lunes, 24 de octubre de 2011

EL NOVELISTA INGENUO Y SENTIMENTAL

La reseña aparecida en el Boomerang de “El país” de España,en principio aclara como nació el texto:

“En 2009, Orhan Pamuk estuvo a cargo del seminario Charles Eliot Norton en la Universidad de Harvard, una serie de conferencias públicas que dio comienzo en 1925 para estimular la comprensión de la poesía «en el sentido más amplio». Este libro reúne las seis conferencias que escribió para tal ocasión.”

El novelista ingenuo y el sentimental es un libro inspirador y sumamente personal, Pamuk nos lleva de la mano a los mundos del escritor y del lector, poniendo de manifiesto las íntimas conexiones entre ambos. Pamuk recurre a la famosa distinción de Friedrich Schiller entre poetas «ingenuos» (los que escriben con espontaneidad, serenidad y naturalidad) y poetas «sentimentales» (reflexivos, emotivos, inquisidores y sensibles al artificio de la palabra escrita). Remontándose a las novelas de su adolescencia y deteniéndose en las obras de Tolstói, Dostoievski, Stendhal, Flaubert, Proust, Mann y Naipaul, Pamuk explora la oscilación entre lo ingenuo y lo reflexivo, así como la búsqueda del equilibrio que se encuentra en el corazón mismo del oficio de todo novelista."

¿Qué pasa en nuestro interior cuando leemos una novela? ¿Cómo puede una novela crear ese efecto único, tan distintivo del producido por la pintura, el cine o la poesía? Cualquiera que haya tenido el placer de sumergirse en una novela disfrutará y aprenderá de esta intensa obra del premio Nobel de literatura 2006.

El tema, que ha sido tratado por la mayoría de los grandes novelistas, releva la importancia del género, que entre otras cosas se resiste a morir, pese a los pronósticos de ciertos pesimistas. Siempre he insistido, que la novela, suele ser el más importante instrumento para explicitar la intrincada naturaleza humana en toda su dimensión.

El marques de Sade. escribió un excelente ensayo sobre el origen y la historia de la novela, en principio trató de resolver estas tres preguntas:

• ¿Por qué este género lleva el nombre de novela (roman)?

• ¿En qué pueblo encontramos su origen y cuáles son las más célebres?

• ¿Cuáles son las reglas que hay que seguir para llegar al arte de escribirla?

Sade toma roman (novela en francés) en su acepción de aventura amorosa y opina que en su origen pudo designar a los relatos amorosos. Pone su origen en la Grecia clásica y en Egipto. Menciona como primer novelista conocido a Arístides de Mileto y reseña las obras de otros griegos: Los Amores de Dinias y de Dercillis de Antonio Diógenes, Ciropedia de Jenofonte y Dafnis y Cloe de Longo entre otras. Más adelante se interesa por Bocaccio, Dante y Petrarca, también por la novela pastoril (destaca a d!urfe), desdeñando la novela de caballería (“¡Qué distancia entre ésas, largas, enojosas, apestadas de superstición y las novelas griegas que las habían precedido! ¡Qué barbarie y grosería sucedían a novelas llenas de gusto y de agradables ficciones cuyos modelos nos habían dado los griegos!”), hasta llegar a Cervantes.

Pamuk, ausculta no solo por el género, sino que se pregunta: que siente el lector de novelas. Vargas Llosa en el texto “La verdad de las mentiras”, toca el tema magistralmente. Pero en mi criterio Kundera es el más lucido:

“para mí el creador de la Edad Moderna no es solamente Descartes, sino también Cervantes.

Es posible que sea esto lo que los dos fenomenólogos [Husserl y Heidegger] dejaron de tomar en consideración en su juicio sobre la Edad Moderna. Al respecto, deseo decir: si es cierto que la filosofía y las ciencias han olvidado el ser del hombre, aún más evidente resulta que con Cervantes se ha creado un gran arte europeo que no es otra cosa que la exploración de ese ser olvidado.

En efecto, todos los grandes temas existenciales que Heidegger analiza en Ser y tiempo, y que a su juicio han sido dejados de lado por toda la filosofía europea anterior, fueron develados, expuestos, iluminados por cuatro siglos de novela europea." "Pero si el porvenir no representa un valor para mí, ¿a quién o a que me siento ligado? ¿A Dios?, ¿a la patria?, ¿al pueblo?, ¿al individuo?

Mi respuesta es tan ridícula como sincera: no me siento ligado a nada salvo a la desprestigiada herencia de Cervantes." "La novela ha descubierto por sus propios medios, por su propia lógica, los diferentes aspectos de la existencia: con los contemporáneos de Cervantes se pregunta qué es la aventura; con Samuel Richardson comienza a examinar lo que sucede en el interior, a desvelar la vida secreta de los sentimientos; con Balzac descubre el arraigo del hombre en la Historia; con Flaubert explora la terra hasta entonces incognita de lo cotidiano; con Tolstoi se acerca a la intervención de lo irracional en las decisiones y comportamiento humanos. La novela sondea el tiempo: el inalcanzable momento presente de James Joyce. Se interroga con Thomas Mann sobre el papel de los mitos que, llegados del fondo de los tiempos, teledirigen nuestros pasos. Et caetera, et caetera”.


 









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