sábado, 9 de agosto de 2008

LA MUERTE DE MAHMUD DARWISH

El encierro adorniano abre las posibilidades de su célebre dictum. Si después de Auschwitz no es posible escribir, es porque fue la cultura la que produjo o no imposibilitó Auschwitz, que surgió de sus entrañas. ¿Cómo, entonces, criticarlo desde la cultura? Pero si apartamos la cultura, queda la barbarie. ¿Cómo criticar Auschwitz desde la barbarie si Auschwitz es la barbarie? De este modo, la razón demuestra la imposibilidad de la razón. Porque Auschwitz es un hecho racional. Es un triunfo de la razón instrumental. (Aquí deberíamos pensar en Hannah Arendt conceptualizando a Eichmann como burócrata del Mal. Como eficientista del Mal. Como la racionalidad banalizada del Mal.) José Pablo Feinmann


La pregunta sigue rondando inevitablemente: ¿es posible escribir poesía después de auswisch?, pareciera que la cultura y la poesía sucumben a la barbarie y pareciera que la palabra muestra su peor eficacia cuando se usa como instrumento de poder. Aun así, los poetas se resisten a callar, no importa cuanto les cuesta tanta intolerancia, ni mucho menos el hecho de existir entre violencias ancestrales e irracionales, realidad que los avasalla inexorablemente. Mahmud, vivió entre la barbarie, vale recordar por ello a Heidegger cuando escribía sobre Holderlin :“El arte es la suprema forma del signo en cuanto que deja aparecer, señalándolo, lo invisible. Base y cima de tal signo, a su vez, se despliegan en el decir como el cántico poetizador”, y entre la entrañas apocalípticas siempre habrá voces que nunca nos hagan perder lo esencial”. Mahmud Darwish, fue un poeta palestino inmenso, desacralizado, odiaba los fundamentalismos, Juan Miguel Muñoz describió magistralmente en el periódico El País” al escritor palestino como:”El poeta por excelencia desde Marruecos hasta Irak, nacido en 1941 en el pueblo palestino de Birwa, muy cerca de Acre, borrado del mapa por las milicias judías siete años después, vive a caballo entre Ramala (Cisjordania) y Ammán, recita en estadios de Beirut o viaja a El Cairo. Adelante nos recuerda sus posturas más notables: Embargado por un acendrado pesimismo, le disgusta la evolución de los países musulmanes, cada día más anclados en la religión; detesta las políticas de Estados Unidos e Israel en la región, y no atisba solución al eterno conflicto. Sólo resta un resquicio al que aferrarse. Su sueño: "Mejorar mi poesía. Escribir poesía pura".
Recuerdo a Sayyab gritando en vano en el Golfo:

“¡Iraq, Iraq, nada más que Iraq...!”.
Y sólo le respondía el eco.
Recuerdo a Sayyab: en este espacio sumerio,
una mujer venció la esterilidad de la niebla
y nos legó la tierra y el exilio.
Recuerdo a Sayyab... la poesía nace en Iraq:
sé iraquí, amigo, si quieres ser poeta.
Su poesía no es facil para el lector espontaneo. Pero, su valor decanta cuando su lectura se convierte en hábito, entonces se descubren las claves esenciales con las que se construye un universo cargado de pesimismo, nostalgia y exilio, que busca recatar el origen, lo primario, las entrañas. Juan Miguel Muñoz, nos recuerda: “Desde su infancia conoció experiencias traumáticas: el despojo, la cárcel, el destierro. La familia fue expulsada de Galilea en 1948. Él regresó de forma clandestina al año. El activismo político en la izquierda le llevó a prisión. A comienzos de los setenta comenzó su peregrinaje. Marchó a Moscú. Más tarde a El Cairo. Después a Líbano. Y de nuevo, en 1982, ya bajo asedio israelí, a Beirut. "El exilio es parte de mí. Cuando vivo en el exilio llevo mi tierra conmigo. Cuando vivo en mi tierra, siento el exilio conmigo. La ocupación es el exilio. La ausencia de justicia es el exilio. Permanecer horas en un control militar es el exilio. Saber que el futuro no será mejor que el presente es el exilio. El porvenir es siempre peor para nosotros. Eso es el exilio". Murió ayer en un hospital de Houston, en una operación de corazón abierto, ojala los homenajes no sobrepasen al pensador que estuvo por encima de cualquier radicalismo.

