lugar comun y su estilo que entre otras cosas nunca varió, podría tomarse como una virtud o perseverancia, terquedad frente al éxito enconado o la ausencia de riesgos frente a una zona de confort que le favorece frente al éxito comercial y la aceptación generalizada. No olvidemos algo contundente: No hay nadie que le gane en materia de Marketing y mercadeo. </span></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="text-align: left;"><span style="font-size: large;">Los temas que asume son un referente muy importante. Tomaré una cita para dilucidar la relación arte-realidad: "a </span></span><span style="text-align: left;"><span style="font-size: large;">través de la historia del arte moderno, se observa la variabilidad tanto de los
puntos de vista respecto a la relación entre arte y realidad como del grado de compromiso
del artista con esta relación. En cualquier caso, queda excluida la posibilidad de una supra
o meta realidad, una realidad más allá de los límites de la experiencia humana. No resulta
posible ni que el artista pretenda sustraerse de la realidad, ni que esta última sea concebida
como algo dado, unificado, terminado y previamente solucionado. La realidad se entiende
aquí en sentido fenomenológico, es decir, como la representación que se hace, en la
experiencia, el sujeto tanto individual como social y cultural del mundo vivido"(Ricardo Malagón Gutiérrez). El museo Hirshhon de Washington clasificó su obra en seis categorías temáticas:</span></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="text-align: left;"><span style="font-size: large;">1.- La religión ( Escenas bíblicas, retratos de Santos, personalidades clericales y mitología)</span></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="text-align: left;"><span style="font-size: large;">2.-Los grandes maestros (Referencias y versiones de Leonardo Da Vinci, Jan Van Eyck, Diego Velásquez Etc. )</span></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="text-align: left;"><span style="font-size: large;">3.- Naturalezas muertas y vivientes</span></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="text-align: left;"><span style="font-size: large;">4.- Los desnudos y costumbres sexuales.</span></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="text-align: left;"><span style="font-size: large;">5.- Personalidades políticas.</span></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="text-align: left;"><span style="font-size: large;">6.- Gente real e imaginaria, lo que incluye pintura de genero</span></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="text-align: left;"><span style="font-size: large;"> ( Cuadros de costumbre y vida cotidiana)</span></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="text-align: left;"><span style="font-size: large;"><br /></span></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="text-align: left;"><span style="font-size: large;">Lo importante en los giros temáticos de la obra del pintor colombiano es que responden muchos de ellos a urgencias, a acontecimientos plenos de actualidad o criticas del sistema o la sociedad. En otras ocasiones a sus obsesiones y gustos, a la genealogía y experiencias con el entorno o </span></span><span style="text-align: left;"><span style="font-size: large;">país, al costumbrismo tan recurrente en su obra. Fuera de las torturas a que se sometió a los presos de la guerra con Irak que fue una de las críticas más vehementes de uno de sus giros, los temas son muy colombianos.</span></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="text-align: left;"></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><span style="text-align: left;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhFhSqYTiJUoUcsOmA1z8rjY2nnY7p5jMgfV_zsLaWHs20cTSktB4aJOiMsHHxHArJUhfLvBTdpigQzm_WkllewNtowGIkn9fBrCioao6a4WL2q_UoZBs_T_G5TQOXMn8kAKLbMWzowzywVctFCteHaT3qYElhwtAVicKqhQJi0DIT2ERci85Lw5NYBJDk/s266/Cuadro%203.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="200" data-original-width="266" height="200" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhFhSqYTiJUoUcsOmA1z8rjY2nnY7p5jMgfV_zsLaWHs20cTSktB4aJOiMsHHxHArJUhfLvBTdpigQzm_WkllewNtowGIkn9fBrCioao6a4WL2q_UoZBs_T_G5TQOXMn8kAKLbMWzowzywVctFCteHaT3qYElhwtAVicKqhQJi0DIT2ERci85Lw5NYBJDk/s1600/Cuadro%203.jpg" width="266" /></a></span></div><span style="text-align: left;"><br /><span style="font-size: large;"><br /></span></span><p></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;">"Aunque pueda tener una motivación y/o intención al respecto, el artista no está, por sí
mismo, en capacidad ni de definir la función social de sus producciones artísticas, ni de
reducir esta función a una discusión abstracta e ideal. Por el contrario, esta función se
define o no en el proceso histórico de apropiación social de las producciones artísticas por
parte de la sociedad en un contexto determinado. Entonces las producciones artísticas
adquieren una dimensión de necesidad, pues surgen desde, por y para una situación socio
cultural específica: el origen, la pertinencia y la finalidad de estas producciones son de
naturaleza social. De este modo, lo social no es una superestructura que se añade a la obra
de arte, sino elemento que forma parte de la estructura del mismo. En consecuencia, resulta
imposible plantear la relación entre arte y realidad en términos de escisión "</span><span style="font-size: x-large; text-align: left;">(Ricardo Malagón Gutiérrez)</span><span style="font-size: x-large;">.</span></p><p style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgIEN18-TDeH8L0W7EXtSKjjMjBccjokYnXSUcbh4NHba-Wso7Fj5W9aeC__nFjNRQEHi6IsON9yCCanUAR55hRuq43xotml2U7CoZRtJ2ZjwvvNnvvd4MBo2pxBc7zeZKGkMV_rTN-2dUurDwB7yLBsK9z7Tg7jK1dxKftsew7DbVJTRDuVjaZxOpPSYo/s275/Cuadro%20de%20Botero%202.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="211" data-original-width="275" height="211" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgIEN18-TDeH8L0W7EXtSKjjMjBccjokYnXSUcbh4NHba-Wso7Fj5W9aeC__nFjNRQEHi6IsON9yCCanUAR55hRuq43xotml2U7CoZRtJ2ZjwvvNnvvd4MBo2pxBc7zeZKGkMV_rTN-2dUurDwB7yLBsK9z7Tg7jK1dxKftsew7DbVJTRDuVjaZxOpPSYo/s1600/Cuadro%20de%20Botero%202.jpg" width="275" /></a></div><br /><span style="font-size: x-large;"><br /></span><p></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;">La obra de Botero está llena de personajes históricos y de la actualidad cercana a cada uno de sus motivos, de hechos costumbristas, de naturalezas muertas redundantes desde la proporción donde el color juega un papel especial y hace de ellas cuadros únicos. "El estilo de Botero se caracteriza por su realismo mágico y por su habilidad para fusionar elementos tradicionales y modernos. Sus obras están llenas de detalles y simbolismos que invitan a la interpretación y a la reflexión"</span><span face="Roboto, sans-serif" style="background-color: white; color: #111111; font-size: 20px; text-align: left;">.</span></p><p style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj2n7Y-Av3ssB4Y0Mz1du58FzD66aYFWVokNpJhPXSumdaw0qbVL7JBDtjzaPDA7eEClo0281WQHPyvx7L6Iao24mKz9FBv-oVaZ9UVsfsCxrlATsqbTilPCe9VduKS5YKxwrFQzezZhK-PbjyJfwtfUE_ZeZJkRM1b9Yvpky7Qy1L-Dm4Pu-WySOLI3TA/s239/Cuadro%20de%20Botero.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="204" data-original-width="239" height="204" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj2n7Y-Av3ssB4Y0Mz1du58FzD66aYFWVokNpJhPXSumdaw0qbVL7JBDtjzaPDA7eEClo0281WQHPyvx7L6Iao24mKz9FBv-oVaZ9UVsfsCxrlATsqbTilPCe9VduKS5YKxwrFQzezZhK-PbjyJfwtfUE_ZeZJkRM1b9Yvpky7Qy1L-Dm4Pu-WySOLI3TA/s1600/Cuadro%20de%20Botero.jpg" width="239" /></a></div><span style="font-size: large;"><div><span style="font-size: large;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;">Otro factor es su capacidad de trabajo, en los momentos duros de su vida siempre solucionó con ingenio y obra, como en New York, Allí presenció supuestamente la muerte del arte figurativo, hecho <span> que nunca atendió y pese a la adversidad de la crítica siguió con la pintura figurativa. Cada ciudad en donde se asentó guarda una historia digna de ser escrita. Medellín con su barrio Lovaina, Ciudad de México, Florencia, Paris e incluso Barranquilla. En Pietra Santa, donde vivió en los últimos 25 años, se convirtió en el personaje del pueblo, restauro los cuadros de la iglesia, regaló obra y convirtió el sitio de referencia para artistas y turistas que a tienen como referencia. No olvidemos la filantropía infinita de este pintor exitoso, no tiene discusión.</span></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;">La otra discusión de una buena parte de la crítica es sí el pintor se repite incansablemente. En este aspecto vale decir que es el pintor con más exposiciones en el mundo. Lo que habla de su éxito desde la perspectiva del mercado y la audiencia. Abra que entrar de nuevo sobre la proporción el volumen y agregaría el color. Dice Cobo Borda: </span><span><span style="font-size: large;">Su estilo es denominado boterismo. Con sus
pinturas y esculturas de figuras gruesas y robustas,
que realmente son gordos, su pintura parece una
crítica a la sociedad actual, en donde la obesidad
es uno de los principales problemas de salud, pero
su obra también se explica como una búsqueda de
sensualidad a través del volumen.</span></span></div></span><p></p><p style="text-align: justify;"><span style="text-align: left;"><span style="font-size: large;">En otra entrada me referiré sobre su escultura y el mundo como museo.</span></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="text-align: left;"><span style="font-size: large;"><br /></span></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="text-align: left;"></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><iframe allowfullscreen="" class="BLOG_video_class" height="266" src="https://www.youtube.com/embed/zNVnLdI64y8" width="320" youtube-src-id="zNVnLdI64y8"></iframe></div><br /><span style="font-size: large;"><br /></span><p></p><p style="text-align: justify;"><span style="text-align: left;"><span style="font-size: large;"><br /></span></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="text-align: left;"><span style="font-size: large;"><br /></span></span></p><p style="text-align: justify;"><span face=""Source Sans Pro", Helvetica, Arial, sans-serif" style="background-color: white; color: #404040; text-align: left;"><span style="font-size: large;"><br /></span></span></p><p style="text-align: justify;"><span face=""Source Sans Pro", Helvetica, Arial, sans-serif" style="background-color: white; color: #404040; text-align: left;"><span style="font-size: large;"><br /></span></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br /></div><br />CESAR H BUSTAMANTE HUERTAShttp://www.blogger.com/profile/16985205721819446130noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7469843330956401910.post-11501040350308672332023-09-22T11:55:00.018-07:002023-09-23T02:11:05.066-07:00TAN SOLO UN HASTA LUEGO<p style="text-align: justify;"> <span style="font-size: x-large;">Todo esplendor tiene el riesgo de guardar en su seno su propia oscuridad y tragedia. No solo en lo que tiene que ver con la individualidad, la interioridad, sino con los otros, los espacios y eso que llamamos esperanza que es el motor de la vida. Llegue cualquier día a los Alcázares un barrio de la zona 13 de Medellín Colombia. Sus habitantes son moradores de muchos años, hay como en botica de todo: Profesionales, comerciantes, amas de casa, maestros de obra, mecánicos, técnicos, jubilados y por supuesto, desocupados absolutamente felices, que no se preocupan para nada de su situación.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;"><span>Recordé esa gran obra llamada "El callejón de los milagros" de Naguib Mahfuz premio nobel </span><span style="text-align: left;"><span>egipcio, novela costumbrista, que narra todas las vicisitudes de un barrio, llena de personajes inolvidables; los viejos aislados; los jóvenes pletóricos de aventuras y esperanzas, alocados muchas veces, pero siempre alegres. Este es un cuadro espectacular de la vida cotidiana. Los Alcázares, ti</span></span><span style="text-align: justify;"><span>enen ese matiz. Este barrio parece una pintura con varios planos que confluyen siempre en un parque, cortado por calles, muchos arboles que lo atraviesan y le dan un aroma vegetal con pretensiones burguesas. Son cinco partes. En uno de ellos hay una cancha pequeña de futbol en asfalto, donde se hacen torneos, valga la pena decir, tienen mucha tradición y ha dado excelentes jugadores profesionales. El segundo a unos cuarenta metros de la calle Colombia le llamamos "El parquecito", o en su defecto, "El parque de J" o en sus últimos meses, "El parque de los iconoclastas". En este lugar pasé dos años de experiencias inolvidables y conocí amigos entrañables, absolutamente especiales. </span></span></span></p><p style="text-align: left;"><span style="font-size: x-large;"><span style="text-align: justify;"><span>Allí, como si leyera un libro, a través de estos amigos, devele todas las cualidades y defectos humanos, siempre bajo el amparo de la amistad. Simón, de buen trato y lejos de la meloceria, está en el momento adecuado para uno. Vive con el Wey, hermano de Mario, cuya nobleza y experticia es indiscutible. Tienen mucha firmeza y ese talante paisa para no tenerle miedo a nada. Nunca renuncian a sus objetivos. Leche, con una historia digna de Mario Puzo. Hoy dedicado a su familia y trabajo. Cuando sale y se fuma su baretica, una chimenea que le permite sobrevivir a una rutina implacable, siempre es amable. Armando con un humor lacerante, buen padre de familia, esposo inigualable, hasta el punto de que uno parece no entenderlo por esa manera anárquica como asumimos la vida. James, noble, pero firme. Alina, su hermano David, trabajadores incansables, dedicados a su madre, actitud extinguida en estos tiempos, seres inolvidables, pareciera que nunca tienen obstáculos para su felicidad y naturaleza. Andrés, un pintor excelso, con una conversación rica en referencias pictóricas, su pareja Sandra, llena de bondad. El sabio abogado Esteban y su novia. El odontólogo. Ana y </span></span><span style="text-align: left;"><span>Sebastián, la pareja más visible del barrio con su historia han cubierto todos los casos expresados por el teatro romántico Isabelino. J, un señor jubilado, amable, lejos de los problemas, lector y mejor padre. Está Paula, Gloria, Lina, Consuelito, Melina y un numero infinito de amas de casa con expectativas olvidadas, pero siempre con la sonrisa a flor de labio. Por supuesto don Joaquín y su esposa que nos soportan en el negocio y nos tienen la cervecita.</span></span></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;"><span style="text-align: left;"><span>El eje de todos estos amigos, encuentros, se llama Omar. Es un ser excepcional, intelectual, alegre, con un humor </span></span><span>picante. Aún conserva el biotipo del nadador consumado. Es comunicador social de una de las mejores universidades de Medellín, carrera que le dio herramientas para tener una charla cautivadora, encantadora y sobre todo, nunca cansa. Conoce la historia de cada uno de los personajes del barrio. Lo considero como un hermano y todos los días me abruma su capacidad de servicio.</span></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">Este es el cuadro de un grupo heterogéneo que se reúne frecuentemente, que le saca el quite a la vida, con tertulias y anécdotas llenas de gracia, con los que he compartido momentos inolvidables, hablando de lo humano y lo divino. Me han ayudado a sobrepasar mis problemas, a disfrutar mis alegrías y sobre todo a sentir que a la soledad se le torea de mil maneras.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;"><span>Ahora, por muchas circunstancias trágicas, cuando el alcohol se volvió un verdadero problema para mí, en medio de </span><span style="text-align: left;"><span>otros entrañables amigos, con los que he compartido en los últimos tres meses una vida desmedida, loca, sin </span></span><span>propósitos, me debo otra oportunidad. Entonces a estos seres: Henry, Morgan, Pele, Pelos, Torres, el Ingeniero, Cristian, en los cuales de igual manera encuentro mucho agradecimiento, junto con el variopinto grupo anterior, les expreso</span><span>:</span><span> No un adiós, solo, hasta luego, con lágrimas nacidas de la ausencia, con una nostalgia empozada en el alma, con</span><span> </span><span>l</span><span><span>a pena de no verlos por un tiempo, pero convencido que es la mejor decisión. </span><span> </span></span><span> </span></span></p>CESAR H BUSTAMANTE HUERTAShttp://www.blogger.com/profile/16985205721819446130noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7469843330956401910.post-27883355183506877752023-08-20T04:17:00.008-07:002023-08-20T18:47:53.172-07:00BIBLOTECA AMBIENTAL EPM DE MEDELLIN COLOMBIA<p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjA1UHTxcC_RIi-srOGybsRZbQwsoawzqGWEVHfthEET6bmaScXqUOmUIdHIf273i-bGppvVrFJyPI6mGpXWeoL_LGbfowIWj2DBFzeUHkFvPcajsNA99FTBKc9S9z0L9_kKxhvxJ7NNv4oJcLVonUTn11XDU6rhy7sxouajWpqISfd8YaFkhRK05CzDrA/s273/images.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="205" data-original-width="273" height="205" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjA1UHTxcC_RIi-srOGybsRZbQwsoawzqGWEVHfthEET6bmaScXqUOmUIdHIf273i-bGppvVrFJyPI6mGpXWeoL_LGbfowIWj2DBFzeUHkFvPcajsNA99FTBKc9S9z0L9_kKxhvxJ7NNv4oJcLVonUTn11XDU6rhy7sxouajWpqISfd8YaFkhRK05CzDrA/s1600/images.jpg" width="273" /></a></div><br /><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;"> Q</span><span style="font-size: large;"><span>uiero hacer un reconocimiento a esta biblioteca desde la perspectiva del usuario, no solo por su excelente servicio sino por todos aquellos componentes adicionales que la hacen una de las más importantes del mundo en lo que corresponde al tema ambiental. Hablo como bibliófilo</span><span> consumado, viví dos años visitando todos los días la Luis Ángel Arango de Bogotá, de igual manera la piloto de Medellín, en mi juventud fui asiduo de la "Gabriel Turbay" y la de la universidad UIS de Bucaramanga. Muchas en Europa lo que me permite tener cierta autoridad al respecto.</span></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;">La Biblioteca fue inaugurada el dos de junio del 2005, diseñada por el Arquitecto Felipe Uribe De Bedout. Es una pirámide del conocimiento, son cuatro pisos y un sótano, que parte de lo general a lo especifico. Desde la sala general, con servicios no solo de biblioteca sino audiovisuales hasta las salas especializadas en la medida <span> que vamos subiendo.</span></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;">Las bibliotecas importantes del mundo, como la del congreso americano, entre otras cosas la más grande del orbe, o la nacional de Buenos Aires que conocí y le dedique quince días a recorrer, la de la universidad Sorbona, muy clásicas, siempre que se conocen queda el usuario impactado no solo por su belleza sino por su catalogo, o la de Praga, cada una tiene un sello, algo que las hace distinta y muy particulares. La biblioteca ambiental de EPM Medellín igualmente es única en el mundo. Son varios los factores que la enaltecen.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><span style="font-size: large;"><iframe allowfullscreen="" class="BLOG_video_class" height="266" src="https://www.youtube.com/embed/r2O9lU8b8-g" width="320" youtube-src-id="r2O9lU8b8-g"></iframe></span></div><span style="font-size: large;"><br /><span><br /></span></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;">El hecho de ser especializada en el tema ambiental con un catalogo al respecto inigualable en el mundo. Este factor la tiene postulada a la mejor biblioteca del mundo en el tema. Aun así hay de lo mejor en literatura contemporánea. El otro factor tan importante como el anterior es el servicio, No solo se es bien atendido y oído, todas las sugerencias se tienen en cuenta. Se interactúa con el personal y si recomiendas un libro puede tener la certeza que el departamento de adquisiciones lo toma en cuenta. </span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;">En alguna parte leí que los bibliotecarios o los trabajadores en este Ítem son héroes </span><span style="text-align: left;"><span style="font-size: large;">anónimos. Medellín es una ciudad emblemática, se caracteriza por tener una red de servicios sociales importante, es un icono al respecto. No cabe como usuario agradecer está excelente contribución a la ciudadanía y al mundo, pues goza de una biblioteca digital tan importante como la física. No queda sino esperar que perdure, pues siempre tenemos una visión pésima del estado y no vemos sus virtudes.</span></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><br /></span></div><p></p>CESAR H BUSTAMANTE HUERTAShttp://www.blogger.com/profile/16985205721819446130noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7469843330956401910.post-42004752326269356662023-07-31T05:31:00.005-07:002023-07-31T06:54:06.441-07:00EL BOOM LATINOAMERICANO<p style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;"> El Boom latinoamericano es uno de los fenómenos literarios más importantes para el mundo y lógico para Hispanoamérica. Fue una verdadera revolución y aún genera todo tipos de estudios académicos e influencias tanto para los nuevos escritores como para la crítica en sus paralelismos acostumbrados y por supuesto para los lectores. Con la aparición "Las cartas del boom" por Alfaguara, el tema vuelve a ponerse en vigencia.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;">Muchos son los nombres y las obras. Gabriel García Márquez, Mario Vargas Llosa, Carlos Fuentes, Juan Carlos Onetti, José Donoso, Juan Rulfo y Lezama Lima entre otros. La correspondencia publicada se da entre 1955 al 2012. Esta siempre fue fluida entre estos escritores que terminaron consolidando una amistad muy fuerte alrededor de sus obras y sus concepciones, no solo sobre literatura sino sobre política.