miércoles, 19 de octubre de 2022

EL CASO DE UN DESTINO TRAGICO (3)

Cuando se bajó del aeropuerto José María Córdoba, se sintió como en su casa, como si nunca hubiese salido del país. Tomo un taxi y le pidió que la llevara a Santa Lucia, la zona donde pasó la mayoría de su vida. Por rumores, se enteró de los cambios profundos, lo que no evitaba los nuevos problemas que surgieron después de la falsa paz: las Bacrim, la extorsión y el microtráfico.  

Se quedó en la estación , pues llevaba muy poco equipaje. Subió por la calle principal, la cuarenta y siete,  vio el supermercado Olímpica y Z, pasó el CAI, todo le remoraba su niñez,  recordó el bar de Willi, subió por todo el centro del parque de los Alcazares,  la tienda de don Joaquín donde rumbeó mucho tiempo, sobre todo en las banquitas del mismo pese al disgusto del honorable cuerpo policial que, no cuidaba sino extorsionaba, recorrió todo el Coco y llegó por fin a su casa, que sorpresivamente estaba sola y como si hubiese salido ayer, ningún cambio.

Evocaba las imágenes más cruentas, de niña, su mami le contó todo lo concerniente a la toma de Orión, la primera toma urbana realizada por el ejército, el CTI y el DAS, que eran los principales entes de investigación criminal de Colombia; acompañados del grupo paramilitar el Cacique Nutibara, dirigido por un narcotraficante llamado don Berna. Fue una acción Paraestatal, de muy ingrata recordación para Medellín y el país, condenado internacionalmente por el número de civiles muertos y los cientos de desaparecidos, que aún están en total impunidad, para no hablar de más de setenta y dos civiles heridos.

Alegría y tristeza se le venían a la cabeza en este recorrido. Perdió más de veinte amigos, asesinados y desaparecidos en la guerra territorial y por los mandados que le hicieron a la mafia que quedó después de la muerte de Pablo Escobar, la cual sembró gran parte de los problemas que aun adolece la comuna y sus gentes.

Cada vez le atormentaba el recuerdo del asesinato del Tuso, su exnovio, estaba a su lado y su rostro se llenó súbitamente de sangre por efecto de los tiros que le dieron en la cara, impresión que no se le borraba de su mente, este hecho rebaso la copa y fue el motivo que la llevo a cambiar, a buscar una salida a ese destino trágico que la asediaba. Después de esos años turbulentos, conoció a Eliecer, escuchándolo, descubrió una nueva visión de la vida, cambió aquellos anclajes mentales que le hacían ver como única realidad el caos en que se había criado. 

Eliecer descubrió que ella tenía mucho oído, que la música era un mundo que se tornaba poco a poco en el centro de su vida, le abarcaba lentamente su tiempo, de la mañana a la noche. Con él fue convocando a los amigos que le quedaban y al grupo de adolescentes que estaba creciendo, para darles charlas y enseñar Rap, para interiorizarles que el mundo está lleno de posibilidades que, primero debemos conocernos muy bien y después tomar decisiones sabias y caminar sobre dichos objetivos.

La vida se llenó de música, de ganas de estudiar, empezó a averiguar el asilo en España y a tramitar una beca para estudiar algo relacionado con el periodismo, arregló la relación con su madre y fortificó la de su hermano. Era otra visión, llena de esperanza, no importa que siguieran las guerras del barrio.

Nada definitivamente es fácil, menos cambiar de vida, el arraigo por su barrio y Medellín era muy grande y viajar le llenaba de miedo, se habían consolidado grupos de rap, con el tiempo empezaron a realizar conciertos barriales, eso le alegraba de sobremanera, era no solo interpretación de chicos en formación artística, sino una catarsis colectiva; con ello vino un encanto lleno de sensibilidad y objetivos  que una vez cumplidos los llenaban de satisfacción y les daban una nueva óptica de la vida.

Ahora que volvía todo se le aparecía como una película con final feliz, la verdad pocas cosas habían cambiado, pero la actitud de los muchachos era otra, Vivian en un mundo posible y menos trágico. Después de saludar a su hermano y a su madre subió al grafitur, la primera impresión fue sentir como quería a su Medellín del alma pese a todo lo vivido. Estaba lleno de grafitis, de música, de sitios de venta de artesanías, de pequeños bares, todo un mundo apacible y amable. Preguntó incansablemente por Eliecer, la mayoría de personas le dijeron que no sabían de él. Después de dos días de buscarlo, de sentir que había hablado con él, se preguntaba sí fue su imaginación o el deseo de abrazarlo, agradecerle y de contarle sus experiencias en España. Tenía como objetivo reescribir la historia de la zona desde la óptica de sus víctimas, de sus habitantes, para por lo menos desde este marco subjetivo, aportar un poco de verdad a tanta especulación. 

Al quinto día de indagar por Eliecer, bajo por las escalera eléctricas y pensó que todo lo vivido valía la pena, por trágico que fuera y definitivamente la prioridad es primero cambiar nosotros, para poder cambiar la realidad y por su puesto la comuna, la ciudad y el país.

.



No hay comentarios: