Este año fue
de relecturas, con la excepción de Irene Vallejo, pocos son los libros publicados
este año que haya leido. Hay en todo caso autores que nos sorprenden por su
versatilidad, por la capacidad de escribir historias complejas y diferentes,
además de muy agradables. Este es el caso de este gran escritor Frances. Tiene
la virtud de escribir obras de ficción entrecruzadas con temas específicos de
gran importancia para la humanidad, algunos de carácter histórico, sobre todo,
en lo que tiene que ver con los anclajes culturales y psicológicos que aun cuentan
para el hombre, mecanismos de identidad o de rechazo. En “El reino” “se
entrecruzan dos tramas, dos tiempos: la propia vivencia del autor, que abraza
la fe en un momento de crisis personal marcado por una compleja relación
amorosa y el abuso del alcohol, y la historia de Pablo el Converso y de Lucas
el Evangelista. Pablo que cae del caballo, tiene una iluminación mística y pasa
de lapidador de cristianos a propagador de la nueva fe que transmuta todos los
valores. Y Lucas que escribe la vida de Jesús y a partir del cual nos
adentramos en los evangelios primigenios, tan diferentes al Apocalipsis de
fuegos artificiales de Juan. En estas dos historias entrecruzadas sobre la fe
se suceden abundantes personajes, episodios y reflexiones: la serie televisiva
sobre muertos que resucitan en la que participa Carrère como guionista, la
canguro ex hippie y amiga de Philip K. Dick a la que contrata, los bolcheviques
con los que compara a los primeros cristianos, webs porno, visiones eruditas
sobre las fuentes originales del cristianismo, la desaparición,¿resurrección?”.
En la feria
de Guadalajara alguien hizo esta presentación que me parece pertinente para
definir su obra y estilo: Es un escritor que practica la circulación
multimedia, trabajando además en cine y televisión, pero sin separarse de la
gran tradición humanista. Por un lado, es capaz de releer y comentar la Biblia
con la erudición que exhibe en un libro como El reino. Y, por otro, es autor de
una celebrada biografía de Philip K. Dick y un apasionado lector de ciencia
ficción y de reportajes periodísticos. Heredero de Montaigne y de Rousseau, lo
autobiográfico adquiere en su escritura una dimensión crítica que le permite pintarse
sin concesiones y explorar arriesgadamente zonas de sombra de la condición
contemporánea”.
Sus historias
son confrontaciones con sus propias dudas y la tradición de que es heredero. En
“Limonev” de la mano de un personaje extraño indaga sobre la Rusia de los
últimos cincuenta años:
“«Limónov no
es un personaje de ficción. Existe y yo lo conozco», advierte Emmanuel Carrère.
Esta novela biográfica o biografía novelada reconstruye la vida de un personaje
real que parece surgido de la ficción. Un personaje desmesurado y estrafalario,
con una peripecia vital casi inverosímil, que le permite al autor trazar un
contundente retrato de la Rusia de los últimos cincuenta años y al mismo tiempo
aventurarse en una indagación deslumbrante sobre las paradojas de la condición
humana. Poeta y pendenciero en su juventud, Limónov frecuentó los círculos
clandestinos de la disidencia en la Unión Soviética, se vio obligado a
exiliarse y aterrizó en Nueva York, donde vivió como un vagabundo, fue
mayordomo de un millonario y escribió novelas autobiográficas. Siguió
haciéndolo cuando se marchó a París y allí alcanzó notoriedad pública con una
escandalosa novela sobre sus andanzas neoyorquinas por el lado salvaje. De allí
pasó a los Balcanes, donde apoyó hasta las últimas consecuencias la causa
serbia, y regresó después a la Rusia poscomunista para fundar un partido
nacional bolchevique que fue prohibido. Él acabó en la cárcel, acusado de
tentativa de golpe de Estado, y allí escribió más libros, tuvo una experiencia
mística y al salir se convirtió en opositor a Putin”.
Este texto, ensayo
y novela, narra los peores episodios de Putin, es la puesta en escena de temas
que solo la novela puede tratar con hondura y con absoluta libertad. Lo
importante que quiero relevar es la factura con que arma el
argumento absolutamente novedoso, la estructura, los saltos y la
manera como hilvana las historias entre lo personal e histórico.
La novela es
infinita en recursos, para la muestra este autor. En estas vacaciones espero leer
la totalidad de su obra