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;">En este libro nos vamos enterando como se va consolidando "Cien años de Soledad" desde su concepción hasta los aspectos formales: El titulo, las primeras paginas, los padecimientos en el proceso creativo por la situación económica del escritor. La correspondencia de Fuentes y Gabo, correspondió siempre a la de dos amigos entrañables. </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;">El fenómeno del Boom, entre el 60 y el 75 del siglo pasado, es la internacionalización de la novela latinoamericano y la incorporación a la literatura con recursos novedosos, la literatura como artificio, la realidad en la floritura de un subjetivismo irreverente, el triunfo del realismo mágico y su reconocimiento, el monologo interior aplicado en las obras de manera magistral. "La ciudad y los perros" de Mario Vargas Llosa escrita muy joven, conmovió a la critica, "La muerte de Artemio Cruz" de fuentes fue prácticamente una revolución casi </span><span style="text-align: left;"><span style="font-size: large;">filológica, "Rayuela" con su potencia creadora y su esclerótica microscópica de la realidad, revoluciona la literatura y para terminar, "Cien años de Soledad" de Gabo, del cual hay poco que agregar, porque todo se ha dicho y reconocido.</span></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="text-align: left;"><span style="font-size: large;">Lógico este texto </span></span><span style="text-align: left;"><span style="font-size: large;">epistolar, nos marcará las influencias que tuvo el Boom, Borges, Carpentier, Neruda y la gran novela americana. Para no citar las influencias propias de cada escritor.</span></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="text-align: left;"><span style="font-size: large;">También prevalecen aspectos más íntimos, siempre en torno a su labor creativa, es conocido por la mayoría de críticos la entrañable amistad entre Gabo y Mario Vargas Llosa, su ruptura y el distanciamiento, pese a q<span>ue este último escribió el mejor estudio sobre "Cien años de soledad".</span></span></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="text-align: left;"><span style="font-size: large;"><span>Definitivamente este libro está como para alquilar balcón.</span></span></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="text-align: left;"><span style="font-size: large;"><span>Aconsejo leer esta columna de Daniel Samper Pizano:</span></span></span></p><p style="text-align: justify;"><a href="https://cambiocolombia.com/los-danieles/un-abrazote-gabo">"UN ABRAZOTE, GABO" - Daniel Samper Pizano | Los Danieles (cambiocolombia.com)</a></p><p style="text-align: justify;"><span style="text-align: left;"><span style="font-size: large;"><br /></span></span></p>CESAR H BUSTAMANTE HUERTAShttp://www.blogger.com/profile/16985205721819446130noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7469843330956401910.post-26578522653359466392023-07-06T18:09:00.023-07:002023-07-09T00:29:36.416-07:00COLOMBIA PSICHO DE SANTIAGO GAMBOA<p style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><br /></span></p><p style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiYxIsia1pWCfJuDXIC11q9Xz5NWlUSofnWshP2zFvvui651pr-1NpA2aqHP-mwRi8SPYY7WXa0dI9LKYMxBWbAyoG6lYVNdOEwefYHBJd96_WMlmmiSMkjsX-qPae2GbgO7DyXuNckikL0nj1tWSow7PtZtvZfakJFswQRjiIL8jqo_6IzImo7SgpRMQM/s480/santiago-gamboa.webp" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="453" data-original-width="480" height="302" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiYxIsia1pWCfJuDXIC11q9Xz5NWlUSofnWshP2zFvvui651pr-1NpA2aqHP-mwRi8SPYY7WXa0dI9LKYMxBWbAyoG6lYVNdOEwefYHBJd96_WMlmmiSMkjsX-qPae2GbgO7DyXuNckikL0nj1tWSow7PtZtvZfakJFswQRjiIL8jqo_6IzImo7SgpRMQM/s320/santiago-gamboa.webp" width="320" /></a></div><br /><span style="font-size: x-large;"><br /></span><p></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">La primera referencia importante de esta novela es el recuerdo tajante de "American Psicho esa tormenta literaria producida en Nueva York en los inicios de los años 90, por la negligencia y pasividad de la clase dirigente frente a fenómenos de violencia en un juego de espejos relevantes como el mismo autor adujo en una entrevista para el periódico "El tiempo" de Bogotá. Es una radiografía de la multiplicidad de violencias que recaen sobre gran parte dela sociedad colombiana, a partir de un hecho concreto producido en la Calera cerca a Bogotá, que es el comienzo de una indagación hecha por un fiscal de investigaciones especiales Edilson Jutsiñamoy y una periodista llamada Julieta Lezama, acompañada por una exguerrillera, cuyo nombre es Johana, quienes juegan un papel muy importante en la investigación.</span></p><p style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiac3IKCY3zoiffo29Z7oFhjeoT-MgNu6OBTGvmkAeqDPpQAZZwuKb7c5FahCOzi60gbeQOe5PT4odQWUOMRNADGNwdih0AlXTq79O3ZGZ9Xx57HWl0PnGX6GsveyRg4Mv6y8983Va1mMFd1qQEPcxRjg7Kfu06F7IFwtBYPlVnWN-4SKEk3_Wd-aJVvrk/s1698/colombian-psycho.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><span style="font-size: x-large;"><img border="0" data-original-height="1698" data-original-width="1100" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiac3IKCY3zoiffo29Z7oFhjeoT-MgNu6OBTGvmkAeqDPpQAZZwuKb7c5FahCOzi60gbeQOe5PT4odQWUOMRNADGNwdih0AlXTq79O3ZGZ9Xx57HWl0PnGX6GsveyRg4Mv6y8983Va1mMFd1qQEPcxRjg7Kfu06F7IFwtBYPlVnWN-4SKEk3_Wd-aJVvrk/s320/colombian-psycho.jpg" width="207" /></span></a></div><span style="font-size: x-large;"><br /></span><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">Quiero hablar de la estructura de esta excelente novela de quinientos ochenta y cinco paginas. Está perfectamente hilvanada, sus capítulos como en un serie nos van llevando en una línea argumental perfecta, a partir de la primera pesquisa, en donde no solamente nos vamos encontrando con una país absolutamente convulsionado, con la implicación de todos los estamentos; Políticos, religiosos, la alta sociedad, los intereses del narcotráfico y de la delincuencia comun, sino que vamos percibiendo los efectos en una sociedad desquebrajada, cansada de la violencia, 55 años de conflicto continuo, cargada de impunidad, de corrupción y de la mentira como factor determinante, en todos los extractos sociales, como si hiciese parte de nuestro ADN.</span></div><p></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">La investigación realizada por Julieta y su asistente está llena de obstáculos, que va venciendo con inteligencia y mucha intuición. Se forja entre militares condenados por la justicia transaccional, políticos elegidos para el congreso, iglesias cristinas, paramilitares, falsos gurúes que, amparados en la sabiduría ancestral de los indígenas se hacen pasar por redentores, un argentino, <span>un asesino en serie, sustentado en una limpieza social, se legítima para las peores atrocidades, sin ningún estupor moral. La trama es perfecta, nos mantiene en vilo, realmente es lo que nos pasa a diario y nos enfrenta con nuestra conciencia como colombianos, con la historia y un conflicto endémico lacerante.</span></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">Esta novela se construye argumentalmente a partir de la firma de paz con la FARC en el 2016. Escenifica la forma de proceder ladina de nuestra clase dirigente, las formas de matar propias, como la motosierra y la desaparición, la violencia que siempre reaparece de mil maneras, como si no tuviéramos esperanza. Describe igualmente cómo los victimarios se convierten en victimas. El informante más importante es un tipo al que lo descuartizaron, dejándole solo el tronco y la cabeza y desde la cárcel juega un papel preponderante como informante, casi como un redentor. También es una descripción detallada y nefasta de nuestro sistema carcelario. Verdaderas escuelas del crimen con un poder inimaginable, adentro y afuera.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">Es difícil disfrutar esta novela sin antes haber leído otra novela del autor "Volver al oscuro Valle" pues en su línea argumental están las claves de esta. El autor en una especie de auto ficción hace parte vital de la línea argumental, es un personaje muy importante en la trama, en un juego que nos hace pensar en la auto ficción y pareciera que nos está llevando desde una crónica bien hilvanada, con todos los artificios del periodismo, al final no es así, esta es una novela.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">La leí de un tirón, aconsejo hacerlo de la manera que puedan, es un disfrute y una reflexión muy rigurosa sobre los que nos pasa. Es bueno también leer mi "Casa en Bogotá" del mismo autor, sigan mi consejo. Espero hagan la tarea </span></p>CESAR H BUSTAMANTE HUERTAShttp://www.blogger.com/profile/16985205721819446130noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7469843330956401910.post-21686323932659243652023-06-23T16:48:00.033-07:002023-07-07T10:00:45.355-07:00MI CASA Y EL ENTORNO ( Segundo capitulo de Omar, primera parte)<p style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;"> La memoria y el inconsciente nunca nos abandonan. Omar lo supo desde que tenía tres años y sintió consistente su mundo y entorno. En los primeros años nuestra memoria se diluye, de súbito no solo reconoció todo lo que hasta ahora era su entorno, sino a su madre Consuelo y a su padre Rubén Darío. En esta casa, la que creyó inmensa para ese entonces, pasó la primera etapa de su vida. Es un hecho que </span><span style="font-size: x-large;"><span>los espacios para el niño tienen otra dimensión. C</span><span>on el tiempo comprobó que corresponden a las construcciones estándar</span><span> del barrio.</span></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;"><span>En este barrio transcurrió su mundo. Al principio iba al parque con su madre a jugar, mientras ella hablaba con sus amigas de toda la vida. Los niños con quien inventaba toda clase de imaginarios, son los mismos de ahora. El barrio es un rectángulo atravesado por cinco parques, no corresponde a la cuadratura española, sino son carreras muy cortas, cortadas por calles muy estrechas. La historia del barrio los Alcazares, que pertenece a la zona trece de Medellín, es muy diferente al de toda la comunidad. Se puede decir sin temor a equivocaciones que este es el sector de los ricos de la zona. Como todas las ciudades de Colombia nacieron a partir de una cuadratura principal donde nació cada una de ellas, se fueron extendiendo en muchas direcciones de manera muy desordenada, gracias a múltiples factores, de carácter histórico, social, urbanístico. Esta zona en el pasado se llenó de fincas de recreo, perteneciente a un sector adinerado de la ciudad. Con el tiempo, se fue urbanizando de manera lenta, hasta ser una de las mas grandes de la ciudad. A ello se suma las lomas y laderas que tuvieron un crecimiento variopinto, una veces natural y otras por el desplazamiento cuyo origen es la violencia enquistada del país, la pobreza o el rebusque de espacios. Aquí, t</span><span>odas las familias se conocen</span><span>, cada una ha llegado con una historia particular, con el tiempo se volvía pública, es inevitable, por ello nadie puede mentir sobre su pasado. </span></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">Criarse en esta mezcla de clases en una zona relativamente pequeña genera una inteligencia social y espacial única. Los habitantes de la zona trece se mueven como pez en el agua en cualquier parte del mundo. </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;"><span>Este fue desde pequeño el mundo de Omar. Estudió su primaria en la escuela de Santa Rosa de Lima.</span><span> </span><span>atravesaba</span><span> todos los parques hasta llegar </span><span>a la calle Colombia, en adelante subía por una loma muy empinada. En una esquina está un portón amplio, dónde estaba siempre una profesora que reía hipócritamente, era la entrada oficial del centro. Al principio, su madre lo llevaba y lo traía. En muy corto tiempo comenzó a ir solo. Supo muy rápido que sería una persona muy independiente. Igual pasó en sus primeros cursos, siendo muy niño, nunca permitió que invadieran sus espacios, menos aceptó el maltrato, no lo hizo con violencia sino con inteligencia e ironía.</span></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">A está edad tan confusa y difusa le debemos nuestro carácter, el manejo con los otros, el sentido de responsabilidad, gran parte de nuestros temores y complejos. Muy pequeño conoció que tenía más hermanos pero no de su núcleo familiar. Nunca le gusto el termino medio hermanos. Aprendió a tratarlos como verdaderos pares. </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">Estos años fueron apacibles. Se sentía muy feliz, sobre todo gracias a su padre quien fue un verdadero adalid. Con sus amigos y amigas creó unos lazos indelebles. Su barrio lo era todo. Saludaba a las vecinas, señoras convencidas de su rol, amas de casa por naturaleza; al tendero, al verdulero, al viejo pintor que alguna vez fue cura, al señor que vende cachivaches...en fin a todos, muy poca gente nueva llega por estos lugares.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">Conoció también la violencia de algunos niños y después supo de los maltratos que recibían. Empezó a oír historias malucas sobre asesinatos. Cuando viajaba con su padre a la finca de Aguadas, un pueblo Caldense, empotrado en las montañas de la cordillera central, mantenían diálogos extensos, pese a ser niño, el viejo le explicaba muchas de las cosas que sucedían en el barrio, su capacidad pedagógica era admirable. En esta finca conoció el paisaje vegetal que nunca olvidaría, el aroma de los sembrados de café y la boñiga del ganado con su especial olor.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">Con el viejo aprendió que el tejido social no es lo que parece y que esa epidermis esconde mucha de las tensiones del país, a otra escala, pero igualmente graves. El poder que sería un de los temas que lo inquietarían en la universidad, se maneja en estos barrios como micropoderes enquistados, con nombre propio y dueño visible, control en otras palabras. Todo se negocia, existen combos, bandas, luchas territoriales y por supuesto una delincuencia comun de tipo barrial igualmente grave. Da pena decirlo, se aprende a vivir en medio de estas guerras, como si nada estuviese pasando.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">Cuando viajaban a Aguadas, los problemas de orden público generaban mucha tensión. La guerrilla, con más de treinta años de nacimiento, tenía el secuestro como una de las formas de financiación entre muchas. De manera corriente en las principales carreteras realizaban retenes y se llevaban a criterio personas para pedir rescate. Por entonces no era fácil viajar. Todos los gobiernos habían intentado hacer la paz de manera infructuosa. Con el tiempo aparecieron los paramilitares, otros grupos guerrilleros, convirtiendo la geografía nacional en un galimatías de violencias encontradas. Omar en la biblioteca de su universidad había registrado mas de mil libros sobre la violencia colombiana. Algunas lecturas le hicieron entender el por qué de las prevenciones de su padre quien era uno de los mejores abogados penalistas de Medellín. Nunca tomaba las mismas rutas, a nadie le decía cuando iba a viajar a la finca y hacía paradas intempestivas en carretera, para averiguar cómo estaba el orden público.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">Su padre fue todo para Omar, era una relación sincera y directa desde niño, no habían atajos, ni dobleces, las cosas se decían sin arabescos. El universo de su niñez fue un total descubrimiento y cada día tuvo un encanto especial. Realmente parecía hijo único, pues sus hermanos se levantaron en otra parte. Esperaba a su padre a eso de las cinco y siempre había una sorpresa. Llegaba con la media de aguardiente, se sentaba en la sala y colocaba la música de su predilección. En estas circunstancias era mas tierno de lo usual, daba consejos, le hablaba de los días de estudiante en Bogotá. Se graduó en la Universidad Libre, fundada por Benjamín Herrera en la década del veinte del siglo pasado, en plena hegemonía conservadora.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">Su padre fue uno de los mejores penalista de la ciudad. Enamorado del derecho penal italiano, de Ferrari, Carrara. Lombroso, Becaria, por mucho tiempo se dedico al ejercicio en medio del peor ciclo de violencia que se tenga en la historia. Para la época empezaban los brotes y la visibilidad del narcotráfico que con el tiempo seria el peor problema del país. Esto le obligaba a ser un hombre discreto, a escuchar mas que hablar. Sus audiencias fueron famosas, su elocuencia y vehemencia. Era muy inteligente a la hora de estructurar sus defensas. También sabía que había casos que debía rechazar. Le llamaban el negro Mejía en el gremio y después en todas partes.</span></p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;"> </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;"><br /></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;"><br /></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;"><br /></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;"><br /></span></p>CESAR H BUSTAMANTE HUERTAShttp://www.blogger.com/profile/16985205721819446130noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7469843330956401910.post-46673918118426786912023-06-20T05:45:00.029-07:002023-06-22T12:58:08.954-07:00LENGUAJE E IDENTIDAD EN LOS ALCAZARES<p style="text-align: justify;"> <span style="font-size: x-large;"><span>En este barrio excepcional de la zona 13 de Medellín, con tanta historia intrincada, como un laberinto carente del hilo de Ariadna que salve a sus personajes, existe un tejido social propio de la literatura </span><span style="text-align: left;"><span>fantástica, con una memoria llena de contrastes, entre la vida persistente pese a sus adversidades y la muerte sorpresiva que está al acecho, late como un perro rabioso, vive y tiene su propio palpito. </span></span></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="text-align: left;"><span style="font-size: x-large;">Con más de 100 años de memoria, hoy se bate contra una situación siempre difícil. Las rutinas son las mismas, los personajes asumiendo identidades por fuera de las clasificaciones del estado, la cédula no importa, no es Darío es lolo, galleta, el loco, Giovanni, Pato, Alirio, torres, Darío con su brazo como insignia, amos y dueños de la esquina entre las fronteras de la parte baja, y las lomas, siempre listos, con muchos años en estos espacios, se conocen al dedillo, se aman y se falsean, es una solidaridad dudosa pero siempre constante, cada uno tiene una historia personal de lo que ha sucedido, de sus vecinos, de las imposturas del estado, como políticos barriales, manejan los conceptos, con jerga propia.</span></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;"><span style="text-align: left;"><span>También</span></span><span style="text-align: left;"><span> está la tienda de Beatriz, el barcito de Cristina, la panadería, el jubileo, la enfermera, siempre con un ritmo fijo, todos sabemos a que hora abre la verdulería del amable Elkin, a que hora sale Sandra la gastrónoma empírica, con una sonrisa a flor de piel, personajes variopintos, como de novela policiaca. También está el rebusque, la mona mandona, el evangelista, las señoras emblemáticas que deambulan entre los negocios terminando como una constante en la carnicería, sacándole la sangre al peso en una economía absorbente y envolvente.</span></span></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="text-align: left;"><span style="font-size: x-large;">En el otro parque está el profe, Omar, leche, Ana, Wey, J, Simon, Moisés, pelos, Pele, el ingeniero, Morgan, Orlando, Henry, Cesar, Annie, Armando, Esteban y el que llegue, con otros ritmos, igualmente cumplidos, los mismo problemas pero en esquemas literarios peores de administrar. El parque es un eje, como en el parche anterior la imagen de la virgen. Aquí se ve pasar la gente apurada a la estación del metro, con el tiempo conocemos como más a los transeúntes, a los paseadores de perros, a los mismos perros, en su caprichoso sometimiento. </span></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="text-align: left;"><span style="font-size: x-large;">Siempre en estos sitios prima el alcohol, cierto importaculismo, el vicio soterrado, el coqueteo infame, los amores contrariados y la esperanza de una vida más apacible. Cada espacio genera su propia memoria y cada personaje su propia narrativa. </span></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="text-align: left;"><span style="font-size: x-large;">También hay mitos tangibles que permiten mucho orgullo. Dicen: Aquí vivió el profe Maturana, Trellez, los Monsalve, quinterito, Aun vemos a Boterito deambular por estas calles, quien entrenó con Cueto, la Rosa, Pelufo, Vilarete, en el nacional de Zubeldía, todos grandes futbolistas.</span></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="text-align: left;"><span style="font-size: x-large;">De igual manera hay profesores, jubilados al por mayor, amas de casa, viudas inconsolables, sardinas j</span></span><span style="font-size: x-large; text-align: left;">uiciosas y otras desenfrenadas, timadores, prepagos, que convierten a este lugar en un arco iris que refleja a Colombia en su totalidad.