martes, 30 de enero de 2018

NICANOR PARRA


He tomado dos largas referencias. Unas extensas comillas que se justifican solo por el hecho de quererle hacer un justo homenaje a este grande de las letras. Cesar H Bustamante-

Realmente no había querido escribir sobre la muerte de Nicanor ocurrida la semana pasada, los poetas nunca mueren, me resisto a pensar en su muerte física, como si no quisiera aceptar esta inexorable tragedia natural. Ya no le veremos jamás, no estará con nosotros, no producirá más. La juventud tal vez no sabe lo que significó este hombre para Hispanoamérica, no solo fue un icono para las letras, sino una actitud moral, una luz que aún resplandece, un ser especial en el amplio sentido de la palabra, un creador fuera de serie. Dice la enciclopedia Wilkipedia en su presentación: “Considerado el creador de la antipoesía es para muchos críticos y autores connotados, tales como Harold Bloom, Niall Binns o Roberto Bolaño, el mejor o uno de los mejores poetas de Occidente. ​ El mayor de la Familia Parra —cantera de connotados artistas y músicos de la cultura chilena— recibió el Premio Nacional de Literatura (1969) y el Premio Miguel de Cervantes (2011), entre otras distinciones, además de haber sido candidato al Premio Nobel de Literatura en diversas ocasiones”. Javier Rodriguez Marcos presentó el hecho de su muerte de esta manera: “Todos los días muere algún poeta. Los antipoetas, sin embargo, mueren una vez por siglo. O por era geológica. La razón es sencilla: poetas siempre ha habido y habrá; antipoetas solo ha habido uno, Nicanor Parra. Así, por contraste con el resto de sus pares, suele presentar al escritor chileno el mejor de sus estudiosos: el profesor Niall Binns. Después de asistir hace tres años a su propio centenario y hace uno al de su hermana, la cantante Violeta, Nicanor Parra (San Fabián de Alico, 1914) murió ayer en su casa del municipio de La Reina, en Santiago de Chile. Se había instalado en ella poco antes de su cumpleaños, en septiembre pasado, y después de pasar los últimos tiempos en el pueblo costero de Las Cruces”[1]. Este mismo autor recuerda: “Años antes, en 1954, había publicado un libro para el que barajó varios títulos —Material de Lectura, Oxford 1950,Veinte años y un día— pero cuya denominación final marcaría el resto de su obra: Poemas y antipoemas. En él, como avisaba su autor, no aparecían palabras como arcoíris, dolor o Torcuato. Sillas y mesas, sí. También había prosaísmo, humor, ironía, quiebros, chistes (buenos y malos), poesía que no quería serlo”. “La antipoesía está ubicada dentro de las corrientes literarias de post-vanguardia (recordemos que la vanguardia estaba representada por escritores como Baudelaire, Rimbaud, Bretón, Huidobro, etc.). La antipoesía es una poesía que expresa las vivencias del hombre masa, o el hombre de la clase media en un sistema capitalista. En la época en que surge la antipoesía, se hablaba de antinovela, antipintura.  La antipoesía es un movimiento que persigue quitarle el carácter serio, solemne, grave, a la poesía que se venía escribiendo. Algunos han señalado que la antipoesía surge como una corriente anti-nerudiana.  El objetivo que persigue la antipoesía es desacralizar la realidad, es decir, quitarle lo serio, lo sagrado que tienen las ideas, las acciones y los modos de vida.  Para conseguir esta desacralización busca un lenguaje apropiado y lo consigue a través de:

  • Frases hechas.
  • Tono de lección magistral.
  • Tono de conferencia.
  • Como informe científico o académico.
  • Modo de reportaje.
  • Forma de relato periodístico.
  • Como noticia.
  • Como aviso comercial.
  • En forma de advertencia.

