domingo, 29 de noviembre de 2009

UNA ESPECIE EN PELIGRO DE EXTINCION

Este es el nombre del libro de entrevistas a grandes novelistas del siglo pasado, publicado por editorial “Bitácora” de Buenos Aires, que constituye un verdadero bocado de cardinale, para aquellos que nos encanta escudriñar sobre el proceso creativo de nuestros autores preferidos. Recuerdo la lectura del texto que recopiló las entrevistas realizadas en las paginas “The Paris Review”, el cual fue una verdadera revelación, trajo secretos insolitos , aún lo leemos con sumo agrado y de hecho hay claves inolvidables. El libro Lawrence Grobel, suscita sorpresas a granel. Primero las entrevistas realizadas no son hechas desde la esclerótica del experto, del crítico consumado, sino desde la mirada acuciosa de un excelente periodista. En mi vida personal tuve la dicha de compartir con algunos escritores Colombianos en medio de una informalidad total y muchas veces después de estas conversaciones, hubiese preferido no haberlos conocido, pues el don de la palabra no corresponde a sus dotes como escritores y esto nos suscita un desencanto injusto, pues ellos son importantes por sus escritos no por lo que hablan. Lógicamente no es una regla general, sino basta leer o ver, las encantadoras entrevistas de García Márquez, Carlos Fuentes, Cortázar, Kundera, par citar solo algunos. Caso especial las de Borges, el cual se le debe un estudio serio sobre sus conversaciones, que constituyen una obra al margen, tan importante como sus libros. Lo primero que hay que destacar del libro de la referencia es la selección de los escritores: Bellow, Bardbury, Donleavy, James Elroy, Allen Ginsberg, Greeley, Haley, Joseph Héller, Mailler, Joyce Carol Oates entre otros. Cada escritor corresponde a un entorno, a unas influencias y a un imaginario particular que encubre toda su obra, pues la ficción no es otra cosa, que una trasposición lucida de la realidad desde la perspectiva de la narración particular, no importa cual sea la técnica o los instrumentos de cada creador. Refiriéndose a Carlos Fuentes, Vargas Llosa, escribió sobre el arte de escribir novelas con una lucidez única: “Escribir una novela es una ceremonia parecida al strip-tease. Como la muchacha que, bajo impúdicos reflectores, se libera de sus ropas y muestra, uno a uno, sus encantos secretos, el novelista desnuda también su intimidad en público a través de sus novelas. Pero, claro, hay diferencias. Lo que el novelista exhibe de sí mismo no son sus encantos secretos, como la desenvuelta muchacha, sino demonios que lo atormentan y obsesionan, la parte más fea de sí mismo: sus nostalgias, sus culpas, sus rencores. Otra diferencia es que en un strip-tease la muchacha está al principio vestida y al final desnuda. La trayectoria es inversa en el caso de la novela: al comienzo el novelista está desnudo y al final vestido. Las experiencias personales (vividas, soñadas, oídas, leídas) que fueron el estímulo primero para escribir la historia quedan tan maliciosamente disfrazadas durante el proceso de la creación que, cuando la novela está terminada, nadie, a menudo ni el propio novelista, puede escuchar con facilidad ese corazón autobiográfico que fatalmente late en toda ficción. Escribir una novela es un strip-tease invertido y todos los novelistas son parabólicos (en algunos casos explícitos) exhibicionistas.”[1]
De igual manera estas entrevistas son un strip-tease, de los escritores. Juan Gabriel Vásquez, escribió en “Letras Libres “sobre este libro con precisión de relojero: “Hay confesiones directas o indirectas sobre el oficio. Ahí está Joyce Carol Oates justificando los más de 110 libros que ha publicado: “Quizás tenga que ver con mi taquicardia: si cada vez que me late el corazón no estoy haciendo algo, tengo la sensación de que he desperdiciado el tiempo.” Ahí está Bellow hablando de Las aventuras de Auggie March, una de las grandes novelas del siglo XX: “Fracasé porque al final no pude regir mi descubrimiento, no pude controlarlo”. Ahí está Ray Bradbury, el autor de Crónicas marcianas, recordando que todo el mundo le aconsejó no escribir ciencia-ficción: “De modo que lo que trato de enseñar a los estudiantes es, por el amor de Dios, equivocaos, no acertéis en nada de lo que hagáis”. Hay temas recurrentes, y lo interesante es que suelen ser los más difíciles: el sexo, el dinero, el daño que puede causar el éxito. Joseph Heller, arquetipo del escritor que nunca logra superar sus primeros libros, se muestra en cada respuesta resentido por la sombra de Trampa 22: no por nada la entrevista se titula “Compitiendo con el pasado”. Grobel le pregunta a Alex Haley, el autor de Raíces, si el éxito del libro le hizo daño como escritor: “He hablado con tres escritores que han tenido grandes éxitos con un libro suyo”, afirma Haley, “y todos decimos que tenemos miedo de no volver a escribir jamás algo parecido”. Grobel le pregunta a Mailer si manejó mal el éxito que tuvo con Los desnudos y los muertos. “Sí”, dice Mailer, “pero no le doy demasiadas vueltas. Era totalmente imposible que lo llevara bien.”
Este libro cayo en mis manos después de estar concidencialmente leyendo sobre el tema creativo y la novela. El blog “Apostillas literarias” acaba de publicar “"Reglas para la supervivencia de la novela":
1.- . La novela actual -o como quiera llamarse- deberá mostrarse enérgicamente resistente al intento de trasladarla al cine, al telefilme o a la vida el videojuego: la literatura hoy más que nunca debería alzarse como intransferible porque las historias novelescas al aroma del siglo XIX han sido ya usadas con diferentes métodos de explotación y lo fueron, precisamente, porque no existían entonces los guionistas a granel que actualmente redactan para crear productos audiovisuales.
2.- Cualquier obra literaria actual debe insistir más que nunca en la categoría de su escritura. Es decir, en su habilidad para hacerse indispensable como medio de conocimiento y comunicación peculiar, insustituible en la iluminación y la clase de disfrute que procura. El gusto de la lectura se obtendrá no del artificio argumental, el suspense policiaco, los agentes especiales, los cofres por descerrajar o los misterios divinos, sino de la intensa degustación del texto, sin necesidad de conspiraciones ni extrañas travesías. Los intríngulis de esta literatura son más intríngulis que literatura. Vale para lo que vale y ni una distinción más.
3.- No habrá de valerse la obra de ninguna estructura prefabricada mediante la cual el lector será conducido entre añagazas del oficio hasta la apoteosis final, tan propia de las antiguas revistas y la vulgaridad en las prestaciones. La narración literaria consciente de sí no aspirará a apoteosis final alguna tal como el destino tampoco existe en el proyecto vital de ahora, mientras la metafísica se disipa. Lo que sucede día a día tiene hoy la forma del accidente y el carácter de la inmanencia, posee la belleza de lo instantáneo y la inteligencia de la negligencia. Ha terminado el proceso, la idea de la historia y de su trascendencia. Lo que cuenta es la belleza de la inmediatez, el texto convertido en un gozoso bocado de por sí.
Estos son apenas los tres primeros puntos de diez, aconsejable leer completo el articulo: ww.apostillasnotas.blogspot.com. Queda pues, este texto encantador, para aquellos que adoramos desentrañar el proceso creativo de nuestros escritores preferidos.
[1] Historia secreta de una novela. Mario Vargas Llosa.

martes, 3 de noviembre de 2009

ELIAS CANETTI

Se ha publicado de nuevo la totalidad de la obra de este excelso escritor, solo con las restricciones impuestas en su testamento. También Canetti está disponible en español y como dato curioso, para algunos de sus fanáticos, la publicación despertó un interés extraordinario en torno a su obra, que naturalmente vuelve a generar los consabidos debates al respecto y por su puesto la lectura de sus principales libros. En la red, encontre un blog que ha dedicado siete artículos a este autor, de muy buena factura y que denotan el conocimiento de la obra, que definitivamente deberían leerse, por su calidad.[1] El nombre de este bloguero es Isaías Garde y mi sugerencia es que lo aborden.
De sus obras, por encima de “Masa y Poder” y sus textos biográficos, hay una que me impresionó y aun disfruto por su perfección:” El otro proceso de Kafka”, El muy adecuado título del libro es un resumen exacto de lo que vamos a encontrar en su interior. Canetti analiza las cartas que Kafka le escribió a Felice Bauer, una de las tres mujeres importantes en la vida del escritor checo (junto a Milena y a Grete Bloch amiga, ésta última, de Felice). Cartas que no solo nos dejan asomarnos a la intimidad de la pareja (a este respecto el propio Canetti se siente un poco incómodo, como un vulgar voyeur, y se disculpa por ello), sino que esas cartas nos dejan ver la intimidad del propio Franz Kafka y comprender sus altibajos creativos. En la red encontré con precisión una descripción mas detallada de esta obra: “se trata de una sensacional recreación de la personalidad de Kafka y sus motivaciones literarias tomando como base las Cartas a Felice publicadas dos años antes por el editor de Kafka las cuales había comprado a Felice Bauer en 1955, solo se incluyen las enviadas por Kafka; de forma clara y con gran precisión nos va desgranado Canetti esa etapa durante la cual mantuvieron abundante relación por correspondencia, ella vivía en Múnich y el lógicamente en Praga, entre 1912, fecha en la que se conocieron gracias a Max Brod, y 1917 en la cual rompieron definitivamente coincidiendo también con el inicio de la enfermedad pulmonar que acabaría con su vida. A pesar de no ser muy extenso nos muestra las claves esenciales de sus geniales creaciones y los vínculos biográficos con los que se conectaron a través de la fina mirada de otro gran escritor.”[2] Cual es la clave de la grandeza de este texto. Para mí una muy sencilla pero contundente y lo de sencillo no es un atributo cualquiera, sino un aspecto relevante que demuestra que se puede ser profundo sin ser confuso, nos entrega un análisis muy develador, de las claves psicológicas de carácter creativo, que se traducen en referencias fundamentales para interpretar su obra. Es un libro para que se lo lean algunos críticos.
Los textos autobiográficos son fuera de serie y su lectura es un paseo por la Europa que antecedió al fascismo, su impostura y después como sufrió sus catástrofes. Es el mejor ejemplo de la condición frágil del sujeto frente al poder.
“Masa y Poder “es un ensayo fuera de serie: “considerada por Canetti su obra magna y desde luego a ninguna otra dedicó tantos años de trabajo e investigación como a ésta: nada menos que treinta y cinco años transcurrieron desde que la concibió, en 1925, hasta que la publicó por fin en 1960. A pesar de la alta valoración en que la tuvo su autor, ha sido hasta ahora un libro poco leído y poco analizado fuera de la cultura en lengua alemana. Su mismo título es, a pesar de ello, un indicativo más que suficiente del interés que, para el lector actual y en este preciso momento, puede tener su lectura.”[3]
La novela “Auto de Fe “, que es de todo mi gusto y paradójicamente cuando suscito su relectura, me aborda una angustia indescifrable, por las Vicisitudes de su protagonista, por la lucha entre la razon y la sinrazon, por todo lo que genera su lectura. Entre la crítica especializada, aun se generan muchas controversias en torno a esta novela, desde aquellos que la ponderamos con vehemencia, hasta algunos que la consideran su obra fallida. Solo se sale del atolladero leyéndola.
Ahora que estuve en España y quede impresionado por el maremágnum de publicaciones de toda índole: ensayos, biografías, estudios especializados y novelas, que nos obligan a seleccionar por cuestión de tiempo lo que vamos a leer, volver a los textos clásicos es una salida segura. Que mejor que Canetti.
[1] http://bibliotecaignoria.blogspot.com/2009/07/elias-canetti-el-invisible.html
[2] http://www.abretelibro.com/foro/viewtopic.php?t=21537
[3] http://www.revista-raices.com/publicado/public.php?body=antol&art=wahnon

