La
feria del libro debe ser un festival para los lectores, el sitio que nos
permita tener un acercamiento con los autores, ideal para
promocionar el libro e incentivar la lectura, con conferencias, conservatorios y por su puesto la firma de originales.
En
la feria hay más ofertas de lo tradicional, por ejemplo, editoriales
internacionales que por razones de mercado es difícil tener alcance o no llegan
al país, la oportunidad para ver todo lo que ha publicado la academia; y por su puesto es la semana que nos actualizará en materia de publicaciones y novedades, estamos expectantes a la espera de los grandes lanzamientos.
Este
año no fue el afortunado, pues se cometieron algunos errores logísticos que
desvirtuaron el objeto de la feria, lo
convirtieron en un espectáculo grotesco de mercado, lo peor, de
productos que nada tienen que ver con el libro.
Hay
un hecho contundente confirmado en el recinto ferial, la juventud está leyendo
libros muy alejados de la literatura tradicional, existen predilecciones por
fuera del canon literario, fenómenos como el de Harry Potter no son casuales,
las sombras de Grey o las sagas como juego de Tronos, las novelas de vampiros, para no citar sino
algunas, que se venden como salchichas, algunas con mucho merito, sería muy
bueno escrutar con rigor este fenómeno. La juventud lee y mucho.
Otro
hecho relevante es que el libro físico está lejos de morir, mantiene los
niveles de venta y podría categorizar que se ha incrementado, inclusive hay un
resurgimiento y apertura de librerías
nuevas y diferentes a todo lo que conocíamos, con un formato más amable, han
sido creadas por enamorados de la buena literatura y el libro, se acercan más
al lector, funge de nuevo ese librero-lector que actúa como mentor.
En
el caso personal, el exceso de ofertas, ese mundo de librerías agolpadas en un
mismo sitio, recintos feriales inmensos llenos de todo tipo de libros, ya no es
mi preferido, cada vez selecciono más lo que leo, no me interesa comprar libros
para guardar, prefiero un excelente libro a cien dudosos, debo cuidar el poco
espacio que me queda en la casa, no le cabe un libro más y realmente son muchas
las lecturas aplazadas.
En
todo caso sigue siendo la semana y el sitio donde reverberan los temas
alrededor del libro, su importancia está fuera de discusión, espero se corrijan
los errores y de hecho siempre a los lectores esta semana nos deja mucho.