lunes, 17 de octubre de 2011

ROBERTO CALLASSO




Desde la publicación del texto en 1991 “los cuarenta y nueve escalones”, que leí gracias a la recomendación de mi librero, Enrique Cortes,  no he dejado de seguirle el rastro a este excelente ensayista Italiano.  Ha vivido en Millán toda su vida y fundó una exitosa editorial de la cual es presidente.  En Anagrama ha publicado los ensayos recogidos en Los cuarenta y nueve escalones, La literatura y los dioses y los textos de Cien cartas a un desconocido, así como y, en especial, La ruina de Kasch, Las bodas de Cadmo y Harmonía, Ka, K. y ahora El rosa Tiepolo, cinco magníficas obras que conforman una de las mayores empresas literarias de nuestro tiempo. Acaba de publicar en la misma editorial  La Folie Baudelaire, recién traducido en España, se centra en el pensamiento del autor de Las flores del mal y sus ideas sobre lo moderno.


"Este libro es una de las siete partes de una obra que he venido escribiendo desde hace treinta años", explica Calasso (Florencia, 1941). "El primero es La ruina de Kasch y, si presta atención, hacia el final del libro ya hablo de Baudelaire. El asunto es que estos libros, que tocan temas totalmente distintos, están estrechamente relacionados. La ruina de Kasch es un poco la base de todo el conjunto, que no está todavía acabado. Luego sigue Las bodas de Cadmo y Harmonía, que es principalmente sobre los mitos griegos; luego Ka, sobre mitos de India; después el libro K., sobre Kafka, un escritor que también aparece varias veces en La ruina de Kasch, hacia el final. Cada uno de los libros se desarrolla a partir de los otros. Están estrictamente conectados. La Folie Baudelaire sale, de alguna manera, de La ruina de Kasch porque este gira en torno a la edad moderna. El personaje principal es Talleyrand, alguien que perteneció a la vez al Ancien Régime y al mundo posterior a la Revolución Francesa, es decir, a nuestro mundo".
Sus libros son un desciframiento de la modernidad a través de algunas obras y escritores emblemáticos y el trafondo de la civilización occidental a partir del legado Griego. La diferencia, con otros libros de este orden, es que sus ensayos, absolutamente lucidos, por fuera de cualquier academicismo, rigidez, presentan siempre puntos de vista diferentes, sorprenden por salirse del lugar común: La locura de Nietzsche, hace parte sustancial de su obra, por ejemplo, este es el tema del primer ensayo de su libro “Los cuarenta y nueve escalones”, ópera prima, que nos va llevando por la relación estrecha entre la enfermedad del filósofo y su obra. Guadalupe Salcedo y Mauricio Alonso, cuando le preguntaron, en la feria del libro de Guadalajara, por esta característica de su obra contestó:
“En la literatura y los dioses y en la locura que viene de la ninfas, usted ha planteado que existen potencias mentales que son capaces de poseernos o poseer al artista, bajo la forma del delirio erótico, la locura o la embriaguez, ¿ de qué modo se manifiestan esas potencias:?
“Responde: Lo primero que quiero decir es que esas potencias no atañen solo al artista. Nos atañen a todos. Tiene que ver con la forma en que estamos hechos. En segundo lugar la posesión es un fenómeno que, paradójicamente, en la época de los griegos era considerado, tanto por un autor como Platón, lo mismo que por una entidad de una inmensa importancia política, como Delfos, como un hecho central de la vida. Hoy es un fenómeno que suscita en general, cierto temor y bochorno, y de inmediato se le cataloga dentro de la patología. (Tema tratado en “la locura que viene de las ninfas y otros ensayos”). Es un cambio respecto de la época de la Grecia antigua, que es para Europa, el fundamento de la civilización.
¿ Y este cambio se relaciona con el surgimiento de la teoría psicoanalista en torno a la esquizofrenia ?.


Exacto, hay una frase hermosa de Jung que dice que lo que antes eran dioses ahora son enfermedades.”
Está claro, sus puntos de vista no son comunes. Se salen del contexto. Leer su obra, es descifrar, desatornillar el pensamiento occidental.
En la entrevista de el “país de España “respondió:
Ir de una época a otra, de personajes reales a mitos ancestrales, resulta asombrosamente natural de la mano de Calasso. "Lo que escribo se basa en una especie de visión sincrónica de todo", comenta. "Así, escribo de cosas que contienen los textos védicos como algo más presente que lo que nos rodea. Y, entre paréntesis, quizá eso sea así verdaderamente. El pasado está totalmente vivo, no menos que el momento actual. No se trata de rebuscar obsesivamente en archivos. Tengo una actitud totalmente distinta. La palabra más importante en estos libros es una palabra sánscrita, bandhu, que significa conexión, el hecho de que las cosas cobran su significado al establecerse su conexión con todo lo demás. Y eso es lo que sucede en todos estos libros, incluido el de Baudelaire". Esta es la Italia, de Eco. Croce y ahora Callasso. Es bueno leer la totalidad de su obra, es un bálsamo, en una época de lugares comunes.






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