domingo, 18 de octubre de 2009

VARIOPINTAS LITERARIAS

Una vez más el premio nobel de literatura ha generado una controversia por la calidad del elegido ( que es más un desconocimiento )y la verdad en este caso ha sido una pataleta de quienes manejan el mundo editorial, al no dárseles a quienes conviene, los candidatos de siempre deberán esperar un poco. Herta Muller, como bien lo anota Eduardo García Aguilar crítico y escritor Colombiano, no pertenece a este grupo de consentidos del mercado y las grandes editoriales: “Es muy saludable para el arte cuando el premio Nobel de literatura es otorgado de manera acertada a escritores desconocidos como Herta Müller, Gao Xingjian, Wyzlaba Symborszka, Wole Soyinka o Imre Kertesz, surgidos del margen, lejos de las esferas del poder, el marketing, el arribismo y la representación. la academia sueca para celebrar los 20 años de la caída del Muro de Berlín ha rescatado a esta autora de 56 años, perteneciente a la minoría alemana marginada de Rumania, que en 20 años se ha convertido en Berlín en una notable autora de la misma lengua de Mann, Böll y Grass y de tantos otros autores extraordinarios como Joseph Roth, Elías Canetti y Hermann Broch, todos ellos verdaderos ejemplos de lo que debe ser la literatura: algo que surge desde le fondo del corazón y no del marketing y la ambición competitiva de un Occidente neoliberal, arribista, codicioso y podrido.” Como muchos escritores locales y de provincia, completamente desconocidos, esta Rumana, tiene mucha calidad y el premio de ninguna manera , es un saludo a la bandera. Gracias a la academia, tiene ganada una divulgación que le cerrara los comentarios malintencionados de algunas casas editoriales.
Abra que leer la novela de Saramago, “ Cain “, no hemos estado muy contentos con sus últimos textos, pero comprendemos que obras primas no se publican todos los días, en un hecho que su calidad es incuestionable. “Cain”, el tema central es Dios y el autor al respecto afirmo: Hay quien me niega el derecho de hablar de Dios, porque no creo. Y yo digo que tengo todo el derecho del mundo. Quiero hablar de Dios porque es un problema que afecta a toda la humanidad". En Colombia Eduardo Caballero Calderón, un autor de mucha calidad, escribió una novela con el mismo nombre: Caín, que recreaba la cruda violencia nuestra a través de la historia trágica de dos hermanos.
Santiago Gamboa, escritor Colombiano se alzó con el premio “la otra orilla “de editorial norma. El jurado quien eligió el texto ( Necrópolis ) de 654 obras estaba compuesto por Jorge Volpi, Roberto Ampuero y Pere Sureda, que ya da señales de garantía, frente al cuestionamiento que tienen hoy los premios patrocinados por las editoriales. Gamboa, además de ser un escritor que conoce el oficio, es culto y apasionado lector, sus ensayos son serios y con reflexiones muy por fuera del contexto tradicional, mejor dicho no repite lo obvio como suele suceder.
El poeta Colombiano Elkin Uribe, ya tiene concertado el acuerdo con los Editores Enrique Cortes y Mauricio Contreras, para la publicación de su antología. Este autor inédito indudablemente despertará muchos comentarios, su poemas son impecables, tienen ritmo, recuerdan lo mejor del romancero español y definitivamente es un pecado que no se halla publicado , las buenas cosas toman su tiempo. Este es el último poema:

AMADA
Ah!... Cómo no amarte intensamente
sí eres algo más:

Que las cuerdas que vibran
En mi ser cada mañana.

domingo, 20 de septiembre de 2009

GUILLERMO MARTINEZ

La relación entrañable entre las matemáticas y la literatura tiene una historia inabarcable que suele reafirmarse a cada rato. Hay puntos de convergencia sutiles de este contubernio exquisito: “el lenguaje matemático utilizado desde el período helénico hasta nuestros días, se ha caracterizado por su precisión, claridad y exactitud; atributos que por cierto, en opinión de muchos autores -como Pío Baroja-, deberían estar incluidos en el estilo de cualquier escritor.”[1] El escritor más emblemático en este campo es Bertrand Arthur William Russell, su biografía es una extensa e intensa diatriba entre estos mundos, entre el rigor de los números y lo volátil de la expresión y el lenguaje, entre lo racional y lo especulativo, paralelos que implicaban una mirada diferente de la literatura. Guillermo Martínez es un joven escritor Argentino de una calidad impresionante, con un estilo muy diferente a todos y cuya literatura está marcada por una estrecha relación con las matemáticas. Su novela “Crímenes imperceptibles”, es una novela policial, fresca, de una lectura en apariencia simple, pero que encubre una factura narrativa muy seria y precisa, ágil en todo caso, se lee sin ninguna complicación a pesar de algunos temas en apariencia difíciles que conjuga los lenguajes matemáticos de Wittgenstein, el teorema de Godel, con el desciframiento de un asesinato con un sorprendente desenlace. Algunos libros de ensayo suyos, muestran la pasión por los números: Borges y las matemáticas”, es uno de ellos. Aquí como sabiamente lo expresa su reseña se “ilumina la relación estética entre la literatura y la matemática, rastrea los elementos de esta ciencia en la obra de Borges y demuestra la articulación profunda de los mecanismos de abstracción y estructuración lógica en sus relatos, en su estilo y en su credo artístico.” Descifrar el “desafío es hablar para aquellos “que sólo saben contar hasta diez”, y nos guía, con la máxima sencillez pero sin perder nunca profundidad, a través de los diálogos secretos entre el gran escritor argentino y personajes de la talla de Pascal, Russell y Poe.” Con Gustavo Piñero escribieron un exquisito ensayo sobre Godel, para hacerlo accesible, aquí se describen con “una exposición detallada, rigurosa, pero de extrema suavidad, totalmente autocontenida como Kristeva, Lacan, Debray, Deleuze, y Lyotard, han invocado a Gödel y sus teoremas en arriesgadas analogías. El texto “ Acerca de Roderer “ en donde se narra la lucha entre la inteligencia y el genio entorno al juego de ajedrez, expresa magistralmente la narrativa de Guillermo, nos explica sutílmente, los paralelos entre la expresiones comunes del hombre y ciertos lenguajes especiales. Como siempre, solo espero contribuir a la lectura de un autor que ya es un mito en Buenos Aires.
DATOS:
Guillermo Martínez (Bahía Blanca, 1962). Se radicó en Buenos Aires en 1985, donde se doctoró en Ciencias Matemáticas. Posteriormente residió dos años en Oxford, Gran Bretaña, con una beca de postdoctorado del CONICET. En 1982 obtuvo el Primer Premio del Certamen Nacional de Cuentos Roberto Arlt con el libro La jungla sin bestias (inédito). En 1989 obtuvo el Premio del Fondo Nacional de las Artes con el libro de cuentos Infierno Grande (Planeta). Su primera novela, Acerca de Roderer (Planeta, 1992), tuvo gran recibimiento de la crítica y fue traducida a varios idiomas. Publicó después La mujer del maestro (novela, Planeta 1998).
En 2003 apareció el libro de ensayos Borges y la matemática (Seix Barral) y obtuvo el Premio Planeta Argentina con Crímenes imperceptibles, novela que fue traducida a 35 idiomas y ha sido llevada al cine por el director Álex de la Iglesia, con el título Los crímenes de Oxford y un casting que incluye a John Hurt y Elijah Wood.
En 2005 publicó un libro de artículos y polémicas sobre literatura: La fórmula de la inmortalidad (Seix Barral). En 2007 apareció su última novela, La muerte lenta de Luciana B., contratada hasta el momento para traducciones a veinte idiomas, y votada por la crítica en España entre los diez mejores libros de 2007.
En 2009 publicó en Seix Barral el ensayo Gödel (para todos), en colaboración con Gustavo Piñeiro.
Participó del Internacional Writing Program de la Universidad de Iowa y obtuvo becas del Banff Centre for the Arts y de las fundaciones MacDowell y Civitella Ranieri. Colabora regularmente con artículos y reseñas en La Nación y otros medios. Fue jurado de los principales premios literarios: Alfaguara, Planeta, Emecé, La Nación-Sudamericana, Fondo Nacional de las Artes.
Uno de sus cuentos ha sido publicado recientemente en el New Yorker. Es uno de los escritores argentinos más traducidos en el mundo.