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="text-align: left;"><span style="font-size: x-large;">Estos son los Alcazares, un Barrio emblemático, del que uno no quiere salir nunca, tiene un imán social indefinible, lleno de amigos, de farra, cultura y una cotidianidad que se repite pero, como los grandes cuadros que no dejamos de mirar, nunca cansa. </span></span></p>CESAR H BUSTAMANTE HUERTAShttp://www.blogger.com/profile/16985205721819446130noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7469843330956401910.post-58049796911962260912023-06-18T04:11:00.005-07:002023-06-19T17:20:33.508-07:00ARIANA HARWICZ CONTRA EL CINISMO Y LA IMPOSTURA <p> <span class="TextRun SCXW123277701 BCX8" color="windowtext" data-contrast="auto" face="Calibri, Calibri_EmbeddedFont, Calibri_MSFontService, sans-serif" lang="ES-ES" style="-webkit-tap-highlight-color: transparent; -webkit-user-drag: none; font-size: 18pt; font-style: italic; font-variant-ligatures: none; line-height: 31.2958px; margin: 0px; padding: 0px; text-align: justify; user-select: text; white-space-collapse: preserve;" xml:lang="ES-ES"><span class="NormalTextRun SCXW123277701 BCX8" style="-webkit-tap-highlight-color: transparent; -webkit-user-drag: none; margin: 0px; padding: 0px; user-select: text;">Por la importancia de esta entrevista y reseña, asumí que </span><span class="NormalTextRun SCXW123277701 BCX8" style="-webkit-tap-highlight-color: transparent; -webkit-user-drag: none; margin: 0px; padding: 0px; user-select: text;">mis</span><span class="NormalTextRun SCXW123277701 BCX8" style="-webkit-tap-highlight-color: transparent; -webkit-user-drag: none; margin: 0px; padding: 0px; user-select: text;"> lectores conozcan a esta excelente novelista y pensadora Argentina, tomado del </span><span class="NormalTextRun SCXW123277701 BCX8" style="-webkit-tap-highlight-color: transparent; -webkit-user-drag: none; margin: 0px; padding: 0px; user-select: text;"> sup</span><span class="NormalTextRun SCXW123277701 BCX8" style="-webkit-tap-highlight-color: transparent; -webkit-user-drag: none; margin: 0px; padding: 0px; user-select: text;">lemento “Ñ</span><span class="NormalTextRun SCXW123277701 BCX8" style="-webkit-tap-highlight-color: transparent; -webkit-user-drag: none; margin: 0px; padding: 0px; user-select: text;">” del periódico "El </span><span class="NormalTextRun SCXW123277701 BCX8" style="-webkit-tap-highlight-color: transparent; -webkit-user-drag: none; margin: 0px; padding: 0px; user-select: text;">Clarín</span><span class="NormalTextRun SCXW123277701 BCX8" style="-webkit-tap-highlight-color: transparent; -webkit-user-drag: none; margin: 0px; padding: 0px; user-select: text;">” de Buenos Aires</span><span class="NormalTextRun SCXW123277701 BCX8" style="-webkit-tap-highlight-color: transparent; -webkit-user-drag: none; margin: 0px; padding: 0px; user-select: text;">. Cesar Hernando Bustamante.</span></span><span class="EOP SCXW123277701 BCX8" color="windowtext" data-ccp-props="{"201341983":0,"335551550":6,"335551620":6,"335559739":160,"335559740":259}" face="Calibri, Calibri_EmbeddedFont, Calibri_MSFontService, sans-serif" style="-webkit-tap-highlight-color: transparent; -webkit-user-drag: none; font-size: 18pt; line-height: 31.2958px; margin: 0px; padding: 0px; text-align: justify; user-select: text; white-space-collapse: preserve;"> </span></p><div class="OutlineElement Ltr SCXW123277701 BCX8" style="-webkit-tap-highlight-color: transparent; -webkit-user-drag: none; background-color: white; clear: both; cursor: text; direction: ltr; font-family: "Segoe UI", "Segoe UI Web", Arial, Verdana, sans-serif; font-size: 12px; margin: 0px; overflow: visible; padding: 0px; position: relative; user-select: text;"><p class="Paragraph SCXW123277701 BCX8" lang="ES-ES" paraeid="{3a48461b-6f7a-4ed6-bc0d-cf3f8fe1c5d3}{203}" paraid="539724277" style="-webkit-tap-highlight-color: transparent; -webkit-user-drag: none; background-color: transparent; color: windowtext; font-kerning: none; margin: 0px; overflow-wrap: break-word; padding: 0px; text-align: justify; user-select: text; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;" xml:lang="ES-ES"><span class="TextRun SCXW123277701 BCX8" data-contrast="auto" face="Calibri, Calibri_EmbeddedFont, Calibri_MSFontService, sans-serif" lang="ES-ES" style="-webkit-tap-highlight-color: transparent; -webkit-user-drag: none; font-size: 18pt; font-variant-ligatures: none; line-height: 31.2958px; margin: 0px; padding: 0px; user-select: text;" xml:lang="ES-ES"><span class="NormalTextRun SCXW123277701 BCX8" style="-webkit-tap-highlight-color: transparent; -webkit-user-drag: none; margin: 0px; padding: 0px; user-select: text;">Pablo Díaz </span><span class="NormalTextRun SpellingErrorV2Themed SCXW123277701 BCX8" style="-webkit-tap-highlight-color: transparent; -webkit-user-drag: none; background-image: var(--urlSpellingErrorV2, url('data:image/svg+xml;base64,PD94bWwgdmVyc2lvbj0iMS4wIiBlbmNvZGluZz0iVVRGLTgiPz4KPHN2ZyB3aWR0aD0iNXB4IiBoZWlnaHQ9IjRweCIgdmlld0JveD0iMCAwIDUgNCIgdmVyc2lvbj0iMS4xIiB4bWxucz0iaHR0cDovL3d3dy53My5vcmcvMjAwMC9zdmciIHhtbG5zOnhsaW5rPSJodHRwOi8vd3d3LnczLm9yZy8xOTk5L3hsaW5rIj4KICAgIDwhLS0gR2VuZXJhdG9yOiBTa2V0Y2ggNTYuMiAoODE2NzIpIC0gaHR0cHM6Ly9za2V0Y2guY29tIC0tPgogICAgPHRpdGxlPnNwZWxsaW5nX3NxdWlnZ2xlPC90aXRsZT4KICAgIDxkZXNjPkNyZWF0ZWQgd2l0aCBTa2V0Y2guPC9kZXNjPgogICAgPGcgaWQ9IkZsYWdzIiBzdHJva2U9Im5vbmUiIHN0cm9rZS13aWR0aD0iMSIgZmlsbD0ibm9uZSIgZmlsbC1ydWxlPSJldmVub2RkIj4KICAgICAgICA8ZyB0cmFuc2Zvcm09InRyYW5zbGF0ZSgtMTAxMC4wMDAwMDAsIC0yOTYuMDAwMDAwKSIgaWQ9InNwZWxsaW5nX3NxdWlnZ2xlIj4KICAgICAgICAgICAgPGcgdHJhbnNmb3JtPSJ0cmFuc2xhdGUoMTAxMC4wMDAwMDAsIDI5Ni4wMDAwMDApIj4KICAgICAgICAgICAgICAgIDxwYXRoIGQ9Ik0wLDMgQzEuMjUsMyAxLjI1LDEgMi41LDEgQzMuNzUsMSAzLjc1LDMgNSwzIiBpZD0iUGF0aCIgc3Ryb2tlPSIjRUIwMDAwIiBzdHJva2Utd2lkdGg9IjEiPjwvcGF0aD4KICAgICAgICAgICAgICAgIDxyZWN0IGlkPSJSZWN0YW5nbGUiIHg9IjAiIHk9IjAiIHdpZHRoPSI1IiBoZWlnaHQ9IjQiPjwvcmVjdD4KICAgICAgICAgICAgPC9nPgogICAgICAgIDwvZz4KICAgIDwvZz4KPC9zdmc+')); background-position: 0% 100%; background-repeat: repeat-x; border-bottom: 1px solid transparent; margin: 0px; padding: 0px; user-select: text;">Merenghi</span></span><span class="EOP SCXW123277701 BCX8" data-ccp-props="{"201341983":0,"335551550":6,"335551620":6,"335559739":160,"335559740":259}" face="Calibri, Calibri_EmbeddedFont, Calibri_MSFontService, sans-serif" style="-webkit-tap-highlight-color: transparent; -webkit-user-drag: none; font-size: 18pt; line-height: 31.2958px; margin: 0px; padding: 0px; user-select: text;"> </span></p></div><div class="OutlineElement Ltr SCXW123277701 BCX8" style="-webkit-tap-highlight-color: transparent; -webkit-user-drag: none; background-color: white; clear: both; cursor: text; direction: ltr; font-family: "Segoe UI", "Segoe UI Web", Arial, Verdana, sans-serif; font-size: 12px; margin: 0px; overflow: visible; padding: 0px; position: relative; user-select: text;"><p class="Paragraph SCXW123277701 BCX8" lang="ES-ES" paraeid="{e3950e23-9edf-46b7-aeac-5277e45d9f98}{231}" paraid="366986947" style="-webkit-tap-highlight-color: transparent; -webkit-user-drag: none; background-color: transparent; color: windowtext; font-kerning: none; margin: 0px; overflow-wrap: break-word; padding: 0px; text-align: justify; user-select: text; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;" xml:lang="ES-ES"><span class="TextRun SCXW123277701 BCX8" data-contrast="auto" face="Calibri, Calibri_EmbeddedFont, Calibri_MSFontService, sans-serif" lang="ES-ES" style="-webkit-tap-highlight-color: transparent; -webkit-user-drag: none; font-size: 18pt; font-style: italic; font-variant-ligatures: none; line-height: 31.2958px; margin: 0px; padding: 0px; user-select: text;" xml:lang="ES-ES"><span class="NormalTextRun SCXW123277701 BCX8" style="-webkit-tap-highlight-color: transparent; -webkit-user-drag: none; margin: 0px; padding: 0px; user-select: text;">Después de la reciente edición en un volumen de su Trilogía de la pasión</span><span class="NormalTextRun SCXW123277701 BCX8" style="-webkit-tap-highlight-color: transparent; -webkit-user-drag: none; margin: 0px; padding: 0px; user-select: text;">, presenta un provocador libro de artículos e intervenciones. Un análisis y un intercambio.</span></span><span class="EOP SCXW123277701 BCX8" data-ccp-props="{"201341983":0,"335551550":6,"335551620":6,"335559739":160,"335559740":259}" face="Calibri, Calibri_EmbeddedFont, Calibri_MSFontService, sans-serif" style="-webkit-tap-highlight-color: transparent; -webkit-user-drag: none; font-size: 18pt; line-height: 31.2958px; margin: 0px; padding: 0px; user-select: text;"> </span></p></div><div class="OutlineElement Ltr SCXW123277701 BCX8" style="-webkit-tap-highlight-color: transparent; -webkit-user-drag: none; background-color: white; clear: both; cursor: text; direction: ltr; font-family: "Segoe UI", "Segoe UI Web", Arial, Verdana, sans-serif; font-size: 12px; margin: 0px; overflow: visible; padding: 0px; position: relative; user-select: text;"><p class="Paragraph SCXW123277701 BCX8" lang="ES-ES" paraeid="{52d32094-8f4a-402e-8763-7905d2c7da83}{56}" paraid="1104627534" style="-webkit-tap-highlight-color: transparent; -webkit-user-drag: none; background-color: transparent; color: windowtext; font-kerning: none; margin: 0px; overflow-wrap: break-word; padding: 0px; text-align: justify; user-select: text; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;" xml:lang="ES-ES"><span class="TextRun SCXW123277701 BCX8" data-contrast="auto" face="Calibri, Calibri_EmbeddedFont, Calibri_MSFontService, sans-serif" lang="ES-ES" style="-webkit-tap-highlight-color: transparent; -webkit-user-drag: none; font-size: 18pt; font-style: italic; font-variant-ligatures: none; line-height: 31.2958px; margin: 0px; padding: 0px; user-select: text;" xml:lang="ES-ES"><span class="NormalTextRun SCXW123277701 BCX8" style="-webkit-tap-highlight-color: transparent; -webkit-user-drag: none; margin: 0px; padding: 0px; user-select: text;"></span></span><span class="EOP SCXW123277701 BCX8" data-ccp-props="{"201341983":0,"335551550":6,"335551620":6,"335559739":160,"335559740":259}" face="Calibri, Calibri_EmbeddedFont, Calibri_MSFontService, sans-serif" style="-webkit-tap-highlight-color: transparent; -webkit-user-drag: none; font-size: 18pt; line-height: 31.2958px; margin: 0px; padding: 0px; user-select: text;"> </span></p></div><div class="OutlineElement Ltr SCXW123277701 BCX8" style="-webkit-tap-highlight-color: transparent; -webkit-user-drag: none; background-color: white; clear: both; cursor: text; direction: ltr; font-family: "Segoe UI", "Segoe UI Web", Arial, Verdana, sans-serif; font-size: 12px; margin: 0px; overflow: visible; padding: 0px; position: relative; user-select: text;"><p class="Paragraph SCXW123277701 BCX8" lang="ES-ES" paraeid="{52d32094-8f4a-402e-8763-7905d2c7da83}{84}" paraid="1408159944" style="-webkit-tap-highlight-color: transparent; -webkit-user-drag: none; background-color: transparent; color: windowtext; font-kerning: none; margin: 0px; overflow-wrap: break-word; padding: 0px; text-align: justify; user-select: text; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;" xml:lang="ES-ES"><span class="TextRun SCXW123277701 BCX8" data-contrast="auto" face="Calibri, Calibri_EmbeddedFont, Calibri_MSFontService, sans-serif" lang="ES-ES" style="-webkit-tap-highlight-color: transparent; -webkit-user-drag: none; font-size: 16.5pt; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: 31px; margin: 0px; padding: 0px; user-select: text;" xml:lang="ES-ES">Si uno quisiera trazar una suerte de mapa de la literatura argentina contemporánea, el nombre de </span><span class="TextRun SCXW123277701 BCX8" data-contrast="auto" face="Calibri, Calibri_EmbeddedFont, Calibri_MSFontService, sans-serif" lang="ES-ES" style="-webkit-tap-highlight-color: transparent; -webkit-user-drag: none; font-size: 16.5pt; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-weight: bold; line-height: 31px; margin: 0px; padding: 0px; user-select: text;" xml:lang="ES-ES"><span class="NormalTextRun SCXW123277701 BCX8" style="-webkit-tap-highlight-color: transparent; -webkit-user-drag: none; margin: 0px; padding: 0px; user-select: text;">Ariana </span><span class="NormalTextRun SpellingErrorV2Themed SCXW123277701 BCX8" style="-webkit-tap-highlight-color: transparent; -webkit-user-drag: none; background-image: var(--urlSpellingErrorV2, url('data:image/svg+xml;base64,PD94bWwgdmVyc2lvbj0iMS4wIiBlbmNvZGluZz0iVVRGLTgiPz4KPHN2ZyB3aWR0aD0iNXB4IiBoZWlnaHQ9IjRweCIgdmlld0JveD0iMCAwIDUgNCIgdmVyc2lvbj0iMS4xIiB4bWxucz0iaHR0cDovL3d3dy53My5vcmcvMjAwMC9zdmciIHhtbG5zOnhsaW5rPSJodHRwOi8vd3d3LnczLm9yZy8xOTk5L3hsaW5rIj4KICAgIDwhLS0gR2VuZXJhdG9yOiBTa2V0Y2ggNTYuMiAoODE2NzIpIC0gaHR0cHM6Ly9za2V0Y2guY29tIC0tPgogICAgPHRpdGxlPnNwZWxsaW5nX3NxdWlnZ2xlPC90aXRsZT4KICAgIDxkZXNjPkNyZWF0ZWQgd2l0aCBTa2V0Y2guPC9kZXNjPgogICAgPGcgaWQ9IkZsYWdzIiBzdHJva2U9Im5vbmUiIHN0cm9rZS13aWR0aD0iMSIgZmlsbD0ibm9uZSIgZmlsbC1ydWxlPSJldmVub2RkIj4KICAgICAgICA8ZyB0cmFuc2Zvcm09InRyYW5zbGF0ZSgtMTAxMC4wMDAwMDAsIC0yOTYuMDAwMDAwKSIgaWQ9InNwZWxsaW5nX3NxdWlnZ2xlIj4KICAgICAgICAgICAgPGcgdHJhbnNmb3JtPSJ0cmFuc2xhdGUoMTAxMC4wMDAwMDAsIDI5Ni4wMDAwMDApIj4KICAgICAgICAgICAgICAgIDxwYXRoIGQ9Ik0wLDMgQzEuMjUsMyAxLjI1LDEgMi41LDEgQzMuNzUsMSAzLjc1LDMgNSwzIiBpZD0iUGF0aCIgc3Ryb2tlPSIjRUIwMDAwIiBzdHJva2Utd2lkdGg9IjEiPjwvcGF0aD4KICAgICAgICAgICAgICAgIDxyZWN0IGlkPSJSZWN0YW5nbGUiIHg9IjAiIHk9IjAiIHdpZHRoPSI1IiBoZWlnaHQ9IjQiPjwvcmVjdD4KICAgICAgICAgICAgPC9nPgogICAgICAgIDwvZz4KICAgIDwvZz4KPC9zdmc+')); background-position: 0% 100%; background-repeat: repeat-x; border-bottom: 1px solid transparent; margin: 0px; padding: 0px; user-select: text;">Harwicz</span></span><span class="TextRun SCXW123277701 BCX8" data-contrast="auto" face="Calibri, Calibri_EmbeddedFont, Calibri_MSFontService, sans-serif" lang="ES-ES" style="-webkit-tap-highlight-color: transparent; -webkit-user-drag: none; font-size: 16.5pt; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: 31px; margin: 0px; padding: 0px; user-select: text;" xml:lang="ES-ES"><span class="NormalTextRun SCXW123277701 BCX8" style="-webkit-tap-highlight-color: transparent; -webkit-user-drag: none; margin: 0px; padding: 0px; user-select: text;"> </span><span class="NormalTextRun SCXW123277701 BCX8" style="-webkit-tap-highlight-color: transparent; -webkit-user-drag: none; margin: 0px; padding: 0px; user-select: text;">no podría faltar. Más allá de los premios y del reconocimiento de la crítica, la obra de esta autora que vive en Francia hace más de quince años y formó parte de la </span><span class="NormalTextRun SpellingErrorV2Themed SCXW123277701 BCX8" style="-webkit-tap-highlight-color: transparent; -webkit-user-drag: none; background-image: var(--urlSpellingErrorV2, url('data:image/svg+xml;base64,PD94bWwgdmVyc2lvbj0iMS4wIiBlbmNvZGluZz0iVVRGLTgiPz4KPHN2ZyB3aWR0aD0iNXB4IiBoZWlnaHQ9IjRweCIgdmlld0JveD0iMCAwIDUgNCIgdmVyc2lvbj0iMS4xIiB4bWxucz0iaHR0cDovL3d3dy53My5vcmcvMjAwMC9zdmciIHhtbG5zOnhsaW5rPSJodHRwOi8vd3d3LnczLm9yZy8xOTk5L3hsaW5rIj4KICAgIDwhLS0gR2VuZXJhdG9yOiBTa2V0Y2ggNTYuMiAoODE2NzIpIC0gaHR0cHM6Ly9za2V0Y2guY29tIC0tPgogICAgPHRpdGxlPnNwZWxsaW5nX3NxdWlnZ2xlPC90aXRsZT4KICAgIDxkZXNjPkNyZWF0ZWQgd2l0aCBTa2V0Y2guPC9kZXNjPgogICAgPGcgaWQ9IkZsYWdzIiBzdHJva2U9Im5vbmUiIHN0cm9rZS13aWR0aD0iMSIgZmlsbD0ibm9uZSIgZmlsbC1ydWxlPSJldmVub2RkIj4KICAgICAgICA8ZyB0cmFuc2Zvcm09InRyYW5zbGF0ZSgtMTAxMC4wMDAwMDAsIC0yOTYuMDAwMDAwKSIgaWQ9InNwZWxsaW5nX3NxdWlnZ2xlIj4KICAgICAgICAgICAgPGcgdHJhbnNmb3JtPSJ0cmFuc2xhdGUoMTAxMC4wMDAwMDAsIDI5Ni4wMDAwMDApIj4KICAgICAgICAgICAgICAgIDxwYXRoIGQ9Ik0wLDMgQzEuMjUsMyAxLjI1LDEgMi41LDEgQzMuNzUsMSAzLjc1LDMgNSwzIiBpZD0iUGF0aCIgc3Ryb2tlPSIjRUIwMDAwIiBzdHJva2Utd2lkdGg9IjEiPjwvcGF0aD4KICAgICAgICAgICAgICAgIDxyZWN0IGlkPSJSZWN0YW5nbGUiIHg9IjAiIHk9IjAiIHdpZHRoPSI1IiBoZWlnaHQ9IjQiPjwvcmVjdD4KICAgICAgICAgICAgPC9nPgogICAgICAgIDwvZz4KICAgIDwvZz4KPC9zdmc+')); background-position: 0% 100%; background-repeat: repeat-x; border-bottom: 1px solid transparent; margin: 0px; padding: 0px; user-select: text;">long</span><span class="NormalTextRun SCXW123277701 BCX8" style="-webkit-tap-highlight-color: transparent; -webkit-user-drag: none; margin: 0px; padding: 0px; user-select: text;"> </span><span class="NormalTextRun SpellingErrorV2Themed SCXW123277701 BCX8" style="-webkit-tap-highlight-color: transparent; -webkit-user-drag: none; background-image: var(--urlSpellingErrorV2, url('data:image/svg+xml;base64,PD94bWwgdmVyc2lvbj0iMS4wIiBlbmNvZGluZz0iVVRGLTgiPz4KPHN2ZyB3aWR0aD0iNXB4IiBoZWlnaHQ9IjRweCIgdmlld0JveD0iMCAwIDUgNCIgdmVyc2lvbj0iMS4xIiB4bWxucz0iaHR0cDovL3d3dy53My5vcmcvMjAwMC9zdmciIHhtbG5zOnhsaW5rPSJodHRwOi8vd3d3LnczLm9yZy8xOTk5L3hsaW5rIj4KICAgIDwhLS0gR2VuZXJhdG9yOiBTa2V0Y2ggNTYuMiAoODE2NzIpIC0gaHR0cHM6Ly9za2V0Y2guY29tIC0tPgogICAgPHRpdGxlPnNwZWxsaW5nX3NxdWlnZ2xlPC90aXRsZT4KICAgIDxkZXNjPkNyZWF0ZWQgd2l0aCBTa2V0Y2guPC9kZXNjPgogICAgPGcgaWQ9IkZsYWdzIiBzdHJva2U9Im5vbmUiIHN0cm9rZS13aWR0aD0iMSIgZmlsbD0ibm9uZSIgZmlsbC1ydWxlPSJldmVub2RkIj4KICAgICAgICA8ZyB0cmFuc2Zvcm09InRyYW5zbGF0ZSgtMTAxMC4wMDAwMDAsIC0yOTYuMDAwMDAwKSIgaWQ9InNwZWxsaW5nX3NxdWlnZ2xlIj4KICAgICAgICAgICAgPGcgdHJhbnNmb3JtPSJ0cmFuc2xhdGUoMTAxMC4wMDAwMDAsIDI5Ni4wMDAwMDApIj4KICAgICAgICAgICAgICAgIDxwYXRoIGQ9Ik0wLDMgQzEuMjUsMyAxLjI1LDEgMi41LDEgQzMuNzUsMSAzLjc1LDMgNSwzIiBpZD0iUGF0aCIgc3Ryb2tlPSIjRUIwMDAwIiBzdHJva2Utd2lkdGg9IjEiPjwvcGF0aD4KICAgICAgICAgICAgICAgIDxyZWN0IGlkPSJSZWN0YW5nbGUiIHg9IjAiIHk9IjAiIHdpZHRoPSI1IiBoZWlnaHQ9IjQiPjwvcmVjdD4KICAgICAgICAgICAgPC9nPgogICAgICAgIDwvZz4KICAgIDwvZz4KPC9zdmc+')); background-position: 0% 100%; background-repeat: repeat-x; border-bottom: 1px solid transparent; margin: 0px; padding: 0px; user-select: text;">list</span><span class="NormalTextRun SCXW123277701 BCX8" style="-webkit-tap-highlight-color: transparent; -webkit-user-drag: none; margin: 0px; padding: 0px; user-select: text;"> del Man </span><span class="NormalTextRun SpellingErrorV2Themed SCXW123277701 BCX8" style="-webkit-tap-highlight-color: transparent; -webkit-user-drag: none; background-image: var(--urlSpellingErrorV2, url('data:image/svg+xml;base64,PD94bWwgdmVyc2lvbj0iMS4wIiBlbmNvZGluZz0iVVRGLTgiPz4KPHN2ZyB3aWR0aD0iNXB4IiBoZWlnaHQ9IjRweCIgdmlld0JveD0iMCAwIDUgNCIgdmVyc2lvbj0iMS4xIiB4bWxucz0iaHR0cDovL3d3dy53My5vcmcvMjAwMC9zdmciIHhtbG5zOnhsaW5rPSJodHRwOi8vd3d3LnczLm9yZy8xOTk5L3hsaW5rIj4KICAgIDwhLS0gR2VuZXJhdG9yOiBTa2V0Y2ggNTYuMiAoODE2NzIpIC0gaHR0cHM6Ly9za2V0Y2guY29tIC0tPgogICAgPHRpdGxlPnNwZWxsaW5nX3NxdWlnZ2xlPC90aXRsZT4KICAgIDxkZXNjPkNyZWF0ZWQgd2l0aCBTa2V0Y2guPC9kZXNjPgogICAgPGcgaWQ9IkZsYWdzIiBzdHJva2U9Im5vbmUiIHN0cm9rZS13aWR0aD0iMSIgZmlsbD0ibm9uZSIgZmlsbC1ydWxlPSJldmVub2RkIj4KICAgICAgICA8ZyB0cmFuc2Zvcm09InRyYW5zbGF0ZSgtMTAxMC4wMDAwMDAsIC0yOTYuMDAwMDAwKSIgaWQ9InNwZWxsaW5nX3NxdWlnZ2xlIj4KICAgICAgICAgICAgPGcgdHJhbnNmb3JtPSJ0cmFuc2xhdGUoMTAxMC4wMDAwMDAsIDI5Ni4wMDAwMDApIj4KICAgICAgICAgICAgICAgIDxwYXRoIGQ9Ik0wLDMgQzEuMjUsMyAxLjI1LDEgMi41LDEgQzMuNzUsMSAzLjc1LDMgNSwzIiBpZD0iUGF0aCIgc3Ryb2tlPSIjRUIwMDAwIiBzdHJva2Utd2lkdGg9IjEiPjwvcGF0aD4KICAgICAgICAgICAgICAgIDxyZWN0IGlkPSJSZWN0YW5nbGUiIHg9IjAiIHk9IjAiIHdpZHRoPSI1IiBoZWlnaHQ9IjQiPjwvcmVjdD4KICAgICAgICAgICAgPC9nPgogICAgICAgIDwvZz4KICAgIDwvZz4KPC9zdmc+')); background-position: 0% 100%; background-repeat: repeat-x; border-bottom: 1px solid transparent; margin: 0px; padding: 0px; user-select: text;">Booker</span><span class="NormalTextRun SCXW123277701 BCX8" style="-webkit-tap-highlight-color: transparent; -webkit-user-drag: none; margin: 0px; padding: 0px; user-select: text;"> International en 2018 se abre camino por peso propio. En 2024 estrenará una ópera de su autoría en el Teatro Colón, en la que trabaja junto al compositor Óscar </span><span class="NormalTextRun SpellingErrorV2Themed SCXW123277701 BCX8" style="-webkit-tap-highlight-color: transparent; -webkit-user-drag: none; background-image: var(--urlSpellingErrorV2, url('data:image/svg+xml;base64,PD94bWwgdmVyc2lvbj0iMS4wIiBlbmNvZGluZz0iVVRGLTgiPz4KPHN2ZyB3aWR0aD0iNXB4IiBoZWlnaHQ9IjRweCIgdmlld0JveD0iMCAwIDUgNCIgdmVyc2lvbj0iMS4xIiB4bWxucz0iaHR0cDovL3d3dy53My5vcmcvMjAwMC9zdmciIHhtbG5zOnhsaW5rPSJodHRwOi8vd3d3LnczLm9yZy8xOTk5L3hsaW5rIj4KICAgIDwhLS0gR2VuZXJhdG9yOiBTa2V0Y2ggNTYuMiAoODE2NzIpIC0gaHR0cHM6Ly9za2V0Y2guY29tIC0tPgogICAgPHRpdGxlPnNwZWxsaW5nX3NxdWlnZ2xlPC90aXRsZT4KICAgIDxkZXNjPkNyZWF0ZWQgd2l0aCBTa2V0Y2guPC9kZXNjPgogICAgPGcgaWQ9IkZsYWdzIiBzdHJva2U9Im5vbmUiIHN0cm9rZS13aWR0aD0iMSIgZmlsbD0ibm9uZSIgZmlsbC1ydWxlPSJldmVub2RkIj4KICAgICAgICA8ZyB0cmFuc2Zvcm09InRyYW5zbGF0ZSgtMTAxMC4wMDAwMDAsIC0yOTYuMDAwMDAwKSIgaWQ9InNwZWxsaW5nX3NxdWlnZ2xlIj4KICAgICAgICAgICAgPGcgdHJhbnNmb3JtPSJ0cmFuc2xhdGUoMTAxMC4wMDAwMDAsIDI5Ni4wMDAwMDApIj4KICAgICAgICAgICAgICAgIDxwYXRoIGQ9Ik0wLDMgQzEuMjUsMyAxLjI1LDEgMi41LDEgQzMuNzUsMSAzLjc1LDMgNSwzIiBpZD0iUGF0aCIgc3Ryb2tlPSIjRUIwMDAwIiBzdHJva2Utd2lkdGg9IjEiPjwvcGF0aD4KICAgICAgICAgICAgICAgIDxyZWN0IGlkPSJSZWN0YW5nbGUiIHg9IjAiIHk9IjAiIHdpZHRoPSI1IiBoZWlnaHQ9IjQiPjwvcmVjdD4KICAgICAgICAgICAgPC9nPgogICAgICAgIDwvZz4KICAgIDwvZz4KPC9zdmc+')); background-position: 0% 100%; background-repeat: repeat-x; border-bottom: 1px solid transparent; margin: 0px; padding: 0px; user-select: text;">Strasnoy</span><span class="NormalTextRun SCXW123277701 BCX8" style="-webkit-tap-highlight-color: transparent; -webkit-user-drag: none; margin: 0px; padding: 0px; user-select: text;"> y el director Mariano </span><span class="NormalTextRun SpellingErrorV2Themed SCXW123277701 BCX8" style="-webkit-tap-highlight-color: transparent; -webkit-user-drag: none; background-image: var(--urlSpellingErrorV2, url('data:image/svg+xml;base64,PD94bWwgdmVyc2lvbj0iMS4wIiBlbmNvZGluZz0iVVRGLTgiPz4KPHN2ZyB3aWR0aD0iNXB4IiBoZWlnaHQ9IjRweCIgdmlld0JveD0iMCAwIDUgNCIgdmVyc2lvbj0iMS4xIiB4bWxucz0iaHR0cDovL3d3dy53My5vcmcvMjAwMC9zdmciIHhtbG5zOnhsaW5rPSJodHRwOi8vd3d3LnczLm9yZy8xOTk5L3hsaW5rIj4KICAgIDwhLS0gR2VuZXJhdG9yOiBTa2V0Y2ggNTYuMiAoODE2NzIpIC0gaHR0cHM6Ly9za2V0Y2guY29tIC0tPgogICAgPHRpdGxlPnNwZWxsaW5nX3NxdWlnZ2xlPC90aXRsZT4KICAgIDxkZXNjPkNyZWF0ZWQgd2l0aCBTa2V0Y2guPC9kZXNjPgogICAgPGcgaWQ9IkZsYWdzIiBzdHJva2U9Im5vbmUiIHN0cm9rZS13aWR0aD0iMSIgZmlsbD0ibm9uZSIgZmlsbC1ydWxlPSJldmVub2RkIj4KICAgICAgICA8ZyB0cmFuc2Zvcm09InRyYW5zbGF0ZSgtMTAxMC4wMDAwMDAsIC0yOTYuMDAwMDAwKSIgaWQ9InNwZWxsaW5nX3NxdWlnZ2xlIj4KICAgICAgICAgICAgPGcgdHJhbnNmb3JtPSJ0cmFuc2xhdGUoMTAxMC4wMDAwMDAsIDI5Ni4wMDAwMDApIj4KICAgICAgICAgICAgICAgIDxwYXRoIGQ9Ik0wLDMgQzEuMjUsMyAxLjI1LDEgMi41LDEgQzMuNzUsMSAzLjc1LDMgNSwzIiBpZD0iUGF0aCIgc3Ryb2tlPSIjRUIwMDAwIiBzdHJva2Utd2lkdGg9IjEiPjwvcGF0aD4KICAgICAgICAgICAgICAgIDxyZWN0IGlkPSJSZWN0YW5nbGUiIHg9IjAiIHk9IjAiIHdpZHRoPSI1IiBoZWlnaHQ9IjQiPjwvcmVjdD4KICAgICAgICAgICAgPC9nPgogICAgICAgIDwvZz4KICAgIDwvZz4KPC9zdmc+')); background-position: 0% 100%; background-repeat: repeat-x; border-bottom: 1px solid transparent; margin: 0px; padding: 0px; user-select: text;">Pensotti</span><span class="NormalTextRun SCXW123277701 BCX8" style="-webkit-tap-highlight-color: transparent; -webkit-user-drag: none; margin: 0px; padding: 0px; user-select: text;">.