Leer este texto después de
cincuenta años de su publicación trae muchas sorpresas, no solo por su calidad,
se lee con absoluto deslumbramiento, sino por su vigencia y lo que representa
dentro de la cronología narrativa del autor y la historia de la literatura
Colombiana. Oscar collazos fue un escritor consentido por la crítica latinoamericana,
entró al coro de narradores importantes por
la puerta grande muy joven y suscito polémicas con mucha resonancia, la más connotada con Julio Cortazar y Vargas Llosa sobre el papel del escritor con la sociedad, sobre el nivel de compromiso del mismo, aun me sorprenden por su
precocidad. Estos cuentos están escritos con una prosa impecable, hay unidad, un
manejo de los tiempos perfecto, llenos de sonoridad y ritmo, los personajes son
de un realismo lacerante hasta el punto que sus angustiosas experiencias terminan
agobiándonos, nos contagiamos de sus tragedias pues los hechos, no es difícil deducirlo,
son extrapolaciones literarias abrevadas en la propia experiencias del autor,
tienen mucho de autobiográficos.
Ha y una entrevista que nos
ayudaría a contextualizar todo lo concerniente a este gran escritor y al
momento literario que vivía al momento de la publicación del libro:
La influencia de Jerome
David Salinger: “El guardián entre el centeno”, que alucinó al autor, pues
descubre que todas las cabronadas de la vida se pueden contar, le permiten narrar
cada una de las experiencias vividas en el puerto de Buenaventura Colombia
desde la literatura, no es un acto de catarsis, sino de la más pura recreación
literaria. Esto expresa Oscar en un texto que se llama el oficio de escritor: “Como
en el aprendizaje del habla, el aprendizaje de un escritor suele hacerse por medio
de procesos: el alfabeto del habla da paso a las palabras, estas a su
ordenamiento, de allí a las frases y párrafos, estas al texto hablado. La
libertad adquirida da el paso siguiente en la creación de un lenguaje. Jean-Paul Sartre lo describió en uno
de sus libros más hermosos, Las palabras. Se empieza a nacer como escritor
imitando a aquellos escritores que se admiran. Cumplido ese ciclo, ya no cabe
la impostura: se trata de encontrar una voz propia en el acerbo de La tradición,
encontrar a los predecesores, inventarlos, como escribió Jorge Luis Borges. A
veces se encuentran sin saberlo, pero un da reconocemos que nuestra voz viene
de grandes voces reconocibles, voces de escritores que leemos y admiramos y a
los que nos acercamos, con una especie de olfato, reconociendo en ellos
familiaridad y cercanía”.
Cada relato de este libro,
desde el primero, que pinta una situación familiar desde la óptica paternal,
con sus odios, sus frustraciones, la opresión que nos carga de resentimientos,
hasta el último relato, Biografía del desarraigo, el hilo conductor es el mismo,
las experiencias limites de sujetos de provincia, sin norte, personas que
sobreviven a lo adverso en una guerra que se mide por segundos, todos los días,
este batallar constituye su única
realidad, viven en contravía, lo disfuncional es lo cotidiano. Aquí están todas
las técnicas modernas de la narración: “El fluir de la conciencia, el monologo
interior, la trasposición de la realidad desde la voz de sus personajes, los
saltos narrativos….tal vez esto sorprendió a la crítica, más cuando hablamos de
un joven que apenas empezaba su formación. José López Cáceres expresa: Cuando uno se asoma a la obra
cuentística de Óscar Collazos (Bahía Solano, Colombia, 1942), se pregunta de
dónde proviene la tremenda fuerza que emanan sus relatos. Y, si leemos
despacio, muy pronto hallamos respuesta: de la experiencia; es decir, de la
vivencia o del testimonio. Sus ficciones están compuestas a partir de lo
sabido, por eso respiran sinceridad; sus historias están contadas desde
adentro, por eso transmiten conocimiento”[1].
En este link se encontrarán
con una antología de cuentos que espero disfruten y adelante hablare de la obra
novelística de este connotado autor.
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