[1] SOBRE LAS BUENAS RELACIONES ENTRE MATEMÁTICAS Y LITERATURA Francisco Javier Peralta Coronado Catedrático de E.U. de Matemática Aplicada Universidad Autónoma de Madrid

viernes, 11 de septiembre de 2009

PARIS ES UNA FIESTA

Cuando se visita esta capital se revive el encanto que nos produjo leer la obra de la referencia de Hemingway, en los que narra su estadia memorable en Paris en los treinta del siglo pasado, en plena produccion literaria. Gertrude Stein, Scott Fitzgerald, Ezra Pound, son algunos de los nombres memorables, de quienes encontraron en esta urbe la inspiracion y la hospitalidad de una ciudad que es puro arte. De la mano de Olga Restrepo, mujer trashumante y cosmopolita, he recorrido barrios y librerias cargadas de la atmofera que hizo grandes a estos escritores. Siento a Cortazar, recorro los lugares que la Maga frecuentaba y de alguna manera guardo la ilusion de recobrar las voces y el dialogo en las calles, prefiguradas en la obra de Balza, Victor Hugo y Zola.Hoy visitamos el Georges Pompidou. En la entrada nos encontramos con unos musicos Mongoles. La experiencia al oir musica del Tibet, ancestral, con instrumentos de la region y un misticismo inigualable, volvio ha recordarme de aquellos compromisos politicos asumidos por la intelectualidad con una parte olvidada del planeta. Pense en Camus, el gran escritor de los cincuenta quien lucho por la independencia de Argel frente a una Francia arrogante e imperialista. Este pais se encuentra en plena crisis economica, es paradojico, aqui ha nacido lo mas grande del pensamiento occidental, el siglo pasado disfrutamos de las obras de Sartre, Camus,Foucault, Deleuze, Guatari, Bauchelard, Morin, hoy se bate en un pesimismo inigualable que no conesta con lo monumental de su grandeza y la nostalgia por el imperio Napoleonico. Paris, en todo caso es una fiesta. Je t aime. Paris


viernes, 4 de septiembre de 2009

LIBRERIAS Y LIBREROS EN BUENOS AIRES

Durante dos días he visitado minuciosamente las librerías de esta hermosa ciudad, con la grata sorpresa de encontrarme con verdaderos libreros,quienes son lectores consumados, enamorados del oficio y prestos para aconsejar el mejor autor o libro. Estos personajes de novela, quienes se hicieron muy famosos por haber popularizado “Cien anos de Soledad “, por encima de la critica acartonada, no se encuentran en las librerías de primera, sino en aquellas que ofrecen libros de segunda ubicadas en la calle corrientes y el centro de la ciudad, abarrotadas de libros viejos y con verdaderas joyas a precios absolutamente baratos. Con estos libreros, se sostiene una conversación fluida. La charla tiene un denominador común: La pasión por la letra impresa, el amor por la literatura y la lectura, curiosamente la conversación comienza siempre con desgano cercano a la indiferencia con el cliente y termina en la mayoría de las veces en un intercambio de ideas con un entusiasmo sin precedentes, pues suelen respetar mucho a los lectores impenitentes, mas cuando son extranjeros. Dos cosas descubrí de este recorrido: La vuelta por los autores clásicos: Borges, Arlt, Cortazar, Ezequiel Martínez Estrada, Sábato etc. Y por el otro lado, la consolidación de una generación nueva de altísima calidad. De estos autores, quien más me agrada e impresiona es Guillermo Martínez. ( http://guillermo-martinez.net/index.php?) , ha quien se le acaba de publicar en The New Yorker, lo que habla de antemano de su reconocimiento en el contexto de la letras internacionales. En una entrevista, publicada en la red, declaraba el autor en mención al respecto: Al parecer esta revista estadounidense y prestigiosa sólo había publicado hasta acá a otro autor argentino: Borges. Agrega Martínez: “También quería que quedara un poco en claro que escribo desde hace cuarenta años y publico desde hace veinte. No es que sea un matemático que un día escribió Crímenes imperceptibles; quizás haya gente que me conoce sólo a partir de ese libro, pero hay varios detrás. En Infierno grande, por ejemplo, hay un cuento escrito a los 14”. Ese relato (prefiere dejar la intriga sobre cuál es) formó parte inicialmente de un volumen inédito, La jungla sin bestias. “Eran cuentos inmaduros, de aprendizaje –dice. Pero tal vez rescate otro y lo incluya, algo transformado, en un libro que tengo casi listo.”, leer a este autor es una verdadera dulzura, ojala en Colombia se encuentren mas títulos. Curiosamente estaban publicando en la revista literaria de Clarín sobre algunos autores y las ciudades, me toco este domingo la dedicada a Borges, de excelente calidad y con unas fotografías que hasta la fecha no conocía. También, no deja de ser grato el conocimiento y lo popular que son en esta ciudad Amis, Bolanos, Auster, Volpi, Sarai y William Ospina, entre otros……..Se encuentra toda la obra de la filosofa Ester Diaz, para citar apenas unas perlas…..Viajo ahora para Paris y espero comentar, mi experiencia literaria en la ciudad luz.

domingo, 9 de agosto de 2009

NARCOTRAFICO Y LTERATURA

Apareció en el suplemento Babelia de “El país “ de España un excelente articulo sobre la relación entre literatura y narcotráfico, referido concretamente a México, relación estrecha y muy viva, cargada de sobresaltos y que ha producido prácticamente un nuevo genero en literatura y en Colombia novelas que constituyen un ícono. Recuerdo que “tras dictar una conferencia en Londres: “Literatura colombiana: entre” La guerra y La paz”, Oscar Collazos habló con “Express News on line” sobre su vida y su obra. Contrario a pensar que las sociedades son entidades estáticas, el autor ve en la generación de conflictos uno de los ejes de la literatura de su nación. Aunque lo acepta con tristeza, dice “que la literatura no se alimenta de la felicidad, sino de las desgracias”. México en los últimos meses, vive una de las peores retaliaciones del narcotráfico que ha dejado ver hasta donde ha permeado el fenómeno a todos los estamentos de la sociedad, generando una de las violencias mas atroces que se haya visto hasta la fecha. En el artículo mencionado Lolita Bosch, asi como elogia algunas obras, resulta ser un dura critica aciertos facilismos que resultan de esta intricada relación donde el periodismo investigativo juega un papel preponderante con denuncias sobre el tema que sobrepasan a la institucionalidad. Dice la autora: “Historias terribles, crueles y tristísimas, que como dijo el escritor norteño Eduardo Antonio Parra, "ilustran nuestra ignorancia". Porque se suele hablar del narcotráfico como si supiéramos algo. Y de este modo lo estamos convirtiendo en un paisaje literario con reminiscencias de la Sierra Madre por la que campaba Humphrey Bogart o aquel Acapulco de Frank Sinatra. México explicado sin pudor. Literatura de bajísimo nivel que habla de este complejo mundo criminal como si pudiera ser estereotipado o fácilmente comprendido. Lo resume el crítico mexicano Rafael Lemus: "El costumbrismo es, suele ser, elemental. A veces excluye, casi completamente, la invención, como si la imaginación no pudiera agregar nada a la realidad. La prosa es, intenta ser, voz, rumor de las calles (...). Ésta, la estrategia general. Básica. Reiterada. Inmóvil". Indudablemente, se han producido textos de una factura inigualable, antes de hablar de ellos es pertinente citar como en Colombia, hay algunas novelas, que hoy son consideradas clásicos como “La virgen de los sicarios” de Fernando Vallejo, “Rosario tijeras” de Jorge Franco, Los ejércitos de Evelio Rosero, que resulta ser una novela de una calidad extrema, de reciente publicación y que ganó Premio Nacional de Literatura de Colombia 2006, Independent Foreign Fiction Prize en Londres 2009, e indudablemente el icono sobre la violencia en Colombia, que es “Cien años de soledad” de Gabriel García Márquez, verdadera joya de la corona. Lolita Boscho, de manera magistral, cita en el articulo mencionado, algunos textos y autores que representan un reflejo inigualable de lo que ha producido esta estrecha relación entre literatura y narcotráfico: “ Aunque mientras esperamos que eso suceda, podemos recurrir a Internet o encontrar, en España, el ya clásico No es país para viejos, de Cormac McCarthy (Mondadori, 2006), o el nuevo El poder del perro, de Don Winslow (Mondadori, 2008), que ya lleva dos ediciones en apenas cuatro meses. Un libro trepidante y adictivo, que narra la historia del narcotráfico mexicano empleando con maestría un truco literario: contar lo que pasa en muchos años como si pasara en pocos y lo que les ocurre a muchas personas como si les pasara a dos hermanos que están claramente inspirados en Ramón y Benjamín Arellano Félix. No lo podrán soltar. Aunque irrite al lector experimentado que el traductor no haya cotejado los nombres mexicanos de las instituciones que ha traducido directamente del inglés o que a la codiciada green card la llame tarjeta verde. Pero no importa: no se lo pierdan. Y lean también a otros autores sin traducir. Todos ellos mexicanos. El más conocido: Élmer Mendoza, que escribió las peripecias de dos traficantes de mariguana en El amante de Janis Joplin (Tusquets Maxi, 2008) y de quien dijo Daniel Sada: "El autor deja traslucir lo que André Gide pedía de todo novelista: ser un amplio conocedor del tema que aborda". Y Élmer Mendoza, que ganó el Premio Tusquets 2008 con Balas de plata, lo es. Tanto que en México hay quien lo llama narcoescritor. Aunque él responda: "Lo que hago es ficción. Y no he tenido problema de ningún tipo". Porque tras la aparición de libros como Gomorra, de Roberto Saviano, muchos se preguntan si escribir sobre el narco no se ha convertido en un riesgo. Y de nuevo contesta Élmer Mendoza: "Es peligroso para la prensa. Los periodistas trabajan entre las patas de los caballos; en cambio, nosotros cabalgamos tranquilamente en los lomos". Aunque advierte: "No sé cómo va a salir la literatura que aborde los dos últimos años". Porque efectivamente esta literatura todavía no se está haciendo. Ese mundo reciente sí es demasiado peligroso y nadie se ha atrevido a narrarlo. Pero se hará. Sin duda. Porque la literatura, junto con la música de corridistas extraordinarios como Los Tucanes de Tijuana o las radionovelas de principios de siglo que hoy pueden escucharse en Internet, ha demostrado ser un traje de buzo para zambullirse en este mundo que de otro modo nos parece blindado. Y algunos jóvenes que también se pueden encontrar en las librerías españolas son buena prueba de ello. Todos desde un presente común, todos alrededor del narco: Los minutos negros (Mondadori, 2006), de Martín Solares, que aborda el tema de la corrupción policial en el norte del país; Julián Herbert, quien en 2006 ganó el prestigioso Gilberto Owen de poesía y publicó Cocaína: manual de usuario (Almuzara, 2006), con el que un adicto trata de explicarse el mundo de la droga desde un lugar opuesto, y Yuri Herrera, que reeditó Trabajos del reino (Periférica, 2008): la historia de un corridista que ya había sido publicada en México y con la que ganó el Premio Binacional de Novela Border of Words en 2003. Y casi acabo. Sólo dos libros más. Del renombrado periodista mexicano Sergio González Rodríguez, El hombre sin cabeza (Anagrama, 2009): un esfuerzo por observar, de cerca, las decapitaciones cada vez más frecuentes en México.”
Existen ensayos de una calidad sin igual sobre el tema que sería muy bueno traer a colación, pero el tema, realmente es apasionante y devela esa otra forma de conocer nuestra propia realidad.