</span></span><span class="EOP SCXW123277701 BCX8" data-ccp-props="{"201341983":1,"335551550":6,"335551620":6,"335559739":160,"335559740":465}" face="Calibri, Calibri_EmbeddedFont, Calibri_MSFontService, sans-serif" style="-webkit-tap-highlight-color: transparent; -webkit-user-drag: none; font-size: 16.5pt; line-height: 31px; margin: 0px; padding: 0px; user-select: text;"> </span></p></div><div class="OutlineElement Ltr SCXW123277701 BCX8" style="-webkit-tap-highlight-color: transparent; -webkit-user-drag: none; background-color: white; clear: both; cursor: text; direction: ltr; font-family: "Segoe UI", "Segoe UI Web", Arial, Verdana, sans-serif; font-size: 12px; margin: 0px; overflow: visible; padding: 0px; position: relative; user-select: text;"><p class="Paragraph SCXW123277701 BCX8" lang="ES-ES" paraeid="{52d32094-8f4a-402e-8763-7905d2c7da83}{91}" paraid="814841135" style="-webkit-tap-highlight-color: transparent; -webkit-user-drag: none; background-color: transparent; color: windowtext; font-kerning: none; margin: 0px; overflow-wrap: break-word; padding: 0px; text-align: justify; user-select: text; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;" xml:lang="ES-ES"><span class="TextRun SCXW123277701 BCX8" data-contrast="auto" face="Calibri, Calibri_EmbeddedFont, Calibri_MSFontService, sans-serif" lang="ES-ES" style="-webkit-tap-highlight-color: transparent; -webkit-user-drag: none; font-size: 16.5pt; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: 31px; margin: 0px; padding: 0px; user-select: text;" xml:lang="ES-ES"><span class="NormalTextRun SCXW123277701 BCX8" style="-webkit-tap-highlight-color: transparent; -webkit-user-drag: none; margin: 0px; padding: 0px; user-select: text;">En tiempos de solemnidades varias y un aparente sentido común </span><span class="NormalTextRun SpellingErrorV2Themed SCXW123277701 BCX8" style="-webkit-tap-highlight-color: transparent; -webkit-user-drag: none; background-image: var(--urlSpellingErrorV2, url('data:image/svg+xml;base64,PD94bWwgdmVyc2lvbj0iMS4wIiBlbmNvZGluZz0iVVRGLTgiPz4KPHN2ZyB3aWR0aD0iNXB4IiBoZWlnaHQ9IjRweCIgdmlld0JveD0iMCAwIDUgNCIgdmVyc2lvbj0iMS4xIiB4bWxucz0iaHR0cDovL3d3dy53My5vcmcvMjAwMC9zdmciIHhtbG5zOnhsaW5rPSJodHRwOi8vd3d3LnczLm9yZy8xOTk5L3hsaW5rIj4KICAgIDwhLS0gR2VuZXJhdG9yOiBTa2V0Y2ggNTYuMiAoODE2NzIpIC0gaHR0cHM6Ly9za2V0Y2guY29tIC0tPgogICAgPHRpdGxlPnNwZWxsaW5nX3NxdWlnZ2xlPC90aXRsZT4KICAgIDxkZXNjPkNyZWF0ZWQgd2l0aCBTa2V0Y2guPC9kZXNjPgogICAgPGcgaWQ9IkZsYWdzIiBzdHJva2U9Im5vbmUiIHN0cm9rZS13aWR0aD0iMSIgZmlsbD0ibm9uZSIgZmlsbC1ydWxlPSJldmVub2RkIj4KICAgICAgICA8ZyB0cmFuc2Zvcm09InRyYW5zbGF0ZSgtMTAxMC4wMDAwMDAsIC0yOTYuMDAwMDAwKSIgaWQ9InNwZWxsaW5nX3NxdWlnZ2xlIj4KICAgICAgICAgICAgPGcgdHJhbnNmb3JtPSJ0cmFuc2xhdGUoMTAxMC4wMDAwMDAsIDI5Ni4wMDAwMDApIj4KICAgICAgICAgICAgICAgIDxwYXRoIGQ9Ik0wLDMgQzEuMjUsMyAxLjI1LDEgMi41LDEgQzMuNzUsMSAzLjc1LDMgNSwzIiBpZD0iUGF0aCIgc3Ryb2tlPSIjRUIwMDAwIiBzdHJva2Utd2lkdGg9IjEiPjwvcGF0aD4KICAgICAgICAgICAgICAgIDxyZWN0IGlkPSJSZWN0YW5nbGUiIHg9IjAiIHk9IjAiIHdpZHRoPSI1IiBoZWlnaHQ9IjQiPjwvcmVjdD4KICAgICAgICAgICAgPC9nPgogICAgICAgIDwvZz4KICAgIDwvZz4KPC9zdmc+')); background-position: 0% 100%; background-repeat: repeat-x; border-bottom: 1px solid transparent; margin: 0px; padding: 0px; user-select: text;">epocal</span><span class="NormalTextRun SCXW123277701 BCX8" style="-webkit-tap-highlight-color: transparent; -webkit-user-drag: none; margin: 0px; padding: 0px; user-select: text;"> que le teme a la incorrección política, sus novelas –la </span></span><span class="TextRun SCXW123277701 BCX8" data-contrast="auto" face="Calibri, Calibri_EmbeddedFont, Calibri_MSFontService, sans-serif" lang="ES-ES" style="-webkit-tap-highlight-color: transparent; -webkit-user-drag: none; font-size: 16.5pt; font-style: italic; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-weight: bold; line-height: 31px; margin: 0px; padding: 0px; user-select: text;" xml:lang="ES-ES">Trilogía de la pasión</span><span class="TextRun SCXW123277701 BCX8" data-contrast="auto" face="Calibri, Calibri_EmbeddedFont, Calibri_MSFontService, sans-serif" lang="ES-ES" style="-webkit-tap-highlight-color: transparent; -webkit-user-drag: none; font-size: 16.5pt; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: 31px; margin: 0px; padding: 0px; user-select: text;" xml:lang="ES-ES"> conformada por </span><span class="TextRun SCXW123277701 BCX8" data-contrast="auto" face="Calibri, Calibri_EmbeddedFont, Calibri_MSFontService, sans-serif" lang="ES-ES" style="-webkit-tap-highlight-color: transparent; -webkit-user-drag: none; font-size: 16.5pt; font-style: italic; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: 31px; margin: 0px; padding: 0px; user-select: text;" xml:lang="ES-ES">Matate amor, La débil mental </span><span class="TextRun SCXW123277701 BCX8" data-contrast="auto" face="Calibri, Calibri_EmbeddedFont, Calibri_MSFontService, sans-serif" lang="ES-ES" style="-webkit-tap-highlight-color: transparent; -webkit-user-drag: none; font-size: 16.5pt; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: 31px; margin: 0px; padding: 0px; user-select: text;" xml:lang="ES-ES">y </span><span class="TextRun SCXW123277701 BCX8" data-contrast="auto" face="Calibri, Calibri_EmbeddedFont, Calibri_MSFontService, sans-serif" lang="ES-ES" style="-webkit-tap-highlight-color: transparent; -webkit-user-drag: none; font-size: 16.5pt; font-style: italic; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: 31px; margin: 0px; padding: 0px; user-select: text;" xml:lang="ES-ES">Precoz</span><span class="TextRun SCXW123277701 BCX8" data-contrast="auto" face="Calibri, Calibri_EmbeddedFont, Calibri_MSFontService, sans-serif" lang="ES-ES" style="-webkit-tap-highlight-color: transparent; -webkit-user-drag: none; font-size: 16.5pt; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: 31px; margin: 0px; padding: 0px; user-select: text;" xml:lang="ES-ES">, y </span><span class="TextRun SCXW123277701 BCX8" data-contrast="auto" face="Calibri, Calibri_EmbeddedFont, Calibri_MSFontService, sans-serif" lang="ES-ES" style="-webkit-tap-highlight-color: transparent; -webkit-user-drag: none; font-size: 16.5pt; font-style: italic; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: 31px; margin: 0px; padding: 0px; user-select: text;" xml:lang="ES-ES">Degenerado</span><span class="TextRun SCXW123277701 BCX8" data-contrast="auto" face="Calibri, Calibri_EmbeddedFont, Calibri_MSFontService, sans-serif" lang="ES-ES" style="-webkit-tap-highlight-color: transparent; -webkit-user-drag: none; font-size: 16.5pt; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: 31px; margin: 0px; padding: 0px; user-select: text;" xml:lang="ES-ES">–, su no ficción –</span><span class="TextRun SCXW123277701 BCX8" data-contrast="auto" face="Calibri, Calibri_EmbeddedFont, Calibri_MSFontService, sans-serif" lang="ES-ES" style="-webkit-tap-highlight-color: transparent; -webkit-user-drag: none; font-size: 16.5pt; font-style: italic; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: 31px; margin: 0px; padding: 0px; user-select: text;" xml:lang="ES-ES">Desertar</span><span class="TextRun SCXW123277701 BCX8" data-contrast="auto" face="Calibri, Calibri_EmbeddedFont, Calibri_MSFontService, sans-serif" lang="ES-ES" style="-webkit-tap-highlight-color: transparent; -webkit-user-drag: none; font-size: 16.5pt; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: 31px; margin: 0px; padding: 0px; user-select: text;" xml:lang="ES-ES"><span class="NormalTextRun SCXW123277701 BCX8" style="-webkit-tap-highlight-color: transparent; -webkit-user-drag: none; margin: 0px; padding: 0px; user-select: text;">, coescrito con </span><span class="NormalTextRun SpellingErrorV2Themed SCXW123277701 BCX8" style="-webkit-tap-highlight-color: transparent; -webkit-user-drag: none; background-image: var(--urlSpellingErrorV2, url('data:image/svg+xml;base64,PD94bWwgdmVyc2lvbj0iMS4wIiBlbmNvZGluZz0iVVRGLTgiPz4KPHN2ZyB3aWR0aD0iNXB4IiBoZWlnaHQ9IjRweCIgdmlld0JveD0iMCAwIDUgNCIgdmVyc2lvbj0iMS4xIiB4bWxucz0iaHR0cDovL3d3dy53My5vcmcvMjAwMC9zdmciIHhtbG5zOnhsaW5rPSJodHRwOi8vd3d3LnczLm9yZy8xOTk5L3hsaW5rIj4KICAgIDwhLS0gR2VuZXJhdG9yOiBTa2V0Y2ggNTYuMiAoODE2NzIpIC0gaHR0cHM6Ly9za2V0Y2guY29tIC0tPgogICAgPHRpdGxlPnNwZWxsaW5nX3NxdWlnZ2xlPC90aXRsZT4KICAgIDxkZXNjPkNyZWF0ZWQgd2l0aCBTa2V0Y2guPC9kZXNjPgogICAgPGcgaWQ9IkZsYWdzIiBzdHJva2U9Im5vbmUiIHN0cm9rZS13aWR0aD0iMSIgZmlsbD0ibm9uZSIgZmlsbC1ydWxlPSJldmVub2RkIj4KICAgICAgICA8ZyB0cmFuc2Zvcm09InRyYW5zbGF0ZSgtMTAxMC4wMDAwMDAsIC0yOTYuMDAwMDAwKSIgaWQ9InNwZWxsaW5nX3NxdWlnZ2xlIj4KICAgICAgICAgICAgPGcgdHJhbnNmb3JtPSJ0cmFuc2xhdGUoMTAxMC4wMDAwMDAsIDI5Ni4wMDAwMDApIj4KICAgICAgICAgICAgICAgIDxwYXRoIGQ9Ik0wLDMgQzEuMjUsMyAxLjI1LDEgMi41LDEgQzMuNzUsMSAzLjc1LDMgNSwzIiBpZD0iUGF0aCIgc3Ryb2tlPSIjRUIwMDAwIiBzdHJva2Utd2lkdGg9IjEiPjwvcGF0aD4KICAgICAgICAgICAgICAgIDxyZWN0IGlkPSJSZWN0YW5nbGUiIHg9IjAiIHk9IjAiIHdpZHRoPSI1IiBoZWlnaHQ9IjQiPjwvcmVjdD4KICAgICAgICAgICAgPC9nPgogICAgICAgIDwvZz4KICAgIDwvZz4KPC9zdmc+')); background-position: 0% 100%; background-repeat: repeat-x; border-bottom: 1px solid transparent; margin: 0px; padding: 0px; user-select: text;">Mikaël</span><span class="NormalTextRun SCXW123277701 BCX8" style="-webkit-tap-highlight-color: transparent; -webkit-user-drag: none; margin: 0px; padding: 0px; user-select: text;"> Gómez </span><span class="NormalTextRun SpellingErrorV2Themed SpellingErrorHighlight SCXW123277701 BCX8" color="var(--clrSquiggleHighlightTextColor, #000000)" style="-webkit-tap-highlight-color: transparent; -webkit-user-drag: none; background-color: var(--clrSpellingErrorHighlightBg, #ffe5e5); background-image: var(--urlSpellingErrorV2, url('data:image/svg+xml;base64,PD94bWwgdmVyc2lvbj0iMS4wIiBlbmNvZGluZz0iVVRGLTgiPz4KPHN2ZyB3aWR0aD0iNXB4IiBoZWlnaHQ9IjRweCIgdmlld0JveD0iMCAwIDUgNCIgdmVyc2lvbj0iMS4xIiB4bWxucz0iaHR0cDovL3d3dy53My5vcmcvMjAwMC9zdmciIHhtbG5zOnhsaW5rPSJodHRwOi8vd3d3LnczLm9yZy8xOTk5L3hsaW5rIj4KICAgIDwhLS0gR2VuZXJhdG9yOiBTa2V0Y2ggNTYuMiAoODE2NzIpIC0gaHR0cHM6Ly9za2V0Y2guY29tIC0tPgogICAgPHRpdGxlPnNwZWxsaW5nX3NxdWlnZ2xlPC90aXRsZT4KICAgIDxkZXNjPkNyZWF0ZWQgd2l0aCBTa2V0Y2guPC9kZXNjPgogICAgPGcgaWQ9IkZsYWdzIiBzdHJva2U9Im5vbmUiIHN0cm9rZS13aWR0aD0iMSIgZmlsbD0ibm9uZSIgZmlsbC1ydWxlPSJldmVub2RkIj4KICAgICAgICA8ZyB0cmFuc2Zvcm09InRyYW5zbGF0ZSgtMTAxMC4wMDAwMDAsIC0yOTYuMDAwMDAwKSIgaWQ9InNwZWxsaW5nX3NxdWlnZ2xlIj4KICAgICAgICAgICAgPGcgdHJhbnNmb3JtPSJ0cmFuc2xhdGUoMTAxMC4wMDAwMDAsIDI5Ni4wMDAwMDApIj4KICAgICAgICAgICAgICAgIDxwYXRoIGQ9Ik0wLDMgQzEuMjUsMyAxLjI1LDEgMi41LDEgQzMuNzUsMSAzLjc1LDMgNSwzIiBpZD0iUGF0aCIgc3Ryb2tlPSIjRUIwMDAwIiBzdHJva2Utd2lkdGg9IjEiPjwvcGF0aD4KICAgICAgICAgICAgICAgIDxyZWN0IGlkPSJSZWN0YW5nbGUiIHg9IjAiIHk9IjAiIHdpZHRoPSI1IiBoZWlnaHQ9IjQiPjwvcmVjdD4KICAgICAgICAgICAgPC9nPgogICAgICAgIDwvZz4KICAgIDwvZz4KPC9zdmc+')); background-position: 0% 100%; background-repeat: repeat-x; border-bottom: 1px solid transparent; margin: 0px; padding: 0px; user-select: text;">Guthart</span><span class="NormalTextRun SCXW123277701 BCX8" style="-webkit-tap-highlight-color: transparent; -webkit-user-drag: none; margin: 0px; padding: 0px; user-select: text;">– y hasta sus intervenciones en </span><span class="NormalTextRun SpellingErrorV2Themed SCXW123277701 BCX8" style="-webkit-tap-highlight-color: transparent; -webkit-user-drag: none; background-image: var(--urlSpellingErrorV2, url('data:image/svg+xml;base64,PD94bWwgdmVyc2lvbj0iMS4wIiBlbmNvZGluZz0iVVRGLTgiPz4KPHN2ZyB3aWR0aD0iNXB4IiBoZWlnaHQ9IjRweCIgdmlld0JveD0iMCAwIDUgNCIgdmVyc2lvbj0iMS4xIiB4bWxucz0iaHR0cDovL3d3dy53My5vcmcvMjAwMC9zdmciIHhtbG5zOnhsaW5rPSJodHRwOi8vd3d3LnczLm9yZy8xOTk5L3hsaW5rIj4KICAgIDwhLS0gR2VuZXJhdG9yOiBTa2V0Y2ggNTYuMiAoODE2NzIpIC0gaHR0cHM6Ly9za2V0Y2guY29tIC0tPgogICAgPHRpdGxlPnNwZWxsaW5nX3NxdWlnZ2xlPC90aXRsZT4KICAgIDxkZXNjPkNyZWF0ZWQgd2l0aCBTa2V0Y2guPC9kZXNjPgogICAgPGcgaWQ9IkZsYWdzIiBzdHJva2U9Im5vbmUiIHN0cm9rZS13aWR0aD0iMSIgZmlsbD0ibm9uZSIgZmlsbC1ydWxlPSJldmVub2RkIj4KICAgICAgICA8ZyB0cmFuc2Zvcm09InRyYW5zbGF0ZSgtMTAxMC4wMDAwMDAsIC0yOTYuMDAwMDAwKSIgaWQ9InNwZWxsaW5nX3NxdWlnZ2xlIj4KICAgICAgICAgICAgPGcgdHJhbnNmb3JtPSJ0cmFuc2xhdGUoMTAxMC4wMDAwMDAsIDI5Ni4wMDAwMDApIj4KICAgICAgICAgICAgICAgIDxwYXRoIGQ9Ik0wLDMgQzEuMjUsMyAxLjI1LDEgMi41LDEgQzMuNzUsMSAzLjc1LDMgNSwzIiBpZD0iUGF0aCIgc3Ryb2tlPSIjRUIwMDAwIiBzdHJva2Utd2lkdGg9IjEiPjwvcGF0aD4KICAgICAgICAgICAgICAgIDxyZWN0IGlkPSJSZWN0YW5nbGUiIHg9IjAiIHk9IjAiIHdpZHRoPSI1IiBoZWlnaHQ9IjQiPjwvcmVjdD4KICAgICAgICAgICAgPC9nPgogICAgICAgIDwvZz4KICAgIDwvZz4KPC9zdmc+')); background-position: 0% 100%; background-repeat: repeat-x; border-bottom: 1px solid transparent; margin: 0px; padding: 0px; user-select: text;">tuíter</span><span class="NormalTextRun SCXW123277701 BCX8" style="-webkit-tap-highlight-color: transparent; -webkit-user-drag: none; margin: 0px; padding: 0px; user-select: text;"> parecerían plantear más bien lo contrario: su prosa ubica al lector con los dientes contra el pavimento y le da un mazazo que lo deja tecleando sin importar el qué dirán. Pero cuidado: en </span><span class="NormalTextRun SpellingErrorV2Themed SCXW123277701 BCX8" style="-webkit-tap-highlight-color: transparent; -webkit-user-drag: none; background-image: var(--urlSpellingErrorV2, url('data:image/svg+xml;base64,PD94bWwgdmVyc2lvbj0iMS4wIiBlbmNvZGluZz0iVVRGLTgiPz4KPHN2ZyB3aWR0aD0iNXB4IiBoZWlnaHQ9IjRweCIgdmlld0JveD0iMCAwIDUgNCIgdmVyc2lvbj0iMS4xIiB4bWxucz0iaHR0cDovL3d3dy53My5vcmcvMjAwMC9zdmciIHhtbG5zOnhsaW5rPSJodHRwOi8vd3d3LnczLm9yZy8xOTk5L3hsaW5rIj4KICAgIDwhLS0gR2VuZXJhdG9yOiBTa2V0Y2ggNTYuMiAoODE2NzIpIC0gaHR0cHM6Ly9za2V0Y2guY29tIC0tPgogICAgPHRpdGxlPnNwZWxsaW5nX3NxdWlnZ2xlPC90aXRsZT4KICAgIDxkZXNjPkNyZWF0ZWQgd2l0aCBTa2V0Y2guPC9kZXNjPgogICAgPGcgaWQ9IkZsYWdzIiBzdHJva2U9Im5vbmUiIHN0cm9rZS13aWR0aD0iMSIgZmlsbD0ibm9uZSIgZmlsbC1ydWxlPSJldmVub2RkIj4KICAgICAgICA8ZyB0cmFuc2Zvcm09InRyYW5zbGF0ZSgtMTAxMC4wMDAwMDAsIC0yOTYuMDAwMDAwKSIgaWQ9InNwZWxsaW5nX3NxdWlnZ2xlIj4KICAgICAgICAgICAgPGcgdHJhbnNmb3JtPSJ0cmFuc2xhdGUoMTAxMC4wMDAwMDAsIDI5Ni4wMDAwMDApIj4KICAgICAgICAgICAgICAgIDxwYXRoIGQ9Ik0wLDMgQzEuMjUsMyAxLjI1LDEgMi41LDEgQzMuNzUsMSAzLjc1LDMgNSwzIiBpZD0iUGF0aCIgc3Ryb2tlPSIjRUIwMDAwIiBzdHJva2Utd2lkdGg9IjEiPjwvcGF0aD4KICAgICAgICAgICAgICAgIDxyZWN0IGlkPSJSZWN0YW5nbGUiIHg9IjAiIHk9IjAiIHdpZHRoPSI1IiBoZWlnaHQ9IjQiPjwvcmVjdD4KICAgICAgICAgICAgPC9nPgogICAgICAgIDwvZz4KICAgIDwvZz4KPC9zdmc+')); background-position: 0% 100%; background-repeat: repeat-x; border-bottom: 1px solid transparent; margin: 0px; padding: 0px; user-select: text;">Harwicz</span><span class="NormalTextRun SCXW123277701 BCX8" style="-webkit-tap-highlight-color: transparent; -webkit-user-drag: none; margin: 0px; padding: 0px; user-select: text;"> tampoco hay parafernalia innecesaria, pirotecnia malgastada o un artificio en búsqueda de la pose.</span></span><span class="EOP SCXW123277701 BCX8" data-ccp-props="{"201341983":1,"335551550":6,"335551620":6,"335559739":160,"335559740":465}" face="Calibri, Calibri_EmbeddedFont, Calibri_MSFontService, sans-serif" style="-webkit-tap-highlight-color: transparent; -webkit-user-drag: none; font-size: 16.5pt; line-height: 31px; margin: 0px; padding: 0px; user-select: text;"> </span></p></div><div class="OutlineElement Ltr SCXW123277701 BCX8" style="-webkit-tap-highlight-color: transparent; -webkit-user-drag: none; background-color: white; clear: both; cursor: text; direction: ltr; font-family: "Segoe UI", "Segoe UI Web", Arial, Verdana, sans-serif; font-size: 12px; margin: 0px; overflow: visible; padding: 0px; position: relative; user-select: text;"><p class="Paragraph SCXW123277701 BCX8" lang="ES-ES" paraeid="{52d32094-8f4a-402e-8763-7905d2c7da83}{98}" paraid="1328518032" style="-webkit-tap-highlight-color: transparent; -webkit-user-drag: none; background-color: transparent; color: windowtext; font-kerning: none; margin: 0px; overflow-wrap: break-word; padding: 0px; text-align: justify; user-select: text; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;" xml:lang="ES-ES"><span class="TextRun SCXW123277701 BCX8" data-contrast="auto" face="Calibri, Calibri_EmbeddedFont, Calibri_MSFontService, sans-serif" lang="ES-ES" style="-webkit-tap-highlight-color: transparent; -webkit-user-drag: none; font-size: 16.5pt; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: 31px; margin: 0px; padding: 0px; user-select: text;" xml:lang="ES-ES"><span class="NormalTextRun SCXW123277701 BCX8" style="-webkit-tap-highlight-color: transparent; -webkit-user-drag: none; margin: 0px; padding: 0px; user-select: text;">En </span><span class="NormalTextRun SpellingErrorV2Themed SCXW123277701 BCX8" style="-webkit-tap-highlight-color: transparent; -webkit-user-drag: none; background-image: var(--urlSpellingErrorV2, url('data:image/svg+xml;base64,PD94bWwgdmVyc2lvbj0iMS4wIiBlbmNvZGluZz0iVVRGLTgiPz4KPHN2ZyB3aWR0aD0iNXB4IiBoZWlnaHQ9IjRweCIgdmlld0JveD0iMCAwIDUgNCIgdmVyc2lvbj0iMS4xIiB4bWxucz0iaHR0cDovL3d3dy53My5vcmcvMjAwMC9zdmciIHhtbG5zOnhsaW5rPSJodHRwOi8vd3d3LnczLm9yZy8xOTk5L3hsaW5rIj4KICAgIDwhLS0gR2VuZXJhdG9yOiBTa2V0Y2ggNTYuMiAoODE2NzIpIC0gaHR0cHM6Ly9za2V0Y2guY29tIC0tPgogICAgPHRpdGxlPnNwZWxsaW5nX3NxdWlnZ2xlPC90aXRsZT4KICAgIDxkZXNjPkNyZWF0ZWQgd2l0aCBTa2V0Y2guPC9kZXNjPgogICAgPGcgaWQ9IkZsYWdzIiBzdHJva2U9Im5vbmUiIHN0cm9rZS13aWR0aD0iMSIgZmlsbD0ibm9uZSIgZmlsbC1ydWxlPSJldmVub2RkIj4KICAgICAgICA8ZyB0cmFuc2Zvcm09InRyYW5zbGF0ZSgtMTAxMC4wMDAwMDAsIC0yOTYuMDAwMDAwKSIgaWQ9InNwZWxsaW5nX3NxdWlnZ2xlIj4KICAgICAgICAgICAgPGcgdHJhbnNmb3JtPSJ0cmFuc2xhdGUoMTAxMC4wMDAwMDAsIDI5Ni4wMDAwMDApIj4KICAgICAgICAgICAgICAgIDxwYXRoIGQ9Ik0wLDMgQzEuMjUsMyAxLjI1LDEgMi41LDEgQzMuNzUsMSAzLjc1LDMgNSwzIiBpZD0iUGF0aCIgc3Ryb2tlPSIjRUIwMDAwIiBzdHJva2Utd2lkdGg9IjEiPjwvcGF0aD4KICAgICAgICAgICAgICAgIDxyZWN0IGlkPSJSZWN0YW5nbGUiIHg9IjAiIHk9IjAiIHdpZHRoPSI1IiBoZWlnaHQ9IjQiPjwvcmVjdD4KICAgICAgICAgICAgPC9nPgogICAgICAgIDwvZz4KICAgIDwvZz4KPC9zdmc+')); background-position: 0% 100%; background-repeat: repeat-x; border-bottom: 1px solid transparent; margin: 0px; padding: 0px; user-select: text;">Harwicz</span><span class="NormalTextRun SCXW123277701 BCX8" style="-webkit-tap-highlight-color: transparent; -webkit-user-drag: none; margin: 0px; padding: 0px; user-select: text;"> hay una amalgama entre ferocidad y lirismo en </span><span class="NormalTextRun SpellingErrorV2Themed SCXW123277701 BCX8" style="-webkit-tap-highlight-color: transparent; -webkit-user-drag: none; background-image: var(--urlSpellingErrorV2, url('data:image/svg+xml;base64,PD94bWwgdmVyc2lvbj0iMS4wIiBlbmNvZGluZz0iVVRGLTgiPz4KPHN2ZyB3aWR0aD0iNXB4IiBoZWlnaHQ9IjRweCIgdmlld0JveD0iMCAwIDUgNCIgdmVyc2lvbj0iMS4xIiB4bWxucz0iaHR0cDovL3d3dy53My5vcmcvMjAwMC9zdmciIHhtbG5zOnhsaW5rPSJodHRwOi8vd3d3LnczLm9yZy8xOTk5L3hsaW5rIj4KICAgIDwhLS0gR2VuZXJhdG9yOiBTa2V0Y2ggNTYuMiAoODE2NzIpIC0gaHR0cHM6Ly9za2V0Y2guY29tIC0tPgogICAgPHRpdGxlPnNwZWxsaW5nX3NxdWlnZ2xlPC90aXRsZT4KICAgIDxkZXNjPkNyZWF0ZWQgd2l0aCBTa2V0Y2guPC9kZXNjPgogICAgPGcgaWQ9IkZsYWdzIiBzdHJva2U9Im5vbmUiIHN0cm9rZS13aWR0aD0iMSIgZmlsbD0ibm9uZSIgZmlsbC1ydWxlPSJldmVub2RkIj4KICAgICAgICA8ZyB0cmFuc2Zvcm09InRyYW5zbGF0ZSgtMTAxMC4wMDAwMDAsIC0yOTYuMDAwMDAwKSIgaWQ9InNwZWxsaW5nX3NxdWlnZ2xlIj4KICAgICAgICAgICAgPGcgdHJhbnNmb3JtPSJ0cmFuc2xhdGUoMTAxMC4wMDAwMDAsIDI5Ni4wMDAwMDApIj4KICAgICAgICAgICAgICAgIDxwYXRoIGQ9Ik0wLDMgQzEuMjUsMyAxLjI1LDEgMi41LDEgQzMuNzUsMSAzLjc1LDMgNSwzIiBpZD0iUGF0aCIgc3Ryb2tlPSIjRUIwMDAwIiBzdHJva2Utd2lkdGg9IjEiPjwvcGF0aD4KICAgICAgICAgICAgICAgIDxyZWN0IGlkPSJSZWN0YW5nbGUiIHg9IjAiIHk9IjAiIHdpZHRoPSI1IiBoZWlnaHQ9IjQiPjwvcmVjdD4KICAgICAgICAgICAgPC9nPgogICAgICAgIDwvZz4KICAgIDwvZz4KPC9zdmc+')); background-position: 0% 100%; background-repeat: repeat-x; border-bottom: 1px solid transparent; margin: 0px; padding: 0px; user-select: text;">pos</span><span class="NormalTextRun SCXW123277701 BCX8" style="-webkit-tap-highlight-color: transparent; -webkit-user-drag: none; margin: 0px; padding: 0px; user-select: text;"> de la creación artística. Y lo mismo encontrará el lector que se atreva a abrir las páginas de </span></span><span class="TextRun SCXW123277701 BCX8" data-contrast="auto" face="Calibri, Calibri_EmbeddedFont, Calibri_MSFontService, sans-serif" lang="ES-ES" style="-webkit-tap-highlight-color: transparent; -webkit-user-drag: none; font-size: 16.5pt; font-style: italic; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-weight: bold; line-height: 31px; margin: 0px; padding: 0px; user-select: text;" xml:lang="ES-ES">El ruido de una época</span><span class="TextRun SCXW123277701 BCX8" data-contrast="auto" face="Calibri, Calibri_EmbeddedFont, Calibri_MSFontService, sans-serif" lang="ES-ES" style="-webkit-tap-highlight-color: transparent; -webkit-user-drag: none; font-size: 16.5pt; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: 31px; margin: 0px; padding: 0px; user-select: text;" xml:lang="ES-ES"><span class="NormalTextRun SCXW123277701 BCX8" style="-webkit-tap-highlight-color: transparent; -webkit-user-drag: none; margin: 0px; padding: 0px; user-select: text;"> </span><span class="NormalTextRun SCXW123277701 BCX8" style="-webkit-tap-highlight-color: transparent; -webkit-user-drag: none; margin: 0px; padding: 0px; user-select: text;">(Marciana), libro que inaugura la colección de no ficción de este sello independiente y que recopila ensayos, notas de opinión, frases y aforismos de la escritora en el cual despotrica contra lo establecido y define de qué maneras entiende la literatura.</span></span><span class="EOP SCXW123277701 BCX8" data-ccp-props="{"201341983":1,"335551550":6,"335551620":6,"335559739":160,"335559740":465}" face="Calibri, Calibri_EmbeddedFont, Calibri_MSFontService, sans-serif" style="-webkit-tap-highlight-color: transparent; -webkit-user-drag: none; font-size: 16.5pt; line-height: 31px; margin: 0px; padding: 0px; user-select: text;"> </span></p></div><div class="OutlineElement Ltr SCXW123277701 BCX8" style="-webkit-tap-highlight-color: transparent; -webkit-user-drag: none; background-color: white; clear: both; cursor: text; direction: ltr; font-family: "Segoe UI", "Segoe UI Web", Arial, Verdana, sans-serif; font-size: 12px; margin: 0px; overflow: visible; padding: 0px; position: relative; user-select: text;"><p class="Paragraph SCXW123277701 BCX8" lang="ES-ES" paraeid="{52d32094-8f4a-402e-8763-7905d2c7da83}{105}" paraid="919868776" style="-webkit-tap-highlight-color: transparent; -webkit-user-drag: none; background-color: transparent; color: windowtext; font-kerning: none; margin: 0px; overflow-wrap: break-word; padding: 0px; text-align: justify; user-select: text; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;" xml:lang="ES-ES"><span class="TextRun SCXW123277701 BCX8" data-contrast="auto" face="Calibri, Calibri_EmbeddedFont, Calibri_MSFontService, sans-serif" lang="ES-ES" style="-webkit-tap-highlight-color: transparent; -webkit-user-drag: none; font-size: 16.5pt; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: 31px; margin: 0px; padding: 0px; user-select: text;" xml:lang="ES-ES">“El camino de este libro fue diferente: nadie lo envió, lo fuimos a buscar”, explican los editores de Marciana (Denis Fernández y Manuel Álvarez) en una nota breve que abre el volumen. Los editores cuentan que vieron en diversos artículos, notas, entrevistas, conferencias e intervenciones en redes sociales de la escritora la posibilidad de entrecruzar todo ese material y ponerlo en diálogo como una unidad textual.