sábado, 23 de febrero de 2013

MARIO ARMANDO VALENCIA ( 1 )


Mario es un escritor riguroso, un excelso poeta y un filósofo de muchos quilates pese a su juventud. Nacido en Manizales, es licenciado en filosofía y letras, magíster en literatura, y candidato al doctorado en Estudios Culturales Latinoamericanos. Es poeta, ensayista y crítico de arte, así como docente de Estética del Departamento de Filosofía de la Universidad del Cauca y de la maestría en Estética y Creación de la Universidad Tecnológica (UTP) de Pereira. Es autor de los libros Cascabeles para el gato: filosofía para poetas y poesía parafilósofos y Beatriz: lo femenino como categoría estética, entre otros. Es miembro del grupo de Investigación en Cultura y Política de la Universidad del Cauca y del Grupo de Arte y Cultura de la UTP. Nunca ha sido aceptado por la clase intelectual encopetada y acartonada de Manizales, pero la calidad de sus textos se ha impuesto por encima de estas intrigas típicas de provincia e inevitables en todo caso, son parte de la fauna social.
Quiero hablar de un libro suyo:” La dimensión crítica de la novela urbana contemporánea en Colombia”.  En un artículo publicado en una revista de investigación el autor expresa con absoluta claridad el propósito de su trabajo: “Este corpus teórico pretende dar cuenta de las posibilidades estéticas de la novela urbana crítica contemporánea como un nuevo género de arte urbano, y para ello presenta como horizonte de referencia una serie de novelas, a las que hacemos alusiones directas e indirectas, escritas y publicadas en Colombia en los últimos treinta años, en diálogo con el desarrollo de las artes visuales en el mismo periodo en el país”.
Hay dos variables que convergen sobre un mismo punto en el texto: Lo urbano y la novela urbana como tal. La novela así denominada resulta ser el vehículo inteligible en un tiempo y espacio determinado que desarrolla una visión estética a través de historias, idealizaciones y personajes concretos.
Empecemos por lo urbano como tal. El autor parte de un a priori especifico: “La tipificación, o, si se nos permite, la esencia semántica del calificativo urbano, se ha transformado radicalmente en el espacio-tiempo de la novela sobre la ciudad, en los  últimos doscientos años, por tres vectores fundamentales: el político, el social y el tecnológico, que a su vez constituyen los vectores que convergieron para permitir la aparición de la ciudad”. Imposible abordar esta investigación sin conceptualizar y definir cuál ha sido el desarrollo de las ciudades y de lo que denominas urbano en los dos últimos siglos, que resulta ser el espacio sobre las cuales se desarrollan las temática expuestas en la novelas que el autor toma como modelo . Myriam Duque en un trabajo sobre literatura urbana especificaba y citaba a José Luis Romero, al respecto: “ plantea cómo las ciudades fueron la pantalla en la que los cambios sociales se advirtieron mejor. La sociedad urbana que comenzaba a ser multitudinaria provocaba la quiebra del viejo sistema social de normas de normas y valores sin que ningún otro la reemplazara. Lo único claro era que había pasado el apogeo de la mentalidad burguesa y como la crisis de 1930 había desarticulado todo el sistema había que buscar soluciones. Uno de los pasos más importantes que se dio tuvo que ver con el cambio de relaciones que se establecían en cada país con las ciudades de la periferia a las que vendían productos manufacturados y compraban materias primas, Sin embargo, aunque se había acrecentado el desarrollo urbano también había desempleo y miseria. Entonces, lo que se produce después de 1930 es una ofensiva del campo sobre la ciudad que va a llevar a una explosión urbana que transformará las perspectivas de Latinoamérica pues las ventas disminuyeron y los precios se hundieron”.  Mario lo sintetiza magistralmente: “El logro, construcción, y algunas veces, diseño de este sofisticado artefacto, exigió como condiciones básicas, en la movilización de los factores social, político y tecnológico, el desarrollo a saltos gigantescos de los medios de transporte —buque-ferrocarril-automóvilmetro- avión—, así como una revolución espeluznante en el terreno de las comunicaciones —telégrafo-teléfonoimagen satelital-ciberespacio. Sólo comprendiendo ese complejo universo de tripulación, comprensión, transformación y vivencia del mundo, en sus distintos momentos y en sus distintas fases, podremos comprender el carácter y la semántica de lo urbano, en sus especificidades temporales, espaciales, socioculturales e históricas”. Esto en carta blanca quiere decir que las ciudades y los espacios urbanos sufrieron una metamorfosis que las trasformó sustancialmente y que son el caldo de cultivo para el desarrollo de una categoría de novela desde la perspectiva crítica.