viernes, 17 de julio de 2009

BORGES Y BUENOS AIRES

Durante cuatro días visite esta hermosa capital, que es el centro desde donde gravita gran parte de la obra de Jorge Luis Borges, no solo por ser el espacio vital de sus más importantes vivencias, sino por ser allí, desde donde su obra alcanza la universalidad que hoy no sorprende a nadie y es de alguna manera patrimonio de la humanidad. Martin Zubieta, dice con acierto: “Borges inventó una ciudad que ya no existe, pero que todavía se puede sospechar. A veces a pie, otras a través de la poesía. Tal vez esa Buenos Aires sólo forme parte de un mundo al que se puede acceder a partir de metáforas o sueños -sus sueños-, afortunadamente irreales. Pero la ciudad está allí. Encerrada entre oscuridades, silencios y milongas, Buenos Aires siempre aparece y acaso hasta sea posible pensar qué hubiese sucedido de una y otro si el encuentro entre ambos no se hubiera producido jamás.” Agrega, refiriéndose a la relación del escritor con su ciudad, concretamente a sus primeros años, cuando llega de Ginebra por allá en 1921: "Borges, detrás de la balaustrada que lo separaba de la calle, verdadero territorio del barrio "reo", comienza a descubrir los confines de las afueras y a esbozar todo un catálogo de "mitología barrial" de guapos, orilleros, esquinas y rincones, indispensables para dar con los pasos de un suburbio que se perdía y de una ciudad que estiraba sus dominios por sobre la llanura. Al mismo tiempo, los intereses de Borges son cada vez más cosmopolitas y sus placeres literarios y filosóficos, fomentados por la bien poblada biblioteca paterna, incluyen las más insólitas latitudes del Universo. Pero la influencia de Macedonio Fernández o Evaristo Carriego, amigos de la casa y habituales participantes de las tertulias familiares, estimulaban su redescubrimiento ". Ahora, que anduve por sus calles, por los sitios que le conmovieron, por la biblioteca que sus ojos volvieron tan viva y grande y que con asombro sirvió para crear una obra tan rica y lucida, reconozco gran parte de las influencias que hoy están incorporadas en sus escritos. Esta ciudad, que está en uno de los momentos más graves, económicamente hablando, con una clase política que despierta mil dudas, mantiene esa grandeza y señorío, que la hace la más Europea de Latinoamercia. Borges cuando llegó de Ginebra se instala en una casa ubicada en Serrano 2147, zona de Palermo que se conocía por el nombre de Villa Alvear y a la que se podría circunscribir entra las actuales Scalabrini Ortiz, Córdoba, Juan B. Justo y Nicaragua. David Viñas, novelista, ensayista e historiador de la literatura argentina, dice: "El retorno lo relaciona directamente con el suburbio y la vuelta al pago es la búsqueda de la identidad. Borges tiene una actitud opuesta a la de Leopoldo Lugones, que habla desde la torre de marfil. Es un panóptico. Borges ve a la ciudad desde el sótano, desde abajo y propone una versión no historicista, no lineal, fragmentaria, incluso arbitraria. A partir de Carriego se produce el descubrimiento del barrio, de la ciudad parcelada, antagónica a la ciudad total que propone Lugones con toda esa grandiosidad retórica. Tan recortada es la mirada que no habla del país; ciudad, Buenos Aires, Fervor de Buenos Aires; manzana, Guatemala, Serrano, Paraguay, Gurruchaga". ( Citado por el mismo Zabieta). Cada uno de estos sitios, tiene su placa conmemorativa, otros son verdaderos museos, en fin la ciudad le rinde culto a la grandeza de este hombre de letras. Más tarde, se aleja físicamente del barrio para vivir, entre otros sitios, por más de cuatro décadas en Maipú 994. Sus tareas lo llevarían de la pequeña biblioteca Miguel Cané, en Almagro -Carlos Calvo 4319-, a la vieja Biblioteca Nacional, México 546, de la que la Revolución Libertadora lo hizo director (Borges era un antiperonista militante). La ciudad no se desvaneció. Cuenta Carlos Alberto Zito en su libro El Buenos Aires de Borges, que las caminatas lo conducían hasta los confines del Maldonado, por el Bajo Belgrano, por la Chacarita, San Cristóbal o Villa Crespo. También por San Telmo o Montserrat. Zito, además, menciona una anécdota referida por Adolfo Bioy Casares: Borges, sensible con el paisaje de Puente Alsina, invitaba allí a sus amigos extranjeros. A aquel que disfrutaba de la desolada geografía, Borges lo tenía "en la más alta estima, como si se hubiera graduado en una materia en la que nosotros lo examinábamos"(Zubieta). Cuando se llega a Buenos Aires, con una obsesión por los sitios de Borges, por la huella de sus largos recorridos, por los puntos de referencia de una obra llena de simbolismo y metáforas cargadas de lunfardos, de puertos, de laberintos y bibliotecas misteriosas, descubre esa relación intima entre el autor y su obra. Zubieta, quien trabaja junto con Monegal esta relación tan estrecha remata un aparte de su ensayo con un paralelo acertado de su obra con los sitios de Buenos Aires: “Biografía y literatura convergen muchas veces en el espacio cartográfico e ideal de la ciudad. En Fervor de Buenos Aires, su primer libro, desde el prólogo tardíamente escrito, el propio Borges advierte que "en aquel tiempo buscaba los atardeceres, los arrabales y la desdicha; ahora las mañanas, el centro y la serenidad". Uno de sus cuentos paradigmáticos, Hombre de la esquina rosada, sitúa la tragedia entre Francisco Real -el "Corralero"-, la Lujanera y Rosendo Juárez -el "Pegador- ("era de los que pisaban fuerte en Santa Rita"), en el salón de Julia, "un galpón de chapas de zinc, entre el camino de Gauna y el Maldonado"; Juan Dalhmann, en El sur, ("nadie ignora que el sur empieza del otro lado de Rivadavia"), que era secretario de una biblioteca municipal de la calle Córdoba allá por 1939, toma un café en un bar de la calle Brasil y se sube a un tren en Constitución rumbo a la llanura, con destino al duelo que lo mataría; El Aleph, misterioso, está en el sótano de una casa de la calle Garay ("…vi la reliquia atroz de lo que deliciosamente había sido Beatriz Viterbo, vi la circulación de mi oscura sangre, vi el engranaje del amor y la modificación de la muerte, vi el Aleph desde todos los puntos…vi tu cara, y sentí vértigo y lloré, porque mis ojos habían visto ese objeto secreto y conjetural, cuyo nombre usurpan los hombres, pero que ningún hombre ha mirado: el inconcebible universo"); en El Zahir un Borges/personaje, en primera persona confiesa estar enamorado de Teodelina Villar, mujer "que cometió el solecismo de morir en pleno barrio sur", a pesar de vivir en la calle Araoz, y en la esquina de Chile y Tacuarí, mientras tres sujetos juegan al truco en un almacén, toma una caña: con el vuelto recibe el Zahir, la extraña moneda; así, mientras en Balvanera alguien deja caer "el nombre de un tal Jacinto Chiclana", un vendedor de biblias tocas la puerta casi secreta de un departamento de la calle Belgrano nada más que para ofrecer El libro de arena.”
Hay un punto, que no puedo dejar de comentar y es la cultura del ciudadano común de Buenos Aires, que sorprende y la calidad de las librerías. Ojala, en esta ciudad no se acaben los libreros.


domingo, 5 de julio de 2009

GEORGE STEINER “EN THE NEW YORKER”


Ediciones Siruela nos regala este extraordinario libro, que recoge una selección de los mejores artículos escritos por Steiner en The New Yorker entre 191967-1997. Sobra presentar a este extraordinario escritor, pero aun así, quienes hemos seguido sus textos, nos encontramos con algunos ensayos que prefiguran la trayectoria intelectual de uno de los mejores, sino el mejor, critico en los actuales tiempos. El primer ensayo, titulado “el erudito traidor”, sobre el crítico de arte Anthony Blunt, realiza una reflexión profunda del critico de arte en el contexto de los años treinta y de paso nos da una radiografía lucida sobre los grandes movimientos de la época, para no decir, de las vanguardias, incluyendo el muralismo Mexicano. En algún aparte de este articulo señala con acierto: “El arte es un fenómeno complejo y no puede ser juzgado con arreglo a descarnados determinantes psicológicos y sociales, no obstante el marxismo al menos proporciona un arma para el análisis histórico de las características el estilo o de una concreta obra de arte”. Y nos recuerda, lo cual es muy útil, que las opiniones del critico son a su vez “hechos” de los cuales se pueden dar explicaciones históricas”. A ello, en este ensayo, se le suma la vinculación del crítico al espionaje soviético y las tensiones a las que se vio sometida la creación por los gobiernos fachitas, que analiza las tensas relaciones entre el arte y la política, de la cual es imposible sustraerse. Como siempre, la lectura es exquisita, llena de una multiplicidad de referencias absolutamente enriquecedoras. Existe un ensayo sobre Orwell y el ajedrez, de una factura implacable, así como para los enamorados de la literatura y la angustia de la creación literaria, ósea…. la relación intricada entre obra y vida, aconsejo, ir directamente al ensayo titulado; “Del matiz y el escrúpulo”.

