Hoy cumple años el pintor más importante de Colombia y este, su
entrañable país, le rinde homenajes a granel, le agradece a todo timbal su
aporte como artista y la bondad inconmensurable que ha significado traer lo mejor del arte mundial para que el comun de nuestra gente lo conozca y diisfrute, además del patrocinio de dos grandes museos. “Nació el 19 de abril de 1932 en Medellín (Colombia).
Su extensa obra es reconocida por niños
y adultos de todas partes por igual. Es considerado el artista vivo originario
de Latinoamérica más reconocido y cotizado actualmente en el mundo. Su obra
lleva impreso un original estilo figurativo, denominado por algunos como
"Boterismo", el cual les da una identidad inconfundible y conmovedora
a las mismas, y se caracteriza por la interpretación que da el artista a
diversas temáticas (el ser humano, la mujer, el hombre, sus sentimientos,
pasiones, dolores, creencias, vicios, su cotidianidad, sus relaciones
interpersonales, manifestaciones culturales, así como dramas, acontecimientos y
personajes históricos, sociales y políticos, hitos del arte, hasta objetos,
animales, paisajes y la naturaleza en general), con una volumetria exagerada y
desproporcionada, ligada a una concepción anatómica particular, uso magistral
del color y finos detalles de crítica mordaz, ironía, humor, mensajes sutiles,
e ingenuidad.” la vida de Fernando Botero ha transcurrido en los más
variados lugares, pero siempre con un punto de referencia fijo, que, pese a la
distancia, ejercerá una influencia decisiva en su obra: Colombia. Hijo de un
representante comercial afincado en Medellín, ciudad situada en el corazón de
la provincia de Antioquia. La escarpada orografía de la región, atravesada por
las estribaciones andinas y surcada por valles de difícil acceso, propician el
entorno conservador en el que se desarrollan los primeros años del artista.
Contra este ambiente habría de chocar el espíritu inquieto del joven, que muy
pronto manifiesta su inclinación por el arte. Un episodio revelador es la
expulsión del Liceo de su ciudad a raíz de la aparición de un artículo de
Botero en el diario local, EL Colombiano, con el título "Picasso y el no
conformismo en el arte", donde reflexionaba ya acerca de la deformación en
la obra del pintor español y que las autoridades del centro, que ya le habían
amonestado por la publicación de sus dibujos de desnudos en el mismo periódico;
consideraron obsceno.
Botero es una figura muy especial desde la perspectiva de la crítica.
No hay autor que en apariencia se repita tanto y mantenga una vigencia sin parangón
en el mundo, su obra se cotiza muy bien y la importancia dentro de la historia
del arte está descontada. La historia de cómo fue
consolidando el etilo que lo haría famoso es curiosa y paradojal. En México
1956 después de un fracaso emblemático de una exposición en Bogotá, bajo la influencia de los grandes muralistas,
se va encontrando con su estilo después de impase pintando una obra, la mandolina: “Botero mismo nos explica que
él descubrió la posibilidad de aumentar el volumen de las figuras a través de
la alteración de las proporciones, un recurso que significó un gran vuelco para
su obra: “En ese entonces mi interés
por el volumen estaba dentro del sentimiento italiano. Era lógico, había
amplitud en el dibujo y exuberancia en el contorno. Pero un día, mientras
dibujaba una mandolina de rasgos generosos, en el momento de hacerle el hueco
al instrumento, lo hice muy pequeño y la mandolina adquirió proporciones
fantásticas. Mi talento fue reconocer que algo había pasado”. los maestros del Renacimiento, especialmente con Giotto y Piero della
Francesca, las enseñanzas de Roberto LLonghi, cuyas clases frecuenta, y los
escritos del historiador Bernard Berenson constituyen los pintores que influyen
esencialmente en su formación artístico y en su formación, a ello se suma la
admiración por Gauguin y el primer Picasso, para solo citar los más emblemáticos.
La crítica Ana María Escallon
expresa con absoluta lucidez: "Botero significa la gloria, el éxito, el reconocimiento
internacional. El gran pintor, el maravilloso escultor, el ganador de una
generación entera", Para Escallón, Botero es "la Colombia que a
nivel internacional nadie conoce: es la pintura, el arte y la cultura, y nada
de guerrilla, aunque la pinta". Según la crítica, que fue directora del
Museo de arte de Las Americas, de la Organización de Estados Americanos (OEA),
Botero "sí tiene un lenguaje propio. Es quien logró encontrar en el
paroxismo del volumen la manera de pintar su gran arte, su realidad"
próxima. El arte de Botero, puntualizó, "hace pensar de otra manera, de
interpretar al mundo de otra forma, y fue el primero que pintó la
violencia" de su país, "y en etapas sucesivas, una violencia
injustificada, hipócrita como la de Abu Ghraib".
Los que vivimos en Medellín celebramos su
cumpleaños llenos de orgullo y agradecidos por todo lo que ha hecho por esta
ciudad. El museo Botero, constituye un lugar no solo para conocer su obra, sino
para estar en contacto con lo mejor del arte mundial. Fernando Botero tiene mucho quedar todavía y
esperamos la vida le depare mucho años. En todo caso su pintura ya ganó la
eternidad. En otro artículo hablaremos
de su escultura.