A partir de estas definiciones y precisiones sobre lo urbano, la investigación se centra en la novela urbana como objeto estético especifico.” La representación narrativa” de estos espacios: “En ella encontramos los indicios que nos permiten comprender lo que implica un viraje drástico en el tema de la representación narrativa literaria, de la producida en y desde la base de una ciudad moderna hasta una postmoderna, esto es, desde las formas figurativas de representación hacia unas abstractas, y, más recientemente, conceptuales y mediáticamente virtuales”. A propósito del tema me encontré con un artículo de Arturo Almandoz en la red que no sirve de remate en este acápite y cae como anillo al dedo: “Las utopías y los mitos urbanos, así como la literatura, con frecuencia han anticipado la evolución conceptual de los procesos urbanísticos con mayor agudeza que las aproximaciones supuestamente "técnicas" o "especializadas", tal como lo advirtió Henri Lefebvre en La révolution urbaine. [12] En este sentido, también Paolo Sica insistió sobre la relevancia de la literatura como "reserva importante de meditación", afirmando que la ciudad recreada en la obra literaria se vuelve en sí misma "una de las dimensiones de la ciudad real (en su célebre Crónica de Berlín Walter Benjamin)  ".
El primer tema puntual que aborda, “son los principios estéticos de la novela urbana, crítica y contemporánea”: La tipificación, o, si se nos permite, la esencia semántica del calificativo urbano, se encuentra en el espacio-temporalidad radicalmente transformado al interior de la novela sobre ciudad, en los últimos doscientos años, por tres vectores fundamentales: El político, el social y el tecnológico, que a su vez constituyen los vectores que convergen para hacer aparecer la ciudad”. En esta parte desarrolla dos conceptos de suma importancia “Del plano y el mapa”.  Aunque el tema es desarrollado desde un corpus muy académico realmente se centra en la definición de los espacios reales y las idealizaciones que la novela genera desde el mismo, a renglón seguido habla de los lugares como interpretación, de lo público y lo privado, del tiempo de la memoria, en fin de aquellas variables especificas necesarias para el desarrollo de su investigación literaria concreta.
La segunda variable “la autonomía crítica de la novela urbana contemporánea colombiana” constituye la puerta que nos lleva de la mano a lo estrictamente literario, a la especificidad del tema. Esta la analizaremos  la segunda parte de este artículo.



domingo, 17 de febrero de 2013

STEPHEN KING


Es difícil escribir sobre un autor tan exitoso en materia de ventas y quien ha publicado más de treinta novelas, que se venden como salchichas en los últimos veinte años, algunas llevadas al cine con igual suerte. La controversia, sí se puede considerar a estas producciones como obras de la literatura y sí tienen algún valor desde esta perspectiva, aún es valida,  con menor intensidad que hace algún tiempo. Siempre he dicho que es difícil asumir la discusión por los dogmatismos que la alimentan y arriesgarse a dar alguna conclusión tajante al respecto es irresponsable, cada libro tiene su propio peso especifico, pese a que la estructura de estos textos por lo general,   son calcadas, lo que los convierte en un producto comercial de primera línea, con un mercado cautivo, creado con absoluto rigor para entretener, con un solo presupuesto, mantener al lector pegado al texto hasta la última palabra. Es un hecho, que muchas de ellas han logrado tener un valor literario incuestionable, es el caso de Stephen King, sus libros contienes todos estos elementos, pero hay ingredientes especiales relevantes.  “El padrino”, pertenece a este tipo de libros y  se vende, pese a tener más de treinta años desde su primera edición. Su estructura es perfecta, abordó un tema proclive al gran público, fue llevada al cine con una factura envidiable y hoy es considerada una de las mejores películas de todos los tiempos. Creo que el reto de descifrar algunos puntos relevantes de la obra de Stephen King es un ejercicio alentador.
