sábado, 29 de diciembre de 2012

LA LIBERTAD NO ES UN TEMA SOLO DE FILOSOFOS

Ramin Jahanbegloo pública un artículo en el periódico el “País” de España titulado: “Como ser filosofo hoy en día” . Intenta resolver en principio  que hacen los filósofos en estos tiempos de un pragmatismo exacerbado. En su acápite se pregunta: “Entre las principales preocupaciones de la filosofía ha figurado el desafío planteado por el concepto de libertad y su plasmación social y política. ¿Por qué a los filósofos les ha preocupado el problema de la libertad? ¿Por qué la libertad es la cuestión más importante que debe tratar un filósofo? La mejor manera de responder con claridad a esas preguntas es examinar las consecuencias que comporta dejar de lado el tema de la libertad”. Creo que la filosofía tiene responsabilidades inaplazables en medio de la opacidad de la libertad en una sociedad donde el poder tiene un control absoluto sobre el individuo y ha sabido esclavizarlo con una sutileza impresionante.


Es cierto lo que afirma el articulista: “No hace falta decir que la libertad es la fuerza creadora que subyace tras el pensamiento filosófico, del mismo modo que la filosofía contribuye a la comprensión y la evolución del concepto de libertad. En consecuencia, los filósofos han intentado comprender la libertad de la forma más exhaustiva y crítica que han podido, no solo haciendo una aportación a su definición, sino a su propia materialización”. Desde que nacemos tenemos predeterminados muchas cosas de las que es imposible escapar. Esta es una de las grandes paradojas de la existencia. Quiero hacer énfasis en el concepto de libertad política, que ha sido preocupación más relevante, de los grandes pensadores del siglo pasado y en estos momentos vuelve a la palestra de la mano de filósofos como  Habermas, Zizet, Sloterjdkit, la academía norteamericana y algunos pensadores por fuera de la ortodoxia  como Onfray, para solo citar los más representativos.

Desde Aristóteles, hasta Rawlls la definición del termino libertad, en toda su amplitud viene seguida de la pregunta, ¿sí está existen realmente, sí es posible ejercerla a cabalidad? Recuerdo que la preocupacion de la escuela de Frankfurt giraba en torno a esta cuestión primordial, en su crítica vehemente del poder, que siempre la limita: “La Teoría Crítica se considera a sí misma como heredera de la teoría materialista y crítica marciana. Ya que es movida por los mismos intereses de transformación, y es producto de la misma horrenda realidad: la barbarie social de su tiempo. Impulsando de este modo a los hombres al despertar del sueño en el cual se encuentran, para que hagan uso de las posibilidades materiales y espirituales en provecho de la construcción de una sociedad racional” . En el fondo el tema  siempre es la libertad, desde la matriz Marxista que hace un análisis de la sociedad en general. Por ello, esta escuela “Pretende, al igual que la Crítica que hace Marx, perforar profundamente la superficie de la apariencia, y llegar al fondo de la realidad, con el único y fundamental objetivo de convertir al hombre, en agente protagonista de la transformación social, dada en el quiebre o derrumbamiento de los poderes económicos y sociales inhumanos, alienados” .

Pienso que nunca antes el individuo está tan inerme e impotente para ejercer el derecho inalienable de libertad desde todas las variables posibles. Está atrapado entre las vicisitudes del mercado, la sociedad de consumo que le configura la mayoria de sus deseos y su voluntad, creándole cada vez más necesidades y su vida, desde el nacimiento, está pedeterminada por esclavitudes escalonadas a través de un flujo de redes e información que limita su autonomía. El sujeto moderno no piensa por sí, sólo actúa en consecuencia. Nunca antes se había puesto la democracia en cuestión como ahora, se sufraga pero no se elige. El mundo está cayendo en un tipo de dictadura cargado de sutilezas y ordenes encubiertas que someten a la sociedad y al sujeto como tal. 

Para el constitucionalismo y asì esta sonsignado en las constituciones, este es un derecho inalienable y fundamental. Del ejercicio real y el respeto del mismo depende incluso el grado de civilización de un pueblo o estado organizado. De igual manera, si existe democracia real o no. A pesar de ello el ciudadano de a pie goza de poca libertad y vive entre aparatos de control. 

Este año que pasa ha dejado en evidencia las limitaciones  de la libertad y la situación fragil del ciudadano. Está claro que nunca antes hemos necesitado tanto de la filosofía, pensar es una necesidad hoy. El tema ha sido tratado desde todos los topicos, pero debe analizarse desde la perspectiva polìtica y partir de los causas que lo limitan, osea es preciso que la libertad como derecho sea una verdadera opción. Recuerdo el texto de Marcuse "Eros y la Civilizaciòn", que es un estudio sobre la sociedad pos-industrial, pero en esencia de la libertad despuès de la mitad del siglo XX y por supuesto del poder desde la óptica de los mecanismos que alienan al sujeto.El psicoanalìsis, constituyó un instrumente eficaz para descifrar estas ataduras. Cuestionaba al estado y a los poderes instaurados. Foucault, trabajò el tema del poder y del saber, las sociedades disciplinarias, buscó interpretar como estos dispositivos se expresan en el sujeto y la subjetividad, como afectan su libertad.  

