Es difícil escribir sobre
un autor tan exitoso en materia de ventas y quien ha publicado más de treinta
novelas, que se venden como salchichas en los últimos veinte años, algunas
llevadas al cine con igual suerte. La controversia, sí se puede
considerar a estas producciones como obras de la literatura y sí tienen algún
valor desde esta perspectiva, aún es valida, con menor
intensidad que hace algún tiempo. Siempre he dicho que es difícil asumir la
discusión por los dogmatismos que la alimentan y arriesgarse a dar alguna
conclusión tajante al respecto es irresponsable, cada libro tiene su propio peso especifico,
pese a que la estructura de estos textos por lo general, son
calcadas, lo que los convierte en un producto comercial de primera línea, con
un mercado cautivo, creado con absoluto rigor para entretener, con un solo
presupuesto, mantener al lector pegado al texto hasta la última palabra. Es un
hecho, que muchas de ellas han logrado tener un valor literario incuestionable, es el caso de Stephen King, sus libros contienes todos estos
elementos, pero hay ingredientes especiales relevantes. “El padrino”, pertenece a
este tipo de libros y se vende, pese a tener más de treinta años desde su
primera edición. Su estructura es perfecta, abordó un tema proclive al gran
público, fue llevada al cine con una factura envidiable y hoy es
considerada una de las mejores películas de todos los tiempos. Creo que el reto
de descifrar algunos puntos relevantes de la obra de Stephen King es un ejercicio alentador.
Este autor como sus personajes
ha tenido una vida cargada de afujías y presiones que muchas veces lo han desestabilizado.
Su biografía en blanco y negro preceptúa su obra, la retrata en esencia. Antes
de ser un escritor profesional, vivió dificultades múltiples, sucumbió al alcoholismo
en alguna época, tuvo una situación económica cercana a la indigencia, fue
víctima de un desempleo recurrente, en fin, mantuvo por largos periodos una
absoluta ausencia de norte. En todo caso perseveró en la escritura, trabajó en
diferentes empleos que fueron la sumatoria de experiencias que le sirvieron para esos extraños y fantásticos
argumentos. Su vida es diferente a todo lo que conozco, en un país que nos ha
entregado verdaderos locos en esta materia, pero que han escrito obras de
incuestionable valor para la literatura universal.
“Stephen King
nació el 21-9-1947 en Portland, Maine. Tenía un hermano mayor, adoptado pues su madre creía ser estéril. Su
padre les abandonó a temprana edad y su madre los llevó de un lado a otro del
país, allá donde conseguía un trabajo (New York, Chicago, Wiscosin,
Indiana...), hasta que acabaron por establecerse en Durham (Maine) donde su
madre empezó a cuidar de su propios padres, ya mayores. Allí estudió, sufriendo
las constantes burlas de sus compañeros (como le ocurría a Carrie) debido a su
torpeza, continuas enfermedades y deficiencia visual”. Este en principio es el tono permanente de su
vida, de su atribulada biografía literaria, pero curiosamente cada
circunstancia adversa, le sirve de pretexto para crear una novela, que desde la
tensión más intensa, en situaciones límite, de terror en la mayoría de las
veces, pero con una profunda carga psicológica, que el autor resuelve y estructura
con una habilidad sin parangón.
Donde
está el valor de sus textos. En la trama, la estructura y el estilo. Es
directo, con una economía gramatical que no le quita ninguna riqueza literaría,
aborda el centro de sus tramas desde la primera palabra, pero va abriendo el
naipe en elubrucaciones y hechos que crean una sumatoria de interrogantes, que
solo se resolverán en sus últimas páginas, pero que mantienen al lector, en
vilo. Ningún tema es común, ni trata problemas de geopolítica, menos
contemporanizando impunemente con los hechos del momento, crea sus historias desde una perspectiva única, casi siempre
psicológica, con argumentos y personajes excepcionales, siempre en situaciones
límite. El segundo merito en sus obras es la estructura del texto propiamente
dicha. Cada novela está armada a partir del tema especial, puntal, sobre el
cual gravitará y es este el que prefigura su composición, desde donde arma su
obra, que es un verdadero entramado. En este aspecto, parece un verdadero
ingeniero, es impecable y el lector vibra con su lectura.
Alguna vez contó que estaba escribiendo y su
hijo empezó a molestarlo de tal manera, que él tuvo el sentimiento de querer
eliminarlo, este pensamiento súbito, macabro, le hizo reflexionar y de esta experiencia, más la vivida en un
hotel solitario en época terrible en lo
económico, le dio el tema de su novela resplandor, que lo catapultó a la fama.
No
se puede clasificar de manera
irresponsable como un autor solo de novelas de terror, como se le ha querido
tildar. Basta mirar su extensa bibliografía para refutar esta sentencia. Es un escritor de culto, pese a lo popular.