jueves, 25 de junio de 2009

LECTURAS PARA EL VERANO

Siempre me genera mucha desconfianza aquellas publicaciones póstumas de los grandes de la literatura, pues en la mayoría de las ocasiones son argucias de mercado de los editores para mantener a los escritores trabajando, incluso después de su muerte. No quiero decir que su tarea no sea ponderable, pero muchas veces publican textos que el autor por razones que no cabe adivinar, decidió nunca publicar o mantener en el olvido.
Perfiles inesperados, de Julio Cortázar resulto una recopilación absolutamente valiosa. Se han recogido trabajos de juventud, algunos textos que el autor mantenía en velo y verdaderas sorpresas. La calidad de algunos relatos, el valor para la crítica de los escritos del primer Cortázar, que develan el talento de quien sería uno de los grandes, constituyen un regalo de primer orden para quienes hemos seguido la trayectoria de este grande de la letras.

El arte de la distorsión del escritor Colombiano Juan Gabriel Vásquez, es un libro de ensayos literarios, diferente a todo lo que he leído en los últimos tiempos en este género. Agradable, muy particular e inteligente, sus textos son un verdadero aporte para las letras. El libro además es importante, para quienes se estén iniciando en la escritura, nos entrega a través de sus lecturas, algunas claves importantes para el oficio.

Felicitamos de nuevo al excelso escritor Colombiano Evelio Rosero por el premio ingles The Independient, frente a Ismael Kadare y AbrHm B. Yehoshua, confirma la calidad de un novelista, que la crítica nuestra continua inexplicablemente desconociendo. Bien por Editorial norma, que acaba de publicarle En el Lejero.
Merecido el premio Principe de Asturias a Smail Kadare, su obra además de bella, es un símbolo contra la opresión, candidato eterno al nobel, grande en Europa, solo queda aconsejar la lectura de su obra.
Leí la primera novela los hombres que no amaban a las mujeres, de Stieg Larson, de su trilogía, algunos críticos y trogloditas de la literatura la han descalificado, solo les sugiero que la lean, del genero policiaco o novela negra, está estructurada de tal manera que hasta la última pagina estas pendiente del desenlace de la historia….sus personajes están muy bien construidos y se muestra el caótico mundo de farsantes, empresarios corruptos y banqueros que agobian al mundo.

domingo, 7 de junio de 2009

WILLIAM OSPINA Y EL PREMIO ROMULO GALLEGOS

En este año el premio Rómulo Gallegos, quedó de nuevo en las manos de un Colombiano. Esta vez, fue concedido al excelente poeta, ensayista y novelista William Ospina por su obra “El país de la canela “. A nadie sorprende el galardón, pues este autor ha venido desgranando sus dotes con una disciplina sin igual, un rigor impresionante y una responsabilidad que esta por encima de las presiones del mercado editorial implacable y consumista de estos tiempos. El premio otorgado en mi modesta apreciación es el más importante en Hispanoamérica, muy por encima de aquellos tan publicitados en la península Española. Algunos galardonados pueden hablar de la calidad del mismo:
I edición (1967) - La casa verde de Mario Vargas Llosa (Perú)
II edición (1972) - Cien años de soledad de Gabriel García Márquez (Colombia)
III edición (1977) - Terra Nostra de Carlos Fuentes (México)
IV edición (1982) - Palinuro de México de Fernando del Paso (México)
V edición (1987) - Los perros del paraíso de Abel Posse (Argentina)
VI edición (1989) - La casa de las dos palmas de Manuel Mejía Vallejo (Colombia)
VII edición (1991) - La visita en el tiempo de Arturo Úslar Pietri (Venezuela)
VIII edición (1993) - Santo oficio de la memoria de Mempo Giardinelli (Argentina)
IX edición (1995) - Mañana en la batalla piensa en mí de Javier Marías (España)
X edición (1997) - Mal de amores de Ángeles Mastretta (México)
XI edición (1999) - Los detectives salvajes de Roberto Bolaño (Chile)
XII edición (2001) - El viaje vertical de Enrique Vila-Matas (España)
XIII edición (2003) - El desbarrancadero de Fernando Vallejo (Colombia)
XIV edición (2005) - El vano ayer de Isaac Rosa (España)
XV edición (2007) - El tren pasa primero de Elena Poniatowska (México)
XVI edición (2009) - El país de la canela de William Ospina (Colombia)
Un estudiante de comunicación social, Jaime Andrés Benavides[1] de la universidad Santo tomas de Bogotá, describe a William con una precisión de relojero: Es un escritor innato. Sus facultades se vislumbran cada vez que uno de sus libros es publicado. A diferencia de muchos que escriben poco, éste se caracteriza por escribir entre cuatro y tres libros llenos de ensayos por año. Además de ello, últimamente ha dejado leer sus poemas, en los cuales se nota el gran sentido que para el autor tienen, la naturaleza y la universalidad". El primer premio que ganó, lo hizo con un ensayo sobre la obra del gran poeta Colombiano Aurelio Arturo, desde este texto se avizoraba el crítico que hoy deslumbra, sus palabras podrán definirlo incluso: “En una fábula de Borges, el rey pide al poeta unas palabras que no sean la descripción de la batalla sino la batalla. Y es el propio Borges quien nos dice que la diferencia entre el lenguaje verbal y la música está en que el lenguaje quiere expresar la tristeza o la alegría, pero la música es la tristeza y es la alegría. Tal vez la poesía sea ese soplo de inspiración misteriosa que hace que las palabras dejen de ser una alusión a la realidad, un modo de interrogarla o definirla, y se exalten mágicamente en esa realidad que están nombrando.”[2] Su obra se contextualiza en estos términos, los ensayos son absolutamente lucidos, bien construidos y documentados, bellos donde se trasluce la vena del poeta que, aun en estos trabajos se preocupa por la sonoridad del texto, la factura de cada oración y el sentido estético en general, por lo que se leen con un agrado inigualable, además de entrearnos una visión esclarecedora, como en el caso de “la franja amarilla”. Sus dos novelas de corte histórico, son un bálsamo para entender nuestras tragedias y narrar la imbricada génesis de nuestro mundo, siempre desde una perspectiva estética, digna de un creador universal. Mucho esperamos de este autor que nos enorgullece y solo queda apoyarlo de la manera más simple: leyéndolo

[1] http://www.usergioarboleda.edu.co/altus/william_ospina.htm
[2] Aurelio Arturo según William Ospina http://losconvidados.com/aurelio-arturo-segun-william-ospina/

miércoles, 27 de mayo de 2009

ROBERTO BOLAÑOS 2666


Me conmueven los lectores a secas, los que aún se atreven a leer el Diccionario filosófico de Voltaire, que es una de las obras más amenas y modernas que conozco. Me conmueven los jóvenes de hierro que leen a Cortázar y a Parra, tal como los leí yo y como intento seguir leyéndolos. Me conmueven los jóvenes que se duermen con un libro debajo de la cabeza. Un libro es la mejor almohada que existe. ROBERTO BOLAÑOS
Ya hemos rendido culto a Roberto Bolaños en estas páginas, por la calidad de una obra que, rompe definitivamente con el cordón umbilical del Boom. Su novela 2666, acaba e ser premiada como la mejor novela extranjera por la crítica Norteamericana. Quienes la hemos leído, sabemos que a pesar de los extensos reconocimientos, esta novela aun no ha recibido toda la importancia que amerita y no porque no haya sido atendida por sus lectores y critica, sino que todo toma su tiempo y esta obra prima, que rompió con todo el canon, que se abre paso como gigante (nos recuerda el periplo de “cien años de soledad”), no es una lectura fácil, sabemos que muchos hablaran de ella sin ni siquiera haber leído una pagina, como suele pasarle a los textos clásicos. Andrés Ibáñez, escribió una reseña magistral : “De lo que no cabe duda es que nos hallamos ante la obra de un genio: una obra de inmensa lucidez e inmensa sabiduría narrativa, escrita con una mezcla única de felicidad creadora e íntima desesperación existencial, la obra de un maestro absoluto cuya voz posee la autoridad y la aparente ausencia de esfuerzo que solemos asociar con los grandes clásicos consagrados por los siglos, y cuyo verbo nos impulsa, ya desde las primeras frases, a una lectura insaciable cuyo interés no decae ni por un momento a lo largo de sus majestuosas mil cien páginas largas.” Esta mezcla de historia, entrecortada con trasfondo literario sin igual entorno a un autor, que deja ver una Europa derrotada que aun no se redime en su condición”. Es cierto, cuando este crítico establece: “Es una especie de Mil y una noches, un centón lleno de historias, novelas cortas, cuentos dentro de cuentos, narraciones de la más diversa índole, de amor, de guerra, de humor, de ciencia-ficción, de crímenes, de horror, de metaficción, de sueños (el recuerdo de La vida, instrucciones de uso viene de vez en cuando a la cabeza) que proliferan como las hojarascas de una selva tropical y que parecen caérsele a Bolaño de los dedos como en una lluvia de inspiración incontenible.” Aquí, igual que en otros textos, está una radiografía del universo de contradicciones y encantos que constituye México, de poesía y muerte, de dolor y vida. La historia, narrada sobre una estructura que se asimila a una verdadera sinfonía, muchas voces, muchas piezas, unidas por la excelsa condición estética que no se pierde en ningún momento, que va cubriendo cada letra impresa, que responde a un orden prefigurado perfecto. Ibáñez lo describe así: “Dos planetas, dos centros disímiles, pues, que son los mismos que mueven y han venido siempre moviendo la literatura de Bolaño: esa mezcla aparentemente imposible entre pasión visceral, experiencia desnuda, marginalidad y violencia, junto con todo el refinamiento de una escritura intensamente literaria, claramente posmoderna devota de constantes juegos (como las largas e inexplicables páginas dedicadas a los lapsus calami de diversos escritores, casi al final de 2666), que instaura definitivamente en nuestras letras, ¡por fin! la posibilidad de una literatura libre que establece sus territorios mas allá de los géneros y fuera de las decorosas clasificaciones académicas”.



