Las feria del libro
termina al final creándonos una angustia inexplicable, una especie de delirio,
un sentimiento de impotencia, frente a
la infinidad de libros y autores que se publican y que quisiéramos leer y por falta de tiempo terminamos siempre
aplazando. La globalización y la TIC, dentro de las cosas buenas que nos han
traído, es acercar el mundo a nuestra casa. La literatura está gratamente
disponible en la red: revistas, blog, libros en PDF, periódicos. Tenemos más de
lo que podemos asimilar. Esta relación se
vuelve paranoica y es difícil no sentirse avasallado.
El invitado en la feria de
Bogotá fue Brasil. Nos ha deparado escritores muy grandes. Estas mujeres son de
mi absoluta preferencia: Clarice Lispector, Nélida Piñón, Cora Coralina y Julia
Peregrino. Será muy grato volver a leer
a Jorge Amado y Guimararaes Rosa. A estos autores se les sumó una pléyade de
nuevos novelistas que dictaron conferencias e hicieron conversatorios.
Estuvo Gay Talese, el
periodista norteamericano quien no necesita presentación alguna. Autor de
libros como Honrarás a tu padre, en la cual describe con crudeza a la mafia
italiana, de perfiles de personajes como “Frank Sinatra está resfriado”, “Joe
Luis” en su madurez o crónicas maravillosas como “New York, ciudad de cosas
inadvertidas”, el hombre ya está por los 80 años, su charla fue un bocado. Hay
una respuesta que traigo a colisión por ser muy disiente sobre esa estrecha relación
entre ficción y realidad:
Solo he escrito una pieza de ficción, en
1966. Una historia corta que la publicó la revista Mademoiselle, donde
publicaba Truman Capote. Pero siempre preferí meterle narrativa a la no ficción
que quitarle narración a la ficción. Muchas veces la gente de la que escribo no
es tan interesante como lo era Frank Sinatra. Por ejemplo este mánager de los
Yankees. Él no es interesante, no dice nada sensacional. Pero ahí está el reto.
Y el hecho de que sea verdad es lo que la hace emocionante. Igual la podría
inventar y está bien, pero tiene más valor que sea cierta. Además, en ficción
hay muchos escritores buenos, en cambio en no ficción son pocos los que son
buenos. Es cierto, Gabo insiste que la realidad supera la ficción, sobre todo en nuestros
países.
Se lanzó la nueva novela del escritor Colombiano José
Evelio Rosero, que habla “del paso del libertador por el sur de Colombia, en
plena independencia. Se refiere a la derrota de Bolívar en la batalla de
Bomboná, la rebelión del líder pastuso Agustín Agualongo, y la masacre del 24
de diciembre de 1822, en Pasto, ordenada por Bolívar y liderada por Sucre,
entre otras. La novela está ubicada, paralelamente, en la Pasto de 1966, donde
un médico-historiador, el doctor Justo Pastor Proceso López, pretende denunciar
toda esta realidad de la historia de Colombia a través de una carroza de
carnaval. El entorno familiar del doctor, su esposa, sus hijas, sus amigos
-catedráticos universitarios-, el obispo de Pasto, el general Aipe, son otros
de los personajes que alimentan además buena parte de la novela.”
En los Estados Unidos estos
dos escritores son de culto y estuvieron en la feria: Jonathan Safran y Nicole
Krauss. Revisten capítulo aparte, pero sobra decir que su presencia le da un
realce sin igual a este evento.
En una conferencia
abarrotada de curiosos se presentó el libro de Fernando Vallejo sobre José
Rufino Cuervo, que abra que leer indefectiblemente pero que desde ya suscita polémica.
Se le rindió justo homenaje
al escritor Colombiano Luis Fayad “los parientes de Ester” publicada por primera vez en 1978, “constituye una
referencia obligada de la novela colombiana contemporánea”. Con ella resolvió
muchos de los interrogantes que los lectores se planteaban sobre la
inexistencia, entre nosotros, de la llamada novela urbana y
que aun no recibe los reconocimientos que su obra amerita. William Ospina anunció
su nueva novela, fue presentado por su sello editorial quien reeditará toda su
obra y presentó su libro de ensayos “la Lámpara
maravillosa”, Santiago Gamboa habló de su novela “plegarias nocturnas”.
Esta y otra cosas
sucedieron en la feria del libro de Bogotá que se terminará hoy y que
definitivamente cumple un papel muy preponderante en el fomento a la lectura y la divulgación y promoción
del libro.