</span><span class="EOP SCXW123277701 BCX8" data-ccp-props="{"201341983":1,"335551550":6,"335551620":6,"335559739":160,"335559740":465}" face="Calibri, Calibri_EmbeddedFont, Calibri_MSFontService, sans-serif" style="-webkit-tap-highlight-color: transparent; -webkit-user-drag: none; font-size: 16.5pt; line-height: 31px; margin: 0px; padding: 0px; user-select: text;"> </span></p></div><div class="OutlineElement Ltr SCXW123277701 BCX8" style="-webkit-tap-highlight-color: transparent; -webkit-user-drag: none; background-color: white; clear: both; cursor: text; direction: ltr; font-family: "Segoe UI", "Segoe UI Web", Arial, Verdana, sans-serif; font-size: 12px; margin: 0px; overflow: visible; padding: 0px; position: relative; user-select: text;"><p class="Paragraph SCXW123277701 BCX8" lang="ES-ES" paraeid="{52d32094-8f4a-402e-8763-7905d2c7da83}{112}" paraid="1183481730" style="-webkit-tap-highlight-color: transparent; -webkit-user-drag: none; background-color: transparent; color: windowtext; font-kerning: none; margin: 0px; overflow-wrap: break-word; padding: 0px; text-align: justify; user-select: text; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;" xml:lang="ES-ES"><span class="TextRun SCXW123277701 BCX8" data-contrast="auto" face="Calibri, Calibri_EmbeddedFont, Calibri_MSFontService, sans-serif" lang="ES-ES" style="-webkit-tap-highlight-color: transparent; -webkit-user-drag: none; font-size: 16.5pt; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: 31px; margin: 0px; padding: 0px; user-select: text;" xml:lang="ES-ES"><span class="NormalTextRun SCXW123277701 BCX8" style="-webkit-tap-highlight-color: transparent; -webkit-user-drag: none; margin: 0px; padding: 0px; user-select: text;">Así nació este libro de 129 páginas de estructura híbrida, sin índice, cuya lectura puede bifurcarse en diversos senderos: existe la posibilidad de ser leído de un tirón. Pero es más bien preferible optar por una lectura serena, para que cada reflexión decante con su respectiva densidad. </span><span class="NormalTextRun SpellingErrorV2Themed SCXW123277701 BCX8" style="-webkit-tap-highlight-color: transparent; -webkit-user-drag: none; background-image: var(--urlSpellingErrorV2, url('data:image/svg+xml;base64,PD94bWwgdmVyc2lvbj0iMS4wIiBlbmNvZGluZz0iVVRGLTgiPz4KPHN2ZyB3aWR0aD0iNXB4IiBoZWlnaHQ9IjRweCIgdmlld0JveD0iMCAwIDUgNCIgdmVyc2lvbj0iMS4xIiB4bWxucz0iaHR0cDovL3d3dy53My5vcmcvMjAwMC9zdmciIHhtbG5zOnhsaW5rPSJodHRwOi8vd3d3LnczLm9yZy8xOTk5L3hsaW5rIj4KICAgIDwhLS0gR2VuZXJhdG9yOiBTa2V0Y2ggNTYuMiAoODE2NzIpIC0gaHR0cHM6Ly9za2V0Y2guY29tIC0tPgogICAgPHRpdGxlPnNwZWxsaW5nX3NxdWlnZ2xlPC90aXRsZT4KICAgIDxkZXNjPkNyZWF0ZWQgd2l0aCBTa2V0Y2guPC9kZXNjPgogICAgPGcgaWQ9IkZsYWdzIiBzdHJva2U9Im5vbmUiIHN0cm9rZS13aWR0aD0iMSIgZmlsbD0ibm9uZSIgZmlsbC1ydWxlPSJldmVub2RkIj4KICAgICAgICA8ZyB0cmFuc2Zvcm09InRyYW5zbGF0ZSgtMTAxMC4wMDAwMDAsIC0yOTYuMDAwMDAwKSIgaWQ9InNwZWxsaW5nX3NxdWlnZ2xlIj4KICAgICAgICAgICAgPGcgdHJhbnNmb3JtPSJ0cmFuc2xhdGUoMTAxMC4wMDAwMDAsIDI5Ni4wMDAwMDApIj4KICAgICAgICAgICAgICAgIDxwYXRoIGQ9Ik0wLDMgQzEuMjUsMyAxLjI1LDEgMi41LDEgQzMuNzUsMSAzLjc1LDMgNSwzIiBpZD0iUGF0aCIgc3Ryb2tlPSIjRUIwMDAwIiBzdHJva2Utd2lkdGg9IjEiPjwvcGF0aD4KICAgICAgICAgICAgICAgIDxyZWN0IGlkPSJSZWN0YW5nbGUiIHg9IjAiIHk9IjAiIHdpZHRoPSI1IiBoZWlnaHQ9IjQiPjwvcmVjdD4KICAgICAgICAgICAgPC9nPgogICAgICAgIDwvZz4KICAgIDwvZz4KPC9zdmc+')); background-position: 0% 100%; background-repeat: repeat-x; border-bottom: 1px solid transparent; margin: 0px; padding: 0px; user-select: text;">Harwicz</span><span class="NormalTextRun SCXW123277701 BCX8" style="-webkit-tap-highlight-color: transparent; -webkit-user-drag: none; margin: 0px; padding: 0px; user-select: text;">, cuya primera novela está a punto de llegar a Hollywood nada menos que con </span></span><span class="TextRun SCXW123277701 BCX8" data-contrast="auto" face="Calibri, Calibri_EmbeddedFont, Calibri_MSFontService, sans-serif" lang="ES-ES" style="-webkit-tap-highlight-color: transparent; -webkit-user-drag: none; font-size: 16.5pt; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-weight: bold; line-height: 31px; margin: 0px; padding: 0px; user-select: text;" xml:lang="ES-ES">Martin Scorsese</span><span class="TextRun SCXW123277701 BCX8" data-contrast="auto" face="Calibri, Calibri_EmbeddedFont, Calibri_MSFontService, sans-serif" lang="ES-ES" style="-webkit-tap-highlight-color: transparent; -webkit-user-drag: none; font-size: 16.5pt; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: 31px; margin: 0px; padding: 0px; user-select: text;" xml:lang="ES-ES"><span class="NormalTextRun SCXW123277701 BCX8" style="-webkit-tap-highlight-color: transparent; -webkit-user-drag: none; margin: 0px; padding: 0px; user-select: text;"> </span><span class="NormalTextRun SCXW123277701 BCX8" style="-webkit-tap-highlight-color: transparent; -webkit-user-drag: none; margin: 0px; padding: 0px; user-select: text;">como productor, elabora reflexiones que no por el hecho de ser breves terminan por ser simples. Más bien funcionan como una cadena de haikus.</span></span><span class="EOP SCXW123277701 BCX8" data-ccp-props="{"201341983":1,"335551550":6,"335551620":6,"335559739":160,"335559740":465}" face="Calibri, Calibri_EmbeddedFont, Calibri_MSFontService, sans-serif" style="-webkit-tap-highlight-color: transparent; -webkit-user-drag: none; font-size: 16.5pt; line-height: 31px; margin: 0px; padding: 0px; user-select: text;"> </span></p></div><div class="OutlineElement Ltr SCXW123277701 BCX8" style="-webkit-tap-highlight-color: transparent; -webkit-user-drag: none; background-color: white; clear: both; cursor: text; direction: ltr; font-family: "Segoe UI", "Segoe UI Web", Arial, Verdana, sans-serif; font-size: 12px; margin: 0px; overflow: visible; padding: 0px; position: relative; user-select: text;"><p class="Paragraph SCXW123277701 BCX8" lang="ES-ES" paraeid="{52d32094-8f4a-402e-8763-7905d2c7da83}{119}" paraid="969320871" style="-webkit-tap-highlight-color: transparent; -webkit-user-drag: none; background-color: transparent; color: windowtext; font-kerning: none; margin: 0px; overflow-wrap: break-word; padding: 0px; text-align: justify; user-select: text; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;" xml:lang="ES-ES"><span class="TextRun SCXW123277701 BCX8" data-contrast="auto" face="Calibri, Calibri_EmbeddedFont, Calibri_MSFontService, sans-serif" lang="ES-ES" style="-webkit-tap-highlight-color: transparent; -webkit-user-drag: none; font-size: 16.5pt; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: 31px; margin: 0px; padding: 0px; user-select: text;" xml:lang="ES-ES">“Creo que escribir una novela es cavar túneles para huir, ese deterioro físico con golpes en la cabeza y arena en los pulmones, ese estado alucinatorio por no dormir, y a la vez, esa sed de llegar al final del túnel”, escribe y arriesga un manual de estilo. Leer esta serie de elucubraciones invitan a la reflexión acerca de qué significa ser escritor, por qué se escribe y, además, tiende puentes hacia un diálogo que excede a la propia literatura.</span><span class="EOP SCXW123277701 BCX8" data-ccp-props="{"201341983":1,"335551550":6,"335551620":6,"335559739":160,"335559740":465}" face="Calibri, Calibri_EmbeddedFont, Calibri_MSFontService, sans-serif" style="-webkit-tap-highlight-color: transparent; -webkit-user-drag: none; font-size: 16.5pt; line-height: 31px; margin: 0px; padding: 0px; user-select: text;"> </span></p></div><div class="OutlineElement Ltr SCXW123277701 BCX8" style="-webkit-tap-highlight-color: transparent; -webkit-user-drag: none; background-color: white; clear: both; cursor: text; direction: ltr; font-family: "Segoe UI", "Segoe UI Web", Arial, Verdana, sans-serif; font-size: 12px; margin: 0px; overflow: visible; padding: 0px; position: relative; user-select: text;"><p class="Paragraph SCXW123277701 BCX8" lang="ES-ES" paraeid="{52d32094-8f4a-402e-8763-7905d2c7da83}{126}" paraid="1370664022" style="-webkit-tap-highlight-color: transparent; -webkit-user-drag: none; background-color: transparent; color: windowtext; font-kerning: none; margin: 0px; overflow-wrap: break-word; padding: 0px; text-align: justify; user-select: text; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;" xml:lang="ES-ES"><span class="TextRun SCXW123277701 BCX8" data-contrast="auto" face="Calibri, Calibri_EmbeddedFont, Calibri_MSFontService, sans-serif" lang="ES-ES" style="-webkit-tap-highlight-color: transparent; -webkit-user-drag: none; font-size: 16.5pt; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: 31px; margin: 0px; padding: 0px; user-select: text;" xml:lang="ES-ES">Aquí </span><span class="TextRun SCXW123277701 BCX8" data-contrast="auto" face="Calibri, Calibri_EmbeddedFont, Calibri_MSFontService, sans-serif" lang="ES-ES" style="-webkit-tap-highlight-color: transparent; -webkit-user-drag: none; font-size: 16.5pt; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-weight: bold; line-height: 31px; margin: 0px; padding: 0px; user-select: text;" xml:lang="ES-ES"><span class="NormalTextRun SpellingErrorV2Themed SCXW123277701 BCX8" style="-webkit-tap-highlight-color: transparent; -webkit-user-drag: none; background-image: var(--urlSpellingErrorV2, url('data:image/svg+xml;base64,PD94bWwgdmVyc2lvbj0iMS4wIiBlbmNvZGluZz0iVVRGLTgiPz4KPHN2ZyB3aWR0aD0iNXB4IiBoZWlnaHQ9IjRweCIgdmlld0JveD0iMCAwIDUgNCIgdmVyc2lvbj0iMS4xIiB4bWxucz0iaHR0cDovL3d3dy53My5vcmcvMjAwMC9zdmciIHhtbG5zOnhsaW5rPSJodHRwOi8vd3d3LnczLm9yZy8xOTk5L3hsaW5rIj4KICAgIDwhLS0gR2VuZXJhdG9yOiBTa2V0Y2ggNTYuMiAoODE2NzIpIC0gaHR0cHM6Ly9za2V0Y2guY29tIC0tPgogICAgPHRpdGxlPnNwZWxsaW5nX3NxdWlnZ2xlPC90aXRsZT4KICAgIDxkZXNjPkNyZWF0ZWQgd2l0aCBTa2V0Y2guPC9kZXNjPgogICAgPGcgaWQ9IkZsYWdzIiBzdHJva2U9Im5vbmUiIHN0cm9rZS13aWR0aD0iMSIgZmlsbD0ibm9uZSIgZmlsbC1ydWxlPSJldmVub2RkIj4KICAgICAgICA8ZyB0cmFuc2Zvcm09InRyYW5zbGF0ZSgtMTAxMC4wMDAwMDAsIC0yOTYuMDAwMDAwKSIgaWQ9InNwZWxsaW5nX3NxdWlnZ2xlIj4KICAgICAgICAgICAgPGcgdHJhbnNmb3JtPSJ0cmFuc2xhdGUoMTAxMC4wMDAwMDAsIDI5Ni4wMDAwMDApIj4KICAgICAgICAgICAgICAgIDxwYXRoIGQ9Ik0wLDMgQzEuMjUsMyAxLjI1LDEgMi41LDEgQzMuNzUsMSAzLjc1LDMgNSwzIiBpZD0iUGF0aCIgc3Ryb2tlPSIjRUIwMDAwIiBzdHJva2Utd2lkdGg9IjEiPjwvcGF0aD4KICAgICAgICAgICAgICAgIDxyZWN0IGlkPSJSZWN0YW5nbGUiIHg9IjAiIHk9IjAiIHdpZHRoPSI1IiBoZWlnaHQ9IjQiPjwvcmVjdD4KICAgICAgICAgICAgPC9nPgogICAgICAgIDwvZz4KICAgIDwvZz4KPC9zdmc+')); background-position: 0% 100%; background-repeat: repeat-x; border-bottom: 1px solid transparent; margin: 0px; padding: 0px; user-select: text;">Harwicz</span><span class="NormalTextRun SCXW123277701 BCX8" style="-webkit-tap-highlight-color: transparent; -webkit-user-drag: none; margin: 0px; padding: 0px; user-select: text;"> </span></span><span class="TextRun SCXW123277701 BCX8" data-contrast="auto" face="Calibri, Calibri_EmbeddedFont, Calibri_MSFontService, sans-serif" lang="ES-ES" style="-webkit-tap-highlight-color: transparent; -webkit-user-drag: none; font-size: 16.5pt; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: 31px; margin: 0px; padding: 0px; user-select: text;" xml:lang="ES-ES">despliega cuestionamientos al feminismo (“Qué depravación el discurso que vuelve a las mujeres inocentes por naturaleza”), a la tan citada cultura de la cancelación y, de la mano de esto último, a la separación entre obra y artista (“La única condición de un escritor, de la generación, cultura y época que sea, es la de ser único e irreductible”).</span><span class="EOP SCXW123277701 BCX8" data-ccp-props="{"201341983":1,"335551550":6,"335551620":6,"335559739":160,"335559740":465}" face="Calibri, Calibri_EmbeddedFont, Calibri_MSFontService, sans-serif" style="-webkit-tap-highlight-color: transparent; -webkit-user-drag: none; font-size: 16.5pt; line-height: 31px; margin: 0px; padding: 0px; user-select: text;"> </span></p></div><div class="OutlineElement Ltr SCXW123277701 BCX8" style="-webkit-tap-highlight-color: transparent; -webkit-user-drag: none; background-color: white; clear: both; cursor: text; direction: ltr; font-family: "Segoe UI", "Segoe UI Web", Arial, Verdana, sans-serif; font-size: 12px; margin: 0px; overflow: visible; padding: 0px; position: relative; user-select: text;"><p class="Paragraph SCXW123277701 BCX8" lang="ES-ES" paraeid="{52d32094-8f4a-402e-8763-7905d2c7da83}{133}" paraid="1696845675" style="-webkit-tap-highlight-color: transparent; -webkit-user-drag: none; background-color: transparent; color: windowtext; font-kerning: none; margin: 0px; overflow-wrap: break-word; padding: 0px; text-align: justify; user-select: text; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;" xml:lang="ES-ES"><span class="TextRun SCXW123277701 BCX8" data-contrast="auto" face="Calibri, Calibri_EmbeddedFont, Calibri_MSFontService, sans-serif" lang="ES-ES" style="-webkit-tap-highlight-color: transparent; -webkit-user-drag: none; font-size: 16.5pt; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: 31px; margin: 0px; padding: 0px; user-select: text;" xml:lang="ES-ES"><span class="NormalTextRun SCXW123277701 BCX8" style="-webkit-tap-highlight-color: transparent; -webkit-user-drag: none; margin: 0px; padding: 0px; user-select: text;">También se leen los cimientos de la voracidad que puede leerse en su literatura. Es una suerte de detrás de escena. La escritora comparte, también, sus referencias culturales y estéticas que van desde la escritora francesa Marguerite Duras al pianista norteamericano Glenn Gould. </span><span class="NormalTextRun SpellingErrorV2Themed SCXW123277701 BCX8" style="-webkit-tap-highlight-color: transparent; -webkit-user-drag: none; background-image: var(--urlSpellingErrorV2, url('data:image/svg+xml;base64,PD94bWwgdmVyc2lvbj0iMS4wIiBlbmNvZGluZz0iVVRGLTgiPz4KPHN2ZyB3aWR0aD0iNXB4IiBoZWlnaHQ9IjRweCIgdmlld0JveD0iMCAwIDUgNCIgdmVyc2lvbj0iMS4xIiB4bWxucz0iaHR0cDovL3d3dy53My5vcmcvMjAwMC9zdmciIHhtbG5zOnhsaW5rPSJodHRwOi8vd3d3LnczLm9yZy8xOTk5L3hsaW5rIj4KICAgIDwhLS0gR2VuZXJhdG9yOiBTa2V0Y2ggNTYuMiAoODE2NzIpIC0gaHR0cHM6Ly9za2V0Y2guY29tIC0tPgogICAgPHRpdGxlPnNwZWxsaW5nX3NxdWlnZ2xlPC90aXRsZT4KICAgIDxkZXNjPkNyZWF0ZWQgd2l0aCBTa2V0Y2guPC9kZXNjPgogICAgPGcgaWQ9IkZsYWdzIiBzdHJva2U9Im5vbmUiIHN0cm9rZS13aWR0aD0iMSIgZmlsbD0ibm9uZSIgZmlsbC1ydWxlPSJldmVub2RkIj4KICAgICAgICA8ZyB0cmFuc2Zvcm09InRyYW5zbGF0ZSgtMTAxMC4wMDAwMDAsIC0yOTYuMDAwMDAwKSIgaWQ9InNwZWxsaW5nX3NxdWlnZ2xlIj4KICAgICAgICAgICAgPGcgdHJhbnNmb3JtPSJ0cmFuc2xhdGUoMTAxMC4wMDAwMDAsIDI5Ni4wMDAwMDApIj4KICAgICAgICAgICAgICAgIDxwYXRoIGQ9Ik0wLDMgQzEuMjUsMyAxLjI1LDEgMi41LDEgQzMuNzUsMSAzLjc1LDMgNSwzIiBpZD0iUGF0aCIgc3Ryb2tlPSIjRUIwMDAwIiBzdHJva2Utd2lkdGg9IjEiPjwvcGF0aD4KICAgICAgICAgICAgICAgIDxyZWN0IGlkPSJSZWN0YW5nbGUiIHg9IjAiIHk9IjAiIHdpZHRoPSI1IiBoZWlnaHQ9IjQiPjwvcmVjdD4KICAgICAgICAgICAgPC9nPgogICAgICAgIDwvZz4KICAgIDwvZz4KPC9zdmc+')); background-position: 0% 100%; background-repeat: repeat-x; border-bottom: 1px solid transparent; margin: 0px; padding: 0px; user-select: text;">Harwicz</span><span class="NormalTextRun SCXW123277701 BCX8" style="-webkit-tap-highlight-color: transparent; -webkit-user-drag: none; margin: 0px; padding: 0px; user-select: text;"> se convierte en una escritora que ensaya, en el buen sentido del término, en tiempos en los que muchas veces se cree que los escritores ya no intervienen en el campo intelectual ni polemizan más allá de algún runrún pasatista en las redes sociales.</span></span><span class="EOP SCXW123277701 BCX8" data-ccp-props="{"201341983":1,"335551550":6,"335551620":6,"335559739":160,"335559740":465}" face="Calibri, Calibri_EmbeddedFont, Calibri_MSFontService, sans-serif" style="-webkit-tap-highlight-color: transparent; -webkit-user-drag: none; font-size: 16.5pt; line-height: 31px; margin: 0px; padding: 0px; user-select: text;"> </span></p></div><div class="OutlineElement Ltr SCXW123277701 BCX8" style="-webkit-tap-highlight-color: transparent; -webkit-user-drag: none; background-color: white; clear: both; cursor: text; direction: ltr; font-family: "Segoe UI", "Segoe UI Web", Arial, Verdana, sans-serif; font-size: 12px; margin: 0px; overflow: visible; padding: 0px; position: relative; user-select: text;"><p class="Paragraph SCXW123277701 BCX8" lang="ES-ES" paraeid="{52d32094-8f4a-402e-8763-7905d2c7da83}{140}" paraid="1917669236" style="-webkit-tap-highlight-color: transparent; -webkit-user-drag: none; background-color: transparent; color: windowtext; font-kerning: none; margin: 0px; overflow-wrap: break-word; padding: 0px; text-align: justify; user-select: text; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;" xml:lang="ES-ES"><span class="TextRun SCXW123277701 BCX8" data-contrast="auto" face="Calibri, Calibri_EmbeddedFont, Calibri_MSFontService, sans-serif" lang="ES-ES" style="-webkit-tap-highlight-color: transparent; -webkit-user-drag: none; font-size: 16.5pt; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: 31px; margin: 0px; padding: 0px; user-select: text;" xml:lang="ES-ES"><span class="NormalTextRun SCXW123277701 BCX8" style="-webkit-tap-highlight-color: transparent; -webkit-user-drag: none; margin: 0px; padding: 0px; user-select: text;">“Lo que cuenta es la fe en la obra, no la recepción de la época”, escribe </span><span class="NormalTextRun SpellingErrorV2Themed SCXW123277701 BCX8" style="-webkit-tap-highlight-color: transparent; -webkit-user-drag: none; background-image: var(--urlSpellingErrorV2, url('data:image/svg+xml;base64,PD94bWwgdmVyc2lvbj0iMS4wIiBlbmNvZGluZz0iVVRGLTgiPz4KPHN2ZyB3aWR0aD0iNXB4IiBoZWlnaHQ9IjRweCIgdmlld0JveD0iMCAwIDUgNCIgdmVyc2lvbj0iMS4xIiB4bWxucz0iaHR0cDovL3d3dy53My5vcmcvMjAwMC9zdmciIHhtbG5zOnhsaW5rPSJodHRwOi8vd3d3LnczLm9yZy8xOTk5L3hsaW5rIj4KICAgIDwhLS0gR2VuZXJhdG9yOiBTa2V0Y2ggNTYuMiAoODE2NzIpIC0gaHR0cHM6Ly9za2V0Y2guY29tIC0tPgogICAgPHRpdGxlPnNwZWxsaW5nX3NxdWlnZ2xlPC90aXRsZT4KICAgIDxkZXNjPkNyZWF0ZWQgd2l0aCBTa2V0Y2guPC9kZXNjPgogICAgPGcgaWQ9IkZsYWdzIiBzdHJva2U9Im5vbmUiIHN0cm9rZS13aWR0aD0iMSIgZmlsbD0ibm9uZSIgZmlsbC1ydWxlPSJldmVub2RkIj4KICAgICAgICA8ZyB0cmFuc2Zvcm09InRyYW5zbGF0ZSgtMTAxMC4wMDAwMDAsIC0yOTYuMDAwMDAwKSIgaWQ9InNwZWxsaW5nX3NxdWlnZ2xlIj4KICAgICAgICAgICAgPGcgdHJhbnNmb3JtPSJ0cmFuc2xhdGUoMTAxMC4wMDAwMDAsIDI5Ni4wMDAwMDApIj4KICAgICAgICAgICAgICAgIDxwYXRoIGQ9Ik0wLDMgQzEuMjUsMyAxLjI1LDEgMi41LDEgQzMuNzUsMSAzLjc1LDMgNSwzIiBpZD0iUGF0aCIgc3Ryb2tlPSIjRUIwMDAwIiBzdHJva2Utd2lkdGg9IjEiPjwvcGF0aD4KICAgICAgICAgICAgICAgIDxyZWN0IGlkPSJSZWN0YW5nbGUiIHg9IjAiIHk9IjAiIHdpZHRoPSI1IiBoZWlnaHQ9IjQiPjwvcmVjdD4KICAgICAgICAgICAgPC9nPgogICAgICAgIDwvZz4KICAgIDwvZz4KPC9zdmc+')); background-position: 0% 100%; background-repeat: repeat-x; border-bottom: 1px solid transparent; margin: 0px; padding: 0px; user-select: text;">Harwicz</span><span class="NormalTextRun SCXW123277701 BCX8" style="-webkit-tap-highlight-color: transparent; -webkit-user-drag: none; margin: 0px; padding: 0px; user-select: text;"> y parece resumir en esa frase el espíritu de todo el libro. En otro pasaje, se anima a sentenciar: “Toda novela es un proceso contra uno mismo”.</span></span><span class="EOP SCXW123277701 BCX8" data-ccp-props="{"201341983":1,"335551550":6,"335551620":6,"335559739":160,"335559740":465}" face="Calibri, Calibri_EmbeddedFont, Calibri_MSFontService, sans-serif" style="-webkit-tap-highlight-color: transparent; -webkit-user-drag: none; font-size: 16.5pt; line-height: 31px; margin: 0px; padding: 0px; user-select: text;"> </span></p></div><div class="OutlineElement Ltr SCXW123277701 BCX8" style="-webkit-tap-highlight-color: transparent; -webkit-user-drag: none; background-color: white; clear: both; cursor: text; direction: ltr; font-family: "Segoe UI", "Segoe UI Web", Arial, Verdana, sans-serif; font-size: 12px; margin: 0px; overflow: visible; padding: 0px; position: relative; user-select: text;"><p class="Paragraph SCXW123277701 BCX8" lang="ES-ES" paraeid="{52d32094-8f4a-402e-8763-7905d2c7da83}{147}" paraid="716792330" style="-webkit-tap-highlight-color: transparent; -webkit-user-drag: none; background-color: transparent; color: windowtext; font-kerning: none; margin: 0px; overflow-wrap: break-word; padding: 0px; text-align: justify; user-select: text; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;" xml:lang="ES-ES"><span class="TextRun SCXW123277701 BCX8" data-contrast="auto" face="Calibri, Calibri_EmbeddedFont, Calibri_MSFontService, sans-serif" lang="ES-ES" style="-webkit-tap-highlight-color: transparent; -webkit-user-drag: none; font-size: 16.5pt; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: 31px; margin: 0px; padding: 0px; user-select: text;" xml:lang="ES-ES"><span class="NormalTextRun SCXW123277701 BCX8" style="-webkit-tap-highlight-color: transparent; -webkit-user-drag: none; margin: 0px; padding: 0px; user-select: text;">Su modo de entender la literatura parecería ser una búsqueda a ultranza del escritor que, incluso, lo aleje de la vida misma y lo lleve hacia un más allá que hasta llega a emparentar con la muerte: “El escritor no profesional no puede controlar su corazón, tiene que hacer el libro que tiene que hacer, hasta las últimas consecuencias”. También polemiza contra el mercado y la idea del </span><span class="NormalTextRun SpellingErrorV2Themed SCXW123277701 BCX8" style="-webkit-tap-highlight-color: transparent; -webkit-user-drag: none; background-image: var(--urlSpellingErrorV2, url('data:image/svg+xml;base64,PD94bWwgdmVyc2lvbj0iMS4wIiBlbmNvZGluZz0iVVRGLTgiPz4KPHN2ZyB3aWR0aD0iNXB4IiBoZWlnaHQ9IjRweCIgdmlld0JveD0iMCAwIDUgNCIgdmVyc2lvbj0iMS4xIiB4bWxucz0iaHR0cDovL3d3dy53My5vcmcvMjAwMC9zdmciIHhtbG5zOnhsaW5rPSJodHRwOi8vd3d3LnczLm9yZy8xOTk5L3hsaW5rIj4KICAgIDwhLS0gR2VuZXJhdG9yOiBTa2V0Y2ggNTYuMiAoODE2NzIpIC0gaHR0cHM6Ly9za2V0Y2guY29tIC0tPgogICAgPHRpdGxlPnNwZWxsaW5nX3NxdWlnZ2xlPC90aXRsZT4KICAgIDxkZXNjPkNyZWF0ZWQgd2l0aCBTa2V0Y2guPC9kZXNjPgogICAgPGcgaWQ9IkZsYWdzIiBzdHJva2U9Im5vbmUiIHN0cm9rZS13aWR0aD0iMSIgZmlsbD0ibm9uZSIgZmlsbC1ydWxlPSJldmVub2RkIj4KICAgICAgICA8ZyB0cmFuc2Zvcm09InRyYW5zbGF0ZSgtMTAxMC4wMDAwMDAsIC0yOTYuMDAwMDAwKSIgaWQ9InNwZWxsaW5nX3NxdWlnZ2xlIj4KICAgICAgICAgICAgPGcgdHJhbnNmb3JtPSJ0cmFuc2xhdGUoMTAxMC4wMDAwMDAsIDI5Ni4wMDAwMDApIj4KICAgICAgICAgICAgICAgIDxwYXRoIGQ9Ik0wLDMgQzEuMjUsMyAxLjI1LDEgMi41LDEgQzMuNzUsMSAzLjc1LDMgNSwzIiBpZD0iUGF0aCIgc3Ryb2tlPSIjRUIwMDAwIiBzdHJva2Utd2lkdGg9IjEiPjwvcGF0aD4KICAgICAgICAgICAgICAgIDxyZWN0IGlkPSJSZWN0YW5nbGUiIHg9IjAiIHk9IjAiIHdpZHRoPSI1IiBoZWlnaHQ9IjQiPjwvcmVjdD4KICAgICAgICAgICAgPC9nPgogICAgICAgIDwvZz4KICAgIDwvZz4KPC9zdmc+')); background-position: 0% 100%; background-repeat: repeat-x; border-bottom: 1px solid transparent; margin: 0px; padding: 0px; user-select: text;">carrerismo</span><span class="NormalTextRun SCXW123277701 BCX8" style="-webkit-tap-highlight-color: transparent; -webkit-user-drag: none; margin: 0px; padding: 0px; user-select: text;">: “Los dos enemigos más grandes del escritor: la profesionalización y la impostura”.