Mi relación con
Mafalda ha sido entrañable, me dio una mirada filosófica y contestataria de la
sociedad desde una perspectiva muy particular, representa todo lo
que pienso de la vida, ella me expresa a cabalidad y para mi época y amigos
lo fue todo, hablaba por nosotros con una lucidez sin parangón. Desde que
la conocí tengo una amistad de nunca acabar, apasionada diría,
espero por bien de la humanidad, poder resolver
sus difíciles preguntas, hoy le releo con absoluto asombro,
como si fuera la primera vez.
En 1974 tenía apenas
catorce años pero vivía abrevando en una generación que luchaba contra el mundo
y con todas las formas de vida que se nos imponía. Sólo queríamos la Paz, que
los países grandes no se comieran a los chicos y que el esperpento de la guerra
no fuera más. Para nada conestábamos con la sociedad de consumo y menos con la
presión de las jerarquías sociales, basadas en un arribismo oprobioso. Vivía en
mi ciudad natal Bucaramanga Colombia en pleno auge del proceso guerrillero, con
un país apenas entrando con alguna fuerza en la modernidad, industrialmente
quedado, violento, con una inequidad penosa, socialmente hablando.
El movimiento estudiantil
era muy fuerte, la injerencia de los Estados Unidos en nuestros países era
absolutamente descarada y sin cortapisas. Un día cualquiera un amigo nos pasó a
Mafalda, ese personaje creado por Quino, quien desde ese momento constituyó una
especie de guía, nos interpretó y enseñó mucho de lo que hoy
nos diferencia del común, con ella aprendimos a pensar los grandes
temas de la cotidianidad desde una perspectiva contestaria, pero
real, sin sesgos.
“Mafalda es el nombre de
una historieta argentina creada por Quino en 1964, cuyo personaje principal es
una niña de clase media argentina con una actitud comprometida ante el mundo.
Mafalda es una pequeña niña preocupada por la humanidad y la paz mundial, que
se rebela contra la manera en que es el mundo, apareció en tiras cómicas en
diarios argentinos de 1964 a 1973, y fue también muy popular en Latinoamérica
en general, España, Italia, Francia y otros países europeos. Mafalda ha sido
traducida a más de treinta idiomas Al comenzar la historieta tiene seis años y
en marzo siguiente ingresa al jardín de infantes. A Mafalda le gustan Los
Beatles y el Pájaro Loco. Le gusta también jugar en el parque a los vaqueros
con sus amigos. Su comida preferida son los panqueques, que le gustan tanto que
es capaz de comer sopa —plato que odia— para poder comer este postre. En los
diez años de la historieta aparentemente llega hasta el tercer o cuarto grado.
Los comentarios y ocurrencias de Mafalda son el espejo de inquietudes sociales
y políticas de los años sesenta[1].
Para el grupo de amigos
cada tira cómica que se publicaba, era un evento, generaba amplias
disertaciones, nos hacía reír, nos ponía a pensar seriamente sobre lo que
estaba sucediendo, su reflexión giraba siempre en torno a la guerra, la destrucción
del planeta y la sociedad de consumo. Cada pregunta, pues el quid de la tira
era hacer preguntas y afirmaciones con hondura, reflexivas, que criticaban al
sistema, a los dirigentes, era un cuestionamiento a los adultos de parte de una
niña que veía que nada cambiaba. Mafalda nos interpretaba,
con cierto toque de psicoanálisis, lo peor de todo es que sus dudas siguen vigentes, pues nada ha cambiado hasta ahora.
Esta tira cómica, creada
por Joaquín Salvador Lavado, apareció por primera vez el 29 de septiembre de
1964, en el semanario argentino primera plana. Quino es un hombre agnóstico,
escéptico como su personaje, desesperanzado en lo absoluto,
Tengo una relación muy
extraña con Mafalda. Para mí nunca ha dejado de existir y me recuerda a mi
barrio, a mis amigos y a una época que nos marcó. Tuve una amiga entrañable,
mayte Rosales, que la adoraba, en sus momentos más tristes Mafalda le daba
fuerzas para superar esos impases de la vida que creemos imposibles de manejar.
Recordaré cada uno de sus
personajes:
MAFALDA
Al comenzar la historieta
tiene seis años y en marzo siguiente ingresa al jardín de infantes. A Mafalda
le gustan Los Beatles y el Pájaro Loco. Le gusta también jugar en el parque a
los vaqueros con sus amigos. Su comida preferida son los panqueques, que le
gustan tanto que es capaz de comer sopa —plato que odia— para poder comer este
postre. En los diez años de la historieta aparentemente llega hasta el tercer o
cuarto grado. Los comentarios y ocurrencias de Mafalda son el espejo de
inquietudes sociales y políticas de los años sesenta. Papá Es un empleado
público que trabaja en una compañía de seguros (en la era previa a los
ordenadores). En una historieta se revela que se llama Tomás. Su afición son
las plantas de interior, ya que viven en un apartamento. Conduce el auto
familiar que es un Citroen 2CV.
MAMÁ
Es una típica ama de casa
argentina de clase media de los años sesenta preocupada hasta la histeria por
lo que pasa dentro de su microclima hogareño. En alguna tira se revela que se
llama Raquel. Cocina, lava, plancha, hace las compras y (aparentemente) no
maneja el auto. Fue a la universidad y abandonó la carrera, y la perspectiva de
ser pianista profesional, porque se casó.
