Editorial sudamericana lanzó en la pasada feria del libro de Buenos Aires un
texto que recoge cuatro conferencias sobre el tango. “Las grabaciones que dan
origen a este libro llegaron a manos del escritor Bernardo Atxaga en el 2002
cuando José Manuel Goikoeetxea le entregó unos casetes envueltos y le explicó
que habían pertenecido a un gallego, que se había ido a la Argentina de niño y
luego trabajado como productor musical en Alemania ( Era de Manuel Román Rivas.
Fallecido en el 2008). Este se las había traído de Buenos Aires y se las regaló
a Goikoeetxea en agradecimiento por su
amistad”. La autenticidad de las mismas
estás absolutamente comprobada. La primera conferencia se llama: “Los orígenes del
tango”. La Segunda: “De compadritos y guapos”, la tercera: Evolución y expansión”
y la última: El alma Argentina. (Al principio su intención era hacer una investigación
sobre Evaristo Carriego que paradójicamente termina en un estudio sobre el tango)
Este texto está lleno de excelentes referencias sobre el tema, con
las articulaciones acostumbradas de este gran escritor que terminan convirtiendo
cualquier disertación en buena literatura; comienza con Evaristo Carriego como
era lógico. Borges tiene la virtud de volver lo local en universal, de ir
contando las historias desde lo coloquial asumiendo siempre una indagación
sobre conductas, marcas y valores de su Buenos Aires de principio de siglo XX, las que gracias a la música y la literatura se han vuelto universales: La venganza,
la historia del arrabal, los amores contrariados. Entre otras, cuenta la historia de Palermo, el Barrio de sus ancestros, lleno de casas solariegas con patio, una vida
coloquial que por supuesto ha desaparecido.
Toca de manera tangencial el fenómeno de la emigración, con sus influencias
más emblemáticas, las trasformaciones sociales de un país en ciernes, lingüísticas, las etimologías, siempre entorno al tango, su nacimiento y consolidación a nivel mundial.
La tercera conferencia, que llama “Evolución y expansión”,
entre 1910 y 1914, se decanta Borges en
su máxima expresión. Cita a Rubén Darío, Lugones, narra con cierta sorpresa como el tango se tomó a Europa, como entró en
los grandes salones. Dice: “El filósofo irlandés Berkeley dijo famosamente que “Ser
es ser percibido” y también que “Ser es percibir”. Pues bien, hasta aquel
momento habíamos percibido a los otros países, habíamos percibido el pasado, el
presente, pero no habíamos sido percibidos por el mundo”. Habla de los
visitantes ilustres, del bandoneón, ese instrumento nuevo que trasformaría la música,
que sería una revolución. Expresa que el tango surge de la milonga. Luego el
tango se va entristeciéndose, languideciendo. La tristeza viene de la migración
italiana, se escucha en lugares específicos de la gran ciudad: Adela, Palermo,
cerca de la penitenciaría, o de la calle Chile del barrio sur o quizás de los
barrios viejos, se fue alejando de los barrios viejos y se fue adentrándose a
la Boca. Borges a pesar de estas citas no está totalmente de acuerdo lo que
hace del texto una indagación muy hermosa. Cita a Ascasubi, Estanislao Del Campo,
Vicente Rossi. Termina citando a Gardel, su gran aporte como cantante. En este
lugar hace una disgregación de la poesía. Borges recuerda que la poesía empieza
con la epopeya, cita el “El cantar del Mío Cid, el Beowulf,el “Ramayana”.
La última conferencia: “El alma Argentina”. Termina con un análisis
de la composición del tango, de su internalización,
sobre todo de la llegada a Japón, de los muchos tópicos en que se expresa, de
la opinión de conocedores del tema. Siempre he duda de la aparición de obras póstumas,
los escritores parecieran que trabajan después de su muerte por efecto de las
editoriales, que buscan a granel textos, sobre todo cuando se trata de un
hombre universal como Borges. En este caso no tengo dudas sobre la autoría de estas conferencias
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