Esta fue una pregunta puntual a la ocupación Israelí y su respuesta lucida, publicada recientemente:
P. Cuál es la mejor manera de luchar contra la ocupación?
R. Esto es una prisión. Nuestra vida no es vida, pero es mejor que la muerte. Es muy triste vivir bajo ocupación. La primera Intifada (la de las piedras contra los tanques) es el modelo. Provocó un cambio en la comunidad judía mundial y la opinión pública del planeta comprendió mejor al pueblo palestino. Creo que no volveremos a ese camino. No veo solución. El proceso de paz ha fracasado. Militarmente, no podemos. El presente es muy frágil. Nadie ve el futuro. Sólo el pasado es sólido. No hay luz al final del túnel, todo es oscuro. El actual proceso de paz no conduce a nada: Israel está haciendo imposible la paz.

EL JARDÍN DORMIDO
Cuando el sueño la abrazó, yo robé mi mano,
Cubrí sus sueños,
Vi la miel ocultarse tras sus párpados,
Recé por dos piernas milagrosas,
Me incliné sobre los latidos de su corazón,
Vi trigo sobre mármol y sueño.
Una gota de mi sangre lloró,
Temblé...
El jardín duerme en mi lecho.

Fui hacia la puerta
Sin volverme hacia mi alma dormida,
Oí el tintineo antiguo de sus pasos y las campanas de mi corazón.

Fui hacia la puerta
- la llave está en su bolso
y ella duerme como un ángel después del amor-.
Noche sobre lluvia en la calle y ningún ruido
Salvo los latidos de su corazón y la lluvia.

Fui hacia la puerta.
Se abre,
Salgo.
Se cierra,
Mi sombra se desliza tras de mí.
¿Por qué digo adiós?
Desde ahora soy extraño a los recuerdos y a mi casa.
Bajé las escaleras.
Ni un ruido,
Salvo los latidos de su corazón, la lluvia
Y mis pasos sobre la escalera que desciende
Desde sus manos al deseo de viajar.

Llegué al árbol.
Allí, ella me abrazó,
Allí me golpearon los rayos de plata y clavel,
Allí comenzaba su universo,
Allí se terminaba.
Me detuve unos instantes hechos de azucenas y de invierno,
Me marché,
Dudé,
Luego me marché.
Recogí mis pasos y mi recuerdo salado
Y me marché en mi compañía.

Ni despedida ni árbol.
Los deseos se han dormido tras las ventanas,
Todas las historias de amor
Y todas las traiciones se han dormido tras las ventanas,
Y la policía secreta también...

Rita duerme... duerme y despierta sus sueños.
Por la mañana recogerá su beso
Y sus días,
Luego preparará mi café árabe
Y su café con leche.
Me preguntará, por milésima vez, por nuestro amor
Y responderé:
Soy el mártir de las manos que,
Cada mañana, me preparan el café.

Rita duerme... duerme y despierta sus sueños.
- ¿Nos casaremos?
- Sí.
- ¿Cuándo?
- Cuando crezcan violetas
En las gorras de los soldados.

He recorrido las calles, el edificio de correos,
Los cafés de las aceras, los clubes nocturnos
Y las ventanillas de venta de billetes.
Te amo, Rita. Te amo. Duerme, yo parto
Sin motivo, como los pájaros violentos, yo parto
Sin motivo, como los vientos débiles, yo parto.
Te amo, Rita. Te amo. Duerme.
Dentro de trece inviernos preguntaré:
¿Todavía duermes
o te has despertado?
¡Rita! Te amo, Rita,
te amo...