lunes, 13 de mayo de 2019

TRES ESCRITORAS INVITADAS A LA FILBO



Voy escribir esta nota desde la perspectiva de un simple lector anodino, quien ha vivido entre lecturas desde hace muchos años. Acaba de terminar la feria del libro de Bogotá y de hecho la oferta es inmensa, son muchos los libros que deberíamos leer por su calidad y realmente contamos con muy muy poco tiempo para abarcarlos. Los lectores también nos imponemos metas, este año he querido leer la obra completa de Patricio Pron, la pléyade de narradoras hispanoamericanas, quienes han producido un catálogo de obras muy valiosas, esperamos leerlas.
Empiezo hablando de Adelaida Fernández Ochoa, quien ganó el premio Casa de las Américas 2015 con la obra “La hoguera lame mi piel con cariño de perro”.  Es una escritora Caleña, forjada en la academia, escruta la condición del negro y escribe desde la esclerótica de la conciencia del esclavo, su voz es la que cuenta, protagonistas tomados de la misma literatura, concretamente de  “La maría”.  En un portal, me encuentro con esta reseña, cuya síntesis sorprende: “La interesante novela de Adelaida Fernández Ochoa (1957) pp. 53 y 90 (2017:89) La novela es una ampliación variada (o hipertexto) de dos textos bien diversos. Primero es una ampliación y versión diferente de la novela romántica y costumbrista colombiana María (1867) del escritor colombiano Jorge Isaac (1837-1895). Segundo, es una versión histórico-ficticia de su investigación y tesis de maestría titulada Presencia de la mujer negra en la novela colombiana (sus hipotextos)”. Recuerdo a Manuel Zapata Olivella, un escritor que indagó y escribió sobre las negritudes, sus novelas son de mucha importancia desde esta perspectiva, fueron el inicio de una escrutación desde la ficción que representó la creación de voces novedosas, el negro habla. “Aída Fernández Ochoa, viene consolidándose como escritora, entre sus obras  se encuentra “Que me busquen en el río (2006)”, finalista del Premio Nacional de novela del Ministerio de Cultura en Colombia. Es una novela de denuncia. En ella se relatan las masacres ocurridas durante los meses de marzo y abril del año 1990 en el municipio de Trujillo en el Valle del Cauca, donde militares y paramilitares asesinaron a varios miembros de la comunidad por su posible nexo con grupos guerrilleros”.  Ella expresó en un diario, sobre esta obra: “Para el posgrado yo escribí sobre la presencia de la mujer negra en la novela colombiana, para lo que me basé en las del siglo XIX, como María, que es una obra icónica, pero también en algunas más contemporáneas y de ese trabajo surgió la idea de ponerme a escribir el libro premiado”. La apertura temática abreva en la misma ficción, lo que hace más valioso su aporte. Su invitación a la feria no solo es un acierto sino un mérito sustentado en obra muy valiosa y que es importante divulgar.





Otra escritora, formada en Barranquilla, trashumante, viajera incasable, es “Adriana Rosas Consuegra, escritora y profesora de literatura y cine en la Universidad del Norte, Barranquilla. Doctora en Literatura Comparada de la Universidad Autónoma de Barcelona. En Buenos Aires obtuvo un diploma de especialización en Guion Cinematográfico y realizó estudios de cine. Trabajar como ingeniera de sistemas le abrió las puertas a algunos de sus viajes largos y posgrados. Amante del transitar y el observar lento. Es autora del libro de cuentos Frente a un hombre desnudo (Collage Editores, 2014). Sus cuentos, crónicas, ensayos han sido publicados en antologías y revistas en Colombia, Italia, Dinamarca, España y México. Dirige el Taller Caminantes Creativos afiliado a RELATA- Ministerio de Cultura de Colombia, y ha dictado varios talleres de escritura creativa”.

A pesar de no haber nacido en el caribe, es hija adoptiva de Curramba la bella, alentada por la lectura de mujeres, que le dieron aliento a su deseo de ser una escritora de tiempo completo, sus lecturas le han marcado y son evidente soporte en la pasión incontenida que alimenta su mundo creativo, el portal Aurora Boreal, delata parte de este corolario, incluyendo las esperas:  “En el banquete hay sitio para todos. Está Virginia Woolf y su ejemplar de Orlando, Marvel Moreno y su colección de cuentos. Pedro Juan Gutiérrez también tiene su lugar en la mesa, pero debe cuidar su vocabulario. ¡Cómo iba a faltar Cortázar! El juego de rayuela no puede iniciar sin él. Se sabe que Hemingway no llegará a tiempo porque París sigue de fiesta, pero se debe tener cuidado con los insecticidas si Kafka decide asistir. El ejército de Evelio Rosero ya está formado y espera enfrentarse en la guerra que no tiene rostro de mujer de Svetlana”. Felicito a la FILBO, por este acierto.




Agustina Bazterrica, es una escritora argentina, con una novela devastadora, novedosa, no solo por la forma, sino la manera como aborda una temática, esta tiene que ver con el ánimo caníbal de la humanidad, el hombre solo sabe devorar. “Cadáver exquisito presenta un futuro distópico, desolador, con reminiscencias de 1984 de George Orwell, La máquina del tiempo de H. G. Wells y Soy leyenda de Richard Matheson, aunque hay mucho más detrás de ese título que, a su vez, nos remite a una técnica de escritura surrealista”.
Leedor, es un portal argentino que hace una reseña magistral sobre esta novela, que definitivamente hay que leer: “Como en todo buen texto, nada está puesto al azar. Ya desde los epígrafes, se juega con dos motivos que recorren todo el libro: la relatividad de los conceptos de humanidad/animalidad y lo que está detrás de las palabras. Es esta una historia personal pero también colectiva. Es el relato de lo que le pasa a Marcos Tejo –un personaje que nos recuerda mucho a Winston Smith, de 1984; alguien que cumple una rutina, que se debate entre lo que piensa y siente, y lo que está obligado a hacer–, pero también es la historia de una sociedad caníbal. “Después de todo, desde que el mundo es mundo, nos comemos los unos a los otros. Si no es de manera simbólica, nos fagocitamos literalmente. La Transición nos concedió la posibilidad de ser menos hipócritas”, dice  Urlet, un cazador de personas. Estamos en un mundo donde algunos humanos son el alimento de otros humanos, donde algunos son criados como ganado, como animales para la subsistencia de los otros –similar a lo que pasa con los Morlock y los Eloi en La máquina del tiempo–“. Es un hecho, la literatura se renueva para bien de los lectores y que hay una generación importante que debemos tener en cuenta.








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