viernes, 26 de agosto de 2022

UN ENCUENTRO FORTUITO

 Casi siempre la suerte en la vida para el hombre depende de circunstancias muy extrañas que se unen por azar produciendo resultados imprevisibles, en ocasiones, por fuera de la inútil rutina. En estos días por esas irresponsabilidades que de súbito nos toman  y de las que nunca quiero salir al final, después de ocho días de lectura y trabajo, salí al parque de mi barrio a beber unas cervezas con mi mejor amigo Omar, con el único objetivo de despejarnos. La mayoría de cosas no se dan como queremos. Para el caso, no fueron unas cervezas como lo pensé, sino varios días de farra. Anduvimos de un lugar a otro y terminamos en un quilombo del que, casi no salimos. Hemos aprendido que el barrio no solo es un lugar para vivir, es el sitio ideal para sentir la vida, no importa que sea después de las seis, para conversar, disertar y sobre todo comprender tantas vicisitudes extrañas de esta existencia injusta por naturaleza.

La verdad, en los últimos días nada extraño ha pasado en este barrio lleno de sorpresas. Un solo hecho conmovía a los lengüilargos: La tienda del lado del bar de Willi, no tenía luz desde hace muchas semanas, porque según la propietaria de la esquina del lado, que pertenece a la misma casa, ósea la señora que se hace acompañar con una recua de vírgenes, quien dice que la dueña del negocio, no le paga arriendo y le quiere robar la casa.  Nadie puede decir: yo tengo la verdad, pero esta es una esquina donde todos pasamos a diario y cada vez que lo hacemos, por efecto de este lio, nos reciben con acusaciones mutuas, en medio de verduras, plátanos y vírgenes vergonzantes, como  todo lío de Barrio, para alquilar balcón y en espera de un final, que de seguro será imprevisible.

El día que estaba en el último eslabón de la farra, en el parque de don Joaquín con Omar, me encontré con una mujer que me tiene en vilo, no solo por su forma de pensar, por lo que estudia, sino por las afinidades intelectuales que nos unen. Se llama Valentina. Este nombre tan fresco evoca a la persona que tiene mucha salud, latino por su puesto. Me preguntaba tal vez que representamos cómo pareja: Simon de Beauvoir y Jean Paul Sarthe o Elizabeth Bennet y Mr Darcy de "Orgullo y Prejuicio" o por razones diversas Catherine y Heathcliff de "Cumbres Borrascosas", pero no, es la loca  imaginación que idealiza todo, con la consecuencia final, que todo se desvanece en el aire.

Lo que si es cierto es que nos fascina la filosofía, no solemos juzgar, somos excesivamente tolerantes y con cierta proclividad al vicio e imperfectos de sobremanera. Esperamos construir un mundo, nuestro mundo y seguir galopando por la vida con la plena certeza que poco nos importan las convicciones con que está manejado este mundo, menos el absurdo de la sociedad de consumo y lo peor, las vanidades impuestas que volvieron estúpida a la mitad de la humanidad. Puede que la locura funcione y puede que sea un evento más de esos que nos ilusionan, pero al final necesarios por lo lacerante de esta vida y como efecto placebo para sobrevivir.