sábado, 6 de marzo de 2010

EDITORIAL LA CARRETA DE MEDELLÍN


Hace muy poco escribí sobre la posición absurda de las grandes editoriales Españolas, quienes han decidido manejar el mercado latinoamericano, por capítulos regionales, quitándonos los vasos comunicantes que algunas vez tuviéramos en esta parte del mundo en materia de literatura y que permitió fenómenos como el Boom de los años sesenta, cuyo patriarca en materia de editorial fue Seix Barral. Hoy no sabemos que se publica en Perú, ni los peruanos tienen conocimiento de lo que se púbica en Colombia y así con los demás países. Paradójico, en la revolución de las TIC, por políticas de mercado, no existe este intercambio de obras, autores y publicaciones, tan necesario para la literatura y la cultura en general. En este imperio avasallador, lejos está igualmente la publicación de temas especializados, estudios académicos y textos filosóficos, pues a estos señores solo les importa el mercado, la rentabilidad a secas. Resulta muy triste visitar librerías en Lima, Buenos Aires, Asunción y Montevideo y encontrar muy poco de autores Colombianos, pero no solo la angustia se suscita por la ausencia de textos, sino por el total desconocimiento de lo que está pasando en nuestro país. Claro, es más grave si se le suma el hecho de que se acabaron los buenos libreros.

Medellín, gracias a que esta ciudad suele parir de todo, existe un esfuerzo muy particular, excepcional, se llama: “Editorial La Carreta”, no conozco personalmente a ninguno de sus dueños, ni mucho menos a cualquiera del organigrama ejecutivo, ellos en todo caso hacen una labor maratónica, titánica si se quiere, con la publicación de textos y ensayos sociales de una hondura sin discusión.

El catalogo es suficiente para demostrar lo que escribo, pero sería muy bueno acceder al mismo:

De esta editorial estoy leyendo: “Cultura política y violencia “de Carlos Mario Parea Restrepo, un texto para comprender la violencia en Colombia desde la cultura, entendiendo el termino cultura “como la trama de símbolos con los que actúan significativamente los grupos humanos” (1) . El marco hipotético, que pretende resolver en las 170 páginas de este excelente ensayo, el autor lo sintetiza magistralmente: ¿Bajo que armaduras simbólicas opera la violencia en Colombia, desde que discursos hace su histórica presencia en la vida política, cuales son los vínculos entre cultura política y violencia?

El libro, es una genealogía de la violencia a través de los significantes de la cultura, para utilizar las herramientas metodológicas de Michel Foucault en su comprensión discursiva. El autor empieza este desciframiento con lo que el denomina la “Mimesis partidaria” a través de los discursos de “Condena al adversario”, la cuestión religiosa, la política social y algunas materias económicas, imprescindibles.

En la segunda parte desarrolla la cuestion del imaginario religioso, de absoluta importancia en el tema de la violencia en Latinoamerica y como eje  presente en el inconsciente colectivo de nuestras sociedades, contradictorio si quiere, paradojal, pero fundamental.

Después viene un capitulo, que se puede leer, si así lo desean, de manera independiente, por fuera del marco general del texto, cuyo titulo es “lo imaginario de la sangre”. Este capitulo merece comentario aparte, solo me corresponde aconsejar su lectura, para entender muchas de las cosas que nos pasan desde el soporte discursivo de un texto muy serio y que atiende en su desarrollo a las referencias más importantes sobre el tema de la violencia y la cultura en el mundo, de hecho empieza el capitulo citando a George Dumezil y George Duby.

Muy bien por esta editorial y felicitaciones a quienes están detrás de tan maratónica tarea.

Después de esta lectura llevare a ustedes una reseña de las principales publicaciones, claro después de leerlas, evitemos reseñas insustanciales.