Hay un texto de Hanna Arendt titulado " la libertad". Expresaba: "Las fuertes tendencias antipolíticas de la temprana cristiandad son tan familiares que la idea de que un pensador cristiano haya sido el primero en formular las implicaciones políticas de la antigua noción política de la libertad, nos parece casi paradójica".  La formulación se le acredita a San Aguistín, pero la pensadora Alemana establece: "Pero estoy convencida de que esta impresión se modificaría considerablemente si lo dicho por Jesús de Nazareth fuera tomado más seriamente en sus implicaciones filosóficas. Encontramos en estas partes del Nuevo Testamento una extraordinaria comprensión de la libertad, y particularmente del poder inherente a la libertad humana; pero la capacidad humana que corresponde a este poder, que —en palabras del Evangelio— es capaz de remover montañas, no es la voluntad sino la fe". Ella habla de ciertos fenòmenos automaticos de  la tierra y los compara ciertos fenómenos naturales y asimila estas al hombre y ciertos procesos hisricos. La libertad es uno de ellos y està coartada paradojicamente por la política. A pesar de la improbabilidad la libertad es un milagro. El tema suscita polemica, pues su ejercicio real es de suma importancia.No se puede olvidar que esta pensadora sufrio la persecucion de los nazis. 
Coetzee en su libro "Diario de un mal año" cita a Hobbes en un comentario muy lúcido sobre el origen del estado, tema que  sólo le intersa como referente del desarrollo de la libertad individual, comenta: ". Fuera del estado (La cosa pública, el estatum civitatis ) el individuo puede experimentar los goces de la perfecta libertad, pero la libertad no le hace ningún bien. Con el estado, en cambio conserva tanta libertad como necesita para vivir en paz (mientras) se priva a otros de la libertad suficiente para eliminarel temor que inspiran.....En resumen fuera de la cosa pública están el imperio de las pasiones, la guerra, el temor, la pobreza, la malda, la soledad,la barbarie, la ignorancia, el salvajismo; dentro de la cosa pública están el imperio de larazon, de la paz, la razon,la seguridad,la riqueza, el esplendor, el buen gusto, las ciencias y la buena voluntad". Agrega el autor con cierta ironía: Lo que el mito hobbesiano de los origenes no menciona es que la entrega del poder es irreversible. No tenemos opción de cambiar de idea, de decidir que el monopolio del ejercicio de la fuerza, codificado por la ley y el cabo lo que queremos, que preferimos volver a un estado natural". Nacemos subditos, ratifica con sorna. La política constituye el eje sobre el que  se centra el ejercicio real de la libertad. Es imposible escapar a esta naturaleza de la existencia, eso está claro.

Autores como Zizet y sloterdijk tienen excelentes trabajos al respecto, tocare el tema en un proximo artículo. He querido incoporar estos videos de Onfray, como prueba irrefutable de que: Pensar es posible.





jueves, 27 de diciembre de 2012

DE VUELTA A LA SEMILLA






El éxito de “El olvido que seremos” de Héctor Abad Facio Lince,  no se debió solamente a las calidades estéticas de unas memorias bien escritas, sino a un argumento especial para estos tiempos, que gira en torno a los recuerdos familiares, tema que es un bálsamo, gracias a la marca indeleble que le dejó su padre; un paradigma moral y un trabajador social excepcional de la ciudad y por supuesto del país, vilmente asesinado. Después de muchos años, escribió este extraordinario texto de memorias, en una especie de catarsis literaria, que es un bocado de cardenal desde la perspectiva líteraria. Desde este amor, va retratando la ciudad de Medellín durante el siglo  XX  y des-hojando sus recuerdos. Esta será la nuez que cala profundamente en el lector.  En estas navidades, cerca del cierre de un año nefasto para la economía, cuestionado por catástrofes humanas de toda índole, la intención es volver a la semilla. 
He querido buscar la distancia necesaria para que estos recuerdos tengan algún valor estético que les garantice su supervivencia.  Hace tiempo pienso en el abuelo Carlos. Tengo un recuerdo nítido de su figura imponente y hay aspectos de su personalidad que se han fijado en mi memoria de manera muy grata. Era un hombre muy alto. Estoy convencido que media mucho más de 1.80 metros. Siempre estaba muy elegante, con un sombrero clásico puesto con el estilo de aquellos detectives de películas  de los años cuarenta del siglo pasado, producidas en blanco y negro, que veo gracias a las repeticiones tan de moda hoy. Parecía un nórdico, bien peinado, de pelo blanco y abundante, su mirada era  penetrante y seria, con cierta altivez, pero lleno de un paternalismo cargado de rigor.

Fue un hombre típico de la región Cafetera Colombiana, ubicada en todo el centro de nuestra geografía.  Las principales ciudades de este país fueron construidas en medio de las tres cordilleras ramificadas de los Andes americanos, que la atraviesan de sur a oriente y que marcaron la personalidad de sus habitantes de manera intensa. Don Carlos Álvarez, nació en el viejo Caldas.  Estas tierras, son pura cordillera, muy cerca del nevado del Ruiz, un volcán dormido de más de cuatro mil metros de altura que mantiene en vilo a sus vecinos. Los pueblos y las ciudades fueron construidos por hombres fuertes, visionarios, ambiciosos en extremo, aventureros del Dpto. de Antioquia quienes ocuparon baldíos y tumbaron selva en el siglo XVIII dentro del proceso conocido como la colonización,  buscaban fortuna y nuevos negocios, convirtiéndolos con el tiempo  en ejemplo de perseverancia y trabajo. Cada pueblo y ciudad de esta región está construida a contra natura, en los picos de las montañas, en zonas que nadie se imaginaria que nacerían urbes como las conocemos hoy.  El abuelo las conoció perfectamente. Recorrió extensas fincas de un aroma inolvidable, absolutamente sembradas de café arábigo, rosarios extensos de perlas verdes entre grandes arboles de sombra y platanales a granel, que produjeron el café mas suave y excelso del mundo, una clase trabajadora privilegiada, llena de comodidades en medio de mil violencias partidistas, crueles, tortuosas, con una clase dirigente emprendedora, nacida de un negocio que nunca se imaginaron que fuese tan bueno: La exportación del grano de café. El abuelo fue evaluador de la Caja Agraria, recorrió, midió y  aprendió a querer  estas tierras, gracias a su trabajo que cumplió copiosamente. Tuvo siete hermanas mujeres y dos varones. Nació en un hogar de rancia tradición.  Cuando uno piensa en esta generación, siente una profunda tristeza por una clase de hombres que desaparecieron definitivamente. Para Don Carlos la palabra era una escritura, fue siempre estricto con sus citas a las que nunca faltó, cumplidor al extremo.  Su hija Ana me habló, que pese a su sueldo de gerente, que era muy holgado, pero nunca de rico y tener una familia grande en comparación a las de hoy, nunca les faltó nada  y sus hijos fueron a buenos colegios. Siempre fue cabal a la sociedad encopetada y exigente que le tocó por morada, pese a ello nunca desperdició en lo más mínimo sus activos.

Yo tengo recuerdos muy claros del abuelo. Su vida transcurría dentro de una rutina implacable rozando más o menos los setenta y cinco años.  Se despertaba muy temprano pese a estar jubilado y con una situación estable. Era maniático de los noticieros, los escuchaba  las veinticuatro horas del día. Antes del desayuno ojeaba el periódico regional y se arregla en medio de un verdadero ritual. No se enteraba de la política, la vivía con pasión partidista. Era un liberal ortodoxo, cumplidor de los estatutos del partido y un recio opositor de las disidencias a las que condenaba con fervor de militante.  El abuelo tenía una autonomía irrenunciable para todo, la cual solo cedió en los últimos meses de su vida por las vicisitudes de su enfermedad.  Hizo un capital considerable a base de ahorros y negocios que solamente él manejaba. Como suele decirse, al abuelo nunca le falto el efectivo. Su conversación estaba siempre llena de preguntas, solía indagar con la esclerótica de quien siempre considera que nada se come entero.  

