martes, 3 de enero de 2012

UN ADIOS A NICANOR VELEZ


Está descontada la importancia de este creador Colombiano, que se nos ha ido muy joven, pero quien le dejó a las letras Hispanoamericanas como editor una labor extensa y sustancial  a través del círculo de lectores y una obra poética importante.  Javier Rodríguez Marcos en el país de España escribió: “Muchos de los mejores libros de poesía publicados en España en los últimos años llevan un colofón con letra de pulga encabezado por esta línea: "Edición al cuidado de Nicanor Vélez". Esas seis palabras se habían convertido en un sello de prestigio en la editorial que las alberga -Galaxia Gutenberg / Círculo de Lectores-, de ahí el vacío que deja en la cultura en lengua española la muerte de Nicanor Vélez. Nacido en Medellín (Colombia) en 1959, el poeta y editor ha fallecido esta madrugada en Barcelona víctima de un cáncer.”
Nicanor Vélez alguna vez en el festival de poesía de Medellín refiriéndose a José Ángel Valente empezó su charla con una frase que sintetiza perfectamente su obra y su labor, que no dudo en traer a colisión para el caso propio: “Tomás Segovia decía hablando de un intelectual mexicano, al que suponía “inteligente”, que él, por supuesto, admiraba la inteligencia y la profundidad, pero si tuviese que escoger, preferiría la profundidad. Afortunadamente, hay poetas que reúnen ambas cualidades, y Valente es uno de ellos. “
“A Vélez se le conoce por sus tres grandes libros de poesías: 'La memoria del tacto', 'La luz que parpadea' y el recientemente publicado en editorial Pre-Textos, 'La vida que respira'. En 2008 la Escuela de Arte de Mérida recogió, en un libro de artista con ilustraciones de Vicente Rojo, una selección de sus poemas, con el título de 'Huellas'. Escribió ensayos sobre la obra de José Asunción Silva, Pablo Neruda, Octavio Paz, Gonzalo Rojas, José Ángel Valente, Juan Ramón Jiménez, Eduardo Milán y Giovanni Quessep, entre otros, además de estudios generales sobre poesía. Algunos de estos trabajos han quedado reunidos en un libro que, con prólogo del poeta Jenaro Talens, publicará Siglo XXI en 2012.”
Colombia está lleno de personajes como este. Su labor callada e intensa muchas veces no se deja ver en el espeso bosque de tantas publicaciones banales.  Por ello reseña el autor citado con absoluta razón: "Amigo íntimo de la poesía" lo llamó el crítico peruano Julio Ortega, con el que trabajó codo con codo en la elaboración de las obras completas de Rubén Darío. El padre de la lírica hispanoamericana moderna es uno más en una lista que incluye a autores como Jorge Luis Borges, Julio Cortázar, José Ángel Valente, Jaime Gil de Biedma, Federico García Lorca, Octavio Paz o Pablo Neruda. A todos editó Vélez con pulcritud al tiempo que mantenía viva la llama de la colección que él mismo fundó en 1997 dentro de la propia Galaxia / Círculo. El checo Vladimir Holan o el polaco Ceslaw Milosz son dos de los nombres que este último año han engrosado una lista de medio centenar de títulos que, por la calidad de sus traducciones y prólogos, son un modelo de rigor. Que una colección como esa sobreviva en tiempos como estos hacía de Vélez, con su mezcla de terquedad y delicadeza, alguien con el que tiene una larga deuda no ya la cultura en español sino la sociedad de todos los países que hablan ese idioma.”
Nuestro país siempre ha parido personajes de este talante. Desafortunamente casi todos exiliados voluntariamente haciendo un trabajo en otros países.  Este fue el caso de Nicanor.  Desde finales de 1984 residió en España, donde se licenció en Filología Española por la Universidad Autónoma de Barcelona y obtuvo el Diploma de Estudios Avanzados en Poética del Verso y de la Prosa por la Universidad de Barcelona.
Esta es la pequeña biografía aparecida en el portal escritores Colombianos que sintetiza magistralmente una labor como poeta y editor impecable y de mucha importancia para nuestras letras:
Nicanor Vélez (Medellín-Colombia, 1959) es editor, ensayista y poeta. Diplomado de la École des Hautes Études en Sciencies Sociales de París y licenciado en Filología Española por la Universidad de Bellaterra (Barcelona). Trabaja como editor en Círculo de Lectores/Galaxia Gutenberg (Barcelona), donde ha sido el responsable editorial de las obras completas de Borges, García Lorca, Paz, Neruda y Cortázar; además es el responsable de la colección de poesía en la que, entre otros, ha publicado a Walt Whitman, Arthur Rimbaud, T.S. Eliot, Ungaretti, José Ángel Valente, César Vallejo, Antonio Machado, Rilke, Pessoa, Novalis, Huidobro, Char, Eugenio de Andrade, Sophia de Mello, etc. Ha escrito ensayos sobre José Asunción Silva, Pablo Neruda, Octavio Paz, Gonzalo Rojas, José Ángel Valente, Eduardo Milán… Es autor de dos libros de poemas: La memoria del tacto. Instantes para Gruchenka, publicado en Ediciones del Oeste, Bajadoz (2002) y La luz que parpadea, Ediciones sin Nombre, México (2004).










