miércoles, 27 de septiembre de 2023

FERNANDO BOTERO




La muerte de este reconocido pintor colombiano despertó a nivel mundial todo tipo de opiniones favorables  alrededor de su obra y de su vida. Hablan del mejor pintor del siglo XX en el país. Difiero de este tipo de adjetivos, no porque su obra no haya tenido reconocimiento en el orbe, sino por el cumulo de variables que la definen junto con su trayectoria, llena de una voluntad férrea y trabajo para consolidarse, lo que logro con creces. Lógico que es un gran pintor, pero entrar a clasificaciones, como si se tratara de un torneo deportivo,  resulta del todo inapropiado. Escribiré de su obra y vida.



Fernando Botero pese a sus estudios en Madrid e Italia, es un pintor autodidacta. Después de terminar el bachillerato en su Medellín del alma, tomó la decisión irrenunciable de dedicarse a la pintura. Empezó con pequeños bocetos a lápiz de toros y toreros que vendía en un pequeño local del centro por pocos pesos,  incentivaban su pasión y eran una clara  premonición que desde lo económico la cosa podría funcionar. Se traslada a Madrid, después a New york, México y siempre es asiduo visitante de Italia donde termina viviendo desde 1975. Sus mayores influencias, son los muralistas mexicanos (Rivera, Orozco), el renacimiento en todo su contexto, Picasso y siempre admiró a Velásquez y Goya.

Responde a un estilo absolutamente identificable donde las proporciones y el volumen son las características más relevantes, junto a temáticas muy especificas, su país constituye un eje de suma importancia. Esto escribió un estudiante de la universidad de los Andes Colombia que se presenta con el seudónimo de Paraná: "En otras ocasiones, podría ser hablar de un autor con un sentido particular de la proporción y de la técnica en pintura, dibujo y escultura. Inclusive podría ser hablar de un autor con una peculiar perspectiva sobre asuntos sociales. Sin duda, Botero es un autor que no genera indiferencia; ya sea que se conozca o no su obra a profundidad, se la desdeñe o se la alabe, se esté o no de acuerdo con sus aproximaciones a la realidad social; la obra de Botero es un referente relevante para los colombianos y los extranjeros a la hora de hablar de Colombia y sus vicisitudes". Cobo Borda expresa: "Figuras regordetas en diversas posiciones y en varias actitudes, con sus pequeños ojos negros y sus prominentes barbillas; la vestimenta ajustada para ellos y para ellas, con sus pequeños pies. Lienzos pintados mientras realizan diversas actividades, de todas las edades y variadas vestimentas son los y las modelos que escenifican las obras de este creador". Alguna vez le escuche a un crítico anodino en el café automático de Bogotá, que la mayor influencia en su estilo la había tomado de el pinto Cuevas de México. Está claro que uno se hace a un estilo con los referentes del arte que le precedieron, hay una malgama en esta búsqueda. La banalidad de la crítica colombiana con respecto a su obra también es un lugar comun y su estilo que entre otras cosas nunca varió, podría tomarse como una virtud o perseverancia, terquedad frente al éxito enconado o la ausencia de riesgos frente a una zona de confort que le favorece frente al éxito comercial y la aceptación generalizada. No olvidemos algo contundente: No hay nadie que le gane en materia de Marketing y mercadeo.  

Los temas que asume son un referente muy importante. Tomaré una cita para dilucidar la relación arte-realidad: "a través de la historia del arte moderno, se observa la variabilidad tanto de los puntos de vista respecto a la relación entre arte y realidad como del grado de compromiso del artista con esta relación. En cualquier caso, queda excluida la posibilidad de una supra o meta realidad, una realidad más allá de los límites de la experiencia humana. No resulta posible ni que el artista pretenda sustraerse de la realidad, ni que esta última sea concebida como algo dado, unificado, terminado y previamente solucionado. La realidad se entiende aquí en sentido fenomenológico, es decir, como la representación que se hace, en la experiencia, el sujeto tanto individual como social y cultural del mundo vivido"(Ricardo Malagón Gutiérrez). El museo Hirshhon de Washington clasificó su obra en seis categorías temáticas:

1.- La religión ( Escenas bíblicas, retratos de Santos, personalidades clericales y mitología)

2.-Los grandes maestros (Referencias y versiones de Leonardo Da           Vinci, Jan Van Eyck, Diego Velásquez Etc. )

3.- Naturalezas muertas y vivientes

4.- Los desnudos y costumbres sexuales.