Manizales es una ciudad construida a 2200 metros sobre el nivel del mar en plena cordillera central que la hace absolutamente especial. En esta ciudad se sube o se baja. Sus grandes lomas son emblemáticas y su topografía hace que  sea un entramado de calles empinadas, de barrios escalonados, que desde lejos parecen un pesebre, unos encima de otros en un orden extraño pero hermoso. Mantiene una limpieza impresionante. Aquí todo funciona. Vivió un larguísimo periodo de bonanza cafetera que le permitió un progreso superior al promedio nacional, por esta época se fundaron muchas universidades y gracias al esfuerzo de unos pocos, estas han gozado de un nivel educativo por encima del nivel nacional. Sus habitantes son de una altivez y dignidad excepcional, producto de una fe inquebrantable en su abolengo y origen especial, llenos de títulos y apellidos nobles, qué los llena de un orgullo que nunca cede, el cual se ha convertido en un activo social  de familias muy conservadoras y tradicionales, que han cuidado de este valor ficcional frente  a la presión del dinero fácil y el ascenso espureo corriente por estos tiempos. Esta ciudad es como una gran tortuga, cuya cresta es la carrera 23, la artería que la atraviesa y de la cual se desprenden sus principales calles, como largas franjas de tela. El abuelo recorría la 23 como todos los Manizaleños con la dignidad de quien  ama profundamente su terruño.  En estos años, le admiraba viéndolo salir solo, pese a su edad, con su sombrero de copa, su ropa impecable como sí se tratará de un compromiso especial. Lo veía llegar siempre puntual al almuerzo, con las nuevas de la ciudad y sus comentarios cortantes por lo que fuera.

Sí alguien me preguntará por sus cualidades no sabría cual relvar en esencia. Su vida es un ejemplo de todo lo que un hombre debe ser. Amaba arreglar cualquier cosa descompuesta, tenía la manía de revisar todo, nunca le hizo falta su buena caja de herramienta y solía meterle la mano a lo que viera dañado y correspondiera a sus habilidades.  Todos sus hijos hombres de incluso algunas de sus hijas heredaron este talento.

Otra cualidad era el orden en sus cosas. Planificaba en exceso y era un cumplidor exagerado de sus compromisos.  Nada dejaba al azar.   La relación con sus hijos da como para una novela de Jane Austen.  Alguna vez escribiré sobre este tópico.

Su muerte nos conmovió a todos. No solo por lo que hizo y formó, sino por el inmenso vacio que aun sentimos.  En ocasiones siento que el abuelo sigue vivo y que el espíritu cuida a los suyos como siempre lo hizo.  Ciertas lecturas me han enseñado que existen personajes anónimos que cumplieron una tarea ejemplarizante en la sociedad. E abuelo fue uno de ellos.

jueves, 20 de diciembre de 2012

MICHEL FOAUCAULT UNA LECTURA PERSONAL



La crisis Europea y la reverberación de los movimientos sociales motivada por la baja del nivel de vida de la clase media, quienes comprobaron que su destino muchas veces no depende de sus decisiones y en cambio está en manos de terceros, debido a los entramados del poder, me trajeron a colación  la obra de Foucault, que abordó el tema del poder y sus relaciones con el saber y el sujeto. Recordarlo es importante, su vigencia es indiscutible, más ahora cuando el ciudadano inerme está totalmente avasallado entre poderes que lo superan en lo absoluto.

Deleuze alguna vez expresó que el siglo viente iba a ser foucaultniano. Fue el último  gran filosofo Francés, que actuó como vedete,  con el prestigio de un artista de Hollywood, fue el centro del pensamiento de los años sesenta remplazando a Sartre en estas lides, ponía a pensar al mundo con solo dar una opinión, sus estudios descifraron el poder-saber, de la mano de Nietzsche a través de Heidegger.

Como   Nietzsche y Heidegger es crítico de la modernidad. Esta comenzó con Descartes, quien se olvido del ser y se concentro en las cosas. Contrario a los Griegos que basaron toda su filosofía en el ser. Para Foucault el sujeto muere en Heidegger. Su trabajo gira alrededor de esta pregunta, no para resolverla, sino para descifrar su entramado. Por ello expresa que, no estudia la historia del pensamiento, sino lo que hay de pensamiento en la historia. En el texto sujeto y poder, Foucault es enfático cuando afirma: “...mi objetivo ha sido elaborar una historia de los diferentes modos por los cuales los seres humanos son constituidos en sujetos.

Nació en Potiers 1926. Crítico de la psiquiatría, la medicina, el derecho y los sistemas disciplinarios  cualquiera sea su origen. Fue un pensador total: sociólogo, estudioso de la psiquiatra, del psicoanálisis, excelso escritor. Fue el segundo de tres hermanos. En su niñez se caracterizó por ser un estudiante fuera de serie. Más tarde bajo inexplicablemente su promedio,  Cambió de colegios frecuentemente, se sintió aislado, infelicidad que tiene que ver con sus problemas de identidad  sexual. Mantuvo tratamiento psiquiátrico por mucho tiempo hasta que obtuvo un equilibrio que le sirvió para descollarse intelectualmente y ser quien fue. 

La primera etapa de la “arqueológica”, estudio como nacieron los objetos de saber, la psiquiatría, la medicina, el derecho. Se pregunta cómo se constituyeron en saberes, como adquirieron su estatuto de ciencia, como se empoderaron, indagó sobre las prácticas sociales. Su indagación es genealógica, además de descifrar el origen del poder, como se ha diseminado en micro-poderes, nos permite saber de cómo  funciona esta maquina. Como el estado se hace cargo de la totalidad de la vida,  que denomina la biopolítica, la metáfora represiva, puso en cuestión los dogmatismos, los ismos, rompe la idea de un poder unificado y más habla de la difuminación del poder, la dispersión del mismo. Es un trabajo de archivista que descifra, que indaga profundamente por cada uno de los poderes que afectan al sujeto, que lo modelan. “La evolución del pensamiento de Foucault en tres etapas distintas: la etapa arqueológica, que acabamos de describir (de 1961 a 1969), la etapa genealógica (de 1971 a 1976) y la etapa de las tecnologías del yo (a partir de 1978), caracterizadas supuestamente cada una de ellas por las diferencias en el método de análisis histórico empleado[1].