Este autor como sus personajes ha tenido una vida cargada de afujías y presiones que muchas veces lo han desestabilizado. Su biografía en blanco y negro preceptúa su obra, la retrata en esencia. Antes de ser un escritor profesional, vivió dificultades múltiples, sucumbió al alcoholismo en alguna época, tuvo una situación económica cercana a la indigencia, fue víctima de un desempleo recurrente, en fin, mantuvo por largos periodos una absoluta ausencia de norte. En todo caso perseveró en la escritura, trabajó en diferentes empleos que fueron la sumatoria de experiencias  que le sirvieron para esos extraños y fantásticos argumentos. Su vida es diferente a todo lo que conozco, en un país que nos ha entregado verdaderos locos en esta materia, pero que han escrito obras de incuestionable valor para la literatura universal.
“Stephen King nació el 21-9-1947 en Portland, Maine. Tenía un hermano mayor, adoptado pues su madre creía ser estéril. Su padre les abandonó a temprana edad y su madre los llevó de un lado a otro del país, allá donde conseguía un trabajo (New York, Chicago, Wiscosin, Indiana...), hasta que acabaron por establecerse en Durham (Maine) donde su madre empezó a cuidar de su propios padres, ya mayores. Allí estudió, sufriendo las constantes burlas de sus compañeros (como le ocurría a Carrie) debido a su torpeza, continuas enfermedades y deficiencia visual”.  Este en principio es el tono permanente de su vida, de su atribulada biografía literaria, pero curiosamente cada circunstancia adversa, le sirve de pretexto para crear una novela, que desde la tensión más intensa, en situaciones límite, de terror en la mayoría de las veces, pero con una profunda carga psicológica, que el autor resuelve y estructura con una habilidad sin parangón.
Donde está el valor de sus textos. En la trama, la estructura y el estilo. Es directo, con una economía gramatical que no le quita ninguna riqueza literaría, aborda el centro de sus tramas desde la primera palabra, pero va abriendo el naipe en elubrucaciones y hechos que crean una sumatoria de interrogantes, que solo se resolverán en sus últimas páginas, pero que mantienen al lector, en vilo. Ningún tema es común, ni trata problemas de geopolítica, menos contemporanizando impunemente con los hechos del momento, crea sus historias  desde una perspectiva única, casi siempre psicológica, con argumentos y personajes excepcionales, siempre en situaciones límite. El segundo merito en sus obras es la estructura del texto propiamente dicha. Cada novela está armada a partir del tema especial, puntal, sobre el cual gravitará y es este el que prefigura su composición, desde donde arma su obra, que es un verdadero entramado. En este aspecto, parece un verdadero ingeniero, es impecable y el lector vibra con su lectura.
 Alguna vez contó que estaba escribiendo y su hijo empezó a molestarlo de tal manera, que él tuvo el sentimiento de querer eliminarlo, este pensamiento súbito, macabro, le hizo reflexionar  y de esta experiencia, más la vivida en un hotel solitario en  época terrible en lo económico, le dio el tema de su novela resplandor, que lo catapultó a la fama.
No se puede clasificar  de manera irresponsable como un autor solo de novelas de terror, como se le ha querido tildar. Basta mirar su extensa bibliografía para refutar esta sentencia.  Es un escritor de culto, pese a lo popular. Tiene seguidores apasionados. “1973 fue un año importante en la vida de Stephen King, pues otro sol alumbrará su horizonte desde este momento. Nace su primer hijo varón, Joseph Hill, lo que le llena de alegría pero pone su estado económico al borde del desastre. Logra un adelanto de 2500 $ por la publicación de Carrie y espera llegar a obtener unos 16000, pues sabe que la novela es buena. Contando que cobraba unos 6400 anuales, esto era para él una auténtica fortuna. Sus expectativas se quedaron cortas, pues se realiza una edición de bolsillo del libro y recibe unos  US 200.000 . La alegría se ve empañada por que a su madre le diagnostican ese mismo año un cáncer de útero que acaba por llevársela en febrero del año siguiente a la edad de 59 años”.