</span></span><span class="EOP SCXW123277701 BCX8" data-ccp-props="{"201341983":1,"335551550":6,"335551620":6,"335559739":160,"335559740":465}" face="Calibri, Calibri_EmbeddedFont, Calibri_MSFontService, sans-serif" style="-webkit-tap-highlight-color: transparent; -webkit-user-drag: none; font-size: 16.5pt; line-height: 31px; margin: 0px; padding: 0px; user-select: text;"> </span></p></div><div class="OutlineElement Ltr SCXW123277701 BCX8" style="-webkit-tap-highlight-color: transparent; -webkit-user-drag: none; background-color: white; clear: both; cursor: text; direction: ltr; font-family: "Segoe UI", "Segoe UI Web", Arial, Verdana, sans-serif; font-size: 12px; margin: 0px; overflow: visible; padding: 0px; position: relative; user-select: text;"><p class="Paragraph SCXW123277701 BCX8" lang="ES-ES" paraeid="{52d32094-8f4a-402e-8763-7905d2c7da83}{154}" paraid="1800031930" style="-webkit-tap-highlight-color: transparent; -webkit-user-drag: none; background-color: transparent; color: windowtext; font-kerning: none; margin: 0px; overflow-wrap: break-word; padding: 0px; text-align: justify; user-select: text; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;" xml:lang="ES-ES"><span class="TextRun SCXW123277701 BCX8" data-contrast="auto" face="Calibri, Calibri_EmbeddedFont, Calibri_MSFontService, sans-serif" lang="ES-ES" style="-webkit-tap-highlight-color: transparent; -webkit-user-drag: none; font-size: 16.5pt; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: 31px; margin: 0px; padding: 0px; user-select: text;" xml:lang="ES-ES">Traducida a más de diecisiete idiomas, </span><span class="TextRun SCXW123277701 BCX8" data-contrast="auto" face="Calibri, Calibri_EmbeddedFont, Calibri_MSFontService, sans-serif" lang="ES-ES" style="-webkit-tap-highlight-color: transparent; -webkit-user-drag: none; font-size: 16.5pt; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-weight: bold; line-height: 31px; margin: 0px; padding: 0px; user-select: text;" xml:lang="ES-ES"><span class="NormalTextRun SCXW123277701 BCX8" style="-webkit-tap-highlight-color: transparent; -webkit-user-drag: none; margin: 0px; padding: 0px; user-select: text;">Ariana </span><span class="NormalTextRun SpellingErrorV2Themed SCXW123277701 BCX8" style="-webkit-tap-highlight-color: transparent; -webkit-user-drag: none; background-image: var(--urlSpellingErrorV2, url('data:image/svg+xml;base64,PD94bWwgdmVyc2lvbj0iMS4wIiBlbmNvZGluZz0iVVRGLTgiPz4KPHN2ZyB3aWR0aD0iNXB4IiBoZWlnaHQ9IjRweCIgdmlld0JveD0iMCAwIDUgNCIgdmVyc2lvbj0iMS4xIiB4bWxucz0iaHR0cDovL3d3dy53My5vcmcvMjAwMC9zdmciIHhtbG5zOnhsaW5rPSJodHRwOi8vd3d3LnczLm9yZy8xOTk5L3hsaW5rIj4KICAgIDwhLS0gR2VuZXJhdG9yOiBTa2V0Y2ggNTYuMiAoODE2NzIpIC0gaHR0cHM6Ly9za2V0Y2guY29tIC0tPgogICAgPHRpdGxlPnNwZWxsaW5nX3NxdWlnZ2xlPC90aXRsZT4KICAgIDxkZXNjPkNyZWF0ZWQgd2l0aCBTa2V0Y2guPC9kZXNjPgogICAgPGcgaWQ9IkZsYWdzIiBzdHJva2U9Im5vbmUiIHN0cm9rZS13aWR0aD0iMSIgZmlsbD0ibm9uZSIgZmlsbC1ydWxlPSJldmVub2RkIj4KICAgICAgICA8ZyB0cmFuc2Zvcm09InRyYW5zbGF0ZSgtMTAxMC4wMDAwMDAsIC0yOTYuMDAwMDAwKSIgaWQ9InNwZWxsaW5nX3NxdWlnZ2xlIj4KICAgICAgICAgICAgPGcgdHJhbnNmb3JtPSJ0cmFuc2xhdGUoMTAxMC4wMDAwMDAsIDI5Ni4wMDAwMDApIj4KICAgICAgICAgICAgICAgIDxwYXRoIGQ9Ik0wLDMgQzEuMjUsMyAxLjI1LDEgMi41LDEgQzMuNzUsMSAzLjc1LDMgNSwzIiBpZD0iUGF0aCIgc3Ryb2tlPSIjRUIwMDAwIiBzdHJva2Utd2lkdGg9IjEiPjwvcGF0aD4KICAgICAgICAgICAgICAgIDxyZWN0IGlkPSJSZWN0YW5nbGUiIHg9IjAiIHk9IjAiIHdpZHRoPSI1IiBoZWlnaHQ9IjQiPjwvcmVjdD4KICAgICAgICAgICAgPC9nPgogICAgICAgIDwvZz4KICAgIDwvZz4KPC9zdmc+')); background-position: 0% 100%; background-repeat: repeat-x; border-bottom: 1px solid transparent; margin: 0px; padding: 0px; user-select: text;">Harwicz</span></span><span class="TextRun SCXW123277701 BCX8" data-contrast="auto" face="Calibri, Calibri_EmbeddedFont, Calibri_MSFontService, sans-serif" lang="ES-ES" style="-webkit-tap-highlight-color: transparent; -webkit-user-drag: none; font-size: 16.5pt; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: 31px; margin: 0px; padding: 0px; user-select: text;" xml:lang="ES-ES"> parecería estar especialmente interesada en meter el dedo en la llaga y escarbar dentro de las zonas más incómodas de la realidad imperante. Su última novela, </span><span class="TextRun SCXW123277701 BCX8" data-contrast="auto" face="Calibri, Calibri_EmbeddedFont, Calibri_MSFontService, sans-serif" lang="ES-ES" style="-webkit-tap-highlight-color: transparent; -webkit-user-drag: none; font-size: 16.5pt; font-style: italic; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-weight: bold; line-height: 31px; margin: 0px; padding: 0px; user-select: text;" xml:lang="ES-ES">Degenerado </span><span class="TextRun SCXW123277701 BCX8" data-contrast="auto" face="Calibri, Calibri_EmbeddedFont, Calibri_MSFontService, sans-serif" lang="ES-ES" style="-webkit-tap-highlight-color: transparent; -webkit-user-drag: none; font-size: 16.5pt; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: 31px; margin: 0px; padding: 0px; user-select: text;" xml:lang="ES-ES"><span class="NormalTextRun SCXW123277701 BCX8" style="-webkit-tap-highlight-color: transparent; -webkit-user-drag: none; margin: 0px; padding: 0px; user-select: text;">(2019), está narrada en primera persona desde la voz de un pedófilo. Y su recepción no estuvo exenta de lecturas esencialistas, </span><span class="NormalTextRun SpellingErrorV2Themed SCXW123277701 BCX8" style="-webkit-tap-highlight-color: transparent; -webkit-user-drag: none; background-image: var(--urlSpellingErrorV2, url('data:image/svg+xml;base64,PD94bWwgdmVyc2lvbj0iMS4wIiBlbmNvZGluZz0iVVRGLTgiPz4KPHN2ZyB3aWR0aD0iNXB4IiBoZWlnaHQ9IjRweCIgdmlld0JveD0iMCAwIDUgNCIgdmVyc2lvbj0iMS4xIiB4bWxucz0iaHR0cDovL3d3dy53My5vcmcvMjAwMC9zdmciIHhtbG5zOnhsaW5rPSJodHRwOi8vd3d3LnczLm9yZy8xOTk5L3hsaW5rIj4KICAgIDwhLS0gR2VuZXJhdG9yOiBTa2V0Y2ggNTYuMiAoODE2NzIpIC0gaHR0cHM6Ly9za2V0Y2guY29tIC0tPgogICAgPHRpdGxlPnNwZWxsaW5nX3NxdWlnZ2xlPC90aXRsZT4KICAgIDxkZXNjPkNyZWF0ZWQgd2l0aCBTa2V0Y2guPC9kZXNjPgogICAgPGcgaWQ9IkZsYWdzIiBzdHJva2U9Im5vbmUiIHN0cm9rZS13aWR0aD0iMSIgZmlsbD0ibm9uZSIgZmlsbC1ydWxlPSJldmVub2RkIj4KICAgICAgICA8ZyB0cmFuc2Zvcm09InRyYW5zbGF0ZSgtMTAxMC4wMDAwMDAsIC0yOTYuMDAwMDAwKSIgaWQ9InNwZWxsaW5nX3NxdWlnZ2xlIj4KICAgICAgICAgICAgPGcgdHJhbnNmb3JtPSJ0cmFuc2xhdGUoMTAxMC4wMDAwMDAsIDI5Ni4wMDAwMDApIj4KICAgICAgICAgICAgICAgIDxwYXRoIGQ9Ik0wLDMgQzEuMjUsMyAxLjI1LDEgMi41LDEgQzMuNzUsMSAzLjc1LDMgNSwzIiBpZD0iUGF0aCIgc3Ryb2tlPSIjRUIwMDAwIiBzdHJva2Utd2lkdGg9IjEiPjwvcGF0aD4KICAgICAgICAgICAgICAgIDxyZWN0IGlkPSJSZWN0YW5nbGUiIHg9IjAiIHk9IjAiIHdpZHRoPSI1IiBoZWlnaHQ9IjQiPjwvcmVjdD4KICAgICAgICAgICAgPC9nPgogICAgICAgIDwvZz4KICAgIDwvZz4KPC9zdmc+')); background-position: 0% 100%; background-repeat: repeat-x; border-bottom: 1px solid transparent; margin: 0px; padding: 0px; user-select: text;">homologadoras</span><span class="NormalTextRun SCXW123277701 BCX8" style="-webkit-tap-highlight-color: transparent; -webkit-user-drag: none; margin: 0px; padding: 0px; user-select: text;">, que le llegaron a plantear algunos cuestionamientos morales.</span></span><span class="EOP SCXW123277701 BCX8" data-ccp-props="{"201341983":1,"335551550":6,"335551620":6,"335559739":160,"335559740":465}" face="Calibri, Calibri_EmbeddedFont, Calibri_MSFontService, sans-serif" style="-webkit-tap-highlight-color: transparent; -webkit-user-drag: none; font-size: 16.5pt; line-height: 31px; margin: 0px; padding: 0px; user-select: text;"> </span></p></div><div class="OutlineElement Ltr SCXW123277701 BCX8" style="-webkit-tap-highlight-color: transparent; -webkit-user-drag: none; background-color: white; clear: both; cursor: text; direction: ltr; font-family: "Segoe UI", "Segoe UI Web", Arial, Verdana, sans-serif; font-size: 12px; margin: 0px; overflow: visible; padding: 0px; position: relative; user-select: text;"><p class="Paragraph SCXW123277701 BCX8" lang="ES-ES" paraeid="{52d32094-8f4a-402e-8763-7905d2c7da83}{161}" paraid="2027019918" style="-webkit-tap-highlight-color: transparent; -webkit-user-drag: none; background-color: transparent; color: windowtext; font-kerning: none; margin: 0px; overflow-wrap: break-word; padding: 0px; text-align: justify; user-select: text; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;" xml:lang="ES-ES"><span class="TextRun SCXW123277701 BCX8" data-contrast="auto" face="Calibri, Calibri_EmbeddedFont, Calibri_MSFontService, sans-serif" lang="ES-ES" style="-webkit-tap-highlight-color: transparent; -webkit-user-drag: none; font-size: 16.5pt; font-style: italic; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-weight: bold; line-height: 31px; margin: 0px; padding: 0px; user-select: text;" xml:lang="ES-ES">El ruido de una época</span><span class="TextRun SCXW123277701 BCX8" data-contrast="auto" face="Calibri, Calibri_EmbeddedFont, Calibri_MSFontService, sans-serif" lang="ES-ES" style="-webkit-tap-highlight-color: transparent; -webkit-user-drag: none; font-size: 16.5pt; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: 31px; margin: 0px; padding: 0px; user-select: text;" xml:lang="ES-ES"><span class="NormalTextRun SCXW123277701 BCX8" style="-webkit-tap-highlight-color: transparent; -webkit-user-drag: none; margin: 0px; padding: 0px; user-select: text;"> </span><span class="NormalTextRun SCXW123277701 BCX8" style="-webkit-tap-highlight-color: transparent; -webkit-user-drag: none; margin: 0px; padding: 0px; user-select: text;">funciona no sólo como el anverso necesario para comprender el oficio de una autora dispuesta a ignorar cualquier dogma </span><span class="NormalTextRun SpellingErrorV2Themed SCXW123277701 BCX8" style="-webkit-tap-highlight-color: transparent; -webkit-user-drag: none; background-image: var(--urlSpellingErrorV2, url('data:image/svg+xml;base64,PD94bWwgdmVyc2lvbj0iMS4wIiBlbmNvZGluZz0iVVRGLTgiPz4KPHN2ZyB3aWR0aD0iNXB4IiBoZWlnaHQ9IjRweCIgdmlld0JveD0iMCAwIDUgNCIgdmVyc2lvbj0iMS4xIiB4bWxucz0iaHR0cDovL3d3dy53My5vcmcvMjAwMC9zdmciIHhtbG5zOnhsaW5rPSJodHRwOi8vd3d3LnczLm9yZy8xOTk5L3hsaW5rIj4KICAgIDwhLS0gR2VuZXJhdG9yOiBTa2V0Y2ggNTYuMiAoODE2NzIpIC0gaHR0cHM6Ly9za2V0Y2guY29tIC0tPgogICAgPHRpdGxlPnNwZWxsaW5nX3NxdWlnZ2xlPC90aXRsZT4KICAgIDxkZXNjPkNyZWF0ZWQgd2l0aCBTa2V0Y2guPC9kZXNjPgogICAgPGcgaWQ9IkZsYWdzIiBzdHJva2U9Im5vbmUiIHN0cm9rZS13aWR0aD0iMSIgZmlsbD0ibm9uZSIgZmlsbC1ydWxlPSJldmVub2RkIj4KICAgICAgICA8ZyB0cmFuc2Zvcm09InRyYW5zbGF0ZSgtMTAxMC4wMDAwMDAsIC0yOTYuMDAwMDAwKSIgaWQ9InNwZWxsaW5nX3NxdWlnZ2xlIj4KICAgICAgICAgICAgPGcgdHJhbnNmb3JtPSJ0cmFuc2xhdGUoMTAxMC4wMDAwMDAsIDI5Ni4wMDAwMDApIj4KICAgICAgICAgICAgICAgIDxwYXRoIGQ9Ik0wLDMgQzEuMjUsMyAxLjI1LDEgMi41LDEgQzMuNzUsMSAzLjc1LDMgNSwzIiBpZD0iUGF0aCIgc3Ryb2tlPSIjRUIwMDAwIiBzdHJva2Utd2lkdGg9IjEiPjwvcGF0aD4KICAgICAgICAgICAgICAgIDxyZWN0IGlkPSJSZWN0YW5nbGUiIHg9IjAiIHk9IjAiIHdpZHRoPSI1IiBoZWlnaHQ9IjQiPjwvcmVjdD4KICAgICAgICAgICAgPC9nPgogICAgICAgIDwvZz4KICAgIDwvZz4KPC9zdmc+')); background-position: 0% 100%; background-repeat: repeat-x; border-bottom: 1px solid transparent; margin: 0px; padding: 0px; user-select: text;">bienpensante</span><span class="NormalTextRun SCXW123277701 BCX8" style="-webkit-tap-highlight-color: transparent; -webkit-user-drag: none; margin: 0px; padding: 0px; user-select: text;"> sino, también, a ampliar el horizonte de pensamiento de cierta masa crítica que aún intenta comprender la diferencia entre autor, obra y narrador. “El arte no tiene que tener ninguna función”, concluye la escritora, cuya mayor advertencia quizás se sostenga sobre el peligro de leer desde la identidad: “Uno lee para olvidarse de sí, para borrarse, para deshacerse, para </span><span class="NormalTextRun SpellingErrorV2Themed SCXW123277701 BCX8" style="-webkit-tap-highlight-color: transparent; -webkit-user-drag: none; background-image: var(--urlSpellingErrorV2, url('data:image/svg+xml;base64,PD94bWwgdmVyc2lvbj0iMS4wIiBlbmNvZGluZz0iVVRGLTgiPz4KPHN2ZyB3aWR0aD0iNXB4IiBoZWlnaHQ9IjRweCIgdmlld0JveD0iMCAwIDUgNCIgdmVyc2lvbj0iMS4xIiB4bWxucz0iaHR0cDovL3d3dy53My5vcmcvMjAwMC9zdmciIHhtbG5zOnhsaW5rPSJodHRwOi8vd3d3LnczLm9yZy8xOTk5L3hsaW5rIj4KICAgIDwhLS0gR2VuZXJhdG9yOiBTa2V0Y2ggNTYuMiAoODE2NzIpIC0gaHR0cHM6Ly9za2V0Y2guY29tIC0tPgogICAgPHRpdGxlPnNwZWxsaW5nX3NxdWlnZ2xlPC90aXRsZT4KICAgIDxkZXNjPkNyZWF0ZWQgd2l0aCBTa2V0Y2guPC9kZXNjPgogICAgPGcgaWQ9IkZsYWdzIiBzdHJva2U9Im5vbmUiIHN0cm9rZS13aWR0aD0iMSIgZmlsbD0ibm9uZSIgZmlsbC1ydWxlPSJldmVub2RkIj4KICAgICAgICA8ZyB0cmFuc2Zvcm09InRyYW5zbGF0ZSgtMTAxMC4wMDAwMDAsIC0yOTYuMDAwMDAwKSIgaWQ9InNwZWxsaW5nX3NxdWlnZ2xlIj4KICAgICAgICAgICAgPGcgdHJhbnNmb3JtPSJ0cmFuc2xhdGUoMTAxMC4wMDAwMDAsIDI5Ni4wMDAwMDApIj4KICAgICAgICAgICAgICAgIDxwYXRoIGQ9Ik0wLDMgQzEuMjUsMyAxLjI1LDEgMi41LDEgQzMuNzUsMSAzLjc1LDMgNSwzIiBpZD0iUGF0aCIgc3Ryb2tlPSIjRUIwMDAwIiBzdHJva2Utd2lkdGg9IjEiPjwvcGF0aD4KICAgICAgICAgICAgICAgIDxyZWN0IGlkPSJSZWN0YW5nbGUiIHg9IjAiIHk9IjAiIHdpZHRoPSI1IiBoZWlnaHQ9IjQiPjwvcmVjdD4KICAgICAgICAgICAgPC9nPgogICAgICAgIDwvZz4KICAgIDwvZz4KPC9zdmc+')); background-position: 0% 100%; background-repeat: repeat-x; border-bottom: 1px solid transparent; margin: 0px; padding: 0px; user-select: text;">desidentificarse</span><span class="NormalTextRun SCXW123277701 BCX8" style="-webkit-tap-highlight-color: transparent; -webkit-user-drag: none; margin: 0px; padding: 0px; user-select: text;">, para </span><span class="NormalTextRun SpellingErrorV2Themed SCXW123277701 BCX8" style="-webkit-tap-highlight-color: transparent; -webkit-user-drag: none; background-image: var(--urlSpellingErrorV2, url('data:image/svg+xml;base64,PD94bWwgdmVyc2lvbj0iMS4wIiBlbmNvZGluZz0iVVRGLTgiPz4KPHN2ZyB3aWR0aD0iNXB4IiBoZWlnaHQ9IjRweCIgdmlld0JveD0iMCAwIDUgNCIgdmVyc2lvbj0iMS4xIiB4bWxucz0iaHR0cDovL3d3dy53My5vcmcvMjAwMC9zdmciIHhtbG5zOnhsaW5rPSJodHRwOi8vd3d3LnczLm9yZy8xOTk5L3hsaW5rIj4KICAgIDwhLS0gR2VuZXJhdG9yOiBTa2V0Y2ggNTYuMiAoODE2NzIpIC0gaHR0cHM6Ly9za2V0Y2guY29tIC0tPgogICAgPHRpdGxlPnNwZWxsaW5nX3NxdWlnZ2xlPC90aXRsZT4KICAgIDxkZXNjPkNyZWF0ZWQgd2l0aCBTa2V0Y2guPC9kZXNjPgogICAgPGcgaWQ9IkZsYWdzIiBzdHJva2U9Im5vbmUiIHN0cm9rZS13aWR0aD0iMSIgZmlsbD0ibm9uZSIgZmlsbC1ydWxlPSJldmVub2RkIj4KICAgICAgICA8ZyB0cmFuc2Zvcm09InRyYW5zbGF0ZSgtMTAxMC4wMDAwMDAsIC0yOTYuMDAwMDAwKSIgaWQ9InNwZWxsaW5nX3NxdWlnZ2xlIj4KICAgICAgICAgICAgPGcgdHJhbnNmb3JtPSJ0cmFuc2xhdGUoMTAxMC4wMDAwMDAsIDI5Ni4wMDAwMDApIj4KICAgICAgICAgICAgICAgIDxwYXRoIGQ9Ik0wLDMgQzEuMjUsMyAxLjI1LDEgMi41LDEgQzMuNzUsMSAzLjc1LDMgNSwzIiBpZD0iUGF0aCIgc3Ryb2tlPSIjRUIwMDAwIiBzdHJva2Utd2lkdGg9IjEiPjwvcGF0aD4KICAgICAgICAgICAgICAgIDxyZWN0IGlkPSJSZWN0YW5nbGUiIHg9IjAiIHk9IjAiIHdpZHRoPSI1IiBoZWlnaHQ9IjQiPjwvcmVjdD4KICAgICAgICAgICAgPC9nPgogICAgICAgIDwvZz4KICAgIDwvZz4KPC9zdmc+')); background-position: 0% 100%; background-repeat: repeat-x; border-bottom: 1px solid transparent; margin: 0px; padding: 0px; user-select: text;">desindividualizarse</span><span class="NormalTextRun SCXW123277701 BCX8" style="-webkit-tap-highlight-color: transparent; -webkit-user-drag: none; margin: 0px; padding: 0px; user-select: text;">”.</span></span><span class="EOP SCXW123277701 BCX8" data-ccp-props="{"201341983":1,"335551550":6,"335551620":6,"335559739":160,"335559740":465}" face="Calibri, Calibri_EmbeddedFont, Calibri_MSFontService, sans-serif" style="-webkit-tap-highlight-color: transparent; -webkit-user-drag: none; font-size: 16.5pt; line-height: 31px; margin: 0px; padding: 0px; user-select: text;"> </span></p></div><div class="OutlineElement Ltr SCXW123277701 BCX8" style="-webkit-tap-highlight-color: transparent; -webkit-user-drag: none; background-color: white; clear: both; cursor: text; direction: ltr; font-family: "Segoe UI", "Segoe UI Web", Arial, Verdana, sans-serif; font-size: 12px; margin: 0px; overflow: visible; padding: 0px; position: relative; user-select: text;"><p class="Paragraph SCXW123277701 BCX8" lang="ES-ES" paraeid="{52d32094-8f4a-402e-8763-7905d2c7da83}{168}" paraid="1868223508" style="-webkit-tap-highlight-color: transparent; -webkit-user-drag: none; background-color: transparent; color: windowtext; font-kerning: none; margin: 0px; overflow-wrap: break-word; padding: 0px; text-align: justify; user-select: text; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;" xml:lang="ES-ES"><span class="TextRun SCXW123277701 BCX8" data-contrast="auto" face="Calibri, Calibri_EmbeddedFont, Calibri_MSFontService, sans-serif" lang="ES-ES" style="-webkit-tap-highlight-color: transparent; -webkit-user-drag: none; font-size: 16.5pt; font-style: italic; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: 31px; margin: 0px; padding: 0px; user-select: text;" xml:lang="ES-ES">El ruido de una época</span><span class="TextRun SCXW123277701 BCX8" data-contrast="auto" face="Calibri, Calibri_EmbeddedFont, Calibri_MSFontService, sans-serif" lang="ES-ES" style="-webkit-tap-highlight-color: transparent; -webkit-user-drag: none; font-size: 16.5pt; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: 31px; margin: 0px; padding: 0px; user-select: text;" xml:lang="ES-ES"><span class="NormalTextRun SCXW123277701 BCX8" style="-webkit-tap-highlight-color: transparent; -webkit-user-drag: none; margin: 0px; padding: 0px; user-select: text;">, Ariana </span><span class="NormalTextRun SpellingErrorV2Themed SCXW123277701 BCX8" style="-webkit-tap-highlight-color: transparent; -webkit-user-drag: none; background-image: var(--urlSpellingErrorV2, url('data:image/svg+xml;base64,PD94bWwgdmVyc2lvbj0iMS4wIiBlbmNvZGluZz0iVVRGLTgiPz4KPHN2ZyB3aWR0aD0iNXB4IiBoZWlnaHQ9IjRweCIgdmlld0JveD0iMCAwIDUgNCIgdmVyc2lvbj0iMS4xIiB4bWxucz0iaHR0cDovL3d3dy53My5vcmcvMjAwMC9zdmciIHhtbG5zOnhsaW5rPSJodHRwOi8vd3d3LnczLm9yZy8xOTk5L3hsaW5rIj4KICAgIDwhLS0gR2VuZXJhdG9yOiBTa2V0Y2ggNTYuMiAoODE2NzIpIC0gaHR0cHM6Ly9za2V0Y2guY29tIC0tPgogICAgPHRpdGxlPnNwZWxsaW5nX3NxdWlnZ2xlPC90aXRsZT4KICAgIDxkZXNjPkNyZWF0ZWQgd2l0aCBTa2V0Y2guPC9kZXNjPgogICAgPGcgaWQ9IkZsYWdzIiBzdHJva2U9Im5vbmUiIHN0cm9rZS13aWR0aD0iMSIgZmlsbD0ibm9uZSIgZmlsbC1ydWxlPSJldmVub2RkIj4KICAgICAgICA8ZyB0cmFuc2Zvcm09InRyYW5zbGF0ZSgtMTAxMC4wMDAwMDAsIC0yOTYuMDAwMDAwKSIgaWQ9InNwZWxsaW5nX3NxdWlnZ2xlIj4KICAgICAgICAgICAgPGcgdHJhbnNmb3JtPSJ0cmFuc2xhdGUoMTAxMC4wMDAwMDAsIDI5Ni4wMDAwMDApIj4KICAgICAgICAgICAgICAgIDxwYXRoIGQ9Ik0wLDMgQzEuMjUsMyAxLjI1LDEgMi41LDEgQzMuNzUsMSAzLjc1LDMgNSwzIiBpZD0iUGF0aCIgc3Ryb2tlPSIjRUIwMDAwIiBzdHJva2Utd2lkdGg9IjEiPjwvcGF0aD4KICAgICAgICAgICAgICAgIDxyZWN0IGlkPSJSZWN0YW5nbGUiIHg9IjAiIHk9IjAiIHdpZHRoPSI1IiBoZWlnaHQ9IjQiPjwvcmVjdD4KICAgICAgICAgICAgPC9nPgogICAgICAgIDwvZz4KICAgIDwvZz4KPC9zdmc+')); background-position: 0% 100%; background-repeat: repeat-x; border-bottom: 1px solid transparent; margin: 0px; padding: 0px; user-select: text;">Harwicz</span><span class="NormalTextRun SCXW123277701 BCX8" style="-webkit-tap-highlight-color: transparent; -webkit-user-drag: none; margin: 0px; padding: 0px; user-select: text;">. Marciana, 144 págs. $4.500</span></span><span class="EOP SCXW123277701 BCX8" data-ccp-props="{"201341983":1,"335551550":6,"335551620":6,"335559739":160,"335559740":465}" face="Calibri, Calibri_EmbeddedFont, Calibri_MSFontService, sans-serif" style="-webkit-tap-highlight-color: transparent; -webkit-user-drag: none; font-size: 16.5pt; line-height: 31px; margin: 0px; padding: 0px; user-select: text;"> </span></p></div><div class="OutlineElement Ltr SCXW123277701 BCX8" style="-webkit-tap-highlight-color: transparent; -webkit-user-drag: none; background-color: white; clear: both; cursor: text; direction: ltr; font-family: "Segoe UI", "Segoe UI Web", Arial, Verdana, sans-serif; font-size: 12px; margin: 0px; overflow: visible; padding: 0px; position: relative; user-select: text;"><p aria-level="2" class="Paragraph SCXW123277701 BCX8" lang="ES-ES" paraeid="{52d32094-8f4a-402e-8763-7905d2c7da83}{175}" paraid="1204027957" role="heading" style="-webkit-tap-highlight-color: transparent; -webkit-user-drag: none; background-color: transparent; color: #2f5496; font-kerning: none; margin: 0px; overflow-wrap: break-word; padding: 0px; user-select: text; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;" xml:lang="ES-ES"><span class="TextRun SCXW123277701 BCX8" data-contrast="none" face="Calibri, Calibri_EmbeddedFont, Calibri_MSFontService, sans-serif" lang="ES-ES" style="-webkit-tap-highlight-color: transparent; -webkit-user-drag: none; font-size: 19.5pt; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-weight: bold; line-height: 34.5333px; margin: 0px; padding: 0px; user-select: text;" xml:lang="ES-ES">Entrevista: el marketing de las buenas causas</span><span class="EOP SCXW123277701 BCX8" data-ccp-props="{"134245418":true,"134245529":true,"201341983":0,"335559738":40,"335559739":0,"335559740":259}" face="Calibri, Calibri_EmbeddedFont, Calibri_MSFontService, sans-serif" style="-webkit-tap-highlight-color: transparent; -webkit-user-drag: none; font-size: 19.5pt; line-height: 34.5333px; margin: 0px; padding: 0px; user-select: text;"> </span></p></div><div class="OutlineElement Ltr SCXW123277701 BCX8" style="-webkit-tap-highlight-color: transparent; -webkit-user-drag: none; background-color: white; clear: both; cursor: text; direction: ltr; font-family: "Segoe UI", "Segoe UI Web", Arial, Verdana, sans-serif; font-size: 12px; margin: 0px; overflow: visible; padding: 0px; position: relative; user-select: text;"><p class="Paragraph SCXW123277701 BCX8" lang="ES-ES" paraeid="{52d32094-8f4a-402e-8763-7905d2c7da83}{186}" paraid="1188522799" style="-webkit-tap-highlight-color: