domingo, 14 de noviembre de 2010

DOCE ESCRITORES COLOMBIANOS EN FRANCIA



Para dar un vistazo a algunas producciones literarias colombianas contemporáneas, el Centro Nacional del Libro (CNL) de Francia invitó a la edición 2010 de 'Les Belles Étrangères' (Las bellas extranjeras) a doce escritores colombianos, quienes están haciendo una ronda estas dos semanas por cuarenta ciudades del país galo y algunas de Bélgica. Esta especie de antología de las letras Colombinas, de selección, para este evento, tuvo como requisito lógico, que los autores estuvieran traducidos al Francés, dando por descontado la calidad de su producción y el buen momento que atraviesan.

No fue fácil para una generación de escritores contemporáneos a García Márquez, a partir de la publicación de cien años de soledad, convivir con este fenómeno, que opaco de alguna manera la atención a sus obras. Fuera de cierta crítica especializada, el público en general solo gravitó, por muchas razones, entorno al fenómeno de Macondo. La generación posterior, tuvo la tarea engorrosa de abrirse camino superando el tic, con respecto a una influencia nefasta de la obra de Gabo en su labor creativa. De alguna manera, esta selección representa una pléyade de autores que rompieron absolutamente con este cordón umbilical y quienes brillan hoy con luz propia, gracias a unas obras valiosas .

Al evento han sido convocados Héctor Abad Faciolince, Antonio Caballero, Jorge Franco, Santiago Gamboa, Tomás González, William Ospina, Juan Manuel Roca, Evelio Rosero, Gonzalo Sánchez Gómez, Antonio Ungar, Fernando Vallejo y Juan Gabriel Vásquez.

La traducción de Cien años de Soledad de Claude et Carmen Durand, guacamaya tricolor en la portada, sigue siendo un clásico que se ve con frecuencia exhibido en vitrinas de librería y en las manos de los lectores de metro y al peso de esa herencia hicieron referencia los críticos Philipe Lançon y Nils C. Ahl, cuando hablaron de la presencia de Colombia en el festival para los periódicos Libération y Le Monde.

“Para Albert Bensoussan, traductor al español de El olvido que seremos, de Héctor Abad, hay sin embargo una diferencia en la manera como se promovió el boom y lo que se intenta hacer con el Festival. “El boom fue pensado desde las editoriales para promover unos pocos autores de calidad. Ahora los lectores son más formados y eligen sus autores, prueba de esto es el interés por libros de temáticas muy variadas”. Bensoussan añade que el interés de los franceses por la nueva literatura colombiana es consecuencia de años de noticias que han logrado que la situación del país no sea ajena a los europeos”.

“Este interés por ciertos autores viene luego de décadas en las que se ha hablado poco de la literatura colombiana en Francia. Otros países han tenido una presencia más constante. México, por ejemplo, gracias al compromiso del Estado con la producción literaria; Cuba por esa fascinación alimentada por los escritores en el exilio”, es la opinión de Stéphane Chaumet, editor y traductor de poesía con varios autores colombianos en su catálogo.

Uno de ellos, el manizaleño radicado en París Eduardo García Aguilar, quien si bien reconoce la importancia de tener como invitados a autores como Evelio Rosero y Juan Gabriel Vázquez, no deja de lamentar que éste no haya servido además para recuperar algunos escritores cuya obra se diluyó entre el boom y la generación más reciente. García Aguilar menciona a Roberto Burgos Cantor, Óscar Collazos, Fernando Cruz Kronfly y Ricardo Cano Gaviria. Además de Fanny Buitrago, quien habría llenado el vacío de mujeres que los artículos de prensa dedicados al evento no han dejado de señalar. Anne Morvan, consejera del Centro Nacional del Libro para la selección de los autores, lo explica por la condición de que los autores invitados.

Sin embargo Ricardo Abdahllah, escribe desde Paris que: “el tema de la violencia ha podido opacar otros aspectos más relacionados con la literatura. Si bien en espacios más literarios, como el Instituto Cervantes de París, autores como Juan Manuel Roca y Tomás González tuvieron lecturas de sus obras y debates en torno a la poesía; Héctor Abad lanzó un más bien aliviado “Qué bueno que hablamos de libros” luego de un buen tiempo hablando sobre la guerra en Colombia. Una pregunta del público le permitió hablar del tema de la relación con su padre y el final en territorio francés de la aventura en busca de la resolución del poema que da título a El olvido que seremos.

En las revistas y en las pequeñas librerías

William Ospina y Antonio Caballero, dos autores reconocidos por los franceses como autores “comprometidos” han pasado por Béziers, Montpellier y Burdeos, hablando sobre todo de política. En estas ciudades, como en Eglise-Neuve-d’Issac y Villesèque-des-Corbières que recibieron otros autores durante el fin de semana, ha sido destacado el cubrimiento de la prensa y el interés de los libreros locales, que gracias al eco generado por Les Belles Étrangères han puesto libros de autores colombianos en sus estantes. “No es una sorpresa —dice Morvan—. Ha sido un trabajo de larga duración, los editores y los medios saben que el Festival se acerca y comienzan a vincularse desde mucho antes de que los escritores lleguen. Desde el primer día sabíamos que sería un éxito”.

No sólo los medios especializados como Books y el Magazine Littéraire dedicaron especiales a Colombia, sino que los escritores invitados han pasado su tiempo en entrevistas. “No es que sea fácil —afirma uno de ellos—, nos tienen una agenda cargada, que nos permite mostrar nuestra obra, pero no nos deja tiempo ni siquiera para descansar. Uno puede parecer un poco callado en un debate porque desde que se bajó del tren en la mañana no ha parado de hacer promoción”.

La diversidad en la programación del Festival se completa con las conferencias especiales para alumnos de bachillerato, que tendrán como protagonistas a Juan Gabriel Vázquez y Evelio José Rosero, dos autores que han recibido una crítica elogiosa a sus obra publicadas en francés y a los que se suman los elogios recibidos por Antonio Ungar, a quien el reciente Premio Herralde le ha también permitido destacarse dentro del grupo.

“Aunque el premio no es tan conocido en el ámbito francoparlante, nos permite que se fijen en su obra. Así podemos explicar por qué este reconocimiento es tan importante”, dice Brigitte Bouchard, directora de la editorial canadiense Les Allusifs, que ha publicado en francés las obras del colombiano.”

El cierre del evento será el próximo lunes con una conferencia de Fernando Vallejo en el Gran Teatro del Odeón. Como si se tratara de un concierto de rock, las reservaciones para su presentación, gratuitas pero obligatorias, se agotaron el mismo día que estuvieron disponibles.

Deberíamos dedicar más tiempo al estudio de este grupo, como lectores desprevenidos. Será tarea, que trataremos de emprender adelante, pero está claro que en otras latitudes están pendientes de nuestra producción literaria.