FELIPE
Felipe es un niño muy
imaginativo y un buen amigo de Mafalda, Manolito, Susanita, Miguelito y
Libertad. Va un curso más arriba que ellos. Vive eternamente agobiado por sus
tareas escolares y su dificultad para mantener la atención en ellas. Ve la vida
de manera más sencilla que Mafalda, más como el niño que es. Le gusta leer
tiras cómicas de El Llanero Solitario, le gustan los Beatles, casi tanto como a
Mafalda, juega muy bien al ajedrez y muestra interés por una niña llamada
Muriel que aparentemente nunca se da cuenta de que él la está mirando.
MANOLITO
Manolito (Manuel Goreiro)
es un amigo de Mafalda, Felipe, Susanita y Miguelito, hijo de un comerciante de
barrio (el propietario del almacén Don Manolo), y representa a las ideas
capitalistas y conservadoras dentro de la historieta, además de ser una
caricaturización del inmigrante español. Es el más cabal del grupo, siempre con
los pies en la tierra, no deja lugar para la imaginación sino es para
imaginarse todo el dinero que ganara cuando sea grande. Físicamente, lleva el
pelo cortado a cepillo y tiene la cabeza más cuadrada que los demás. Salvo por
el vello facial, se parece mucho a su padre. Su hermano, que aparece en la tira
una sola vez y es cuando le dan la baja del servicio militar, trabaja luego en
el almacén de su padre. Una de sus características que más llama a atención es
que a este personaje le agradaba la inflación que azotaba al país en aquella
época. A diferencia del resto de los personajes, a Manolito le gusta la sopa y
odia a Los Beatles y toda la moda de los sesenta, tanto como a la competencia
del almacén Don Manolo (los otros almacenes). Su mayor sueño es tener una
cadena de supermercados (Manolo's) y hacer fundir a Rockefeller.
SUSANITA
Según el libro Viva Mafalda
se llama Susana Beatriz, en una tira aparece como Susana Clotilde Chirusi.
Susanita es una amiga de Mafalda cuya máxima aspiración es ser madre y tener
muchos hijos, asumiendo el rol clásicamente asociado a la mujer. Esto contrasta
fuertemente con la actitud de Mafalda, más intelectual y concienzada de la
liberación de la mujer y de la igualdad entre sexos. Susanita es una niña muy
chismosa y parlanchina, al grado de enfermar a los demás. Nada de lo que pasa
en su vecindario ocurre sin que ella se dé cuenta. Físicamente, Susanita es
rubia y tiene bucles (tirabuzones), lo que le da un aspecto similar al de su
madre. Como ella dice en clase, el futuro perfecto del verbo amar es «hijitos».
Sus ideologías son un poco extrañas: prefiere pertenecer a la oligarquía,
mantener el poder a un grupo selecto, etc. Se podría decir que es una
conservadora. El simple hecho de pensar en Manolito la enferma, el único
pasatiempo de ella es pelearse con Manolito cada un «dos por tres» como dijo
Mafalda en su segunda historieta, pero muestra interés romántico en Felipe (el
cual no es correspondido). Susanita es egoísta, rencorosa y muy modesta con
ella cuando sabe perfectamente que lo que habla no es así.
MIGUELITO
Miguelito es un amigo de
Mafalda, más pequeño y más inocente que el resto de la pandilla, y también más
egocéntrico. Su pelo recuerda a las hojas de una lechuga. Su mayor deseo es que
su madre deje de regañarlo por no sacarse las zapatillas para no arruinar el
parquet. Sus comentarios se acercan a las ideas autoritarias de un dictador. Su
abuelo es un seguidor del Duce y Miguelito se guía por los comentarios de éste.
A veces su inocencia contrasta con una espontánea crueldad. Se revela que su
nombre completo es Miguel Pitti.
GUILLE
Guille es el hermano
pequeño de Mafalda y a pesar de su inocencia le gusta Brigitte Bardot y una vez
le gritó a una nube que tuvo la mala educación de taparle el sol. Se
caracteriza por hablar con un lenguaje infantil (por ejemplo, en una tira
Mafalda trata de corregirlo para que diga «tortuga» y no «todtuga») y tiende a
ser algo desfachatado (llama a sus padres «los viejos»). A pesar de ya no estar
en edad sigue usando un chupete. La madre estaba embarazada para el golpe de
estado en Argentina del general Juan Carlos Onganía en 1966, pero al cerrarse
el periódico donde se publicaba la tira (El Mundo), no le dio tiempo a
nacer.
LIBERTAD
Libertad es muy bajita
(«chiquitita»), al punto que Guille es más alto que ella, y ello es motivo
recurrente de comentario, haciendo un obvio guiño político. Es la única
mujercita del grupo un poco más liberal que Mafalda, en contraste con los más
conservadores Manolito y Susanita. Aspira a que el pueblo tome conciencia de la
situación de su país, se levante en una revolución social y cambie las
estructuras del país. Su madre es traductora de francés y su padre trabaja en
un «puestucho de morondanga» como ella misma lo describe.
BUROCRACIA
Tortuga mascota de Mafalda
y Guille, llamada así por la lentitud que tiene para todo. Al igual que
Mafalda, odia la sopa, único motivo que en una tira la hizo correr muy rápido,
no cabe duda de que su plato favorito conste de una buena hoja de lechuga.
Gracias a su vigencia se
consigue toda la tira cómica completa, estudiarla sería una tarea que no solo
interpretaría al personaje sino al mundo en su locura, como vemos para nada
cambia y es un hecho que cada vez estamos lejos de convivir pacíficamente con
nuestros semejantes y con el planeta. Ahora somos consumidores voraces.