El escepticismo encuentra en la poesía un
bálsamo por donde ir curando las heridas. Cada mirada que damos al mundo, nos
deja más tristes y pocas cosas constituyen curativo al trasegar infame.
Colombia es un país de sangre, de violadores, de corruptos, de mafiosos, pero
también de muchos poetas. Digo poetas, porque tal vez de muy poca poesía…Silva,
Porfirio, El tuerto López, El último Rivero, Quessep y por su puesto,Fernando
Denis…ahora con los festivales de Medellín, Manizales y Bucaramanga, todos
acometen poesía y en el exceso de abates, abunda el ejercicio irresponsable...Pero
es mejor que haya exceso de poetas y no otra cosa.Heidegger, en un texto
revisado de la conferencia para el 70 cumpleaños de Friedrich G. Jünger el 25
de agosto de 1968 en Amriswil. Decía: “Hablar sobre el poema querría decir:
desde lo alto, y por tanto desde fuera, averiguar qué es el poema.¿Con qué
derecho, con qué conocimiento podría ocurrir eso? Faltan ambas cosas. Por
tanto, sería arrogancia querer hablar sobre el poema. Pero ¿qué hacer si no?”,
decir algo de igual manera sobre el poeta, resulta aún más arrogante...Pero
como evitarlo…hallar entre los estertores de la rutina a un hombre enamorado de
la palabra, de mirada altiva, entregado silenciosamente con fervor artesanal,
sin arrogancia…con una escritura inusual, rítmica, con múltiples influencias
del romancero español, de Rubén Darío, con una voz especial, es un hallazgo: Se
divisan a lo lejos/ Brácteas en los pantanos/erguidas en los alisares
cenagosos/ próximos a los aliviaderos/ de los embalses/como cuando
perplejos/nuestros mundanos,/ Abandonan ancestros tormentosos/Anidados en los
plebeyos senderos/ A desatar los enlaces./es el aro de los pantanos/o nuestros
interiores más sano. Heidegger en la misma conferencia decía:”«El poema» - esa
palabra revela ahora su ambigüedad. «El poema» puede significar: el poema en
general, el concepto de poema, válido para toda la literatura universal. Pero
«el poema» puede significar también: el poema excepcional, marcado por el hecho
de que él solo nos afecta por destino, porque él nos poetiza a nosotros mismos
el destino en que estamos, lo sepamos o no, tanto si estamos dispuestos a
aceptar un destino en él como si no.” Y el hombre, que entre los infinitos
espejismos, de los desencuentros y la simulación, que pretende aniquilar el
fundamento, la palabra…encuentra, en poetas como Elkin Uribe, esperanza, vuelve
la mirada, como en el poema de vallejo, pero para resistir, para morir tal vez
con los ojos abiertos, no dejarse espantar por el horror, a pesar del gran
poeta Peruano: hay golpes tan duros en la vida yo no se…./ la alegría se
mantiene: es como cuando/nos enlodamos en el paular,/y adosados a nuestra
causa/nos fijamos a ella/como el percebe. Este es Elkin, un señor en
apariencia, común y silvestre, entregado al amor, optimista en exceso…con una
poesía decantada, un árbol erguido en el inmenso bosque…….hablaremos de este
poeta que nos sorprendió en Medellín, casi anónimo, estoy seguro, su poesía
perdurará; hablaremos más del tema..Es necesario.
miércoles, 13 de junio de 2007
martes, 12 de junio de 2007
ROBERTO BOLAÑOS
La obra de Bolaño, es absolutamente descomunal,
permite pensar en un cambio sustancial y emblemático de la literatura
Latinoamericana frente a una generación muy valiosa de los sesenta y setenta.
