miércoles, 1 de mayo de 2019

LENGUAJE Y SILENCIO DE GEORGE STEINER


Releer constituye uno de los placeres más especiales de la vida intelectual, sobre todo, cuando abordamos escritos como los de este gran crítico. Sus textos siempre son de hondo calado, estructurados, bien hilvanados, con referencias filosóficas y sociológicas que nos ayudan a entender la lógica e historia de los conceptos, siempre realiza conexiones sabias con la lingüística y la literatura en relación con el papel de la crítica literaria, apoyado en contextos muy lúcidos, realmente su lectura constituye un aprendizaje de principio a fin.
Steiner explica en el prólogo el objeto de este libro, pese a que son varios ensayos escritos en periodos diferentes, todos tienen un eje que los une con el mismo propósito: “Éste es, ante todo, un libro sobre el lenguaje: sobre el lenguaje y la política, el lenguaje y el futuro de la literatura, sobre las presiones que ejercen los regímenes totalitarios y la decadencia cultural, sobre el lenguaje y otros códigos de significación (música, traducción, matemáticas), sobre el lenguaje y el silencio”.
El desarrollo de las neurociencias, ha ratificado la importancia del lenguaje, que es la materia prima de la literatura y  de la vida. Esta verdad de a puño, la tiene muy clara George Steiner. “¿Cuáles son las relaciones del lenguaje con las criminales falsedades que se le ha hecho expresar y exaltar en ciertos regímenes totalitarios? ¿O con la enorme carga de vulgaridad, imprecisión y codicia que arrastra en la cultura de masas en las democracias? ¿Cómo reaccionará el lenguaje, en el sentido tradicional de código general de las relaciones efectivas, ante el apremio, cada vez más acuciante, cada vez más integral, de códigos más exactos, como las matemáticas y la notación simbólica? ¿Estamos saliendo de una era histórica de primacía verbal, del período clásico de la expresión culta, para entrar en una fase de lenguaje caduco, de formas «poslingüísticas» y, acaso, de silencio parcial? Éstas son las cuestiones que he querido plantear y precisar”.
Hoy con las redes sociales y la proliferación del mundo digital, el lenguaje es cada vez  más dinámico y  responde a presiones novedosas que apenas empezamos a conocer y descifrar. Pese a esta realidad, continua siendo la herramienta básica de la literatura, estos ensayos tratan el tema desde la perspectiva literaria y terminan rebasándola. Es un hecho, con el lenguaje hemos construido el mundo, de igual manera ha servido para justificar múltiples atrocidades  históricas que nos apenan. Hay muchos hechos que han sido justificados desde dispositivos discursivos perversos: “La mansión del humanismo clásico y el sueño de la razón que animaba a la sociedad occidental se han derrumbado casi en su totalidad. Las ideas de adelanto cultural, de racionalidad inherente mantenidas desde la antigua Grecia y todavía válidas en el historicismo utópico de Marx y en el autoritarismo estoico, de Freud (ambos acólitos tardíos de la civilización grecorromana) no pueden ya sostenerse con mucha confianza. Los alcances del hombre tecnológico, en cuanto ser sensible a las manipulaciones del odio político y a las propuestas sádicas, se han prolongado considerablemente hacia la destrucción”. La literatura y la cultura, el lenguaje depurado y la racionalidad no nos eximen de responsabilidades: “Leer a Esquilo o a Shakespeare -menos aún «enseñarlos»- como si los textos, como si la autoridad de los textos en nuestra propia vida hubiera permanecido inmune a la historia reciente, es una forma sutil pero corrosiva de analfabetismo”. Hemos sido testigos de las peores tragedias en medio de actos paradójicos: Sabemos que un hombre puede leer a Goethe o a Rilke por la noche, que puede tocar a Bach o a Schubert, e ir por la mañana a su trabajo en Auschwitz. Los ensayos de este texto van mucho más allá de la crítica literaria, son una indagación del lenguaje atendiendo a su condición performativa y a sus funciones.  “Tanto en el método como en los fines busco algo distinto de la crítica literaria. Aunque conozca bien las limitaciones de estos ensayos, quiero sin embargo que tengan como meta una «filosofía del  lenguaje ». Llegar a tal filosofía debe ser el paso siguiente si queremos acercarnos. a una comprensión de la herencia específica y de la desolación parcial de nuestra cultura, de lo que la ha socavado y de lo que se puede restaurar con los recursos de la inteligencia en la sociedad moderna”.
Hay un concepto de este prologo que me parece absolutamente lúcido, con el que quiero rematar este primer comentario sobre esta excelente obra: “Como dice Roman Jakobson: «Los recursos poéticos ocultos en la estructura morfológica y sintáctica del lenguaje, en suma la poesía de la gramática. y su producto literario, la gramática de la poesía. Rara vez han sido conocidos por los críticos y casi siempre han sido desdeñados por los lingüistas, pero han sido dominados con pericia por los creadores»”.
En la próxima entrega hablaré de como remata este prólogo y agregaré un comentario sobre el primer ensayo.




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