Se pregunta por la epistemología de las ciencias sociales, por su ontología. Partía del hecho,  que la  filosofía  fue siempre el reflejo de la cultura occidental, la forma de cultura  más característica y general.  Esto produjo un evento fundamental, es una reflexión de tipo antropológica, vuelve a Kan quien se hace la pregunta, El pensamiento de Michel Foucault, se mueve desde una variante de la triple interrogación kantiana: ¿Qué sé?, ¿Qué puedo?, ¿Qué soy?; pero sin que estas cuestiones sean reductibles a una cuarta: ¿Qué es el hombre?,  indaga la forma como el hombre occidental se cuestiona así mismo, sobre el estatuto de verdad. “Lo que Foucault ha llamado arqueología, es hacer hincapié en los vínculos con la epistemología Francesa tal como se practicaba desde Bachelard.

Morey le asignaba a su trabajo y a sus libros un curioso estatuto: “Caja de herramientas”, esto quiere decir “a) Se trata de construir no un sistema sino un instrumento; una lógica propia a las relaciones de poder y a las luchas que se comprometen alrededor de ellas b) Que esta búsqueda no puede hacerse más que poco a poco, a partir de una reflexión”. Cuál es la condición previa frente a la filosofía: “Creo que hoy la filosofía no existe; no es que haya desaparecido, sino que se ha diseminado en multitud de actividades diversas, por ejemplo en la actividad del axiomático, del lingüista, del etnólogo, del historiador, del revolucionario, del político. Esto le permite decir: hay pensamiento en la filosofía, pero también lo hay en una novela, en la jurisprudencia, en el derecho, en un sistema administrativo, en prisión. “A Esta de pensamiento que cruza todo lo social, discriminándolo del modo en que vivimos lo llama SABER.

En una tesis sobre Foucault escrita por Guillermo Mendoza Martínez para la universidad de Granada, denominada “historia de la sexualidad crítica del psicoanálisis abre con un interrogante muy interesante para entender la tarea de este filósofo:

“Porque nosotros, los que conocemos, somos desconocidos para nosotros mismos, la filosofía tendría que tener como tarea levantar los velos que posibilitan el desconocimiento, trabajando deconstructivamente los saberes que se entretejen en lo imaginario y que son sustentados por los que conocemos como conocimientos verdaderos de la verdadera realidad. La filosofía, como crítica incesante de la ilusión epistémica (Saber) y metafísica (Real), debería denunciar aquello que insidiosamente se mantiene como impensado y se acepta sin más incidencia al asumir ciertos saberes arbitrarios e históricos que dicen decir lo que somos. ¿Cómo se ha llegado a pensar, a decir y actuar como pensamos, decimos y actuamos? Las investigaciones de Foucault, retomando cierta ilustración y utilizando interesantemente a cierto Nietzsche, llevando hasta las últimas consecuencias el ejercicio de la crítica dando forma a una ontología de nosotros mismos, a una antología de la actualidad”, articulada a través de una serie de preguntas especificas sobre el surgimiento histórico de los saberes sobre el hombre, los juegos de verdad, las modalidades de ejercicio del poder y las formas temporales de la subjetividad.” La genealogía en su obra es vital como instrumento. Foucault en el texto Nietzsche, la genealogía, la historia” aclara: “La genealogía [...] se opone [...] al despliegue metahistórico de las significaciones ideales y de los indefinidos teleológicos. Se opone a la búsqueda del origen”[2]. El papel genealógico está marcado en este texto de manera puntual: “La genealogía es gris; es meticulosa y pacientemente documentalista.

Volvamos a su itinerario. Carrera académica en Humanidades en Francia Tras la Segunda Guerra Mundial, ingresó en la prestigiosa  Ecole Normale Superieure la tradicional puerta de entrada a una. Tras un breve período de docencia en la École Normale, asumió una posición en la Université Lille Nord de Francia, donde enseñó psicología de 1953 a 1954, año en que publicó su primer libro, “Enfermedad mental y personalidad, una obra que más tarde desaprobó. En 1961 publica su obra: “Historia de la locura en la época clásica”, de su primera época con la que obtiene el  doctorado y el inició de una obra sistemática durante más de veinte años. “En Las palabras y las cosas. Una arqueología de las ciencias sociales (1966), Foucault plantea la interrogación acerca de lo que es imposible pensar y acerca del tipo de imposibilidad de que se trata, y confiesa su sospecha de un desorden que exige ordenamientos empíricos dentro los cuales los hombres sepan a qué atenerse y se reconozcan a sí mismos; ordenamientos que, por otra parte, nada tienen que ver con una presunta razón universal”[3].

Uno de los libros vitales para entender su pensamiento, escrito dilucidarle las dudas formuladas por algunos críticos fue “la arqueología del saber”, verdadera caja de herramientas. Afirmaba en su introducción que se opone a las miradas totalizantes de la historia y revisa en cambio las capas superpuestas de los hechos que configuran objetos de saber, una tarea arqueológica, de desciframiento.“Foucault pertenece a este tipo de pensadores que más que edificar cavan. En este texto nos permite conocer los instrumentos metodológicos con los que ha escrito su obra, es una respuesta a los mal-entendidos que suscitó “las palabras y las cosas”. Es una mirada diferente de la historia, que creó grandes bloques, se armo con continuidades. “La continuidad proviene de determinar un origen. Foucault se encarga de negar la continuidad y buscar los límites de los procesos históricos, sus puntos de inflexión, "ese desplazamiento de lo discontinuo: su paso del obstáculo a la práctica; su integración en el discurso del historiador, en el que no desempeña ya el papel de una fatalidad exterior que hay que reducir, sino de un concepto operatorio que se utiliza; y por ello, la inversión de signos, gracias a la cual deja de ser el negativo de la lectura histórica (su envés, su fracaso, el límite de su poder), para convertirse en el elemento positivo que determina su objeto y la validez a su análisis"”[4]. se trata de problematizar la reconciliación pensada por Hegel entre razón e historia.