Sin ningún temor, podemos establecer un rompimiento con el éxito del Boom que
le precede. Carlos Huerga, con acierto destaca uno de los aspectos más
preponderantes de su obra, que son pertinentes traer a colación: “La voz
narrativa es uno de los aspectos literarios más significativos en el escritor;
es la base sobre la que se construye el mundo, la excusa perfecta para hacer
literatura. La voz narrativa es la voz del Dios que permite nombrar las cosas y
por tanto darlas vida, dotarlas de sentido. La voz narrativa no sólo configura
el tono, la focalización y la estructura, también sustenta los cimientos sobre
los que después apoyarse el resto de elementos técnicos que dan forma a la
novela. Pero además, en Bolaño se trata siempre de una voz poderosa, desdoblada
en una amplísima gama de personajes. Bajtin dijo que lo propio de la novela era
la polifonía y Bolaño parecer corroborarlo totalmente.”, en los detectives
salvajes y 2666, se configura de manera sublime este recurso, que marca la
diferencia con la novela tradicional y convierte su lectura en una exploración
permanente sobre los hechos y la estructura como mecanismo de instauración, en
un doble juego, donde siempre aparece la literatura y la poesía como parte
central en la historia, pero no como simple interpolación, sino como recurso
implícito, que no solo es importante en el mundo narrativo, sino en la misma
existencia de los personajes. Bolaño, rompe con el esquema racionalista
Aristotélico, mira desde muchos ámbitos, sujeto a un solo principio, no existe
paradigma, no hay esquemas que garanticen la veracidad de un pensamiento. Sus
personajes, no están inscritos en ninguno de los modelos de la posmodernidad,
parecen anacrónicos en principio, pero realmente están más cercanos al tipo de
vanguardias, que hemos olvidado en estas épocas y que fueron muy importantes en
la mitad del siglo pasado. Son novelas extensas, pero no pesadas, se dejan leer
sin esa angustia que suscita algunas historias muy signadas por la gravitación
de los hechos o de una historia, podrían incluso tomarse saltándose algunas páginas
o subvirtiendo el orden, sin temor a perder su encanto. Cuando Carlos Huerga
dice que “Las novelas y los relatos de Bolaño están llenos de intertextualidad
interna, de guiños al lector y de huecos que el propio lector debe recomponer.
Así en Los detectives salvajes se van alternando las voces de los distintos
personajes-narradores, con saltos e importantes elipsis, que lo hacen más
interesante y enriquecedor, tal y como ya hicieron Joyce y Cortázar”, señala
uno de los recursos más valiosos de este autor Chileno. Jaime Alejandro
Rodríguez, hablando de la metaficcion, lo dice con mucha más claridad: «Ya no
sólo se trata de la posibilidad de re-presentar el mundo de la ficción, sino de
re-presentar el mundo como una gran ficción». Solo queda aconsejar su lectura y
recomendar el libro que recopila sus columnas, “entre paréntesis”, donde
entrega una visión muy particular de nuestras letras y permite obtener algunas
claves de su mundo creativo.
lunes, 11 de junio de 2007
MARTIN AMIS
El desparpajo con que va contando las historias mas simples, entre la esclerotica de una cotidianidad reveladora; un ritmo marcado por un orden prefijado, pero absolutamente sutil, que da la impresión de ser una conversación descomplicada, ritmo, referencias intertextuales, hacen de su autobiografia un bocado de cardenale exquisito. “Experiencia” es un texto literario que nos cuenta el itinerario de sus encuentros con la palabra, la escritura y las descripciones de la relación con su padre, absolutamente constructiva. Su lectura está acompañada por unos pie de página alucinantes, llenos de revelamientos literarios y el encuentro con escritores de la Europa de los 60 y 70. Es una especie de psicoanálisis creativo, siempre genera ansiedad, de impaciencia, ganas de nunca soltarlo. Borges refiriéndose a Melville decía que hay escritores cuya obra no se parece a su destino, no es el caso de Amis. En la “flecha del tiempo” decía: “Dispongo de un vocabulario soberbio (mónada, retráctil, necrópolis, palíndromo, antidesestabilizacionismo) y de un dominio imperturbable de las reglas gramaticales. El apóstrofo, en la frase inglesa “Please Respect Owner’s Rights”, no está donde debería. (Y lo mismo pasa con el del cartel que se ve en la carretera, el que ensalza las excelencias de Roger’s Liquor Locker e indica su situación.) Aparte de las palabras que denotan movimiento o proceso, que siempre me obligan a echar mano de las comillas (“dar”, “caer”, “comer”, “defecar”), el lenguaje escrito me resulta perfectamente comprensible, al contrario que el hablado.” Es un hecho que se prueba con certeza en este libro impecable. sobra aconsejar su lectura.
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