sábado, 19 de julio de 2025

CAROLINA

la tienda de Karen suscita siempre sorpresas, como punto de encuentro en una ciudad siempre convulsa, te puedes encontrar con personas o hechos inolvidables. Desde hace muchos días conocí a una mujer que me depara inquietudes a granel, no solo por su belleza, sino por su inteligencia, su agudeza y esa manera extraña de comportarse frente a lo cotidiano. La gente que es poco ortodoxa y va en contra de una sociedad arribista, me encanta. Odio los arquetipos sociales convencionales.

Carolina es muy joven. Vive en el barrio Conquistadores de Medellín. Tiene ojos azules, rompen cualquier resistencia, delgada, pero no flaca, con un rostro bello, de pocas palabras, pero certera, siempre con una cordialidad que quiebra los esquemas. Anda en una bicicleta que me recuerda a María Curie y Anni londonberry. En sus movimientos parece exponer esos momento que nos regalo Audrey Hepburn en "Vacaciones  a Roma" con Gregory Peck, alegre, con palabras cargadas de inteligencia y te sorprende de súbito, con afirmaciones que sobresalen por lo candentes.

Es difícil escribir de alguien que realmente no conoces a cabalidad pero que te encanta por lo que te deja en rutinas alocadas y llenas de licor, como cuando nos queremos morir, sin dejar rastro. Te marca, es una huella indeleble. Siempre fresca, parece a pesar de las dudas que guarda, tener todo resuelto. Ella me evoca a Judit Bluter. Con su obra “El género en disputa” (1990), desafió las nociones tradicionales de género y sexo, proponiendo una teoría centrada en la performatividad de género que revolucionaría el pensamiento feminista y daría origen a la teoría queer. Su trabajo trasciende las fronteras académicas, influyendo profundamente en movimientos sociales, políticas de identidad y debates culturales en todo el mundo.

Ayer, conversamos sobre lo divino y lo humano. Cuando hablo con ella, me deja interrogantes que me permiten después indagar en presupuestos nuevos. Su conversación es una puerta abierta a temas múltiples. Dentro de la tragedia que significa vivir en una sociedad que definitivamente no nos acepta, pienso o me pregunto, igual conmigo, en que terminará la vida de Carolina.

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