transparent; -webkit-user-drag: none; background-color: transparent; color: windowtext; font-kerning: none; margin: 0px; overflow-wrap: break-word; padding: 0px; text-align: justify; user-select: text; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;" xml:lang="ES-ES"><span class="TextRun SCXW123277701 BCX8" data-contrast="auto" face="Calibri, Calibri_EmbeddedFont, Calibri_MSFontService, sans-serif" lang="ES-ES" style="-webkit-tap-highlight-color: transparent; -webkit-user-drag: none; font-size: 16.5pt; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-weight: bold; line-height: 31px; margin: 0px; padding: 0px; user-select: text;" xml:lang="ES-ES"><span class="NormalTextRun SCXW123277701 BCX8" style="-webkit-tap-highlight-color: transparent; -webkit-user-drag: none; margin: 0px; padding: 0px; user-select: text;">–En tu libro </span><span class="NormalTextRun SpellingErrorV2Themed SCXW123277701 BCX8" style="-webkit-tap-highlight-color: transparent; -webkit-user-drag: none; background-image: var(--urlSpellingErrorV2, url('data:image/svg+xml;base64,PD94bWwgdmVyc2lvbj0iMS4wIiBlbmNvZGluZz0iVVRGLTgiPz4KPHN2ZyB3aWR0aD0iNXB4IiBoZWlnaHQ9IjRweCIgdmlld0JveD0iMCAwIDUgNCIgdmVyc2lvbj0iMS4xIiB4bWxucz0iaHR0cDovL3d3dy53My5vcmcvMjAwMC9zdmciIHhtbG5zOnhsaW5rPSJodHRwOi8vd3d3LnczLm9yZy8xOTk5L3hsaW5rIj4KICAgIDwhLS0gR2VuZXJhdG9yOiBTa2V0Y2ggNTYuMiAoODE2NzIpIC0gaHR0cHM6Ly9za2V0Y2guY29tIC0tPgogICAgPHRpdGxlPnNwZWxsaW5nX3NxdWlnZ2xlPC90aXRsZT4KICAgIDxkZXNjPkNyZWF0ZWQgd2l0aCBTa2V0Y2guPC9kZXNjPgogICAgPGcgaWQ9IkZsYWdzIiBzdHJva2U9Im5vbmUiIHN0cm9rZS13aWR0aD0iMSIgZmlsbD0ibm9uZSIgZmlsbC1ydWxlPSJldmVub2RkIj4KICAgICAgICA8ZyB0cmFuc2Zvcm09InRyYW5zbGF0ZSgtMTAxMC4wMDAwMDAsIC0yOTYuMDAwMDAwKSIgaWQ9InNwZWxsaW5nX3NxdWlnZ2xlIj4KICAgICAgICAgICAgPGcgdHJhbnNmb3JtPSJ0cmFuc2xhdGUoMTAxMC4wMDAwMDAsIDI5Ni4wMDAwMDApIj4KICAgICAgICAgICAgICAgIDxwYXRoIGQ9Ik0wLDMgQzEuMjUsMyAxLjI1LDEgMi41LDEgQzMuNzUsMSAzLjc1LDMgNSwzIiBpZD0iUGF0aCIgc3Ryb2tlPSIjRUIwMDAwIiBzdHJva2Utd2lkdGg9IjEiPjwvcGF0aD4KICAgICAgICAgICAgICAgIDxyZWN0IGlkPSJSZWN0YW5nbGUiIHg9IjAiIHk9IjAiIHdpZHRoPSI1IiBoZWlnaHQ9IjQiPjwvcmVjdD4KICAgICAgICAgICAgPC9nPgogICAgICAgIDwvZz4KICAgIDwvZz4KPC9zdmc+')); background-position: 0% 100%; background-repeat: repeat-x; border-bottom: 1px solid transparent; margin: 0px; padding: 0px; user-select: text;">explorás</span><span class="NormalTextRun SCXW123277701 BCX8" style="-webkit-tap-highlight-color: transparent; -webkit-user-drag: none; margin: 0px; padding: 0px; user-select: text;"> lo que describís como “el ruido de la época” y </span><span class="NormalTextRun SpellingErrorV2Themed SCXW123277701 BCX8" style="-webkit-tap-highlight-color: transparent; -webkit-user-drag: none; background-image: var(--urlSpellingErrorV2, url('data:image/svg+xml;base64,PD94bWwgdmVyc2lvbj0iMS4wIiBlbmNvZGluZz0iVVRGLTgiPz4KPHN2ZyB3aWR0aD0iNXB4IiBoZWlnaHQ9IjRweCIgdmlld0JveD0iMCAwIDUgNCIgdmVyc2lvbj0iMS4xIiB4bWxucz0iaHR0cDovL3d3dy53My5vcmcvMjAwMC9zdmciIHhtbG5zOnhsaW5rPSJodHRwOi8vd3d3LnczLm9yZy8xOTk5L3hsaW5rIj4KICAgIDwhLS0gR2VuZXJhdG9yOiBTa2V0Y2ggNTYuMiAoODE2NzIpIC0gaHR0cHM6Ly9za2V0Y2guY29tIC0tPgogICAgPHRpdGxlPnNwZWxsaW5nX3NxdWlnZ2xlPC90aXRsZT4KICAgIDxkZXNjPkNyZWF0ZWQgd2l0aCBTa2V0Y2guPC9kZXNjPgogICAgPGcgaWQ9IkZsYWdzIiBzdHJva2U9Im5vbmUiIHN0cm9rZS13aWR0aD0iMSIgZmlsbD0ibm9uZSIgZmlsbC1ydWxlPSJldmVub2RkIj4KICAgICAgICA8ZyB0cmFuc2Zvcm09InRyYW5zbGF0ZSgtMTAxMC4wMDAwMDAsIC0yOTYuMDAwMDAwKSIgaWQ9InNwZWxsaW5nX3NxdWlnZ2xlIj4KICAgICAgICAgICAgPGcgdHJhbnNmb3JtPSJ0cmFuc2xhdGUoMTAxMC4wMDAwMDAsIDI5Ni4wMDAwMDApIj4KICAgICAgICAgICAgICAgIDxwYXRoIGQ9Ik0wLDMgQzEuMjUsMyAxLjI1LDEgMi41LDEgQzMuNzUsMSAzLjc1LDMgNSwzIiBpZD0iUGF0aCIgc3Ryb2tlPSIjRUIwMDAwIiBzdHJva2Utd2lkdGg9IjEiPjwvcGF0aD4KICAgICAgICAgICAgICAgIDxyZWN0IGlkPSJSZWN0YW5nbGUiIHg9IjAiIHk9IjAiIHdpZHRoPSI1IiBoZWlnaHQ9IjQiPjwvcmVjdD4KICAgICAgICAgICAgPC9nPgogICAgICAgIDwvZz4KICAgIDwvZz4KPC9zdmc+')); background-position: 0% 100%; background-repeat: repeat-x; border-bottom: 1px solid transparent; margin: 0px; padding: 0px; user-select: text;">señalás</span><span class="NormalTextRun SCXW123277701 BCX8" style="-webkit-tap-highlight-color: transparent; -webkit-user-drag: none; margin: 0px; padding: 0px; user-select: text;"> algunas problemáticas (la cancelación, el separar la obra del autor y la lectura de la identidad). ¿Cuál es tu mayor preocupación al respecto?</span></span><span class="EOP SCXW123277701 BCX8" data-ccp-props="{"201341983":1,"335551550":6,"335551620":6,"335559739":160,"335559740":465}" face="Calibri, Calibri_EmbeddedFont, Calibri_MSFontService, sans-serif" style="-webkit-tap-highlight-color: transparent; -webkit-user-drag: none; font-size: 16.5pt; line-height: 31px; margin: 0px; padding: 0px; user-select: text;"> </span></p></div><div class="OutlineElement Ltr SCXW123277701 BCX8" style="-webkit-tap-highlight-color: transparent; -webkit-user-drag: none; background-color: white; clear: both; cursor: text; direction: ltr; font-family: "Segoe UI", "Segoe UI Web", Arial, Verdana, sans-serif; font-size: 12px; margin: 0px; overflow: visible; padding: 0px; position: relative; user-select: text;"><p class="Paragraph SCXW123277701 BCX8" lang="ES-ES" paraeid="{52d32094-8f4a-402e-8763-7905d2c7da83}{193}" paraid="740323805" style="-webkit-tap-highlight-color: transparent; -webkit-user-drag: none; background-color: transparent; color: windowtext; font-kerning: none; margin: 0px; overflow-wrap: break-word; padding: 0px; text-align: justify; user-select: text; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;" xml:lang="ES-ES"><span class="TextRun SCXW123277701 BCX8" data-contrast="auto" face="Calibri, Calibri_EmbeddedFont, Calibri_MSFontService, sans-serif" lang="ES-ES" style="-webkit-tap-highlight-color: transparent; -webkit-user-drag: none; font-size: 16.5pt; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: 31px; margin: 0px; padding: 0px; user-select: text;" xml:lang="ES-ES"><span class="NormalTextRun SCXW123277701 BCX8" style="-webkit-tap-highlight-color: transparent; -webkit-user-drag: none; margin: 0px; padding: 0px; user-select: text;">–Me molesta el cinismo. La impostura. El ser caretas. Creo que a medida que vaya envejeciendo deberé hacer un trabajo espiritual para que me moleste menos. Alguien me dijo alguna vez: “Reivindico la hipocresía”. En el sentido de que esa doble faz, ese cuchicheo por la espalda es mejor que el cuchillo en la frente. Por ahora no pude llegar a ese nivel de espiritualidad, de aceptación. El cinismo que veo alrededor mío, en el arte, me resulta muy doloroso. Digo, ¿No era que defendían las buenas causas, que había todo un protocolo, un discurso gritado del bien? Para nada. Preferiría que hicieran abiertamente apología del </span><span class="NormalTextRun SpellingErrorV2Themed SCXW123277701 BCX8" style="-webkit-tap-highlight-color: transparent; -webkit-user-drag: none; background-image: var(--urlSpellingErrorV2, url('data:image/svg+xml;base64,PD94bWwgdmVyc2lvbj0iMS4wIiBlbmNvZGluZz0iVVRGLTgiPz4KPHN2ZyB3aWR0aD0iNXB4IiBoZWlnaHQ9IjRweCIgdmlld0JveD0iMCAwIDUgNCIgdmVyc2lvbj0iMS4xIiB4bWxucz0iaHR0cDovL3d3dy53My5vcmcvMjAwMC9zdmciIHhtbG5zOnhsaW5rPSJodHRwOi8vd3d3LnczLm9yZy8xOTk5L3hsaW5rIj4KICAgIDwhLS0gR2VuZXJhdG9yOiBTa2V0Y2ggNTYuMiAoODE2NzIpIC0gaHR0cHM6Ly9za2V0Y2guY29tIC0tPgogICAgPHRpdGxlPnNwZWxsaW5nX3NxdWlnZ2xlPC90aXRsZT4KICAgIDxkZXNjPkNyZWF0ZWQgd2l0aCBTa2V0Y2guPC9kZXNjPgogICAgPGcgaWQ9IkZsYWdzIiBzdHJva2U9Im5vbmUiIHN0cm9rZS13aWR0aD0iMSIgZmlsbD0ibm9uZSIgZmlsbC1ydWxlPSJldmVub2RkIj4KICAgICAgICA8ZyB0cmFuc2Zvcm09InRyYW5zbGF0ZSgtMTAxMC4wMDAwMDAsIC0yOTYuMDAwMDAwKSIgaWQ9InNwZWxsaW5nX3NxdWlnZ2xlIj4KICAgICAgICAgICAgPGcgdHJhbnNmb3JtPSJ0cmFuc2xhdGUoMTAxMC4wMDAwMDAsIDI5Ni4wMDAwMDApIj4KICAgICAgICAgICAgICAgIDxwYXRoIGQ9Ik0wLDMgQzEuMjUsMyAxLjI1LDEgMi41LDEgQzMuNzUsMSAzLjc1LDMgNSwzIiBpZD0iUGF0aCIgc3Ryb2tlPSIjRUIwMDAwIiBzdHJva2Utd2lkdGg9IjEiPjwvcGF0aD4KICAgICAgICAgICAgICAgIDxyZWN0IGlkPSJSZWN0YW5nbGUiIHg9IjAiIHk9IjAiIHdpZHRoPSI1IiBoZWlnaHQ9IjQiPjwvcmVjdD4KICAgICAgICAgICAgPC9nPgogICAgICAgIDwvZz4KICAgIDwvZz4KPC9zdmc+')); background-position: 0% 100%; background-repeat: repeat-x; border-bottom: 1px solid transparent; margin: 0px; padding: 0px; user-select: text;">crímen</span><span class="NormalTextRun SCXW123277701 BCX8" style="-webkit-tap-highlight-color: transparent; -webkit-user-drag: none; margin: 0px; padding: 0px; user-select: text;">. Mi malestar en la cultura es el cinismo. Parecería ser que en esta época el arte está más inclinado a las buenas causas y no. Es puro marketing.</span></span><span class="EOP SCXW123277701 BCX8" data-ccp-props="{"201341983":1,"335551550":6,"335551620":6,"335559739":160,"335559740":465}" face="Calibri, Calibri_EmbeddedFont, Calibri_MSFontService, sans-serif" style="-webkit-tap-highlight-color: transparent; -webkit-user-drag: none; font-size: 16.5pt; line-height: 31px; margin: 0px; padding: 0px; user-select: text;"> </span></p></div><div class="OutlineElement Ltr SCXW123277701 BCX8" style="-webkit-tap-highlight-color: transparent; -webkit-user-drag: none; background-color: white; clear: both; cursor: text; direction: ltr; font-family: "Segoe UI", "Segoe UI Web", Arial, Verdana, sans-serif; font-size: 12px; margin: 0px; overflow: visible; padding: 0px; position: relative; user-select: text;"><p class="Paragraph SCXW123277701 BCX8" lang="ES-ES" paraeid="{52d32094-8f4a-402e-8763-7905d2c7da83}{200}" paraid="1042567000" style="-webkit-tap-highlight-color: transparent; -webkit-user-drag: none; background-color: transparent; color: windowtext; font-kerning: none; margin: 0px; overflow-wrap: break-word; padding: 0px; text-align: justify; user-select: text; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;" xml:lang="ES-ES"><span class="TextRun SCXW123277701 BCX8" data-contrast="auto" face="Calibri, Calibri_EmbeddedFont, Calibri_MSFontService, sans-serif" lang="ES-ES" style="-webkit-tap-highlight-color: transparent; -webkit-user-drag: none; font-size: 16.5pt; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-weight: bold; line-height: 31px; margin: 0px; padding: 0px; user-select: text;" xml:lang="ES-ES">–También advertís acerca de la esencia del escritor, respecto a que cualquiera, por el mero hecho de escribir, se llama a sí mismo autor.</span><span class="EOP SCXW123277701 BCX8" data-ccp-props="{"201341983":1,"335551550":6,"335551620":6,"335559739":160,"335559740":465}" face="Calibri, Calibri_EmbeddedFont, Calibri_MSFontService, sans-serif" style="-webkit-tap-highlight-color: transparent; -webkit-user-drag: none; font-size: 16.5pt; line-height: 31px; margin: 0px; padding: 0px; user-select: text;"> </span></p></div><div class="OutlineElement Ltr SCXW123277701 BCX8" style="-webkit-tap-highlight-color: transparent; -webkit-user-drag: none; background-color: white; clear: both; cursor: text; direction: ltr; font-family: "Segoe UI", "Segoe UI Web", Arial, Verdana, sans-serif; font-size: 12px; margin: 0px; overflow: visible; padding: 0px; position: relative; user-select: text;"><p class="Paragraph SCXW123277701 BCX8" lang="ES-ES" paraeid="{52d32094-8f4a-402e-8763-7905d2c7da83}{207}" paraid="1304797259" style="-webkit-tap-highlight-color: transparent; -webkit-user-drag: none; background-color: transparent; color: windowtext; font-kerning: none; margin: 0px; overflow-wrap: break-word; padding: 0px; text-align: justify; user-select: text; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;" xml:lang="ES-ES"><span class="TextRun SCXW123277701 BCX8" data-contrast="auto" face="Calibri, Calibri_EmbeddedFont, Calibri_MSFontService, sans-serif" lang="ES-ES" style="-webkit-tap-highlight-color: transparent; -webkit-user-drag: none; font-size: 16.5pt; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: 31px; margin: 0px; padding: 0px; user-select: text;" xml:lang="ES-ES">–Es injusto que siempre el chivo expiatorio sea la escritura. Todos estamos de acuerdo tácitamente en que no cualquiera puede ser bailarín clásico, chef, peluquero o pianista. Eso mismo no sucede en la escritura. Efectivamente, escribir puede escribir cualquiera. Incluso alguien que detesta la escritura. Estaría lindo pensar qué es escribir. Si escribir es sólo el verbo entonces puedo ser corredora, porque puedo correr o nadadora porque puedo nadar. No entiendo por qué a cualquier profesión se le exige un rigor, una formalidad, y escribir pareciera que es lo mismo que mover las manos. Son escribientes. Llegar a escribir es lo más difícil que hay.</span><span class="EOP SCXW123277701 BCX8" data-ccp-props="{"201341983":1,"335551550":6,"335551620":6,"335559739":160,"335559740":465}" face="Calibri, Calibri_EmbeddedFont, Calibri_MSFontService, sans-serif" style="-webkit-tap-highlight-color: transparent; -webkit-user-drag: none; font-size: 16.5pt; line-height: 31px; margin: 0px; padding: 0px; user-select: text;"> </span></p></div><div class="OutlineElement Ltr SCXW123277701 BCX8" style="-webkit-tap-highlight-color: transparent; -webkit-user-drag: none; background-color: white; clear: both; cursor: text; direction: ltr; font-family: "Segoe UI", "Segoe UI Web", Arial, Verdana, sans-serif; font-size: 12px; margin: 0px; overflow: visible; padding: 0px; position: relative; user-select: text;"><p class="Paragraph SCXW123277701 BCX8" lang="ES-ES" paraeid="{52d32094-8f4a-402e-8763-7905d2c7da83}{214}" paraid="1342009605" style="-webkit-tap-highlight-color: transparent; -webkit-user-drag: none; background-color: transparent; color: windowtext; font-kerning: none; margin: 0px; overflow-wrap: break-word; padding: 0px; text-align: justify; user-select: text; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;" xml:lang="ES-ES"><span class="TextRun SCXW123277701 BCX8" data-contrast="auto" face="Calibri, Calibri_EmbeddedFont, Calibri_MSFontService, sans-serif" lang="ES-ES" style="-webkit-tap-highlight-color: transparent; -webkit-user-drag: none; font-size: 16.5pt; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-weight: bold; line-height: 31px; margin: 0px; padding: 0px; user-select: text;" xml:lang="ES-ES"><span class="NormalTextRun SCXW123277701 BCX8" style="-webkit-tap-highlight-color: transparent; -webkit-user-drag: none; margin: 0px; padding: 0px; user-select: text;">–En un pasaje </span><span class="NormalTextRun SpellingErrorV2Themed SCXW123277701 BCX8" style="-webkit-tap-highlight-color: transparent; -webkit-user-drag: none; background-image: var(--urlSpellingErrorV2, url('data:image/svg+xml;base64,PD94bWwgdmVyc2lvbj0iMS4wIiBlbmNvZGluZz0iVVRGLTgiPz4KPHN2ZyB3aWR0aD0iNXB4IiBoZWlnaHQ9IjRweCIgdmlld0JveD0iMCAwIDUgNCIgdmVyc2lvbj0iMS4xIiB4bWxucz0iaHR0cDovL3d3dy53My5vcmcvMjAwMC9zdmciIHhtbG5zOnhsaW5rPSJodHRwOi8vd3d3LnczLm9yZy8xOTk5L3hsaW5rIj4KICAgIDwhLS0gR2VuZXJhdG9yOiBTa2V0Y2ggNTYuMiAoODE2NzIpIC0gaHR0cHM6Ly9za2V0Y2guY29tIC0tPgogICAgPHRpdGxlPnNwZWxsaW5nX3NxdWlnZ2xlPC90aXRsZT4KICAgIDxkZXNjPkNyZWF0ZWQgd2l0aCBTa2V0Y2guPC9kZXNjPgogICAgPGcgaWQ9IkZsYWdzIiBzdHJva2U9Im5vbmUiIHN0cm9rZS13aWR0aD0iMSIgZmlsbD0ibm9uZSIgZmlsbC1ydWxlPSJldmVub2RkIj4KICAgICAgICA8ZyB0cmFuc2Zvcm09InRyYW5zbGF0ZSgtMTAxMC4wMDAwMDAsIC0yOTYuMDAwMDAwKSIgaWQ9InNwZWxsaW5nX3NxdWlnZ2xlIj4KICAgICAgICAgICAgPGcgdHJhbnNmb3JtPSJ0cmFuc2xhdGUoMTAxMC4wMDAwMDAsIDI5Ni4wMDAwMDApIj4KICAgICAgICAgICAgICAgIDxwYXRoIGQ9Ik0wLDMgQzEuMjUsMyAxLjI1LDEgMi41LDEgQzMuNzUsMSAzLjc1LDMgNSwzIiBpZD0iUGF0aCIgc3Ryb2tlPSIjRUIwMDAwIiBzdHJva2Utd2lkdGg9IjEiPjwvcGF0aD4KICAgICAgICAgICAgICAgIDxyZWN0IGlkPSJSZWN0YW5nbGUiIHg9IjAiIHk9IjAiIHdpZHRoPSI1IiBoZWlnaHQ9IjQiPjwvcmVjdD4KICAgICAgICAgICAgPC9nPgogICAgICAgIDwvZz4KICAgIDwvZz4KPC9zdmc+')); background-position: 0% 100%; background-repeat: repeat-x; border-bottom: 1px solid transparent; margin: 0px; padding: 0px; user-select: text;">llegás</span><span class="NormalTextRun SCXW123277701 BCX8" style="-webkit-tap-highlight-color: transparent; -webkit-user-drag: none; margin: 0px; padding: 0px; user-select: text;"> a la conclusión de que sería muy interesante lograr una literatura que pueda despertarte de un sacudón en medio de la noche. ¿Qué </span><span class="NormalTextRun SpellingErrorV2Themed SCXW123277701 BCX8" style="-webkit-tap-highlight-color: transparent; -webkit-user-drag: none; background-image: var(--urlSpellingErrorV2, url('data:image/svg+xml;base64,PD94bWwgdmVyc2lvbj0iMS4wIiBlbmNvZGluZz0iVVRGLTgiPz4KPHN2ZyB3aWR0aD0iNXB4IiBoZWlnaHQ9IjRweCIgdmlld0JveD0iMCAwIDUgNCIgdmVyc2lvbj0iMS4xIiB4bWxucz0iaHR0cDovL3d3dy53My5vcmcvMjAwMC9zdmciIHhtbG5zOnhsaW5rPSJodHRwOi8vd3d3LnczLm9yZy8xOTk5L3hsaW5rIj4KICAgIDwhLS0gR2VuZXJhdG9yOiBTa2V0Y2ggNTYuMiAoODE2NzIpIC0gaHR0cHM6Ly9za2V0Y2guY29tIC0tPgogICAgPHRpdGxlPnNwZWxsaW5nX3NxdWlnZ2xlPC90aXRsZT4KICAgIDxkZXNjPkNyZWF0ZWQgd2l0aCBTa2V0Y2guPC9kZXNjPgogICAgPGcgaWQ9IkZsYWdzIiBzdHJva2U9Im5vbmUiIHN0cm9rZS13aWR0aD0iMSIgZmlsbD0ibm9uZSIgZmlsbC1ydWxlPSJldmVub2RkIj4KICAgICAgICA8ZyB0cmFuc2Zvcm09InRyYW5zbGF0ZSgtMTAxMC4wMDAwMDAsIC0yOTYuMDAwMDAwKSIgaWQ9InNwZWxsaW5nX3NxdWlnZ2xlIj4KICAgICAgICAgICAgPGcgdHJhbnNmb3JtPSJ0cmFuc2xhdGUoMTAxMC4wMDAwMDAsIDI5Ni4wMDAwMDApIj4KICAgICAgICAgICAgICAgIDxwYXRoIGQ9Ik0wLDMgQzEuMjUsMyAxLjI1LDEgMi41LDEgQzMuNzUsMSAzLjc1LDMgNSwzIiBpZD0iUGF0aCIgc3Ryb2tlPSIjRUIwMDAwIiBzdHJva2Utd2lkdGg9IjEiPjwvcGF0aD4KICAgICAgICAgICAgICAgIDxyZWN0IGlkPSJSZWN0YW5nbGUiIHg9IjAiIHk9IjAiIHdpZHRoPSI1IiBoZWlnaHQ9IjQiPjwvcmVjdD4KICAgICAgICAgICAgPC9nPgogICAgICAgIDwvZz4KICAgIDwvZz4KPC9zdmc+')); background-position: 0% 100%; background-repeat: repeat-x; border-bottom: 1px solid transparent; margin: 0px; padding: 0px; user-select: text;">intentás</span><span class="NormalTextRun SCXW123277701 BCX8" style="-webkit-tap-highlight-color: transparent; -webkit-user-drag: none; margin: 0px; padding: 0px; user-select: text;"> con la tuya?</span></span><span class="EOP SCXW123277701 BCX8" data-ccp-props="{"201341983":1,"335551550":6,"335551620":6,"335559739":160,"335559740":465}" face="Calibri, Calibri_EmbeddedFont, Calibri_MSFontService, sans-serif" style="-webkit-tap-highlight-color: transparent; -webkit-user-drag: none; font-size: 16.5pt; line-height: 31px; margin: 0px; padding: 0px; user-select: text;"> </span></p></div><div class="OutlineElement Ltr SCXW123277701 BCX8" style="-webkit-tap-highlight-color: transparent; -webkit-user-drag: none; background-color: white; clear: both; cursor: text; direction: ltr; font-family: "Segoe UI", "Segoe UI Web", Arial, Verdana, sans-serif; font-size: 12px; margin: 0px; overflow: visible; padding: 0px; position: relative; user-select: text;"><p class="Paragraph SCXW123277701 BCX8" lang="ES-ES" paraeid="{52d32094-8f4a-402e-8763-7905d2c7da83}{221}" paraid="2140116633" style="-webkit-tap-highlight-color: transparent; -webkit-user-drag: none; background-color: transparent; color: windowtext; font-kerning: none; margin: 0px; overflow-wrap: break-word; padding: 0px; text-align: justify; user-select: text; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;" xml:lang="ES-ES"><span class="TextRun SCXW123277701 BCX8" data-contrast="auto" face="Calibri, Calibri_EmbeddedFont, Calibri_MSFontService, sans-serif" lang="ES-ES" style="-webkit-tap-highlight-color: transparent; -webkit-user-drag: none; font-size: 16.5pt; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: 31px; margin: 0px; padding: 0px; user-select: text;" xml:lang="ES-ES">–Intento eso. Lo único que importa es que te aparezca como flashes en tu vida. A mí me pasa, supongo que a todos. Estoy en cualquier lugar, manejando en el campo, en una camilla por operarme, antes de dormirme, y me aparecen cosas confusas que nunca entiendo si son mis recuerdos o los recuerdos de un libro. Se me impregna una escena, un momento, un diálogo. Ese sería mi deseo, mi sueño: que alguna escena, una descripción, una frase de mis libros entre en la vida de alguien y lo acompañe.</span><span class="EOP SCXW123277701 BCX8" data-ccp-props="{"201341983":1,"335551550":6,"335551620":6,"335559739":160,"335559740":465}" face="Calibri, Calibri_EmbeddedFont, Calibri_MSFontService, sans-serif" style="-webkit-tap-highlight-color: transparent; -webkit-user-drag: none; font-size: 16.5pt; line-height: 31px; margin: 0px; padding: 0px; user-select: text;"> </span></p></div><div class="OutlineElement Ltr SCXW123277701 BCX8" style="-webkit-tap-highlight-color: transparent; -webkit-user-drag: none; background-color: white; clear: both; cursor: text; direction: ltr; font-family: "Segoe UI", "Segoe UI Web", Arial, Verdana, sans-serif; font-size: 12px; margin: 0px; overflow: visible; padding: 0px; position: relative; user-select: text;"><p class="Paragraph SCXW123277701 BCX8" lang="ES-ES" paraeid="{52d32094-8f4a-402e-8763-7905d2c7da83}{228}" paraid="347323935" style="-webkit-tap-highlight-color: transparent; -webkit-user-drag: none; background-color: transparent; color: windowtext; font-kerning: none; margin: 0px; overflow-wrap: break-word; padding: 0px; text-align: justify; user-select: text; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;" xml:lang="ES-ES"><span class="TextRun SCXW123277701 BCX8" data-contrast="auto" face="Calibri, Calibri_EmbeddedFont, Calibri_MSFontService, sans-serif" lang="ES-ES" style="-webkit-tap-highlight-color: transparent; -webkit-user-drag: none; font-size: 16.5pt; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-weight: bold; line-height: 31px; margin: 0px; padding: 0px; user-select: text;" xml:lang="ES-ES"><span class="NormalTextRun SCXW123277701 BCX8" style="-webkit-tap-highlight-color: transparent; -webkit-user-drag: none; margin: 0px; padding: 0px; user-select: text;">–En varias entrevistas </span><span class="NormalTextRun SpellingErrorV2Themed SCXW123277701 BCX8" style="-webkit-tap-highlight-color: transparent; -webkit-user-drag: none; background-image: var(--urlSpellingErrorV2, url('data:image/svg+xml;base64,PD94bWwgdmVyc2lvbj0iMS4wIiBlbmNvZGluZz0iVVRGLTgiPz4KPHN2ZyB3aWR0aD0iNXB4IiBoZWlnaHQ9IjRweCIgdmlld0JveD0iMCAwIDUgNCIgdmVyc2lvbj0iMS4xIiB4bWxucz0iaHR0cDovL3d3dy53My5vcmcvMjAwMC9zdmciIHhtbG5zOnhsaW5rPSJodHRwOi8vd3d3LnczLm9yZy8xOTk5L3hsaW5rIj4KICAgIDwhLS0gR2VuZXJhdG9yOiBTa2V0Y2ggNTYuMiAoODE2NzIpIC0gaHR0cHM6Ly9za2V0Y2guY29tIC0tPgogICAgPHRpdGxlPnNwZWxsaW5nX3NxdWlnZ2xlPC90aXRsZT4KICAgIDxkZXNjPkNyZWF0ZWQgd2l0aCBTa2V0Y2guPC9kZXNjPgogICAgPGcgaWQ9IkZsYWdzIiBzdHJva2U9Im5vbmUiIHN0cm9rZS13aWR0aD0iMSIgZmlsbD0ibm9uZSIgZmlsbC1ydWxlPSJldmVub2RkIj4KICAgICAgICA8ZyB0cmFuc2Zvcm09InRyYW5zbGF0ZSgtMTAxMC4wMDAwMDAsIC0yOTYuMDAwMDAwKSIgaWQ9InNwZWxsaW5nX3NxdWlnZ2xlIj4KICAgICAgICAgICAgPGcgdHJhbnNmb3JtPSJ0cmFuc2xhdGUoMTAxMC4wMDAwMDAsIDI5Ni4wMDAwMDApIj4KICAgICAgICAgICAgICAgIDxwYXRoIGQ9Ik0wLDMgQzEuMjUsMyAxLjI1LDEgMi41LDEgQzMuNzUsMSAzLjc1LDMgNSwzIiBpZD0iUGF0aCIgc3Ryb2tlPSIjRUIwMDAwIiBzdHJva2Utd2lkdGg9IjEiPjwvcGF0aD4KICAgICAgICAgICAgICAgIDxyZWN0IGlkPSJSZWN0YW5nbGUiIHg9IjAiIHk9IjAiIHdpZHRoPSI1IiBoZWlnaHQ9IjQiPjwvcmVjdD4KICAgICAgICAgICAgPC9nPgogICAgICAgIDwvZz4KICAgIDwvZz4KPC9zdmc+')); background-position: 0% 100%; background-repeat: repeat-x; border-bottom: 1px solid transparent; margin: 0px; padding: 0px; user-select: text;">señalás</span><span class="NormalTextRun SCXW123277701 BCX8" style="-webkit-tap-highlight-color: transparent; -webkit-user-drag: none; margin: 0px; padding: 0px; user-select: text;"> la necesidad de escribir desde la incomodidad y como si uno estuviese muerto. Una suerte de salto al vacío. ¿Por qué? ¿Siempre tuviste en claro esto?