lunes, 25 de mayo de 2009

VARIOPINTAS LITERARIAS
Diario de la noche

A la hora en que el sueño se desliza
Como un ladrón por senderos de fieltro
Los poetas beben aguas rumorosas
Mientras hablan de la oscuridad,
De la oscura edad que nos circunda.
A la hora en que el tren tizna la luna
Y el ángel del burdel se abandona a su suerte,
La orquesta toca un aire lastimero.
Una yegua del color de los espejos
Se hunde en la noche agitando su cola de cometa.
¿Qué invisible jinete la galopa?
©Juan Manuel Roca

Al Unisonó que recibíamos la buena noticia del premio casa de las Américas otorgado a Juan Manuel Roca, nos enterábamos de la muerte de Mario Benedetti. El diario “el País “de España, presenta la noticia dándole al poeta Colombiano los reconocimientos que en nuestra tierra siempre tardan: “El poeta, crítico de arte y periodista colombiano, Juan Manuel Roca, ha ganado la IX edición del Premio Casa de América de Poesía Americana con su poemario Biblia de pobres, que presenta un "gran dominio formal, sólida estructura y variedad de registros", según indicó el jurado del galardón. Roca, que ha obtenido numerosos galardones por su trayectoria profesional, cuenta con el Premio Nacional de Poesía Ministerio de Cultura 2004, el Premio José Lezama Lima otorgado por la Casa de las Américas y el Premio Poetas del Mundo Latino Víctor Sandoval en 2007”
Roca pertenece a una generación que no se agrupo entorno a ningún propósito, que no prefiguro ningún movimiento, ni pretendió revoluciones, fue llamada la generación sin nombre, convivió con la aplanadora del Boom latinoamericano que eclipsaba a cualquier creador que no estuviera en este selecto grupo. Me encanta su poesía, vivo muy sorprendido y gozo con la calidad de sus ensayos y comentarios literarios, que además están hechos con la calidez de un poeta, que ni en estas calendas, abandona esa vena tan constante en todo lo que escribe.
Mario Benedetti, es un escritor emblemático, gozó siempre de hinchada propia, ganada a puro pulso y con una obra muy particular, que curiosamente estaba por encima de los academicismos, de la crítica especializada, de aquellos gurúes que siempre han pretendido imponer un canoon.
Recuerdo muy bien, que quien no llevara en la universidad el libro de poemas “Inventario” y la música de Silvio Rodríguez, no estaba en onda, como dicen los Mexicanos. Sus poemas son emblemáticos para toda una generación:

Táctica y estrategia
Mi táctica es
mirarte
aprender como sos
quererte como sos.

Mi táctica es
hablarte
y escucharte
construir con palabras
un puente indestructible.

Mi táctica es
quedarme en tu recuerdo
no sé cómo ni sé
con qué pretexto
pero quedarme en vos.

Mi táctica es
ser franco
y saber que sos franca
y que no nos vendamos
simulacros
para que entre los dos

no haya telón
ni abismos.

Mi estrategia es
en cambio
más profunda y más
simple.

Mi estrategia es
que un día cualquiera
no sé cómo ni sé
con qué pretexto
por fin me necesites.


Mucha tinta y reconocimientos estarán a pedir de boca, por ahora solo queda aceptar una deuda muy grande con este hombre, que de hecho perdura gracias a su obra. Sobra decir, que como cuentista esta fuera de lote, es mi modesta apreciación, de los mejores de Latinoamérica y caso aparte resulta cualquier comentario sobre la excelente novela “la tregua”.

He seguido con mucha atención el trasegar poético de Elkin Uribe, este poeta de mil cabales, a través de su blog, cantico primaveral, sigue entregándonos una obra que amerita aunar esfuerzos para ser publicada. Su estilo, muy particular, con una gran influencia del romancero español y de la mejor poesía juglar de Latinoamérica, esta en todo caso hecha con la soltura de quien pese a estas lecturas, no se encasilla.

He querido incluir un poema que confirma su constante vena.

Oh noche, obscura noche
tu opacidad es nítida.
La figura se vuelve tímida
en el paso de tu derroche.

Inicias el paso lento,
dejando estela de felicidad;
o tal vez... Fatalidad,
en agosto de tu tiempo.


¡Oh noche!, noche lóbrega
o noche jactanciosa,
cual pétalo de rosa

que la espina hiere
en su doquiere
en regalo de entrega.

martes, 14 de abril de 2009

MARIO RIVERO

La muerte sorprendió al poeta en su casa en el barrio la Candelaria de Bogotá. Mario, fue y será el poeta urbano por excelencia de este país:

BALANCE
Es terrible no encontrar a dónde ir.
De las casas unas están destruidas,
sin lecho, a oscuras y con telas de araña,
con lepras en los muros y con espectros tristes.
Otras se alzan tan falsas como un decorado.
Del palacio o la casa. encantada,
la tapicería vemos gastada, anticuada,
no hay belleza en aquél lugar, no hay misterio,
y continuamos nuestro aislado camino,
en el jardín gotea el surtidor del cansancio.

Hay posadas que ya no se abren más, por nosotros,
con las que hemos perdido el contacto,
cuando exentos de excusa,buscamos,
titubeantes como un extranjero,
o aún como mendigos, lejanos, extraños.

Es terrible no saber a dónde ir,
al final del día muerto,
a la hora en que a veces se bebe o se mata.
Encontrar que no hay sendero, no hay camino,
no hay puerta, donde llamar, en la fatua sonrisa del
/triunfo,o en el pobre final, consumida la Casa del Alma!

El poeta irrumpió en la literatura colombiana en 1966 con "Poemas urbanos", título reivindicativo de las vivencias más cotidianas con el que le abrió paso definitivo en el país a la corriente poética urbana, que apenas nacía.
Este poemario fue seguido por otros 13 volúmenes, entre ellos dos antologías y una larga entrevista, que Rivero publicó a lo largo de su trayectoria literaria, dentro de una bibliografía que registra como último título "Balada de la gran señora", en el 2004.
Mi experiencia personal con este excelso poeta no fue fácil. Debo confesar, que su poesía no era de mi gusto y sí en cambio admiraba la divulgación y enseñanza, que como crítico de arte ejercía periódicamente a través de la revista Diners, además de su excelente tarea de apoyo irrestricto a los nuevos poetas desde la revista “Golpe de Dados”, que en mi modesta apreciación, es la publicación de poesía más importante en los últimos veinte años. Pero su poesía fue decantando, ágil, fresca, terminó por gustarme, a mis amigos siempre les decía con un entusiasmo que no era otra cosa que un reconocimiento, que el poeta de las últimas décadas, me sorprendió de sobremanera.


miércoles, 1 de abril de 2009

LAS MEMORIAS DE DORIS LESSING

Los ingleses nos tienen acostumbrados a excelentes libros de memorias, desde aquellos extensos relatos de Winston Churchill, hasta las últimas biografías noveladas de Amis. Los latinos, que no somos proclives a estos ejercicios, no dejamos de gozar con los textos de este tipo, que están muy en boga por estos días. Acaba de ser publicado las memorias en edición de bolsillo de Doris Lessing, en dos tomos, el primero titulado “Dentro de mi “y el segundo “Un paso por la sombra”. La obra, está escrita con el rigor de sus mejores novelas, con una factura digna de un relojero, nos va llevando por los mejores recuerdos de su niñez en Africa hasta su llegada a Londres en el 49 del siglo pasado, aplicando toda la filigrana psicoanalítica, que permiten ver algunas claves biográficas encubiertas en su obra. Por alguna razón, leyendo este primer tomo recordé los libros biográficos de Canetti, una descripción muy personal de la Europa Fascista, de los miedos con que se levantaron toda una generación y de la tensa lucha ideológica de una Europa descarnada que termino envuelta en la peor guerra el siglo pasado. Como en el “cuaderno Dorado “, esta obra narra desde una perspectiva muy personal, el proceso de construcción de la Europa de la posguerra y la visión de un occidental inmerso en el tercer mundo gracias al trasegar de su padre como oficial Británico. Es muy notorio leyendo esta obra, como los grandes temas de sus novelas, nacen de unas profundas nostalgias de aquellos años donde conoció la pobreza de algunos pueblos, la desigualdad socia y la discriminación racial. Sorprende la juventud de esta novelista, su vitalidad y la preocupación constante por la condición femenina, sin caer en los radicalismos maniqueistas de algunas mujeres. Su biografía deja ver el peso de una intelectual, comprometida con los grandes temas, que gracias al premio nobel, tienen mejor divulgación. Solo quede recomendar su lectura.