Hablaré de su obra, como lo dije su estilo es directo. Ejemplo, su cuento “Popsy” empieza:Sheridan conducía con lentitud frente a la larga fachada lisa del centro comercial cuando vio al chiquillo salir por las puertas principales, situadas bajo el cartel iluminado. Era un niño, de tal vez algo más de tres años, aunque, sin duda, no pasaba de los cinco. En su rostro se leía una expresión a la que Sheridan se había tornado muy perceptivo. Estaba intentando contener las lágrimas, pero no tardaría en echarse a llorar”. Sobre el evento más cotidiano, crea un situación por fuera de lo normal, mete a todos en el entramado. Resplandor su novela es típica para explicarlo: El escritor o el proyecto de escritor, está solo en hotel con su familia, la edificación de por sí es un personaje más, con su genealogía propia, sus historia y personajes fantasmagóricos, como espectros recorren los largos  pasillos  buscando resolver algo, que nosotros nunca descubrimos que es, el hijo en un triciclo, los recorre con una paranoia intimidante, tiene una inteligencia superior a la normal, los ve, puede compartir algunas escenas de los años veinte, elegantes. El escrito teclea y teclea todo el día, el sonido de la máquina de escribir de igual manera contribuye a la situación límite que sabemos va a llegar en cualquier momento. Al lado del hotel, hay un laberinto, que jugará un papel vital al final de la historia, la esposa tiene una resignación cargada de impotencia y con una desconfianza que le trasmite al lector ansiedad, como sí premonizara la tragedia.
Sus novelas corresponden a este tipo de estructuras, pero no solo ha escrito novelas de terror. Es un hombre disciplinado. “Escribo todos los días, si fueran tan solo 6 hojas, muy fácil,  necesitaría solamente 4 meses para escribir una novela de 700 páginas, luego no me hace falta contratar a nadie. Como escribo bastante más que 6 hojas al día (unas 20 o así como poco), puede permitirme publicar sin problemas dos libros al año, algún artículo y hasta guiones”. Asegura también leer mucho, todos los día e incluso oír libros grabados, algo que considera un gran invento. Tiene una sencilla fórmula para poder escribir bien: "Lee cuatro horas al día y escribe cuatro horas al día
Es noticia estos últimos días gracias a un ensayo que ha publicado a favor del control de armas en su país natal. Titulado simplemente “Guns”, el escrito puede conseguirse en la red a sólo 99 centavos de dólares, a través de la tienda Kindle de Amazon dentro de los llamados Kindle Singles. Las armas de fuego son, lamentablemente, unos de los grandes protagonistas de la historia reciente de los Estados Unidos y a pesar de que muchos están a favor de disponer de una o más armas en sus casas como protección, hay también muchos otros en contra, que apelan por un uso más razonable de ellas. Como todos los escritores de este género es cuidadoso con los detalles, cada época la estudia minuciosamente, con alusiones a épocas concretas de la historia de los Estados Unidos, sobre todos aquellos hechos oscuros que un no se resuelven. En todo caso realiza críticas y asume posiciones a lo largo de estos argumentos de alguna manera históricos, ricos en referencias.
“En 1999, Stephen King fue atropellado por un conductor borracho y consigue salvar la vida de manera milagrosa. Este grave accidente que le mantuvo durante años con graves secuelas, fue el embrión de novelas como “Buick 8: Un coche perverso”. En ella uno de los protagonistas muere en un accidente de coche. Más tarde sería en “Misery”, donde volvería a contarnos cómo un escritor es atropellado por un coche, sufriendo graves heridas. En el séptimo tomo de “La torre oscura” vuelve a utilizar el accidente en la trama”.
Abordar este autor constituye un reto para quien a literatura es su razón de ser. Estoy leyendo las novelas más emblemáticas por un ejercicio de ir desatornillándolas, para ver como las ha venido armando. Es una labor de relojero que espero terminar, para volver a escribir sobre sus libros y escritura.