“las palabras y las cosas”, al igual que Nietzsche tuvo “la intuición profunda de estudiar la ciencia como acontecimiento surgido desde las relaciones de poder.  Y tuvo la intuición de que los límites del arte están establecidos por la racionalidad, la formalización, la lógica que circunvalan los sentidos, el deseo, la materialidad propia del arte”. “El libro, inspirado en un texto de Borges, empieza con una larguísima discusión de “las meninas” del pintor español Diego Velázquez, en atención a su complejo juego de miradas, ocultamientos y apariciones. “ahí desarrolla su argumento central: que todos los periodos de la historia poseen ciertas condiciones fundamentales de verdad que constituyen lo que es aceptable como, por ejemplo, el discurso científico. Foucault argumenta que estas condiciones de discurso cambian a través del tiempo, mediante cambios generales y relativamente repentinos, de un de un episteme a otro”.[5] El estudio de las ciencias humanas desde su perspectiva histórica, a través del lenguaje, de la representación, constituye el eje central que desatornilla totalmente el problema del saber".

En las palabras y las cosas la cuestión del lenguaje es fundamental. La alegoría de la “prosa del mundo” nos dice que el mundo nos habla –según la episteme del siglo XVI y XVII-  en un lenguaje y que los ordenamientos de este lenguaje serán los ordenamientos del mundo.

“Es por esto que acceder a las cuatro similitudes –la conveniencia, la emulación, la analogía y la simpatía-, los criterios de asociación semántica no es algo independiente del mundo. Es a partir de estas condiciones que se puede establecer las cadenas o redes semánticas que ordenan el discurso sobre el mundo, la naturaleza, y el mismo lenguaje”[6]. Por ello en síntesis, se puede establecer que  “el discurso no es un suplemento lingüístico de un fenómeno óntico, sino el lugar a partir del que asignamos significado y orden al mundo. El texto busca la respuesta concreta al interrogante de como se instauro el discurso de la modernidad, como se expresa en las ciencias sociales, cual son los momentos de ruptura, de discontinuidad, como se forman los enunciados y como en este contexto, se deriva al proceso de formación de las ciencias sociales como instrumentos de saber-poder.

Resulta muy esclarecedor acompañar el estudio de su obra con la biografía con el itinerario de su construcción, de su estructuración. Edier Eribon, publicó la mejor escrita hasta ahora, con otro texto que se llama, “Foucault y sus contemporáneos”.

Desde sus primeros años en Potiers hasta sus últimos días en París la relación directa entre lo que vive y escribe, es determinante para la comprensión de algunos aspectos fundamentales de su obra.  Su relación con el psicoanálisis es un ejemplo típico de este factor. Su obra en principio pone en cuestión al psicoanálisis, pero en la “historia de la sexualidad”  está en el centro de su indagación y con él saca a flote los dispositivos de la sexualidad, donde establece que es históricamente burguesa, que el cristianismo se abroga, controla y administra y la somete a su arbitrio.


El paralelo entre vida y obra lo publicaré en la próxima entrega.










[1] www.mcnbiografias.com


[2] http://www.nietzscheana.com.ar/foucault.htm


[3] Ibídem


[4] Fernández Hugo Oscar. Acerca de Foucault y las prácticas sociales.


[5] Esther Díaz. Nietzsche entre las palabras y las cosas. http://www.estherdiaz.com.ar/textos/foucault_nietzsche.htm


[6] El Foucault de “las Palabras y las Cosas” dialoga con el Derrida de la “Gramatología. http://rickyesteves.wordpress.com/2007/07/27/el-foucault-de-las-palabras-y-las-cosas-dialoga-con-el-derrida-de-la-gramatologia/





domingo, 9 de diciembre de 2012

LA TRANSICION DE LA LITERATURA LATINOAMERICANA Y COLOMBIANA




Han venido desapareciendo escritores que pertenecían a una generación emblemática de la literatura latinoamericana y que representó una revolución para las letras mundiales, por su calidad y la implementación de recursos literarios absolutamente novedosos. Muy a pesar de existir una pléyade de escritores jóvenes importantes hoy,  con una obra valiosa, la distancia frente a esta elite es enorme. Fuera de Bolaños, que murió muy joven, no veo escritores que den la talla aún, muy a pesar de ser una generación apenas en ciernes y de hecho habrá que esperar  por lo mejor de su obra. Cuál es el cuentista de la calidad de Cortázar, García Márquez, Onetti o Borges, José Lezama Lima o  novelas del nivel de “Pedro Paramo”, “Cien años de Soledad” o “La región más transparente” o “Conversación en la catedral”. “Esta generación daría origen, en 1966, a un libro anunciador de este auge escrito por Luis Harss, titulado “Los nuestros “ Estos escritores se preocuparon por encontrar un lenguaje y por cómo hacer del continente americano una experiencia universal, señala Harss en su texto publicado por Sudamericana de Buenos Aires”, que reedita  actualmente “Alfaguara”.

 Desde hace una década hemos asistido a la muerte  Jorge Luis Borges, Joao Guimaraes Rosa, Puig, Juan Carlos Onetti, Julio Cortázar, Juan Rulfo, Carlos Fuentes, antes Alejo Caroentir, Miguel Angel Asturias, para solo citar los más importantes. Sobreviven Mario Vargas Llosa y Gabriel García Márquez, quien no ha vuelto a escribir. Queda claro que no me estoy refiriendo a los fallecidos este año, sino a la saga de los màs importantes en los últimos cincuenta años.

Este año se ha celebrado a todo timbal el aniversario del Boom, este blog igualmente lo ha hecho. Hacer el paralelo con las generaciones actuales por ahora es apresurado, pero es evidente que existe una distancia desde la perspectiva estética comprensible, por la juventud de los autores contemporáneos.

En su trabajo excelso “Bolaño Salvaje” de Edmundo Paz Soldán, en la presentación del mismo con Gustavo Faveron Patriau, Expresa: “Bolaño es acaso el narrador más influyente de América Latina, hoy en día, él único que compite con la fama incesante de los autores del boom, y el origen de una manera de concebir el mundo de las letras como aventura pasional y arcana, y de asumir del escritor con la rebeldía de un perpetuo inconforme”. Es cierto.

El periódico ADN del grupo “Prisa” ha hecho recopila un archivo visual sobre los autores del Boom. Empezó con una frase lapidaría que lo define magistralmente: Todo empezó con el deseo de convertir "el dolor en una fiesta" y de colocar a Latinoamérica de otra forma en el mundo”.

Cuál es la generación que actual que logró tener luz propia, que anuló es opacidad de una generación sin parangón.  Empecemos por los nombres más importantes.

