domingo, 20 de febrero de 2011

TOMÁS GONZALEZ



“Abraham entre bandidos”

La única manera de conocer a un escritor es a través de sus textos. Esta novela, es un cuadro primitivista sobra la violencia Colombiana, narrada con una prosa fresca, en apariencia sin ninguna pretensión literaria, pero está descontado que: su calidad literaria es incuestionable, está bien escrita, con la dulzura textual que recuerda algunos cuentos de Rulfo, donde se describen hechos muy duros, pero desde la esclerótica de unos personajes, muy Colombianos, que parecen estar contando situaciones cotidianas y no la violencia descarnada que los rodea y los somete.


Dice Héctor Rincón en “Arcadia” sobre Tomás: “Lo que ha escrito Tomás González es fácil de identificar por su belleza tranquila. Y por la observación meticulosa de todo lo que se le atravesó desde la infancia. No parece haber detalle que se le escapara a una mirada intensa que le hizo entender un mundo que lo ha perseguido más allá de las montañas y más allá del mar, no obstante sus veinte años en Nueva York, y toda una vida en la cual ha sido antioqueño sin ejercerlo. Y ése es otro mérito: no se propuso ser el Tomás que lo conduciría a Carrasquilla ni el González que lo llevaría a Fernando, su pariente mayor y vecino de finca en Envigado, de quien leyó todo sólo a los treinta años por una estrategia: no salir marcado con hierro de esa cercanía con el filósofo de Otraparte, cuyo poder de seducción creó una saga admirable en el movimiento Nadaísta. Por fortuna la hondura de Tomás González nos ha permitido a sus lectores hurgar en otras realidades por fuera de coyunturas y catástrofes”.

Solo he leído esta novela de 210 páginas, publicad por “Alfaguara”. Los personajes de esta novela, parecen responder a un destino cruel que los sobrepasa. En medio de fronteras no visibles: Guerrilleros y secuestrados comparten los días, en una hermandad cargada de humor, en medio de hechos insólitos por lo crueles, pero narrados sin sobresaltos, como si se contara un cuento de hadas. Se describe esa Colombia de los años cincuenta, emprendedora, injusta, pero inocente.

Tomás González estudio filosofía y vivió 25 años en New York, ciudad donde vive Paul Auster, una llamada circunstancial a un amigo, hizo que cambiará de destino a esta capital, pues su viaje estaba programado para Pensilvania, como en ciertos personajes de Auster. Actualmente vive en Chía, muy cerca de Bogotá. Norma reseña está pequeña nota biográfica:

“Tomás González nació en Medellín, en 1950, y comenzó a escribir a principios de la década de los setenta, poco después de empezar a estudiar filosofía en la Universidad Nacional de Colombia. A partir de entonces no ha parado de escribir, publicando sus libros en Colombia y México. Aparte de algunos poemas y cuentos que se sitúan en Nueva York, el resto de su obra se centra en Colombia. Ha publicado las novelas Primero estaba el mar y Para antes del olvido, esta última ganadora del V Premio Nacional de Novela Plaza & Janés de 1987; la colección de cuentos El Rey del Honka-Monka; y la colección de poemas Manglares.

Comenzó a escribir a principios de la década de los setenta, poco después de empezar a estudiar filosofía en la Universidad Nacional de Colombia. A partir de entonces no ha parado de escribir, publicando sus libros . Aparte. Algunos poemas y cuentos  se sitúan en Nueva York, el resto de su obra se centra en Colombia. Ha publicado las novelas "Primero estaba el mar"; Para antes del olvido, ganadora del V Premio Nacional de Novela Plaza & Janés de 1987; La historia de Horacio; Los caballitos del diablo; la colección de cuentos El Rey del Honka-Monka y la colección de poemas Manglares. “

Esta obra constituye una mirada de la violencia desde una cotidianidad peligrosa como destino, pues a pesar de su cruelda parece no sorprender a nadie. Su narración cumple con el proposito de reflejar una realidad que parece anesteciar a nuestro país. Solo espero que tenga más lectores.