Tiene seguidores apasionados. “1973 fue un año importante en la vida de Stephen
King, pues otro sol alumbrará su horizonte desde este momento. Nace su primer
hijo varón, Joseph Hill, lo que le llena de alegría pero pone su estado
económico al borde del desastre. Logra un adelanto de 2500 $ por la publicación
de Carrie y espera llegar a obtener unos 16000, pues sabe que la novela es
buena. Contando que cobraba unos 6400 anuales, esto era para él una auténtica
fortuna. Sus expectativas se quedaron cortas, pues se realiza una edición de
bolsillo del libro y recibe unos US
200.000 . La alegría se ve empañada por que a su madre le diagnostican ese
mismo año un cáncer de útero que acaba por llevársela en febrero del año
siguiente a la edad de 59 años”.
Hablaré
de su obra, como lo dije su estilo es directo. Ejemplo, su cuento “Popsy”
empieza: “Sheridan conducía con lentitud
frente a la larga fachada lisa del centro comercial cuando vio al chiquillo
salir por las puertas principales, situadas bajo el cartel iluminado. Era un
niño, de tal vez algo más de tres años, aunque, sin duda, no pasaba de los
cinco. En su rostro se leía una expresión a la que Sheridan se había tornado
muy perceptivo. Estaba intentando contener las lágrimas, pero no tardaría en
echarse a llorar”. Sobre el evento más cotidiano, crea un situación por fuera
de lo normal, mete a todos en el entramado. Resplandor su novela es típica para
explicarlo: El escritor o el proyecto de escritor, está solo en hotel con su
familia, la edificación de por sí es un personaje más, con su genealogía propia,
sus historia y personajes fantasmagóricos, como espectros recorren los largos pasillos buscando resolver algo, que nosotros nunca
descubrimos que es, el hijo en un triciclo, los recorre con una paranoia
intimidante, tiene una inteligencia superior a la normal, los ve, puede
compartir algunas escenas de los años veinte, elegantes. El escrito teclea y
teclea todo el día, el sonido de la máquina de escribir de igual manera
contribuye a la situación límite que sabemos va a llegar en cualquier momento.
Al lado del hotel, hay un laberinto, que jugará un papel vital al final de la
historia, la esposa tiene una resignación cargada de impotencia y con una
desconfianza que le trasmite al lector ansiedad, como sí premonizara la tragedia.
Sus
novelas corresponden a este tipo de estructuras, pero no solo ha escrito
novelas de terror. Es un hombre disciplinado. “Escribo todos los días, si
fueran tan solo 6 hojas, muy fácil, necesitaría solamente 4 meses para escribir
una novela de 700 páginas, luego no me hace falta contratar a nadie. Como
escribo bastante más que 6 hojas al día (unas 20 o así como poco), puede
permitirme publicar sin problemas dos libros al año, algún artículo y hasta
guiones”. Asegura también leer mucho, todos los día e incluso oír libros
grabados, algo que considera un gran invento. Tiene una
sencilla fórmula para poder escribir bien: "Lee cuatro horas al día y
escribe cuatro horas al día
Es
noticia estos últimos días gracias a un ensayo que ha publicado a
favor del control de armas en su país natal. Titulado simplemente “Guns”,
el escrito puede conseguirse en la red a sólo 99 centavos de dólares, a través
de la tienda Kindle de Amazon dentro de los llamados Kindle
Singles. Las armas de fuego son, lamentablemente, unos de los grandes
protagonistas de la historia reciente de los Estados Unidos y a pesar de que
muchos están a favor de disponer de una o más armas en sus casas como
protección, hay también muchos otros en contra, que apelan por un uso más
razonable de ellas. Como todos los escritores de este género es cuidadoso con
los detalles, cada época la estudia minuciosamente, con alusiones a épocas concretas
de la historia de los Estados Unidos, sobre todos aquellos hechos oscuros que
un no se resuelven. En todo caso realiza críticas y asume posiciones a lo largo
de estos argumentos de alguna manera históricos, ricos en referencias.
“En
1999, Stephen King fue atropellado por un conductor borracho y consigue salvar
la vida de manera milagrosa. Este grave accidente que le mantuvo durante años
con graves secuelas, fue el embrión de novelas como “Buick 8: Un coche
perverso”. En ella uno de los protagonistas muere en un accidente de coche.
Más tarde sería en “Misery”, donde volvería a contarnos cómo un escritor
es atropellado por un coche, sufriendo graves heridas. En el séptimo tomo de “La
torre oscura” vuelve a utilizar el accidente en la trama”.
Abordar
este autor constituye un reto para quien a literatura es su razón de ser. Estoy
leyendo las novelas más emblemáticas por un ejercicio de ir desatornillándolas,
para ver como las ha venido armando. Es una labor de relojero que espero
terminar, para volver a escribir sobre sus libros y escritura.
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