Hablare de Colombia en primera instancia. Es un hecho que existe una gama de escritores consolidados: William Ospina, Fernando Vallejo, Héctor Abad, Gabriel Vázquez. Santiago Gamboa, Ungar,  para sólo citar algunos de los más emblemáticos y de mi gusto.  Esta generación estuvo antecedida por Darío Ruiz Gómez, Óscar Collazos, Germán Espinosa, Nicolás Suescún, Eutiquio Leal, Fanny Buitrago, Héctor Sánchez y Gustavo Álvarez Gardeazábal, quienes fueron contemporáneos al Boom, lo que los opaco sustancialmente, no por la Calidad de la obra que nadie discute, sino por el fenómeno avasallador de la pléyade que constituía este movimiento y La obras monumentales publicadas. En el setenta brillaron con luz propia Luis Fayad, Fernando Cruz Kronfly. Albalucia Angel, Umberto Valverde, Marco Tulio Aguilera, Moreno Duran y Rodrigo Parra Sandoval.

En los tres últimos años han aparecido novelas de suma importancia, de Gamboa, Constaín, de Vásquez, de Vallejo, De William Ospina, entre las más destacadas y algunas reediciones de suma importancia.

En Argentina hay una generación relevante y de una calidad incuestionable. El próximo país que analizaremos es este.  La novela, está en un gran momento, tanto a este lado del océano, como en España. La literatura norteamericana igualmente, con escritores de una talla impresionante, que con las últimas publicaciones ratificaron su calidad de lejos : Oates, Franzen, Amis, Carver, Wallace, -pese que existen algunos fallecidos  su obra aun conserva el fragor de lo nuevo y su calidad- con una trayectoria que respalda sus obras, estos están a la altura de su predecesores, caso contrario de lo que sucede en Latinoamérica, lo que ratifica lo expresado con respecto a ese distanciamiento de la actual generación latinoamericana con la del Boom. Lo digo, porque fuera de algunos autores españoles como Javier Marías, no veo tales alturas.

martes, 27 de noviembre de 2012

JUAN GABRIEL VÁSQUEZ GALARDONADO UNA VEZ MAS


El escritor colombiano fue galardonado con la XXI edición del premio literario  “Roger Caillos” francés por el conjunto de su obra. Este premio que ha sido  igualmente otorgado a José Donoso, Álvaro Mutis, Mario Vargas Llosa, Carlos Fuentes y Roberto Bolaño. “José Donoso, Álvaro Mutis, Mario Vargas Llosa, Carlos Fuentes y Roberto Bolaño, es otro reconocimiento más a un autor talentoso con una obra excelente.

Pertenece a una generación que logró independizarse en lo absoluto de la sombra de Gabriel García Márquez que opaco a toda una pleyade de escritores, quienes estuvieron en el cuarto de San Alejo de manera injustificada y que por fortuna se reeditan actualmente.

A esta generación de Vásquez pertenecen William Ospina, Jorge Franco, José Evelio Rosero, Santiago Gamboa, Antonio Ungar, Eduardo García Aguilar, Laura Restrepo, Hector Abad Facio Lince, Mario Mendoza, Nahum Montt, entre otros.  Realmente es un buen momento Para La literatura colombiana, con autores muy frescos, estudiosos, muchos pasaron por la academia lo que denota su preparación seria para el oficio y con una característica esencial: Son profesionales, están dedicados de tiempo completo a la literatura.

Este premio se suma a otros obtenidos por el escritor Colombiano: El Premio Alfaguara de Novela en 2011 por su novela El ruido de las cosas al caer, es también autor del libro de ensayos literarios El arte de la distorsión, y de las novelas Historia secreta de Costaguana, y Los informantes. . Ha traducido obras de John Hersey, John Dos Passos, Victor Hugo y E.M. Forster entre otros.

En lo personal me quedo con sus ensayos y artículos especializados.  “El arte de la distorsión” me parece uno de los textos  de literatura más rigurosos y agradables, constituye una verdadera incitación a la lectura, el ensayo sobre  Conrad es un bocado, este es uno de los  autores predilectos del escritor.

Sus columnas son de una factura perfecta, se dejan leer, informan, siempre aportan y sientan posición, sus críticas cuando las hace, son muy centradas, denotan a un lector juicioso.  El último artículo que leí: “El tiempo de los habla mierda” es un típico ejemplo de este rigor y seriedad.

Quisiera que mis escasos lectores disfrutaran una de las entrevistas mejor logradas, con uno de los escritores americanos predilectos del autor. Fue la hecha a Jonathan Franzen, publicada en la revista “Malpensante” de Colombia. Aquí les dejo el link:


Sobra decir que el mejor homenaje a un escritor es la lectura juiciosa de sus textos. Pública asiduamente su columna en el periódico el espectador:


Escucharlo también resulta enriquecedor. Las TIC y la red nos permiten el privilegio para acceder a estos universos. Espero que disfruten este video:
 

 

 

 

 

miércoles, 21 de noviembre de 2012

LOS ENSAYOS DE JONATHAN FRANZEN


El periódico “El país” de España acaba de publicar una  entrevista hecha en Nueva York, con este excelente escritor a propósito de su libro de ensayos publicado en español por "Salamandra" que amerita ser reproducida en este blog:

El autor Jonathan Franzen (Chicago, 1959) mantuvo una larga conversación con EL PAÍS esta semana en su apartamento de Nueva York con motivo de la publicación en España de la recopilación de ensayos Más afuera (Salamandra). Trató asuntos como el suicidio en 2008 de su amigo, el también escritor David Foster Wallace, las servidumbres de la tecnología o las series de televisión. Lo que siguen son extractos de esa charla.

DAVID FOSTER WALLACE, AMIGO Y RIVAL. “Me enteré de su suicidio cuando me llamó su mujer, Karen [Green], al día siguiente de encontrarlo muerto. Me sentí un poco traicionado por el hecho y las circunstancias [se ahorcó]. Creo que es una respuesta bastante común al suicidio de un ser querido. Sentí que la parte mala de David había vencido a la buena. Hay cierto sabor a traición que tiene que ver con lo singular que era nuestra relación. Tenía en él al mayor competidor y al mayor amigo. Había cierta intimidad y al mismo tiempo cierta pelea que me condujo a sentir que me había dejado solo en la pista. ¿Con quién compito ahora? Todas las respuestas que se me ocurren a esa pregunta son demasiado personales”.

“Me molestó que se tomase su muerte como la de Kurt Cobain. Todos hablaron de que era un ser humano dulce. Y de pronto su peor texto, un discurso hecho para sus alumnos en el Kenyon College se convirtió en algo que todos conocían [Be water]. No es un completo desastre, era profesor y se preocupaba por los estudiantes, pero no es el verdadero Dave, que era mucho más oscuro y menos simplista, siempre enfrentado con sus demonios. Si te interesa su trabajo eso debería afectarte”.