(1) “Cultura política y violencia “de Carlos Mario Parea Restrepo. Editorial la carreta. Pág. 15. Citando Clifford Geetz

lunes, 1 de marzo de 2010

ALGUNAS LECTURAS Y OTROS TEMAS

El libro de Jorge Volpi, “El insomnio de Bolívar”, es una lectura fresca que recurre a matices muy particulares de la historia Latinoamericana para confrontarlos con la realidad actual. Al principio su lectura parece no tener norte y ser un relato insustancial, pero en la medida que avanzamos va adquiriendo cuerpo, para terminar convenciéndonos totalmente. Punto aparte merece el capitulo sobre la democracia y el denominado Holograma, que es un recorrido literario por la América latina a través de sus principales escritores, sobre todo los nuevos y con mucho énfasis en la revolución llamada Roberto Bolaños, aquí están movimientos y congresos.

Greil Marcus, es un autor excepcional y en este caso esta palabra, está perfectamente aplicada. Es un estudioso inigualable de la cultura popular a través de las expresiones más relevantes: El rock. Quiero hablar de un libro que fue publicado hace más de una década y que en la ultimas semanas fue mi compañía: “Rastros de Carmín”. Manuel de la fuente, quien es un experto en música rock, en la red, refiriéndose al texto escribe:

“Marcus analiza el origen del punk en Gran Bretaña en la segunda mitad de los 70, centrándose en los Sex Pistols. Partiendo de un verso de su vocalista Johnny Rotten (“I am an Antichrist”, del tema “Anarchy in the UK”), Marcus reflexiona sobre el sentido histórico de esas palabras para encontrar reminiscencias que no sólo se remontan a los situacionistas y letristas franceses (movimientos culturales de los años 50, provocadores, en cierta medida, de mayo del 68) sino que llegan hasta el dadá, e incluso hasta determinados grupos milenaristas medievales. Son los ecos discursivos de un pasado que se quedan grabados en la colectividad, y que surgen, en determinados momentos, cuestionando el orden social. En un momento en que Gran Bretaña contaba con una importantísima tasa de desempleo, en un momento en que la escena cultural británica, dominada por una eterna nostalgia post-beatle, no reflejaba estos problemas, surgen los Sex Pistols como una reacción y como una advertencia: “Soy un Anticristo.”

Esta es la historia genealógica del Pop, del rock, pero realmente es la historia de una sociedad mentirosa, por ello rastrea sus orígenes a partir de la música desde la edad media, martilla con el nihilismo, un valor de hecho, suscitado por pensadores del calibre de Nietzsche y que se permite comprender la sociedad hipócrita, clasista y cargada de pesos insostenibles, que nos toca por casa. Aquí nos encontramos con los grandes movimientos surgidos en el cabaret Voltaire, los textos de Guy Debord, autor de la crítica más lucida al capitalismo voraz. No es fácil su lectura, pero es un texto imprescindible para entender el abanico de  sucesos que sorprenden al mundo.

Juan Gustavo Cobo Borda, es un ensayista y poeta Colombiano de indiscutible importancia en las letras latinoamericanas. Fundador de la revista “Eco”, desde hace mucho tiempo ha estudiado los rostros y rastros de la poesía y literatura latinoamericana con trabajos muy serios, frescos, poéticos, si se quiere, pero no acartonados. “Cruce de lecturas”, es un libro publicado por el “Fondo Editorial Universidad Eafit”, que empieza con un ensayo formidable de Latinoamérica, de la búsqueda de identidad a través de la palabra y la literatura. Aquí está el tema del laboratorio creativo. Como suele llamar esa mezcla entre nuestros remotos ancestros, la cultura hispánica y la metamorfosis de una sociedad que aun no termina de inventarse.

Después nos brinda una visión lucida de la poesía hispanoamericana: Gonzalo Rojas, Claudio Rodríguez, Joa Cabral de Melo, José Hierro, Ángel González, Mutis, Benedetti, Gimferrer.

De igual manera encontramos ensayos sobre algunas novelistas de suma importancia: Machado de Asís, Gunter Grass, Joseph RothTomas Eloy Martínez.

En este texto hay ensayos sobre Mutis, Germán Arciniegas, Alfonso Reyes, Andrés Caicedo, Martin Amis y por supuesto Gabo.

Recomiendo leer de nuevo el ensayo de George Steiner, que es el primero de un libro llamado “Sobre la Dificultad”, denominado “Texto y contexto”.