domingo, 8 de junio de 2008

JORGE LUIS BORGES

­Los griegos pueden haber malentendido esa tradición, pero, a la vez, Occidente puede haber malentendido a los griegos. Porque, porque si decimos que Platón, y también quizá Pitágoras, son los primeros místicos de Occidente


Las declaraciones de Tom Wolfe en la feria del libro de Buenos Aires dejan ver la dimensión e influencia del escritor Argentino en el mundo. “Todos quieren parecerse a Borges”, dijo el periodista y novelista Americano. Existe una influencia y epidemia nefasta para los nuevos escritores al respecto. Sobre este genio se han escrito más de una veintena de Biografías y los estudios sobre su obra son inconmensurables y exponenciales. No existe autor importante que no lo cite y sus libros son frescos que se renuevan constantemente, evitando cualquier anacronismo literario o si se quiere, el olvido producto de las inclemencias del mercado impuesto por los nuevos tiempos. La verdad para los borgianos, dentro de los que me cuento, su vida y obra han traspasado cualquier límite y pertenecen al patrimonio de la humanidad. En "Agunos placeres de Niezschet" escribió "que siempre la gloria es una simplificación y a veces una perversión de la realidad; no hay hombre célebre a quien no lo calumnie un poco su gloria”. Nada más cierto y aplicable a su propia existencia. ¿Cuando Georgie se convirtió en Borges?, ¿como pudo jugar al otro Borges que parecía una antípoda de aquel humilde hombre que trasegaba entre enciclopedias y literatura?. Beatriz Sarlo describe la vitalidad de una obra premonitoria y anticipada a cualquiera de los fenómenos importantes que más tarde conmoverían al mundo creativo del siglo veinte: “ Borges estaría todo entero en las grandes cuestiones abiertas por relatos paradigmáticos como "Pierre Menard, autor del Quijote", donde se pueden encontrar muchos de los temas que persigue la crítica contemporánea: la teoría del intertexto, las nociones de enunciado y enunciación, la teoría de la lectura como escritura y de la escritura como lectura, la crítica a la idea de originalidad y de influencia. ”La posmodernidad en todo su contexto agregaría, la metaficcion, la creación literaria a partir de la misma literatura donde los relatos se entrecruzan inteligentemente asumiendo la multiplicidad del universo literario y olvidándose de antemano del autor como punto esencial de referencia. Por ello agrega Beatriz Serlo al respecto: A estos temas 'mayores' de la teoría crítica, Borges los abordó, sin embargo, desde una perspectiva que podría llamarse 'menor'. A lo largo de toda su vida, Borges se preocupó por escribir ensayos y críticas sobre textos 'menores'. En verdad, la inclinación por lo 'menor' es, en Borges, algo característico: como crítico hace ingresar a la literatura 'menor' en el canon de la literatura argentina y anticipa, también por este camino, otros temas de la reflexión contemporánea. Al mismo tiempo, la teoría de lo 'menor' le permite una lectura original de lo popular literario y cultural. “Muchas entrevistas han sido publicadas y en la red ya hay conferencias que hablan por si solas de su riqueza intelectual. Pero es curioso que aun no exista una obra crítica sobre sus conversaciones, que constituyen otro gran aporte al mundo creativo y la literatura universal. En ellos trata con absoluta inteligencia temas como la literatura inglesa, sobre la conjetura, Conrad, Melville con frases contundentes y absolutamente originales, que permiten asegurar que el adjetivo Borgiano corresponde al infinito de sus aplicaciones. Había prometido no escribir sobre esta luminaria de la literatura por simple respeto, pero fue inevitable después de la relectura del libro de diálogos de Osvaldo Ferrari.