sábado, 19 de enero de 2008

LA LITERATURA SE VISTE DE GALA EN CARTAGENA COLOMBIA

De nuevo la hermosa ciudad Caribe Colombiana recibe a un grupo selecto de escritores del mundo en un festival sin igual para creadores y lectores. En la pagina Web con razón se dice: “Cartagena de Indias es el lugar perfecto para celebrar ideas, compartir historias y reflexionar sobre el amor y la muerte y la política y la religión y las guerras y la familia y todas las cosas de la vida, en teatros, en bares y en la calle, mientras desayunamos y hasta bien entrada la cálida noche. Esperamos que podáis acompañarnos para disfrutar de nuestros invitados, procedentes de Asia, Oriente Medio, Europa, África y Norteamérica, así como de grandes figuras de la literatura hispanoamericana de todas las generaciones.” http://www.hayfestival.com/cartagena/.
El estilo del festival son los conversatorios donde escritores y público intercambian ideas por encima de la cátedra magistral de tanto aburrimiento. Temas como, Boleros y literatura, Las fábricas de la cultura: instituciones públicas y privadas en la vida cultural Latinoamericana; Literatura y crónica de viaje, Crónica y novela, lúdica y creación entre otros matizados por escritores de la talla de: Julio Villanueva Chang, HC Buch, José Ovejero, Jon Lee Anderson, Ricardo Silva, Pedro Mairal, Fernando Quiroz con Juan David Correa, Francisco Panniza, Jorge Volpi, Aminatta Forna con Rosa Conde, Taller con Samarys Polo, Carlos Monsiváis, Ariel Magnus, Claudia Amengual, Álvaro Enrigue con Margarita Valencia entre otros serán el plato fuerte. Les invito a estar muy pendientes.

domingo, 13 de enero de 2008

TOMAS CARRASQUILLA


Este dizque era un hombre que se llamaba Peralta. Vivía en un pajarate muy grande y muy viejo, en el propio camino real y afuerita de un pueblo donde vivía el Rey. No era casao y vivía con una hermana soltera, algo viejona y muy aburrida.
A la Diestra de Dios Padre de Tomas Carrasquilla.

El jueves 17 de enero se cumplen cincuenta años del natalicio del escritor Colombiano Tomas Carrasquilla. Cuando uno habla del costumbrismo en la literatura Colombiana indefectiblemente se termina en Carrasquilla. Carlos Sánchez Lozano, a través de las páginas de la Biblioteca Luis Ángel Arango lo ubica en el contexto de la literatura latinoamericana de manera muy exacta: Por eso la obra de Carrasquilla, necesariamente, es contemporánea de novelas como Don Segundo Sombra, de Ricardo Güiraldes, Los sertones de Euclides da Cunha, Los de abajo de Mariano Azuela y Doña Bárbara de Rómulo Gallegos, con las que comparte una preocupación evidente por describir directamente la realidad social que les había tocado en suerte en cada uno de sus países: Colombia, Argentina, Brasil, México, Venezuela. Sólo una posterior catarsis permitirá que los problemas de la novela regionalista -uso de jergas locales, intenciones de hacer sociología, exposición de tesis políticas, configuración de personajes caricaturescos- sean enfrentados y asumidos por una nueva generación de novelistas pertenecientes al realismo cosmopolita o "realismo crítico", como lo llamó el crítico uruguayo Angel Rama: Machado de Assis, Rulfo, Arguedas, Onetti, García Márquez."
Su vida se puede sintetizar en pocas líneas y de este universo toma todas sus historias: Nació en un pequeño pueblo minero de Antioquia, Santo Domingo, el 17 de enero de 1858, época de intensas agitaciones políticas en Colombia, al borde de una nueva guerra federalista, y el año en que se publicó esa pequeña obra maestra del costumbrismo, Manuela, de Eugenio Díaz. Carrasquilla era hijo de un ingeniero, habitualmente ausente del hogar por razones de trabajo, y de una devota ama de casa que al parecer impulsó en su hijo el gusto por la lectura. Poco se sabe de los primeros años de Carrasquilla. El norteamericano Kurt Levy, su más completo estudioso y biógrafo, supone que Carrasquilla fue un "diablo" y un niño buscaproblemas: metiche, altanero, sabelotodo. Pero sus hermanos, tías y abuelos lo adoraban por su carácter risueño, imaginativo y sus aires intelectuales. Su familia no era adinerada, pero tampoco sufría penurias. Poseía pequeñas propiedades y estaba vinculada al próspero, aunque riesgoso, negocio de extracción de oro. Hay que situarse en aquellos lejanos años de la sexta década del siglo XIX para comprender un poco mejor el contexto en que vivió el futuro escritor. Antioquia era uno de los más conflictivos estados federales, habitualmente enfrentada al centralista estado de Cundinamarca o al hostigante Cauca dirigido por Tomás Cipriano Mosquera. La ventaja de Antioquia consistía en su creciente poderío económico y su vigoroso proceso de modernización agrícola e industrial vivido durante el período federal (1856-1885). Tenía la tasa de natalidad más alta -las mujeres habitualmente parían entre cuatro y doce hijos-, pero también el analfabetismo más bajo, pues en esta época se fundaron muchos colegios católicos y laicos, normales y la Universidad de Antioquia. La influencia de Galdós en su obra es innegable y por su puesto los maestros Rusos del Siglo XIX. Releer a este autor resulta agradable, que es la mejor manera de validar su obra. En sus cuentos el tema de la religiosidad y la lucha encarnada del hombre entre el bien el mal está expuesta magistralmente, con humor. No se nos puede olvidar que Carrasquilla incorpora el idioma regional a sus obras impecablemente, ahora que está de moda hablar de esta técnica a propósito las novelas exitosas de Fernando Vallejo. Sería muy bueno releer sus cuentos.
Estamos viviendo un redescubrimiento de su obra.  Reinaldo Spiletta, un columnista del periódico “El espectador” expresa: “Está conectado con una ruptura (por ejemplo, del francesismo), con el descubrimiento de lo que puede denominarse como el ser colombiano. En este caso, el ser antioqueño”. El escritor decía sobre su formación: He leído de cuanto hay, bueno y malo, sagrado y profano, licito y pro­hibido, sin método, sin plan ni objetivos determinados, por puro pasatiempo. . . Lo que tengo en la cabeza es un matalotaje caótico de hojarasca, viruta y cu­carachas".
Realmente esta le sirvió para contar su tierra, describir su gente, descifrar la conciencia del antioqueño raizal y desarticular eso que llamamos malicia indígena, el engaño sabio, el cruce de cuentas, la historia novelada de su entorno. Rene Uribe Ferrer lo dice magistralmente: “Don Tomás fue habitual lector de aquellos, especialmente de Dickens y Galdós (Uno de sus contertulios ha dicho al autor de este trabajo que Carrasquilla leyó cuatro veces la extensa obra completa de este último). No es pues extraño que él haya realizado para Antioquia análoga labor”.