Todos estos recursos sin utilizados en un contexto nuevo y eso es lo que hace que el antipoema produzca impacto, desconcierto.  El lenguaje del antipoema busca destruir el lenguaje exquisito en que había caído la poesía.  Ese lenguaje es reemplazado por un lenguaje de la calle, cotidiano, burlesco, irónico. ¿Por qué nace esta forma de poesía conocida como antipoesía?. Creemos que la respuesta hay que encontrarla en dos lugares.  Primero, la poesía ya no podía seguir transmitiendo las vivencias, el modo de ver del hombre medio a través de las normas tradicionales de la poesía.  Es decir, hay una impotencia expresiva para dar cuenta de la realidad.  Los poemas basados en "lo bello" ya no sirven; no llegan a la sensibilidad del hombre contemporáneo.  El poeta siente que el lenguaje y modo de escribir poesía ya no le sirve para comunicarse. Ahora bien, el segundo elemento de la antipoesía tiene relación con lo que quiere expresar el antipoeta.  ¿Qué es lo que quiere comunicar? Paradojalmente quiere comunicar lo difícil que resulta comunicarse, la impotencia que siente el poeta en este intento y el enfrentamiento con la falsedad de un mundo convencional, de un mundo absurdo que pretende convertirse en un modelo de vida.  Es por eso que el poeta, a través de la burla, desenmascara la hipocresía del ser humano, de sus relaciones, de sus sistemas de valores.  Se rechaza, por ejemplo, la idea de que el poeta es un ser especial, superior en sensibilidad, también desenmascara la falsedad de las relaciones sentimentales dominadas por los prejuicios. Algunas características de la antipoesía son: Se define negativamente.  Insiste en su incapacidad de comunicarse. Utiliza la burla, la sátira, el sarcasmo, el humor negro.  Esto lo logra en gran medida utilizando lugares comunes, frases hechas que son sacadas de su "contexto serio".  Ridiculiza a los seres, situaciones, ideas, conductas. Es un poesía "escéptica".  Es decir, aparece no creyendo ni en concepciones religiosas, ni en concepciones políticas. Es demoledora.  Busca con fuerza destruir modos de ver el mundo, el lenguaje poético e incluso la concepción de poeta tradicional. Muestra la incongruencia de lo cotidiano.  Es decir, pone el acento en las contradicciones desenmascarando la realidad, los prejuicios y los valores burgueses. Es retórica.  Es decir, resulta fácil detectar cuáles son los mecanismos que la componen, ya sea en el terreno del lenguaje, en la visión del mundo y en la idea de antipoeta [2].

Su muerte, como la de todos los grandes, me dejo interperrito…nada que hacer, recordarlo desde sus antipoemas y su universo creativo lo mantiene vivo entre nosotros.
ADVERTENCIAS AL LECTOR

El autor no responde de las molestias que puedan
    ocasionar sus escritos :
Aunque le pese
El lector tendrá que darse siempre por satisfecho
Sabelius, que además de Teólogo fue un humanista consumado,
Después de haber reducido a polvo el dogma de
              la Santísima Trinidad
¿Respondió acaso por su herejía?
Y si llegó a responder, ¡cómo lo hizo!
¡En qué forma descabellada!
¡Basándose en qué cúmulo de contradicciones!
Según los doctores de la ley este libro no debiera publicarse:
La palabra arco-iris no aparece en él en ninguna parte,
Menos aún la palabra dolor,
La palabra tormento.
Sillas y mesas sí que figuran a granel,
¡Ataúdes!, ¡útiles de escritorio!
Lo que me llena de orgullo
Porque, a mi modo de ver, el cielo se está cayendo a pedazos.
Los mortales que hayan leído el Tractatus de Wittgenstein
Pueden darse con una piedra en el pecho
Porque es una obra difícil de conseguir:
Pero el Círculo de Viena se disolvió hace tres años,
Sus miembros se dispersaron sin dejar huellas
Y yo he decidido declarar la guerra a las Cavalieri della luna.
Mi poesía puede perfectamente no conducir a ninguna parte:
"Las risas de este libro son falsas", argumentarán mis detractores
"Sus lágrimas, ¡artificiales!"
"En vez de suspirar, en estas páginas se bosteza"
"Se patalea como un niño de pecho"
"El autor se da a entender con estornudos"
Conforme: os invito a quemar vuestras naves,
como los fenicios pretendo fabricarme mi propio alfabeto
"¿A que molestar al público entonces?", se preguntarán los amigos lectores:
"Si el propio autor empieza a desprestigiar sus escritos,
¡Qué podrá esperarse de ellos!".
Cuidado, yo no desprestigio nada
O, mejor dicho, yo exalto mi punto de vista,
Me vanaglorio de mis limitaciones
Pongo por las nubes mis creaciones.
Los pájaros de Aristófanes
Enterraban en sus propias cabezas
Los cadáveres de sus padres.
(Cada pájaro era un verdadero cementerio volante)
A mi modo de ver
Ha llegado la hora de modernizar esta ceremonia
¡Y yo entierro mis plumas en la cabeza de
                               los señores lectores!


Nicanor Parra.









[1]  Javier Rodriguez Marcos. Nicanor Parra, el último antipoeta (y el primero).
elpais.com/cultura/2018/01/23/actualidad/1516740484_546789.html


