sábado, 17 de mayo de 2025

EXPOSICION DE ARTE ENSAYOS VISUALES DE LOS ESTUDIANTES DE LA TECNOLOGICA DE ARTE DEL TECNOLOGICO DEBORA ARANGO DE ENVIGADO ANTIOQUIA (BIBLIOTECA EPM)

Los usuarios de la biblioteca EPM, el publico general de Medellín, reciben la exposición de estudiantes del tecnológico Débora Arango, con mucho beneplácito, convencidos que este tipo de esfuerzos y muestras, son producto de la labor juiciosa, realizada por está institución y sus estudiantes, quienes desde el arte interpretan una realidad, que los ronda, los formó y los forma aún, los avasalla, los maltrata, en la cual se desenvuelven inexorablemente, entre sentimientos de amor y odio. Es una radiografía muy valiosa, desde una perspectiva subjetiva y personal  de parte de jóvenes artistas en plena formación.
A partir de una "dimensión visual y plástica, cuatro estudiantes, exponen en una muestra colectiva su obra, con técnicas muy diferentes, cuya finalidad ultima, es entregarnos en estos ensayos una visión crítica, analítica de sus inquietudes, en el marco de disertaciones múltiples donde el espectador queda inmerso indefectiblemente en un dialogo que le impide ser pasivo.
Diana Castro ha reflexionado sobre el tiempo, de alguna manera interpreta las vicisitudes de una vida acosada por mil obligaciones, cargada de urgencias, el ser de hoy vive, siempre sin tiempo para sí, avasallado en últimas. Lo expresa claramente la artista: "La velocidad vertiginosa de la modernidad, esa prisa constante que nos arrebata la contemplación". Con técnicas como la "Cianotipia", se permite desacelerar el tiempo creativo.
El joven David Guerrero, tomando todos los elementos que le brinda la naturaleza, en sus elementos compositivos, desde una perspectiva histórica y acudiendo a las culturas nuestras más ancestrales, articular arte y naturaleza. En su obra interactúan pasado y presente, nos habla de paleoarte contemporáneo, reinterpretando las cosmovisiones ancestrales de suma importancia para entender desde las genealogías nuestro presente.   
El espíritu animal (Hycabai) es un proyecto de investigación-creación que releva y revitaliza la visión de las comunidades ancestrales al respecto. 

Nicole Serna explora las complejidades emocionales y psicológicas de ser mujer joven hoy. Otea, busca, descifra, los ideales que le impone una sociedad de consumo a  la mujer: Belleza, comportamiento, perfiles que se traducen en infinitas ansiedades por parecer lo que una sociedad le impone desde múltiples plataformas y presiones sociales. Utiliza la pintura y la fotografía como herramientas de reflexión alrededor del tema, la obra no solo busca reflexión, sino conmover frente al estado de aparente flacidez en que vive la mujer. Siempre el resultado de querer ser se traduce en heridas y maltratos, en depresiones y des-ubicuidad.
Utiliza los espejos, el color negro con todo lo que traduce desde lo emocional......La melancolía constituye el eje de su muestra.
Antonio Tamayo, con instalaciones donde la luz, los objetos y la arquitectura como expresión del espacio y el habitad dentro de la modernidad, que nos limita y acontece, explora sus cualidades intrínsecas y la capacidad que tiene no sólo para transformarnos sino para configurar nuestro inconsciente, sino la forma como nos movemos. Inspirado en Dan Flavin y  James Turrel. Son siete ensambles modulares, que el artista llama a esta búsqueda de lo material, una estética brutalista, donde la luz, la forma y la sombra constituyen los mecanismo de expresión impuestos por su mano creadora. Sin luz y sombra no tendría sentido esta muestra.
Solo me queda felicitar a la fundación EPM por estos esfuerzos, al tecnológico Débora Arango y al curador Néstor Pérez sin cuya ayuda sería imposible esta muestra y por supuesto a los estudiantes.    

miércoles, 14 de mayo de 2025

TRECE FORMAS DE ENTENDER LA NOVELA NEGRA (GUSTAVO FORERO QUINTERO)

La biblioteca EPM de Medellín me ha entregado autores desconocidos para mí, no para el público especializado, muy importantes, dentro del amplio espectro de libros y autores expuestos en sus anaqueles. Es una biblioteca técnica, ambiental y muy a pesar de ello, la sección de literatura y humanidades es muy valiosa y creo que, de las bibliotecas de Medellín, es la que más nos mantiene actualizados en lo que respecta a publicaciones y autores nuevos, su esfuerzo es encomiable. De la mano de Fredy, Lina Melissa y Aidy, funcionarios muy amables, voy informándome sobre textos que en su parecer son de mi gusto.   

Gustavo Forero Quintero es un profesor de literatura, estudió, se graduó y tiene maestría en la materia, además es abogado. Es experto en la obra del gran escritor colombiano German Espinosa, se especializó en la novela negra y tiene sendas publicaciones sobre el tema. Publicó tres tomos que reúnen varios trabajos al respecto, fruto de algunos seminarios. Hoy hablaré del primero que tome de los anaqueles de la biblioteca EPM, sin fijarme ni siquiera en el orden de los mismos, además, sin ninguna pretensión, solo como lector anodino que soy. 