LA REVOLUCIÓN DE LAS SERIES. “Proporcionan placeres pasados de moda asociados tradicionalmente con la novela social. ¿Cómo se hicieron tan importantes y revolucionarias? Sucedió de un modo inesperado. Tiene que ver con liberarnos de la forma en la que se consumían, con anuncios, uno por semana… El cable y la posibilidad de verlas a tu antojo han permitido que tomen formas de realismo similares a las de la novela. Durante un tiempo me preocupó que el talento de los grandes narradores acabase en la televisión, pero no creo que sea así, los manuscritos sin publicar que me llegan son cada vez mejores. Creo que las series se han convertido en un subgénero de la novela. La amenaza no es la televisión sino la explosión de la basura animada. Los vídeos de tres minutos sobre nada. Es perfectamente posible pasar una tarde entera viendo un montón de esas piezas”.

¿Y LOS VIDEOJUEGOS? “Veo los anuncios por televisión sobre la última secuela de los juegos más conocidos y son terribles, por muy buen aspecto que tengan. Resultan estúpidos”.

TWITTER E INTERNET. “Los apóstoles de la tecnología me han hecho sentir que o estas con ellos o estás contra ellos. Los adictos a Twitter me la tienen jurada porque opino que es una herramienta sobrevalorada. No la uso, pero de vez en cuando me suplantan. Siempre que alguien viene y me dice: ‘Me encantan tus tuits’, sé que tengo que llamar a mi agente para que haga algo al respecto. Twitter además no facilita el trabajo de eliminar a los impostores. Teniendo en cuenta ese universo de links que apuntan a textos que nadie ha leído ni piensa leer, de fotos de gente desayunando y comunicándolo en 140 caracteres; teniendo en cuenta el océano de información defectuosa y la dificultad creciente de diferenciar la buena de la mala; considerando están plagados de errores que los artículos de la Wikipedia (que uso, pero solo para asuntos sencillitos como la fecha de nacimiento de Heinrich Heine); y que la crítica de los productos culturales ha muerto a manos de las reseñas de los consumidores, de las cuales un tercio o más son inventadas, me resulta imposible no colocarme en el coro de los críticos de Internet y de las redes sociales. Son triviales e inexactas. Y me molesta su estúpida retórica del progreso que acabará por hacer de este mundo un lugar maravilloso. Vengo de la tradición de la imprenta en la que los hechos deben ser importantes y en la que hay una preocupación por crear un producto permanente. Me enorgullezco de ser blanco de las críticas de esa tribu, incluso aunque paso horas en la Red”.

EL FIASCO DE LA ADAPTACIÓN DE ‘LAS CORRECIONES’ POR HBO. “Nunca atendí a las razones públicas de HBO [adujeron dificultad en la traslación de la trama al medio televisivo], solo sé que había un elefante en la habitación y es que el piloto era realmente malo. Escribí un montón antes de que eso sucediera. Creo que fui el único de los involucrados en el proyecto que se sintió completamente aliviado cuando la cosa no prosperó. Quizá el director, aunque nunca lo dijera”.

FIEL AL WORDPERFECT. “Aún lo uso ese procesador [su gran momento fue a principios de los noventa, antes de sucumbir ante el pensamiento único de Word], lo cual me causa enormes trastornos. Acabo de terminar un libro que son sobre todo notas al pie de página y ha resultado una pesadilla. Se trata de la traducción del alemán de los escritos de Karl Kraus. Es tremendamente complicado. Es curioso porque él fue el primero que habló de los problemas de la suma de tecnología y medios de comunicación de masas. Fue irónico tener problemas técnicos con esos textos…”

EL LIBRO ELECTRÓNICO. “Me preocupa que acabe con el modelo del libro como las descargas digitales acabaron con la industria del disco. No he conseguido interesarme lo suficiente en esos cacharros. El otro día escuché mi primer audiolibro, eso sí”.

LA MUERTE DE LA NOVELA (OTRA VEZ). “La novela nació junto al concepto de la individualidad liberal, puede llamarlo individualidad burguesa si quiere ser tendencioso. Y la novela sobrevivirá mientras haya individuos. Parte de la obsesión con la pregunta sobre la muerte de la novela tiene que ver con la cuestión de si la individualidad se ha quedado obsoleta. El sentido de la novela es el mismo del sentido de la vida. Creo que la gente lee novelas contra la falta de sentido. Habrá novelas mientras haya individuos”.

ESCRITORAS Y OTROS AUTORES DE CULTO. “Hay un olvido sistemático de algunas escritoras mujeres por el imaginario colectivo, la academia y la crítica. Tengo tiempo limitado para escribir sobre otros, así que me concentro en los más subvalorados. Ya hay suficiente gente que escribe sobre Tolstoi o Faulkner. No necesitan mi ayuda. Y luego está una tercera razón: los escritores raros son como los pájaros: necesitan ayuda. Así siento que estoy haciendo algo por alguien a quien nadie echará una mano”.

LA INTIMIDAD DEL NOVELISTA. “Empecé a contar partes de mi vida con La zona fría y creo que no es una casualidad que lo sucediera tras Las correcciones, libro que me hizo relativamente conocido para ser un escritor y la experiencia de la comprobar que la gente tenía opiniones acerca de mí, que creía que me conocían sin conocerme, lo cual me resultó exasperante y desorientador. Dado que eso iba a suceder de cualquier manera, preferí influir directamente en esa conversación. Eso paradójicamente crea un espacio privado. Hay tanto que podría haber dicho sobre mi primer y muy juvenil matrimonio y solo he escrito unas doce páginas sobre 14 años de mi vida. Al ponerlo negro sobre blanco, ha quedado a salvo todo lo que no está dicho. Todas estas sobreexposiciones son proyectos para reclamar mi libertad. Es cierto que en La zona fría, por ejemplo, hablé sobre mis padres y tuve cierta oposición de mis hermanos, creyeron que a lo mejor escandalizaría a los vecinos saber esas cosas sobre ellos, que ya estaban muertos”.