domingo, 15 de marzo de 2009

UN VIAJE A LA FICCION DE MARIO VARGAS LLOSA

La calidad de Vargas Llosa como crítico excepcional de la literatura está descontada. Su mirada se sale del contexto habitual de la crítica profesional. Cuando leemos sus ensayos o artículos, nos encontramos con un lector agudo, serio y quien sabe amalgamar su extensa cultura con las condiciones enormes como creador, para darnos una mirada absolutamente lucida. Los libros sobre Flaubert, Gabriel García Márquez, Víctor Hugo, sus ensayos sobre Faulkner y ese hermoso libro “la verdad de las mentiras”, constituyen muestra ejemplar de su trabajo impecable en este orden. Este libro sobre Onetti, de 227 páginas, que es el producto de unas conferencias dictadas en la universidad de Georgetown, se suma a estos trabajos. El prefacio se puede saltar sin ningún problema, para entrar de plano en la materia propuesta. El escritor nos entrega las claves interpretativas de una obra y autor completamente diferentes y con matices biográficos muy particulares. El análisis, se abre con “el pozo “. La definición de su protagonista entregada por Magda Díaz Morales es cabal al estudio de Vargas Llosa: El poeta y soñador Eladio Linacero, protagonista de la novela El pozo de Juan Carlos Onetti, no es una persona de la que pueda uno prendarse. Es un ser para quien "todo en la vida es mierda (...), un pobre hombre que se vuelve por las noches hacia la sombra de la pared para pensar cosas disparatadas y fantásticas", el autor Peruano señala como en la novela reinan: “el pesimismo, la soledad y aquella angustia que condena a sus personajes en seres marginales, en entredicho existencial con el mundo, individualistas acérrimos y antisociales.” Esta claro la argucia utilizada por Onetti, a través de la ficción frente a la realidad avasallante: “Como en esta realidad sin esperanza no hay dónde ni a quién acudir Eladio Linacero huye a la ficción, hospitalario lugar que puede hacerse y rehacerse con total libertad, dócil a sus apetitos y caprichos de soñador.” Lo curioso, es que Onetti, no conocía nada de la literatura Europea de corte existencialista, coincide con esta corriente, pero está lejos de recibir alguna influencia directa. Este capitulo de un total de once, resultan imprescindibles para descubrir facetas de Onetti aun no develadas. El segundo es hermoso, sobre su obra la “vida breve” con paralelos sobre Faulkner y Borges, es para alquilar Balcón. El octavo, análisis de la ficción a la cruda realidad, locura y ficción, presenta el mundo de Onetti magistralmente. Este ensayo se deja leer fácilmente, es de una profundidad incuestionable y nos deja ver a un Vargas Llosa que muchas veces se pierde en el debate político.

martes, 3 de marzo de 2009

DE LAS COMPLEJAS RELACIONES ENTRE LITRATURA Y PSICOANALISIS



La dependencia del psicoanálisis en sus comienzos a la literatura en particular y al arte en general, se hace manifiesto en que, como dice Rancière, el inconsciente freudiano se constituyó en su momento en un “inconsciente estético”, un vapor, por decirlo de alguna manera, que sostenía las obras y el pensamiento del arte del siglo XIX que se abría a una dimensión inusitada de objetos y formas de expresión. Patricio Landaeta Mandones.
El tema ha sido tratado de muchas maneras. Patricia Leyack, para “LA GACETA” de Tucumán, realiza una síntesis del soporte de la literatura en toda la teoría psicoanalítica y su trabajo empieza con lo más simple: “Freud se sirvió en distintos momentos de mitos que la literatura transporta, Edipo, Narciso, Moisés. Incluso el mito de Tótem y Tabú, que Freud inventa, ya está presente en sus notas esenciales en los mitos recogidos por Homero y más tarde por los trágicos. Esos mitos, de los que Freud se sirve, no fueron para él ejemplificaciones de lo que venía elaborando sino más bien la materia prima con la que tejió nudos conceptuales importantísimos.” En materia de hermenéutica y teoría literaria, la herramienta del psicoanálisis es de suma importancia: “el psicoanálisis investiga al sujeto para poder operar a favor de él en la clínica. La literatura inventa sujetos tan vivos como los de carne y hueso en la medida en que, siendo la obra producto de una enunciación singular, alguna verdad siempre se articulará en ella”. En el discurso psicoanalítico la indagación y promoción del sujeto y su deseo no sólo se despliega en la escena analítica sino que pasa al escrito, esta de igual manera sirve para socavar a los personajes dentro de un texto. Quienes más contribuyen en el tema con absoluta profundidad son Deleuze y Guattari: en artículo de Crítica y clínica2, discurre entre las siguientes ideas: Se escribe para no enfermar, para “devenir”, aunque siempre aceche el riesgo de lo contrario, más aún cuando se confía en la equivalencia entre salud y normalidad; se escribe por obligación o “porque no habría forma de no hacerlo. Patricia Landaeta Mardones, es más enfático con respecto a lo descrito por estos dos filósofos franceses: el lenguaje en la literatura deviene práctica política y clínica: de acuerdo a la pareja Guattari-Deleuze, si la literatura es en el fondo una cuestión de salud lo es porque experimenta un afuera de la lengua mayor en la que se está a condición de estar enfermo, alienado. Si la literatura deviene práctica política es, precisamente, porque en el delirio encarna una lucha contra la legalidad del lenguaje. Recordemos que Freud aborda el análisis de una novela corta, «El delirio y los sueños en la Gradiva de W. Jensen» (1906). En este trabajo Freud advierte lo siguiente: «Los poetas son unos aliados valiosísimos y su testimonio ha de estimarse en mucho, pues suelen saber de una multitud de cosas entre cielo y tierra con cuya existencia ni sueña nuestra sabiduría académica». Es en este trabajo donde entrega algunas claves sobre la interpretación que se pueda dar a través del psicoanálisis en una obra literaria: «dirige su atención a lo inconsciente dentro de su propia alma, espía sus posibilidades de desarrollo y le permite la expresión artística en vez de sofocarlas mediante una crítica consciente». Patricia Leyack, establece por ello que Según Freud, la literatura concurriría en una de las formas elaboradas en las que conseguiría destilarse el inconsciente. La obra literaria existiría, de acuerdo a la postura freudiana, el fruto de una sucesión de representaciones que tiene su inicio en una circunstancia psíquica incognoscible directamente y a la que sólo puede hacerse simbolizar a través de continuos despegos. En Colombia, es muy poco lo que se ha trabajado en esta materia, ósea, en la utilización del psicoanálisis como herramienta crítica e interpretativa y de hecho nuestra realidad sobrepasa a la ficción pero está suficientemente reflejada en una gama de obras de una riqueza y simbolismos incuestionable. En la segunda lección de “análisis literario”, un Blog de excelente factura se dice al respecto: La literatura es un hecho social, porque es un producto de consumo. El hecho literario, aparte de un proceso de creación (génesis), y belleza (estructura interna), es un fenómeno que está en la sociedad (función social de la obra). Goldmann, advierte: “la literatura refleja una visión del mundo, con una producción histórica y una materialización social”. Ahondar en este tema desde la esclerótica de la novela colombiana, a la luz del psicoanálisis, es una tarea de antemano cautivante, existen personajes deslumbrantes: Ursula Iguaran, para citar un ejemplo. Esperamos meterle el diente al tema.

lunes, 9 de febrero de 2009

LA VORAGINE


Continúo con la divulgación de las obras más representativas de Colombia. Esta es la primera gran novela Colombiana del siglo XX. “Es La novela de la selva, o de la tierra, como la denominó Arturo Torres Rioseco, ha sido cultivada por los escritores hispanoamericanos desde Bolivia hasta el Brasil. La novela prototipo es precisamente “La Vorágine” del colombiano Eustasio Rivera. Escribe sobre la selava co el  apasionamiento propio de quien la conoce, porque vivió en ella, porque conoció su tragedia en toda la dimensión social, cuando fue miembro de la comisión de límites venezolano-colombianos. En ella contrajo el beri beri. Fue amenazado por el hambre, la sed, la fiebre y el tormento de los mosquitos.”[1] Esta obra “de profundo contenido alegórico que constituye, junto con Doña Bárbara, del venezolano Rómulo Gallegos, y Don Segundo Sombra, del argentino Ricardo Güiraldes, la tríada de títulos mayores de la llamada "novela de la tierra".[2] Cuando se empieza a leer, parecemos jugar con la apuesta inicial de su protagonista: “Antes que me hubiera apasionado por mujer alguna, jugué mi corazón al azar y me lo gano la violencia”. Su lectura es una aventura textual, que nunca desfallece en su poder alucinatorio, nos mantiene atentos, con descripciones inigualables de la selva y sometida al arbitrio de la voluntad irracional de Arturo Cova. Cuando se atiende a los datos más relevantes de la vida de Rivera, con facilidad se descubre su fascinación por la naturaleza, que resulta afianzada por las visitas a Casanare gracias a su novato ejercicio como abogado. “La novela pinta la vida de los caucheros y la inicua explotación de los indios y mestizos que son esclavizados en el infierno verde.”[3] A lo largo de su argumento puede, en efecto, “observarse una tensión entre el estilo y las aspiraciones modernas y realistas de la narración frente a modelos arcaicos míticos que se hallan en él como sustrato y dentro de los cuales la topografía no solamente es extraordinaria y excesiva, sino que también constituye un espacio siniestro y mágico en el cual las relaciones humanas se retuercen hasta la alucinación y el horror”[4], es la historia también de una persecución, del amor traicionado, de la denuncia social, de la contradicción flagrante entre barbarie y civilización.
Este texto es anticipatorio, constituye el modelo sobre el cual, los grandes escritores del siglo XX Colombiano, desarrollaran sus obras, fue durante mucho tiempo el monumento mas elocuente de nuestra literatura. En el prologo de la edición Ayacucho, se establece claramente como ante las recurrente amenazas al autor frente a sus denuncias a los caucheros en la selva Colombiana, recurrió a la novela como ultimo recurso para poder dejar un testimonio perdurable, sobre las injusticias, producto de la codicia desmedida.