</span></span><span class="EOP SCXW123277701 BCX8" data-ccp-props="{"201341983":1,"335551550":6,"335551620":6,"335559739":160,"335559740":465}" face="Calibri, Calibri_EmbeddedFont, Calibri_MSFontService, sans-serif" style="-webkit-tap-highlight-color: transparent; -webkit-user-drag: none; font-size: 16.5pt; line-height: 31px; margin: 0px; padding: 0px; user-select: text;"> </span></p></div><div class="OutlineElement Ltr SCXW123277701 BCX8" style="-webkit-tap-highlight-color: transparent; -webkit-user-drag: none; background-color: white; clear: both; cursor: text; direction: ltr; font-family: "Segoe UI", "Segoe UI Web", Arial, Verdana, sans-serif; font-size: 12px; margin: 0px; overflow: visible; padding: 0px; position: relative; user-select: text;"><p class="Paragraph SCXW123277701 BCX8" lang="ES-ES" paraeid="{52d32094-8f4a-402e-8763-7905d2c7da83}{235}" paraid="591067269" style="-webkit-tap-highlight-color: transparent; -webkit-user-drag: none; background-color: transparent; color: windowtext; font-kerning: none; margin: 0px; overflow-wrap: break-word; padding: 0px; text-align: justify; user-select: text; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;" xml:lang="ES-ES"><span class="TextRun SCXW123277701 BCX8" data-contrast="auto" face="Calibri, Calibri_EmbeddedFont, Calibri_MSFontService, sans-serif" lang="ES-ES" style="-webkit-tap-highlight-color: transparent; -webkit-user-drag: none; font-size: 16.5pt; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: 31px; margin: 0px; padding: 0px; user-select: text;" xml:lang="ES-ES"><span class="NormalTextRun SCXW123277701 BCX8" style="-webkit-tap-highlight-color: transparent; -webkit-user-drag: none; margin: 0px; padding: 0px; user-select: text;">–Tiene que ver con pensar desde dónde escribimos: desde la vida, los sueños, el más allá, la marginalidad, el encierro. A mí me parece que hoy se escribe demasiado desde la vida. Y la vida, además de increíble, es horrible. Es una </span><span class="NormalTextRun ContextualSpellingAndGrammarErrorV2Themed SCXW123277701 BCX8" style="-webkit-tap-highlight-color: transparent; -webkit-user-drag: none; background-image: var(--urlContextualSpellingAndGrammarErrorV2, url('data:image/svg+xml;base64,PD94bWwgdmVyc2lvbj0iMS4wIiBlbmNvZGluZz0iVVRGLTgiPz4KPHN2ZyB3aWR0aD0iNXB4IiBoZWlnaHQ9IjNweCIgdmlld0JveD0iMCAwIDUgMyIgdmVyc2lvbj0iMS4xIiB4bWxucz0iaHR0cDovL3d3dy53My5vcmcvMjAwMC9zdmciIHhtbG5zOnhsaW5rPSJodHRwOi8vd3d3LnczLm9yZy8xOTk5L3hsaW5rIj4KICAgIDwhLS0gR2VuZXJhdG9yOiBTa2V0Y2ggNTUuMiAoNzgxODEpIC0gaHR0cHM6Ly9za2V0Y2hhcHAuY29tIC0tPgogICAgPHRpdGxlPmdyYW1tYXJfZG91YmxlX2xpbmU8L3RpdGxlPgogICAgPGRlc2M+Q3JlYXRlZCB3aXRoIFNrZXRjaC48L2Rlc2M+CiAgICA8ZyBpZD0iZ3JhbW1hcl9kb3VibGVfbGluZSIgc3Ryb2tlPSJub25lIiBzdHJva2Utd2lkdGg9IjEiIGZpbGw9Im5vbmUiIGZpbGwtcnVsZT0iZXZlbm9kZCIgc3Ryb2tlLWxpbmVjYXA9InJvdW5kIj4KICAgICAgICA8ZyBpZD0iR3JhbW1hci1UaWxlLUNvcHkiIHN0cm9rZT0iIzMzNTVGRiI+CiAgICAgICAgICAgIDxwYXRoIGQ9Ik0wLDAuNSBMNSwwLjUiIGlkPSJMaW5lLTItQ29weS0xMCI+PC9wYXRoPgogICAgICAgICAgICA8cGF0aCBkPSJNMCwyLjUgTDUsMi41IiBpZD0iTGluZS0yLUNvcHktMTEiPjwvcGF0aD4KICAgICAgICA8L2c+CiAgICA8L2c+Cjwvc3ZnPg==')); background-position: 0% 100%; background-repeat: repeat-x; border-bottom: 1px solid transparent; margin: 0px; padding: 0px; user-select: text;">locura</span><span class="NormalTextRun SCXW123277701 BCX8" style="-webkit-tap-highlight-color: transparent; -webkit-user-drag: none; margin: 0px; padding: 0px; user-select: text;"> pero también es aburrida, repetitiva, torpe, mediocre, está llena de corrupción. Está el mercado. No me acuerdo qué poeta lo decía, y coincido, que se está también muerto cuando se escribe. No se está en la vida, se está en otro lado. Es esa otra cosa que </span><span class="NormalTextRun SpellingErrorV2Themed SCXW123277701 BCX8" style="-webkit-tap-highlight-color: transparent; -webkit-user-drag: none; background-image: var(--urlSpellingErrorV2, url('data:image/svg+xml;base64,PD94bWwgdmVyc2lvbj0iMS4wIiBlbmNvZGluZz0iVVRGLTgiPz4KPHN2ZyB3aWR0aD0iNXB4IiBoZWlnaHQ9IjRweCIgdmlld0JveD0iMCAwIDUgNCIgdmVyc2lvbj0iMS4xIiB4bWxucz0iaHR0cDovL3d3dy53My5vcmcvMjAwMC9zdmciIHhtbG5zOnhsaW5rPSJodHRwOi8vd3d3LnczLm9yZy8xOTk5L3hsaW5rIj4KICAgIDwhLS0gR2VuZXJhdG9yOiBTa2V0Y2ggNTYuMiAoODE2NzIpIC0gaHR0cHM6Ly9za2V0Y2guY29tIC0tPgogICAgPHRpdGxlPnNwZWxsaW5nX3NxdWlnZ2xlPC90aXRsZT4KICAgIDxkZXNjPkNyZWF0ZWQgd2l0aCBTa2V0Y2guPC9kZXNjPgogICAgPGcgaWQ9IkZsYWdzIiBzdHJva2U9Im5vbmUiIHN0cm9rZS13aWR0aD0iMSIgZmlsbD0ibm9uZSIgZmlsbC1ydWxlPSJldmVub2RkIj4KICAgICAgICA8ZyB0cmFuc2Zvcm09InRyYW5zbGF0ZSgtMTAxMC4wMDAwMDAsIC0yOTYuMDAwMDAwKSIgaWQ9InNwZWxsaW5nX3NxdWlnZ2xlIj4KICAgICAgICAgICAgPGcgdHJhbnNmb3JtPSJ0cmFuc2xhdGUoMTAxMC4wMDAwMDAsIDI5Ni4wMDAwMDApIj4KICAgICAgICAgICAgICAgIDxwYXRoIGQ9Ik0wLDMgQzEuMjUsMyAxLjI1LDEgMi41LDEgQzMuNzUsMSAzLjc1LDMgNSwzIiBpZD0iUGF0aCIgc3Ryb2tlPSIjRUIwMDAwIiBzdHJva2Utd2lkdGg9IjEiPjwvcGF0aD4KICAgICAgICAgICAgICAgIDxyZWN0IGlkPSJSZWN0YW5nbGUiIHg9IjAiIHk9IjAiIHdpZHRoPSI1IiBoZWlnaHQ9IjQiPjwvcmVjdD4KICAgICAgICAgICAgPC9nPgogICAgICAgIDwvZz4KICAgIDwvZz4KPC9zdmc+')); background-position: 0% 100%; background-repeat: repeat-x; border-bottom: 1px solid transparent; margin: 0px; padding: 0px; user-select: text;">captás</span><span class="NormalTextRun SCXW123277701 BCX8" style="-webkit-tap-highlight-color: transparent; -webkit-user-drag: none; margin: 0px; padding: 0px; user-select: text;">, como una visión, cuando escribís. Eso para mí lo que hay que hacer. Escribir es, todo el tiempo, una lucha contra la idea de aburguesarse. Contra el confort, contra el lugar común. Esa lucha es muy difícil porque hay que desarmar todo: la lengua, los conceptos. Por eso digo estar muerto. Seguro no es estar en la vida. Más bien es intentar estar entre la vida y la muerte.</span></span><span class="EOP SCXW123277701 BCX8" data-ccp-props="{"201341983":1,"335551550":6,"335551620":6,"335559739":160,"335559740":465}" face="Calibri, Calibri_EmbeddedFont, Calibri_MSFontService, sans-serif" style="-webkit-tap-highlight-color: transparent; -webkit-user-drag: none; font-size: 16.5pt; line-height: 31px; margin: 0px; padding: 0px; user-select: text;"> </span></p></div><div class="OutlineElement Ltr SCXW123277701 BCX8" style="-webkit-tap-highlight-color: transparent; -webkit-user-drag: none; background-color: white; clear: both; cursor: text; direction: ltr; font-family: "Segoe UI", "Segoe UI Web", Arial, Verdana, sans-serif; font-size: 12px; margin: 0px; overflow: visible; padding: 0px; position: relative; user-select: text;"><p class="Paragraph SCXW123277701 BCX8" lang="ES-ES" paraeid="{52d32094-8f4a-402e-8763-7905d2c7da83}{242}" paraid="871142776" style="-webkit-tap-highlight-color: transparent; -webkit-user-drag: none; background-color: transparent; color: windowtext; font-kerning: none; margin: 0px; overflow-wrap: break-word; padding: 0px; text-align: justify; user-select: text; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;" xml:lang="ES-ES"><span class="TextRun SCXW123277701 BCX8" data-contrast="auto" face="Calibri, Calibri_EmbeddedFont, Calibri_MSFontService, sans-serif" lang="ES-ES" style="-webkit-tap-highlight-color: transparent; -webkit-user-drag: none; font-size: 16.5pt; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: 31px; margin: 0px; padding: 0px; user-select: text;" xml:lang="ES-ES">P.D.M.</span><span class="EOP SCXW123277701 BCX8" data-ccp-props="{"201341983":1,"335551550":6,"335551620":6,"335559739":160,"335559740":465}" face="Calibri, Calibri_EmbeddedFont, Calibri_MSFontService, sans-serif" style="-webkit-tap-highlight-color: transparent; -webkit-user-drag: none; font-size: 16.5pt; line-height: 31px; margin: 0px; padding: 0px; user-select: text;"> </span></p></div>CESAR H BUSTAMANTE HUERTAShttp://www.blogger.com/profile/16985205721819446130noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7469843330956401910.post-25149148734664830222023-06-03T22:58:00.013-07:002023-06-05T06:44:58.418-07:00ANNIE<p style="text-align: justify;"> <span style="font-size: x-large;">Cuando escuche su nombre recordé a Annie Londonderry la primera mujer en dar la vuelta al mundo en bicicleta, si mi memoria no me falla fue a finales del siglo XIX. El encuentro fue en el parque de los Alcazares en la zona 13 de Medellín Colombia. Tenía un pijamon rojo y una blusa </span><span style="text-align: left;"><span style="font-size: x-large;">blanca, pelo largo, abundante, azabache, una sonrisa intempestiva, carcajadas se diría, inteligente, dejaba ver vivencias muy cercanas a la tragedia pero, de antemano preciso no le han disminuido para nada su ser, pues es carismática como más. Es una persona a carta cabal, pese a lo fuerte que se deja ver. Conocedora del entorno como nadie, con nombres, vivencias relevantes y apreciaciones por fuera del comun. </span></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="text-align: left;"><span style="font-size: x-large;">Ese día en medio de una charla que parecía coloquial me entere que estaba sin vivienda por razones que nunca pretendí averiguar. De súbito le dije, cuando quieras pasa a mi casa y fresca. Como buena entendedora lo tomó en cuenta y fue el principio de una relación que se consolidaría como una roca con el tiempo.</span></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="text-align: left;"><span style="font-size: x-large;">Después de veinte días estando en mi casa leyendo a Sandor María, o mejor releyendo "El último encuentro", esa obra magistral sobre las amistades contrariadas, escuche una voz femenina llamándome. Era ella, Mujer alta, por fuera del promedio, con un caminado muy particular, como rompiendo huevos de gallina con sevicia. Subió a la casa y me pidió un baño, de una forma respetuosa, se notaba que era una situación forzada por circunstancias apremiantes que solo el que las vive sabe a ciencia cierta su origen. Pasó, le entregue una toalla y le indique el closet de la hija para que tomara ropa recién lavada. Este fue el comienzo de una relación que se construyo día a día. No fue fácil. Empezó a <span> quedarse en mi apartamento, para la época, no había camas libres y por necesidad compartimos el mismo lecho por poco tiempo, cada uno en su lado, con el respeto</span> más sublime. </span></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="text-align: left;"><span style="font-size: x-large;">Después de un tiempo mis hijos tomaron un apartamento y ella se pasó a un cuarto sola. Tenía y aun sostiene una relación con un parcero del barrio, a perdurado, curiosamente, raro en estos tiempos de temporalidad total, lo que dice mucho de su lealtad y sentimientos y de alguna manera de la estabilidad emocional que le ayuda mucho frente a lo atribulado de su vida. </span></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="text-align: left;"><span style="font-size: x-large;">La convivencia se fue tornando paternal, me enteré que tenía un hermoso hijo quien vive con su madre. Igual me contó de las trágicas circunstancias de su concepción, los hijos no vienen siempre al mundo por efecto de nuestra voluntad, no vale la pena traer a colación los hechos, hoy es un regalo de la divina providencia.</span></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="text-align: left;"><span style="font-size: x-large;"> Fui conociendo su sed de conocimiento, sus juicios certeros frente a un libro, una película o una serie. Mantenía la desconfianza propia de quien se ha batido a pulso en la vida, conocedora de la calle como nadie, llena de bondad pero un león cuando se trata de defender su fuero, cargada de la solidaridad propia de quien sabe escrutar fácilmente quien es bueno y quien no. </span></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="text-align: left;"><span style="font-size: x-large;">Con el tiempo me enteré de sus viajes, de su historia llena de altibajos, de las experiencias que han alimentado su ser y de aquellas que nunca quisiera recordar. Empecé a verla como un hija, a aceptarla como es, a darle lo mejor de mí. Ella ha tenido que soportar muchas circunstancias adversas de mi comportamiento, mi renovada adicción al alcohol, mi arrepentimiento, mis lecturas, la biblioteca que nos enaltece, las extensas charlas sobre libros, mis silencios, la solidaridad de mis hijos no solo conmigo sino con ella. Puedo decir con orgullo: es mi hija, espero por mucho tiempo, hasta que tome vuelo propio, que este conmigo, somos un mundo. Como dice Borges en el poema la recoleta: Solo la vida existe.</span></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="text-align: left;"><span style="font-size: x-large;"><br /></span></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="text-align: left;"><span style="font-size: large;">LOS HERALDOS NEGROS</span></span></p><p style="box-sizing: border-box; color: #555554; font-family: Georgia, serif; line-height: 1.8125rem; margin: 0px 0px 20px; overflow-wrap: break-word; padding: 0px;"><span style="font-size: large;"><span style="color: black; font-family: "Times New Roman"; text-align: center;"> </span>Hay golpes en la vida, tan fuertes… ¡Yo no sé!</span></p><p style="box-sizing: border-box; color: #555554; font-family: Georgia, serif; line-height: 1.8125rem; margin: 0px 0px 20px; overflow-wrap: break-word; padding: 0px;"><span style="font-size: large;">Golpes como del odio de Dios; como si ante ellos,</span></p><p style="box-sizing: border-box; color: #555554; font-family: Georgia, serif; line-height: 1.8125rem; margin: 0px 0px 20px; overflow-wrap: break-word; padding: 0px;"><span style="font-size: large;">la resaca de todo lo sufrido<br style="box-sizing: border-box;" />se empozara en el alma… ¡Yo no sé!</span></p><p style="box-sizing: border-box; color: #555554; font-family: Georgia, serif; line-height: 1.8125rem; margin: 0px 0px 20px; overflow-wrap: break-word; padding: 0px;"><span style="font-size: large;">Son pocos; pero son… Abren zanjas oscuras<br style="box-sizing: border-box;" />en el rostro más fiero y en el lomo más fuerte.<br style="box-sizing: border-box;" />Serán tal vez los potros de bárbaros Atilas;<br style="box-sizing: border-box;" />o los heraldos negros que nos manda la Muerte.</span></p><p style="box-sizing: border-box; color: #555554; font-family: Georgia, serif; line-height: 1.8125rem; margin: 0px 0px 20px; overflow-wrap: break-word; padding: 0px;"><span style="font-size: large;">Son las caídas hondas de los Cristos del alma<br style="box-sizing: border-box;" />de alguna fe adorable que el Destino blasfema.<br style="box-sizing: border-box;" />Esos golpes sangrientos son las crepitaciones<br style="box-sizing: border-box;" />de algún pan que en la puerta del horno se nos quema.</span></p><p style="box-sizing: border-box; color: #555554; font-family: Georgia, serif; line-height: 1.8125rem; margin: 0px 0px 20px; overflow-wrap: break-word; padding: 0px;"><span style="font-size: large;">Y el hombre… Pobre… ¡pobre! Vuelve los ojos, como<br style="box-sizing: border-box;" />cuando por sobre el hombro nos llama una palmada;<br style="box-sizing: border-box;" />vuelve los ojos locos, y todo lo vivido<br style="box-sizing: border-box;" />se empoza, como charco de culpa, en la mirada.</span></p><p style="box-sizing: border-box; color: #555554; font-family: Georgia, serif; line-height: 1.8125rem; margin: 0px; overflow-wrap: break-word; padding: 0px;"><span style="font-size: large;">Hay golpes en la vida, tan fuertes… ¡Yo no sé!</span></p><p style="box-sizing: border-box; color: #555554; font-family: Georgia, serif; line-height: 1.8125rem; margin: 0px; overflow-wrap: break-word; padding: 0px;"><span style="font-size: large;"><br /></span></p><p style="box-sizing: border-box; color: #555554; font-family: Georgia, serif; line-height: 1.8125rem; margin: 0px; overflow-wrap: break-word; padding: 0px;"><span style="font-size: large;">CESAR VALLEJO</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="text-align: left;"><span style="font-size: large;"><br /></span></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="text-align: left;"><span style="font-size: x-large;"><br /></span></span></p>CESAR H BUSTAMANTE HUERTAShttp://www.blogger.com/profile/16985205721819446130noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7469843330956401910.post-63068042367810261902023-06-02T12:36:00.025-07:002023-06-22T16:29:36.824-07:00ADIOS AL PARQUE DE LOS ICONOCLASTAS<p> <i style="font-size: xx-large; text-align: justify;">Para mi amigo Simon con mucho cariño</i></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;"><span>Para no terminar como el embajador de la novela "Bajo el volcán"(1947) de Malcon Lowry, llevada al cine con mucho éxito, de una intensidad tenaz, lúcida y en parte autobiográfica, escrita por John O Brien estando muy joven, proceso que duro diez años, o en otro caso, como Ben Sanderson, en la película "Adiós a las Vegas" dirigida por Maki Figges y protagonizada por Nicolas Cage y Elisabeth Shue, que le mereció el Oscar al primero y la nominación a su coprotagonista. Bajo el Volcan narra lo ocurrido al exconsul, el Británico Geoffry Firmin (1938) en </span><span style="text-align: left;">Cuernavaca México, alcoholizado, quien siempre en los hechos estuvo acompañado con Ivonne, su mujer, en una tragedia pasada por mucho alcohol, ímpetu, locura y arrogancia. Hace unos días, tomé la decisión personal de dejar de beber y abandoné de súbito el parque de los iconoclastas en los Alcazares Medellín Colombia.</span></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="text-align: left;"><span style="font-size: x-large;"> La historia es variopinta, hablo de mi historia, Cualquier día hace dos años conocí a un grupo de amigos, super especiales, profesionales, con carisma, de un humor como una pieza de seda rasgada por diez cuchillos (García Lorca). Todos los sábados nos reuníamos en tertulias <span> que nos enseñaban que la vida es algo más que trabajar y cumplir. Siempre estaba Simon, Wey, Omar, Mario, Alina, Kenny, Esteban, Annie, David, Armando, Ana, Sebastián, J y quien nos llegase de visita, lo que era una constante. De los temas baladíes pasábamos a la literatura, la actualidad o cualquier chisme político y por supuesto a los acontecimientos del barrio. El día se constituía ligero en medio de risas y apuntes sin ninguna pretensión racional, era un refresco difícil de olvidar y una tregua a las servidumbres de la vida.</span></span></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="text-align: left;"><span style="font-size: x-large;">La amistad con mis parceros se consolidó, con Omar, armamos una hermandad y empezamos a compartir los bemoles de la vida, en el caso mío lidiando con un escepticismo persistente, como ha sido la constante en la vida. El circulo se fue ampliando, llegaron los viejos, Orlando, Henry, Juan David, Jovanni, Morgan, Sergio, y Torres. Comencé a bajar con más constancia, entre semana, después todos los días, tomé, desde la bolsa, un trago casero que se llama New York, hasta el famoso pescol. Lo importante era el alcohol y no las personas, menos los temas. Durante semanas dejé de escribir, mis hijos se fueron de mi casa y la vida se cargo de una soledad insostenible. </span></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="text-align: left;"><span style="font-size: x-large;"><span>Siempre he bebido, algunas veces con moderación, otras, como cosaco y marinero recién desembarcado. Mis constantes en la vida son la lectura y la escritura, el conocimiento en su más amplio espectro. En este mundo caótico e injusto, creo que, llevar los días a palo seco es una tortura. Mi madre murió hace un mes y cinco días. Fue en Bogotá. La noticia pese a que la esperábamos desde hace algunos días me impacto, socavo lo más intimo de mi ser pues fue perder el cordón umbilical, la atadura y el sentido más profundo de la existencia. Estaba bebiendo en el parque, no sabía que hacer y no quería verla en esa condición. Lo cierto es que hay compromisos ineludibles y éste q<span>ue era el más importante de mi existencia lo incumplí, entre muchas razones, para no entrar en análisis psicoanalíticos que terminan siendo pretextos, fue por el alcohol, por la botella que nos domina, pese a ser un elixir encantador e ineludible para el caso mío. Admitir esto me reconforta pese al dolor y me permite dar un paso adelante.</span></span></span></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="text-align: left;"><span style="font-size: x-large;"><span>Este evento me generó hacer un inventario de las decisiones de los últimos seis meses. El resultado fue fatal. Por eso el insomnio insoportable, los compromisos fallidos, el duelo y la soledad que me obligaron hacer un alto en el camino. La decisión no tiene que ver con las patologías descubiertas, sino con el daño que uno se infringe intencionalmente sin razón de ser, al final con todo esto <span> quedé impertérrito y </span> de pronto en esas decisiones en donde participa el inconsciente, al que no terminamos de conocer, sumado al lastre de una vida trágica, me dije entonces: por ahora no bebo más.</span> Aquí estoy en el dulce encanto de la sobriedad, escribiendo para poder paliar con una realidad inmodificable que parece una espada de corsario. Amanecerá y veremos.</span></span></p>CESAR H BUSTAMANTE HUERTAShttp://www.blogger.com/profile/16985205721819446130noreply@blogger.com0