[2] O s v a l d o   U l l o a   S á n c h e z.  A N T I P O E S Í A
L A   E S C É P T I C A   N E G A C I Ó N.
http://webcache.googleusercontent.com/search?q=cache:http://www.poesias.cl/antipoesia.htm



domingo, 28 de enero de 2018

EL DEBATE SOBRE EL OLVIDO DE LAS ESCRITORAS LATINOAMERICANAS

Parto del a priori que una buena escritora difícilmente podrá dejársele a un lado, se impondrá de alguna manera y que el tema de la discriminación de género no cabe para este tópico especifico. Otro caso, es como se mueve la cultura, históricamente machista, con respecto a ciertas consideraciones puntuales que tiene que ver con el acceso. Las editoriales publican por cada diez novelas escritas por hombres una escrita por una mujer, siendo posiblemente un fenómeno netamente estadístico, están hasta ahora entrando al mercado podrían justificar, no deja de reflejar cierto sesgo, el rescoldo de un machismo que apenas empieza a ser desplazado. 
Ahora que el tema del acoso se ha puesto de moda y que generó un debate gracias a la posición de una pleyade de mujeres Francesas que consideran  la posición de ciertas mujeres americanas frente al tema, sobre todo esa élite del cine, como hipócrita, habría que preguntarse por la escaza inclusión de mujeres en Bogotá 39, si de hecho a las mujeres en materia literarias aún se les discrimina, o son miradas, por aquellas personas que manejan este mundo con desdén. Esta especie de “puritanismo” con el que se someta la discusión, desde la perspectiva de la creación, no tiene cabida, una buena escritora es imposible en el mundo actual no tenerla en cuenta: Rosa montero, Almuduena Grandes, Piedad Bonnet, Laura Restrepo….en fin. El mundo de la cultura, los eventos, ceder la palabra en los conversatorios, es otra cosa….repito, aquí puede haber un sesgo, un machismo anacrónico que no suelta. Ana Marcos en una columna del periódico “El país”de España, a propósito del “Hay festival” de Cartagena escribía (Cito gran parte del articulo pues es de suma importancia para el debate) :” Hace ya un año que cuando un premio, un congreso o un debate literario solo ha dado voz a autores latinoamericanos, ha aparecido una escritora para recordarles a sus autoridades que ellas también cuentan. Las narradoras Gabriela Wiener en Perú y Gabriela Alemán en Ecuador fueron de las primeras en alzar la voz. Sus colegas colombianas, las últimas en ser obviadas por el Estado cuando se trataba de representar a su país, tampoco se han callado. Ellas y ellos se encuentran ahora en él “Hay Festival” de Cartagena de Indias para seguir repensando el sistema editorial y literario a través del que se narra un continente. El 47% de los participantes en este encuentro de ideas son mujeres, según datos de la organización. Trece ediciones después, ellas tienen que superar la barrera del 50% citando a más referentes femeninos en charlas como Las escritoras que nos gustan. “Al principio de mi vida lectora, en la adolescencia, estuvo Clarice Lispector y Alejandra Pizarnik, a quienes descubrí en la biblioteca de mis padres”, cuenta Juan Cárdenas. El escritor colombiano es uno de los elegidos en Bogotá 39, la lista de los 39 mejores autores, menores de 39 años, de América Latina seleccionados por el Hay Festival. Los responsables del jurado de Bogotá 39, como la periodista Leila Guerriero o el editor Darío Jaramillo, han explicado que se concentraron en elegir a los mejores autores. Una idea que la narradora argentina resumió en una de sus columnas en EL PAÍS. “Nunca pienso en ellas como ‘mujeres’ sino como ‘algunos-de-mis-autores-favoritos’. Me gustan por su calidad, no por su género. Pero no soy idiota: sé que en literatura, como en todo lo demás (política, empresa, sindicalismo), el acceso a ciertos espacios es, para las mujeres, mucho más arduo que para los hombres”.

Hay buenos escritores, la calidad de una obra está por encima de las consideraciones de género. Otro problema sería el acceso a ciertos espacios culturales dominados por una sociedad machista que aún pervive en anacronismos. El debate no se puede banalizar. Lo que está para investigar seriamente y con rigor es cuál es el espectro real de las escritoras actualmente en Latinoamérica. Sé que hay un trabajo inmenso. En la academia ni hablar. Hacer seriamente este inventario es de suma importancia. Ana Marcos termina el articulo diciendo: ““Es inevitable que los nuevos movimientos feministas tengan un impacto en la literatura, tanto en lo que se escribe como en la propia institución”, relata Juan Cárdenas. “Lo que todavía no sabemos es qué forma tendrá ese impacto, esa transformación. Yo soy un optimista patológico y creo que, en definitiva, el resultado de esta oleada feminista va a ser una literatura mejor en todo sentido”. Adelante remata: Por el momento, el grupo de escritoras colombianas que plantó cara al Ministerio de Cultura cuando dejó fuera a las mujeres de un coloquio en París, el pasado noviembre, ha conseguido que en Colombia se hable de Pilar Quintana, reciente ganadora del Premio Biblioteca de Narrativa Colombiana, de Amalia Andrade, Diana Ospina, Catalina Holguín y muchas otras. Las que se atrevieron a preguntar: ¿las mujeres no tienen la misma calidad literaria que los hombres en Colombia?. El debate queda abierto, si es que hay un debate.