BIOGRAFIA DEL AUTOR
José Eustasio Rivera (Rivera, Huila, 19 de febrero de 1889 —Nueva York, 1 de diciembre de 1928) .Estudió en los colegios de Santa Librada, de San Luis Gonzaga, de Elías, y después en la Escuela Normal Central de Bogotá, en donde fue maestro en 1909, así como en la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional de Colombia, alcanzando el grado de doctor en Derecho y Ciencias Políticas el 3 de marzo de 1917.
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Fue autor de la novela La vorágine (1924), de corte naturalista, y considerada una de las más importantes no solo de la literatura colombiana sino de la literatura hispanoamericana, hasta el punto de ser considerada por muchos como la gran novela de la selva latinoamericana. Escribió Oda a San Mateo en honor del héroe de la independencia Antonio Ricaurte y de más de 168 sonetos de corte parnasiano, que expresan su amor y admiración por la naturaleza, publicados, en parte, en el libro Tierra de promisión (1921) con la que alcanza cierta notoriedad.
Trabajó como abogado, fue diputado al Congreso e inspector del gobierno en las explotaciones petrolíferas de la región del Magdalena. Estos encargos lo llevaron de nuevo a la selva fronteriza con su ciudad natal, y es esta selva lo que inspira la creación literaria del autor, recuperando en él las raíces de su infancia y la fantasía de su juventud. Fue representante de su país en México (1921), Perú (1924) y Cuba (1928). Participó en la fijación de los límites entre Venezuela y Colombia lo que le permitió conocer Los Llanos-y también la selva tropical.
A su muerte su ciudad natal San Mateo, fue renombrada en su memoria "Rivera", nombre que conserva en la actualidad.


[1] http://www.monografias.com/trabajos20/la-voragine/la-voragine.shtml

[2] http://www.mundolatino.org/cultura/garciamarquez/ggm3.htm

[3] Ibídem
[4] http://matadoporlaletra.blogspot.com/2006/02/jos-eustasio-rivera-la-vorgine.html

jueves, 29 de enero de 2009

CARLOS MONSIVÁIS



Este un escritor absolutamente diferente a todos. Tiene un carisma especial y sus textos están hechos con la misma dulzura. Estará hoy en el “hay festival” de Cartagena Colombia. El evento realizó esta presentación que es muy acertada:”Es periodista, cronista, ensayista y narrador, nacido en México. Gran parte de su obra se ha publicado en periódicos o transmitido oralmente. Sus crónicas, género que ha desempeñado con absoluta pasión, se han recopilado en numerosos libros, entre los que destacan Principios y potestades (1969); Días de guardar (1971), sobre los sucesos de Tlatelolco; De qué se ríe el licenciado (1984); o Los rituales del caos (1995), ceremonias de la debacle ciudadana y política. También ha escrito un texto narrativo, Nuevo catecismo para indios remisos (1982) además de biografías y ensayos”. Se presentará en la Casa Mapfre el jueves 29 de enero y allí conversará con Mario Jursich.
Es un escritor muy contemporáneo, vigía lúcido de los problemas más algidos de latinoamerica, tuvo un interés, en el movimiento estudiantil de 1968, los ídolos populares (El santo, Cantinflas,), el movimiento feminista, las figuras contestatarias de izquierda y los personajes o acontecimientos que en algún sentido implicaban un avance de las ideas progresistas y un rechazo a toda posición intolerante y retrógrada. Siempre ha estado atento “a la promoción de los derechos de las minorías sociales, la educación pública y la lectura”. Esta descontado que es un gran conversador y esperamos corresponda como tal.

miércoles, 28 de enero de 2009

FALLECE A LOS 76 AÑOS EL ESCRITOR JOHN UPDIKE

el perfil de John Updike como escritor reúne todas las características desaconsejadas por la Biblia del multiculturalismo: Es blanco, varón, heterosexual, anglosajón y protestante. EDUARDO LAGO
Se ha ido otro de los grandes de la literatura Americana, la cronica del periodico el mundo de España reseñó con absoluta lucidez: “conocido sobre todo por sus crónicas de los suburbios, ha fallecido a los 76 años, según ha confirmado su editor al diario 'The New York Times'.”
Nacido en Shilligton, Pennsylvania (EEUU), el 18 de marzo de 1932, estudió en la Escuela Superior de Shillington y en el Harvard College, y desde 1955 a 1957 fue reportero de la revista 'New Yorker'. Allí desarrolló un estilo punzante y sarcástico con el que describía los vicios y virtudes de la vida cotidiana americana.
Desde 1957 vivió en Ipswich, Massachusetts, y se dedicó a escribir. En 1960 publica la primera novela 'Corre Conejo', que más tarde se convertiría en la primera de una serie. En ella aborda la problemática del 'hombre medio', Harold Angstrom, apodado 'Conejo', un ex jugador de baloncesto que pretende adaptarse a la vida diaria, más doméstica.
Los otros títulos son: 'El regreso de Conejo', 'Conejo es rico' y 'Conejo en paz'. En 'El Centauro' (1963), explica a través de un adolescente las sensaciones y sentimientos provocados por una enfermedad como la psoriasis.
En 1967 fue galardonado con el premio O'Herry Story, y en 1982 con el del Círculo Nacional de Críticos Literarios, pero uno de los más importantes fue el Premio Pulitzer, que consiguió ese mismo año, con 'Conejo es rico'. Y por segunda vez, en 1991, con 'Rabbit at rest'.
En febrero de 1991 recibió el premio 1990 del Círculo de la Crítica Literaria de EEUU, en la categoría de ficción, por 'Rabbit at Rest' (Conejo en paz), la última novela de la serie 'Rabbit' (Conejo) donde la enfermedad y muerte del personaje central, Harry Angstrom, ilustra el declive de EEUU.
Parejas de los 60
En 1996, se reeditó en España 'Parejas' que en los años 60 permaneció bastante tiempo entre las listas de los libros más vendidos. En esta novela analiza el comportamiento de algunas parejas de los 60, pioneras en la frontera del sexo y la promiscuidad.
En 1997 terminó la novela 'Toward the end of time' ('Hacia el final de los tiempos'). Poco después, escribió las primeras líneas de un libro en Internet, bajo el título 'Murder makes the magazine', que continuaron escritores anónimos durante 43 días.
En 1998, edita 'La belleza de los lirios', donde una vez mas muestra a la clase media norteamericana, a lo largo de cuatro generaciones de una misma familia y con el mundo del cine como telón de fondo. A lo largo de varios años ha figurado su nombre entre los candidatos al Premio Nobel.
Entre sus obras destacan: 'La feria del asilo' (1959), 'Corre conejo' (1960), 'El Centauro' (1963), 'En torno a la granja' (1965), 'Parejas' (1968), 'El regreso del conejo' (1971), 'Cásate conmigo' (1976), 'Golpe de Estado' (1980), 'Conejo es rico' (1981), 'Las brujas de Eastwick' (1984) (que fue llevada al cine), 'S' (1988), 'La versión de Roger' (1989), 'El libro de Bech', 'Rabbit at Rest' (1990), 'Brasil' (1994), 'Hacia el final de los tiempos' (1997), 'La belleza de los lirios' (1998); 'Hacia el final del tiempo' (1999), 'Gertrudis y Claudio' (2000), 'Conejo en el recuerdo y otras historias' (2003), y 'Busca mi rostro' (2004).
Estaba casado en segundas nupcias con Martha Ruggles, desde 1977. Su primera mujer fue Mary Pennington, con la que contrajo matrimonio en 1955. Tenía dos hijas y dos hijos."
José Maria Guelbenzu, en diario el país escribió: Este wasp era un narrador por antonomasia, un escritor que poseía una extraña dulzura surgida de las manos de alguien con una mirada aguda y transparente sobre la sociedad americana de posguerra. Dulce y hasta tierno en la observación de sus personajes, seres humanos atrapados en conflictos desoladores, pero a los que exigía de manera implacable, fue construyendo una lucidísima visión de América que, sin la menor duda, se convertirá en el futuro en un documento de extraordinario valor. Era esa extraña mezcla de humanidad y lucidez lo que daba a sus libros un aire inconfundible. Vista en su conjunto, la obra de Updike puede decirse que es una hermosa y apabullante letanía que desgrana el sentido de la moral (y de las costumbres) de la sociedad americana de su tiempo. Porque Updike era ante todo un moralista dotado de un enorme talento para la narración. A diferencia de los novelistas posmodernos, Updike optó por la claridad expositiva y prefirió traer a primer término el fondo de los vicios y virtudes de sus protagonistas. En un articulo especial hablaremos de una de sus obras y de ciertos aspectos muy particulares del universo literario creado por este grande.

martes, 27 de enero de 2009

SALMAN RUSHDIE

Es un gran acierto la invitación de este excelente escritor al “hay festival” de Cartagena. Con el deceso de Samuel Huntington, recordé como la sentencia de muerte proferida por el Ayatola contra este escritor, reflejaba en su contexto los efectos de su famosa teoría del complot islámico y del choque de civilizaciones que se promovió deliberadamente, desde 1990, para proporcionar una ideología de repuesto al complejo militar e industrial estadounidense después del derrumbe de la URSS, de tanto cuestionamiento. Salman, es un nómada, gracias a la amenaza frontal y una persecución irracional del fundamentalismo islámico, que nunca asimilará la grandeza de la creación literaria, que nos da tan gratas sorpresas. Ahmed Salman Rushdie nació en Bombay el 19 de junio de 1947, solo dos meses antes de que la India se independizase del dominio colonial británico, en una acomodada familia musulmana. Anis Ahmed Rushdie, su padre, era un hombre de negocios que había estudiado en Cambridge, y su madre, Negin Butt, era maestra. En su hogar se hablaba tanto inglés, la principal lengua de cultura de la joven nación india, como urdu. "El problema de la religión", artículo escrito por Rushdie y publicado en el diario “El país”, escribió que "nunca me consideré un escritor preocupado por la religión, hasta que una religión empezó a perseguirme" y mencionó no sólo al integrismo islámico como problema sino también al fanatismo cristiano encarnado en la figura de Tony Blair, y en el gobierno norteamericano de Bush. Además, se ha mostrado en contra de la ley que prohíba "la incitación al odio religioso". En ocasiones se habla más de este karma que de su obra, que es muy importante. Algunos críticos, aducen que sus textos son una expresión de lo real maravilloso, con un estilo muy diferente a todo lo producido en Inglaterra hasta la fecha, por fuera del canon y sin apego a las estructuras clásicas. Los “versos satánicos “, son una muestra cabal de esta marca. Escucharlo será muy grato y ojala no se repita el tema de Perogrullo de su persecución y se hable más de su obra y sus fantasmas.