Primero abordaré algunos apuntes sobre la novela policiaca. El nacimiento del género constituye uno de los hitos más significativos en la historia del relato de misterio y suspenso. Este género, que combina elementos de investigación, lógica, deducción y justicia, tiene sus raíces en el siglo XIX y se consolidó como una forma literaria independiente gracias a la contribución de autores pioneros como Edgar Allan Poe. En particular, la publicación del relato "Los asesinatos de la calle Morgue" en 1841 marca un momento crucial en la evolución del género policiaco, ya que presenta por primera vez un detective racional, que utiliza la lógica y la deducción para resolver un crimen, estableciendo así, las bases de la narrativa policial moderna. Antes del surgimiento del género policial la literatura de misterio y crimen ya existía algo alfin en formas más rudimentarias. Las historias de delitos, venganzas, y enredos criminales se encontraban dispersas en cuentos populares, relatos fronterizos y novelas de aventura. Sin embargo, estas obras no tenían una estructura formal ni un personaje central dedicado a la resolución del crimen, sino que más bien servían como entretenimiento o morbo.

El siglo XIX fue un período de cambios sociales, políticos y tecnológicos que influyeron en la percepción del crimen y la justicia. La Revolución Industrial, los avances en las ciencias forenses y la expansión de las ciudades, con sus problemas y peligros, crearon un ambiente propicio para la exploración literaria del delito. La necesidad de entender y explicar el crimen llevó a la creación de personajes y narrativas que abordaran estos temas con mayor profundidad y racionalidad.

Es en este contexto surge Edgar Allan Poe (1809-1849), considerado por muchos como el padre del género policial y del relato de misterio en general. Poe no solo influyó en la narrativa de su tiempo sino sentó las bases para la estructura y los elementos del relato policial.

Su obra "Los asesinatos de la calle Morgue", publicada en 1841 en la revista "Graham's Magazine", es considerada la primera historia que introduce un detective que resuelve un crimen mediante la lógica y la deducción, en contraste con los métodos tradicionales de persecución o violencia. En esta historia, Poe presenta a Auguste Dupin, un personaje brillante, introspectivo y analítico, que junto a su amigo la narradora, investiga un brutal asesinato en París. La historia se caracteriza por su enfoque racional, dejando atrás las explicaciones sobrenaturales o emocionales, en favor de una explicación lógica basada en la observación y el razonamiento.

Recuerdo que, en mi casa, uno se encontraban las novelas de Bolsillo de Agatha Christie en todas partes y los detectives Hércules Poirot y Miss Marple eran personajes muy citados en nuestras conversaciones coloquiales. Esta magistral autora inglesa nos mantenía en vilo, mi padre gozaba con sus relatos, de vez en cuando nos ponía el reto de resolver los misterios del asesinato, antes que la autora lo hiciera, como de costumbre en sus últimas páginas. Después leí a Arthur Conan Doyle y Sherlock Holmes, G.K. Chesterton y el Padre Brown y por último Dashiell Hammett y Raymond Chandler, autores que aportaron un tono más realista y oscuro a estos relatos, con personajes como Sam Spade y Philip Marlowe, quienes introdujeron el género noir y el crimen psicológico en la narrativa policial.

Gustavo Forero Quintero en la introducción de su texto: "Trece formas de entender la novela negra" empieza elucidando con absoluta claridad que, esta novela "se desarrolla en torno al campo presuntamente oscuro del crimen que se le ha querido caracterizar de las más distintas maneras dentro de los estudios literarios". Cita después al crítico Siegfried Kracauer, quien releva la función desacralizadora de la novela detectivesca. Según él, "el nuevo género, derivado del desarrollo científico-industrial, pone en entredicho una manera intelectual y omnicomprensiva de entender el mundo, la del pensamiento que oscila libremente en el vacío, que solo se refiere al vacío profano". 

El autor hace referencias muy puntuales a la evolución del género policiaco desde su nacimiento en siglo XIX, los cambios en el XX y las nuevas connotaciones. El punto más importante que alude a mi entender es el de la novela policiaca como desciframiento de la sociedad en todas sus rupturas y quiebres. Critica el enfoque de estas novelas, el énfasis que prestan al victimario y como poco hablan de la víctima. El asesinato despiadado, el crimen acucioso, cómo dice Mario Mendoza, están más cercano de nosotros de lo que imaginamos, los asesinos no son gente especial, hacen parte muy común de nuestras sociedades.

Cita a muchos autores que tratan de establecer la relación de la novela policiaca con la realidad escabrosa de nuestras sociedades: Mendoza, Gamboa, el antropólogo James George Frazer, Carlo G Jung como punto de apoyo desde la antropología y el psicoanálisis, la visión de grandes ensayistas de Francia y España. 

Este texto reúne trabajos de Sergio Alvarez, Mario Mendoza, Javier Chiabrando, Santiago Gamboa, Gonzalo España, Allen Josephs, David Knutson, Javier Sanchez, Zapatero, Osvaldo Di Paolo...entre muchos.



Para terminar, les traigo esta perla tomada de una tesis, en el proceso de búsqueda de material para este artículo:

"Hasta fecha reciente los especialistas consideraban que "la novela policial en castellano, titulada Una mancha de sangre, había sido publicada en España, en 1915, por Joaquín Belda. En cambio, la paternidad» de los primeros cuentos del género le correspondía al Río de la Plata, gracias a un francés de Toulouse radicado en la capital argentina y que escribía en español, Paul Groussac (1848-1929). Groussac había publicado en 1884 una primera versión de su cuento, titulado El candado de oro, en la revista Sud América, y una versión definitiva en La Biblioteca en 1897, con un nuevo título, La pesquisa. En lo que hace al primer volumen de cuentos en castellano, Casos policiales, fue publicado en 1912 en Argentina por el uruguayo Vicente Rossi, con el seudónimo de William Wilson". Realmente el primer autor de una obra policiaca es Raúl Waleis con "la huella del crimen"