Los barrios se van sumiendo en un sopor y rutinas aburridas, como si la vida se nos fuera sin el sentido de trascendencia y pensamiento necesarios que, nos obligan a ser más que mortales preocupados por sobrevivir. Inventamos puntos de encuentro, buscamos amigos con afinidades intelectuales y existenciales. Le ponemos trampas a la locura de vivir en una sociedad de consumo donde sólo el dinero cuenta. Algunos puntos son muy famosos en el mundo. Recuerdo que en Londres se usa la frase, «es como Piccadilly Circus,» cuando se quiere referir a un lugar o situación donde mucha gente se encuentra. Este sitio es el punto de encuentro más famoso de Inglaterra. Otro es la "Piazza De Popolo" en Roma: En época del Imperio, en este lugar estaba la Puerta Flaminia que era la entrada a la ciudad. En la actualidad, es una de las plazas más importantes de Roma y en ella confluyen tres importantes calles: la elegante Vía del Babuino, la Via di Ripetta y la famosa Vía del Corso. Esta plaza no sólo es famosa por el obelisco egipcio que tiene en su centro y las iglesias que la rodean, sino por ser el centro de reunión de los romanos. Recuerdo la "Puerta del Sol" en Madrid, el punto cero de la hermosa capital de España; la "Place de la concorde" en París; "La Recoleta" de Buenos Aires. Así hay también muchos sitios emblemáticos en Colombia: El café "Automático" de Bogotá, el Versalles de Medellín, la 45 de Castilla en la misma ciudad; dónde Fidel en Cartagena; La cueva en Barranquilla...en fin.
Estos lugares se van consolidando y nacen de la forma más espontanea y rara. La esposa de Juan David (Leche), una psicóloga de Armas tomar, la de Papo, el propio Papo, cuatro personajes profesionales, típicos muchachos del Barrio, criados entre los estertores de los parques de los Alcazares, entre quebradas y las tensiones propias de un espacio conflictivo y con una historia muy fuerte; cualquier día se reunieron con la idea de montar un sitio de encuentro para sus amigos y que a la vez le diera algún respiro a sus economías. Compraron una pequeña tienda.......Pequeña no es palabra. Realmente era un cuarto con un baño y una pequeña ventana con salida a la calle, diagonal a la cancha de Futbol, lo menos comercial del mundo. Esto no fue óbice para meterle todo el ánimo. Allí arrancaron y de hecho su comienzo fue pródigo de encuentros, amigos, lo que auguraba buen futuro. Así fue. Hasta que la divina providencia en sus decisiones en apariencia contra natura les jugó una mala pasada: Les pidieron el maldito cuarto con ventana. Pues no fue ni el final, ni menos salieron corriendo. Encontraron diagonal a la acción comunal del Barrio, un local relativamente nuevo, donde cabían perfectamente cuatro mesas, cómodo a morir, en una especie de montículo que le permite a sus clientes cierta mirada prepotente y arrogante, frente a los pares que pasan de largo. Dios mío: Qué éxito este lugar: El barrio volvió a regurgitar, se lleno de vida, proclamó de nuevo los encuentros, como salida al sopor, ellos constituyen ahora, un oxigeno a una vida cargada de obligaciones y la gente ya dice con absoluta seguridad: Nos vemos esta noche dónde Leche. Espero les continue yendo muy bien, siempre he querido anotar estas pequeñas crónicas del Barrio, son fácilmente olvidadas. Allí es fácil encontrar a Omar, Simon, Wey, Alina, Ana, Sebastián, Diego, David y muchos jóvenes que se sientan a escuchar las historias que no dejan de tener un toque literario. Buena mar y buena marcha amigos.