lunes, 6 de agosto de 2012

ESTHER TUSQUETS



No ha sido fácil para los escritores su relación con las editoriales en los últimos tiempos. El mercado y no la calidad se volvió determinante para la publicación de una obra.  Esto ha hecho que la literatura tenga que trasegar hoy por unos filtros en manos de técnicos y economistas y no de editores a la antigua usanza, hombres enamorados de la literatura y el libro por encima de las variables comerciales.  Esther Tusquets  murió la semana pasada y para el mundo editorial constituye una pérdida muy grande, pues descontando  las editoriales independientes, ella al frente de Lumen, representó  una excepción frente a la crueldad del mercado editorial.

Lumen cumplió cuarenta años de la mano de Esther. Ella fue una escritora excelente,  es autora de un volumen de cuentos, Siete miradas en un mismo paisaje, y de novelas entre las que destacan, El amor es un juego solitario (Premio Ciudad de Barcelona, 1979), El mismo mar de todos los veranos, Varada tras el último naufragio y Con la miel en los labios. Quiero hablar de su labor como editora.

Esta emblemática mujer, era una catalana a carta cabal y fiel representante de una burguesía culta y trabajadora. En los últimos años se dedicó a escribir sus memorias, con obras como Confesiones de una editora poco mentirosa y Habíamos ganado la guerra.

Carlos Barral declaraba a propósito de la noticia, que como editora “son fundamentales para la historia del sector en España las colecciones Palabra e imagen, con autores como Camilo José Cela y Miguel Delibes y fotógrafos como Joan Colom o Ramón Masats, y la colección Palabra en el Tiempo, dirigida por Antoni Vilanova, con autores como Louis-Ferdinand Céline, James Joyce o Virginia Woolf.” agregaría que con la publicación de Mafalda, se ganó un puesto en la historia del mundo editorial, para solo hablar de lo que más me gusto.

Que es lo que más quiero destacar de esta gran escritora y editora. Que publicaba esencialmente por criterios estéticos y de gusto. Si un original le parecía, iba, no importaba los riesgos que se corrieran. Esto le permitió crear un fondo muy valioso y traer a España la novela extranjera. En una entrevista realizada por Marcia Morgado respondió al respecto:

Barcelona Review: Son cuarenta años, toda una vida, al mando de una editorial... ¿Cómo te preparas para enfrentar el día a día sin ese reto?.

“Sí, porque empezamos haciendo los libros que nos gustaban o sea que eran libros que parecían invendibles y que realmente no se vendía ni uno, pues todo el mundo creía que Lumen duraría dos o tres años. Pero tuvimos suerte y lanzamos a Quino, Mafalda, y se vendieron cientos de miles de ejemplares. Y luego vino El nombre de la rosa, de Humberto Ecco, que ha vendido como un millón de ejemplares. O sea que la editorial funciona muy bien, y como funciona muy bien pues está ahí: cuarenta años.”

 No han sido buenos los cambios realizados por el mundo editorial en la última década, pero evitar este mercantilismo despiadado es imposible.  Ella frente al futuro del mundo ediotrial recordó en esta misma entrevista:

Cómo ha cambiado el mundo editorial en los últimos cuarenta años?
ET: El problema es que se publican demasiados libros. Y entonces, lo que ocurre grave es que los libros tienen una cortísima vida, cada vez más corta; consecuencia de que se edite tanto es que no hay ni espacio en las librerías. Entonces en las librerías sólo hay novedad y bestseller, y el fondo se trabaja muy mal.

Por ello siempre hablo de Lumen como un fondo, más que como una editorial comercial.  Está claro que su muerte deja un vacío muy grande para la cultura del libro.  Lumen  fue vendido al grupo Aleman Bertelsmann en el año 2000, hecho que adelantó su jubilación. Esperamos que alguien continúe con su tarea y en un próximo articulo hablaremos de sus libros, fue una escritora tardía, pero su calidad esta descontada.