domingo, 1 de enero de 2012

MI EXPERIENCIA COMO LECTOR EN EL 2011


Nunca he podido olvidar esta frase de Borges que sintetiza magistralmente lo que pienso sobre el placer de leer: “Yo he dedicado una parte de mi vida a las letras, y creo que una forma de felicidad es la lectura; otra forma de felicidad menor es la creación poética, o lo que llamamos creación, que es una mezcla de olvido y recuerdo de lo que hemos leído.” En el mismo texto afirmaba: “Yo diría que la literatura es también una forma de la alegría. Si leemos algo con dificultad, el autor ha fracasado. Por eso considero que un escritor como Joyce ha fracasado esencialmente, porque su obra requiere un esfuerzo.” Casi siempre en diciembre hago un listado de los libros que marcaron mi experiencia como lector en el año. Estas listas son un poco pretensiosas, pero en síntesis se decanta un juicio y una valoración, muy personal, de carácter estético, pero con profundo sentido hedónico. Este año tal vez traicionare esta costumbre y hablare más del placer de leer.
El 2011, fue un año de relecturas. Volví por Tolstoi, Dostoievski, Víctor Hugo, Canetti y Mujica Laínez. Retome los grandes ensayos: Steiner, Borges, Onfray,  Feimann, Foucault, Hitchens y sobre todo, trabaje a Sloterjidk. De igual manera leí con juicio algunos blog: como “apostillas literarias”, “cantico primaveral” y  autores clasificados por el “País “de España de notorio reconocimiento. Estuve pendiente de todo lo publicado por la revista Arcadia de Colombia y el Malpensante y como siempre leí buenas novelas.
Es indudable que este año explote al máximo el placer de lector con  la vitalidad y el universo que brinda la red y el internet. No porque no lo haya hecho en años anteriores, sino porque cada vez me compenetro más con este instrumento  cargado de posibilidades, con una memoria infinita  a un clip de distancia. Que hubiese hecho un hombre como Montaigne o Borges, no me lo imagino, pero creo que aún estamos lejos de captar la grandeza de este avance tecnológico.
Libros: Las memorias y los ensayos de Hitchens, quien murió este año muy joven. El texto de Onfray contra el psicoanálisis por la controversia que despertó, “Leer la mente” de Jorge Volpi. La biografía de Steve Jobs, que es también la biografía de la revolución de la informática y la tecnología  del siglo veinte, es el itinerario de una mente brillante, que deslumbro al mundo con aparatos que hoy son imprescindibles en nuestra vida.
Novelas: La del Colombiano tomas González: “La Luz difícil”, la de Carlos fuentes: La voluntad y la fortuna, Harukami: 1984, Amis y por su puesto “Libertad”  de Jonathan franzen.
Memorias e historia, leo de nuevo Churchill y definitivamente retomo los trabajos académicos sobre la violencia en Colombia, sobre todo los trabajos de la universidad nacional de Colombia.
El filósofo sloterjidk, un iconoclasta, que despierta todo tipo de debates ha sido una lectura juiciosa y difícil, pero absolutamente encantadora. Su obra es muy extensa, pero aun así he emprendido una labor de desciframiento de un pensador en absoluta contravía de estos tiempos. Inteligente sería, después de haberlo abordado con cierto juicio y por el rigor que amerita, es empezar su lectura con algunas entrevistas, que son un perfecto abrebocas a su obra.
La lectura es una experiencia inigualable, es una alegría. Para mí sería imposible vivir sin los libros, sin el placer que proporcionan. Volpi, dice los libros nos hacen más humanos: “No quiero exagerar: leer cuentos y novelas no nos hace por fuerza mejores personas, pero estoy convencido de que quien no lee cuentos y novelas —y quien no persigue las distintas variedades de la ficción— tiene menos posibilidades de comprender el mundo, de comprender a los demás y de comprenderse a sí mismo. Leer ficciones complejas, habitadas por personajes profundos y contradictorios, como tú y como yo, como cada uno de nosotros, impregnadas de emoción y desconcierto, imprevisibles y desafiantes, se convierte en una de las mejores formas de aprender a ser humano.”
Espero seguir dejando en este blog mis experiencias como lector.