5.- Personalidades políticas.

6.- Gente real e imaginaria, lo que incluye pintura de genero

      ( Cuadros de costumbre y vida cotidiana)


Lo importante en los giros temáticos de la obra del pintor colombiano es que responden muchos de ellos a urgencias, a acontecimientos plenos de actualidad o criticas del sistema o la sociedad. En otras ocasiones a sus obsesiones y gustos, a la genealogía y experiencias con el entorno o país, al costumbrismo tan recurrente en su obra. Fuera de las torturas a que se sometió a los presos de la guerra con Irak que fue una de las críticas más vehementes de uno de sus giros, los temas son muy colombianos.



"Aunque pueda tener una motivación y/o intención al respecto, el artista no está, por sí mismo, en capacidad ni de definir la función social de sus producciones artísticas, ni de reducir esta función a una discusión abstracta e ideal. Por el contrario, esta función se define o no en el proceso histórico de apropiación social de las producciones artísticas por parte de la sociedad en un contexto determinado. Entonces las producciones artísticas adquieren una dimensión de necesidad, pues surgen desde, por y para una situación socio cultural específica: el origen, la pertinencia y la finalidad de estas producciones son de naturaleza social. De este modo, lo social no es una superestructura que se añade a la obra de arte, sino elemento que forma parte de la estructura del mismo. En consecuencia, resulta imposible plantear la relación entre arte y realidad en términos de escisión "(Ricardo Malagón Gutiérrez).



La obra de Botero está llena de personajes históricos y de la actualidad cercana a cada uno de sus motivos, de hechos costumbristas, de naturalezas muertas redundantes desde la proporción donde el color juega un papel especial y hace de ellas cuadros únicos. "El estilo de Botero se caracteriza por su realismo mágico y por su habilidad para fusionar elementos tradicionales y modernos. Sus obras están llenas de detalles y simbolismos que invitan a la interpretación y a la reflexión".


Otro factor es su capacidad de trabajo, en los momentos duros de su vida siempre solucionó con ingenio y obra, como en New York, Allí presenció supuestamente la muerte del arte figurativo, hecho     que nunca atendió y pese a la adversidad de la crítica siguió con la pintura figurativa. Cada ciudad en donde se asentó guarda una historia digna de ser escrita. Medellín con su barrio Lovaina, Ciudad de México, Florencia, Paris e incluso Barranquilla. En Pietra Santa, donde vivió en los últimos  25 años, se convirtió en el personaje del pueblo, restauro los cuadros de la iglesia, regaló obra y  convirtió el  sitio de referencia para artistas y turistas que a tienen como referencia. No olvidemos la filantropía infinita de este pintor exitoso, no tiene discusión.

La otra discusión de una buena parte de la crítica es sí el pintor se repite incansablemente. En este aspecto vale decir que es el pintor con más exposiciones en el mundo. Lo que habla de su éxito desde la perspectiva del mercado y la audiencia. Abra que entrar de nuevo sobre la proporción el volumen y agregaría el color. Dice Cobo Borda: Su estilo es denominado boterismo. Con sus pinturas y esculturas de figuras gruesas y robustas, que realmente son gordos, su pintura parece una crítica a la sociedad actual, en donde la obesidad es uno de los principales problemas de salud, pero su obra también se explica como una búsqueda de sensualidad a través del volumen.

En otra entrada me referiré sobre su escultura y el mundo como museo.