La crítica literaria se enaltece
con este connotado autor Italiano, quien ha publicado estudios y ensayos sobre escritores
y temas mitológicos que incitan a la lectura y que constituyen verdaderos
aportes por su interpretación excepcional y el desciframiento exhaustivo de la
relación intrincada entre obra y autor desde tópicos muy particulares. Amigo de Ítalo Calvino, es de suponer que
esta entrañable convivencia fortalece su amor por la literatura. “Vive en Roma desde
1954, tras pasar tres años en Munich y Zurich. Entre 1954 y 1959 enseña
italiano en las escuelas profesionales de Frascati y también en la periferia
de Roma. En la década siguiente empieza a escribir para el cotidiano Il Giorno. Y
entre 1973 y 1988, escribe en las páginas culturales del Corriere della Sera.
Finalmente, desde 1988 es el crítico literario de La Repubblica. Su éxito está basado en en ensayo y asimismo en la narrativa. La biografía
(Kafka, Goethe, Tolstoi, Proust), no es la narración de una vida sino la de una
obra a partir de cierto momento Publica en Mondadori y en Adelphi. Tras su
libro El mal absoluto, ensayo sobre la idea de mal absoluto en la
literatura europea del siglo XIX, ha concluido una monografía sobre Leopardi y
dos libros más. En la reseña sobre su
biografía de Kafka, escribe John Bamville: «El método de Citati es singular y
complejo: ha leído todos los libros de Kafka y probablemente todo lo que se ha
escrito sobre él, y ha dado vida a un libro que no es una biografía sino más
bien una meditación, ha escrito casi la vida de un santo … Con elegancia pero
sin que podamos escapar, Citati nos acompaña hasta las profundidades de un alma
… Gran parte del placer que experimentamos leyendo a Kafka está en la
escritura. Citati es un estilista maravilloso». Esta es una de la característica
más emblemática de sus ensayos, son pura literatura, sin dejar de ser estudios
rigurosos. Están escritos escudriñando lo más íntimo de las claves creativas
del autor, es un ejercicio de puro desciframiento, desde el conocimiento
minucioso de la vida del autor estudiado y de la estrecha relación con los
presupuestos estéticos que influyen en el texto. Por eso Pepe Rodríguez ( El placer de la
lectura) acertaba cuando escribió: Nos adentra en el submundo onírico kafkiano
permitiéndonos sentir entomólogos de su trabajo, sus amores, sus miedos y sus
anhelos. La realidad y la ficción, el sueño y la vigilia, la luz y la oscuridad
se funden en una melánge tan densa, viva y palpitante como nunca la
no-ficción había conseguido, más aún al tratarse de un personaje de culto tan
conocido como Kafka. Interpretar mientras se relee cada una de sus grandes
obras convierten este título en una enciclopedia kafkiana, la mejor que he
leído hasta ahora, y que veo imposible mejorar, incluso el trabajo del
traductor es inmejorable”. Esto se podrá decir de las demás obras.
Su libro “El mal absoluto en el corazón de la novela del siglo XIX,
para mí es un bocado, cada uno de sus capítulos es una incitación a la lectura
y un aporte de los aspectos más relevantes de la creación literario de cada
autor y obra. Abre con un texto sobre Robinson Crusoe, habla del personaje, no
del autor. El protagonista de la novela
sirve para conocer al autor en sus más esenciales pasiones y desordenes. La ficción, se convierte en una variable tan
real, como la vida misma. El ensayo sobre Potocki, utiliza el recurso inverso,
su biografía permite desentrañar su obra. Están en este libro los autores más
importantes del siglo XIX.
El libro sobre Katherine Mansfield reviste caso especial.
Esta autora, sinónimo de la transgresión, en este texto Citatin nos entrega las claves trágicas de su mundo creativo.
Sus estudios sobre mitología como “La luz de la noche: Los grandes
mitos en la historia del mundo”, constituyen caso aparte. La mitología adquiere
la importancia que estos tiempos, por razones que no cabe especificar, le han
robado.
Sobra decir, que invito a leer este autor, que está disponible en las
principales librerías.