DE LA FICCIÓN… O NO. “No practico el periodismo tan a menudo, pero disfruto mucho de ese estilo de vida. Mi padre, que era ingeniero para una compañía de ferrocarriles, viajó mucho cuando yo era pequeño y creo que obtenía una gran satisfacción de ir por ahí con una maleta. Eso es lo que el periodismo representa para mí. Ir por ahí con una maleta. Alguien paga mi hotel y yo solo tengo que reunir el coraje suficiente para hacer las llamadas de teléfono. Hay ciertas habilidades que tienes que dominar. En cierto modo es como tocar un instrumento. Resulta placentero dominar el arte y practicarlo. Lo más terrible de ser novelista en un mundo de veloces cambios es que no se puede reaccionar a todo lo que sucede. Incluso si lo meto en una novela va a transcurrir un montón de tiempo antes de que se publique y probablemente se quede anticuado. El periodismo te permite reflexionar sobre algo y tenerlo publicado en menos de un mes… En fin, es una profesión que me encanta, pero no podría hacerlo todo el tiempo… No es tan complicado como escribir una novela”.

“La no ficción presenta para mí retos narrativos también. Me costó un montón de tiempo encontrar mi voz. Creo que soy capaz de hacer cosas con esa voz que no me son posibles en la novela. Puedo mostrarme mucho más, en un modo más divertido. En las novelas estoy mejor defendido. En el ensayo toco temas que nunca me atrevería a tratar en una novela. No soy de los que creen que el lector de ficción se merezca tragarse un montón de material vergonzoso sobre mí. En la ficción nunca invento cosas. Creo que es injusto. El periodismo se parece al avistamiento de pájaros, tienes que esperar lo suficiente y entonces aparece la historia”.

“Aún creo que la novela como forma artística es insuperable en explicar lo que nos sucede, en lo que atañe a nuestro fuero interno. Si hablamos de asuntos sociales, la novela ha sido completamente superada. Pero yo sigo siendo el rarito que se entretiene escribiendo sobre cosas que no sucedieron a gente que no existe, pero que se inquieta por lo que pasa en el mundo y está feliz de poder escribir en reacción a ello”.

LA FAMA. “La gente proyecta, proyecta y proyecta sus frustraciones y anhelos sobre uno sobre uno. Menos mal que no tenía treinta o veintitantos cuando el éxito de Libertad. Me habría vuelto adicto, como las estrellas de rock. Cuando te das cuenta de que es solo que la gente proyecta no me afecta. A eso ayuda que nunca leo sobre mí mismo. Nunca. Claro que me paran por la calle o en un aeropuerto pero eso no es desagradable”.

NUEVA YORK. “Se la puede llamar mi ciudad [nació en Chicago y se crió a las afueras de Saint Louis]. Me mudé por primera vez en 1987 y luego he vivido aquí intermitentemente desde principios de los 90. Desde 1994 la considero mi residencia. Lo de pasar tiempo en california, bueno, hace tiempo me lié con una californiana. [A la también escritora Kathryn Chetkovich] empecé a llamarla “la chica californiana” en La zona fría y así se quedó. Le gusta su privacidad, y prefiere pasar inadvertida. Siempre la coloco en la lista de los agradecimientos, pero no menciono su nombre en los textos. Es extraño lo distinto que resulta, al menos en mi cabeza, incluir el nombre de alguien en la página inicial o en el cuerpo del texto. El texto es un espacio público”.

EL HURACÁN SANDY. “Lo cierto es que este barrio [el Upper East Side] quedó prácticamente intocado, salvo porque tiró un árbol, que era el favorito de los pájaros que veo desde mi ventana. He distinguido hasta 41 especies. No son muy exóticas, pero es que yo me entretengo con un simple estornino. Aquella noche del Sandy estuvimos en casa, viendo fútbol. Hubo un momento en el que la imagen de la alta definición tintineó un poco. Eso fue todo. Probablemente tenía que ver con la explosión de la central de la calle 14. Es de lo más raro… me recordó al Katrina, cuando la mayor parte del país no fue afectado. Resultaba irreal pensar que una ciudad estadounidense había sido esencialmente destruida… Esta vez no fue muy distinto, porque la mayor parte de la ciudad no lo experimentó en absoluto, y otras partes acabaron en ruinas. Tengo un montón de amigos que viven en la parte baja y ellos sí que lo sufrieron. Mi sobrino vino a pasar cinco días con nosotros. Y luego todos los que residen más debajo de la calle 14 subían a cargar sus cacharros aquí para después volver y tirarse un montón de horas a oscuras en sus casas. Vivimos en el piso décimo, hasta aquí no llegaría la subida de ningún agua”.

“No creo que tenga un efecto en la ficción como sí lo tuvieron otros acontecimientos dramáticos de la ciudad como el apagón del 78. Los 70 eran distintos en esta ciudad. Eran tiempos más apocalípticos, la ciudad en su conjunto se sentía fuera de control. Casi en la bancarrota, con grafitis en todas partes, basura sin recoger en las calles. Daba la sensación de que Nueva York sucumbiría. El apagón tuvo en consecuencia un enorme efecto en la imaginación de la gente. El Sandy es más una historia sobre las enormes desigualdades entre unos y otros barrios”.

LA GESTACIÓN DE ‘LIBERTAD’. “Había estado peleando con esa novela durante años. Y entonces sucedieron dos cosas: se suicidó mi amigo [el escritor] David [Foster Wallace] y Obama ganó. Cuando murió fui a pasar un par de semanas con su viuda en California. Y al volver a Nueva York resultaba imposible pensar en otra cosa que en las elecciones, que resultaron terapéuticas. Si hubiera perdido todo habría sido más difícil. Se abrió ante mí un mundo en el que la ansiedad quedaba como una cosa del pasado. La ansiedad sobre la marcha del mundo es un asunto extraño porque te induce a pensar que si estás encima de los problemas, informativamente hablando, contribuirás a arreglar algo. Con la llegada de Obama, me dio la impresión de que al menos durante un tiempo alguien se encargaría de ese trabajo”.

LA REELECCIÓN DE OBAMA. “Me tomó seis horas al día siguiente darme cuenta de lo que estaba sintiendo. Era una sensación tan inusual… Al final di con ella: volvió el optimismo por Estados Unidos. En cierto modo era la última vez que los republicanos podían acceder a la Casa Banca, los enormes cambios demográficos juegan en su contra. Podría haber sido tan dañino para el país… Fue curioso, todos estábamos hartos, no sentíamos el mismo entusiasmo por Obama. Y sin embargo era sin duda mucho más importante que hace cuatro años”.

“Creo en una enorme energía creativa que emana del hecho de saber que el país está en buenas manos. Saber que en principio las cosas no van a ponerse feas mientras Obama está en el poder es un estado mental muy útil para producir la clase de intensidad que las novelas requieren…”.