jueves, 30 de octubre de 2025

ENTRE LIBROS Y LOCURA (DIARIO MA)

 15 de 0ctubre 2025


Sentada en una especie de mesa de juntas, armada con ingenio con 6 mesas pequeñas unidas entre sí y doce sillas, asisto a una reunión que le llaman "Club de prensa". La componen unos quince usuarios de la biblioteca EPM de Medellín, por lo que me dijeron sus miembros, llevan más de un año reuniéndose todos los viernes. Asisto a este sitio hace más o menos un mes y medio. Desde hace cuatro años soy una lectora juiciosa, me gustan las novelas de suspenso y drama, con finales inesperados. Pienso que la vida se parece a las historias que cuentan estos viejos, he comprendido que nunca lo que planificamos sale de acuerdo a lo establecido. He querido llevar una bitácora de mi experiencia en este lugar. Son varias las razones que me llevan a ello, poco a poco las iré registrando. Conocí al señor C, lector compulsivo, de unos 65 años, culto para mí, con mucha capacidad lingüística y vocabulario que deja ver siempre a un lector riguroso. Nunca había hablado con alguien que siempre tiene como referencia personajes y libros, es como estar en una biblioteca mental. Cuando lo escucho, sus elucidaciones están llena de ejemplos, de ficción y citas, pero aluden a la realidad y la vida. 

Ahora que miro mi vida y la comparo con mis lecturas encuentro más interrogantes que respuestas, la apertura y la mirada más allá de lo corriente le abre a uno un espectro más amplio de lo que significa una vida entre rutinas y cumplimientos. En ocasiones hay hechos que son como escisiones hechas con un cuchillo, lacerantes y nunca dan previo aviso, sucede a cada rato. He entendido que la felicidad es un concepto ilusorio o inalcanzable en la vida consciente, la mayoría de las veces. Estoy en grupo de amigos caminantes y en esas excursiones, frente a los paisajes rurales de este país, pues utilizamos los caminos de la colonia,  pienso mucho, recordé a Kant el filosofo que tenia por costumbre grandes caminatas, en las mías, trato de reflexionar desde el desespero y la contemplación. Cioran decía que la plenitud como cúspide de la felicidad sólo es posible en esos instantes en los que poseemos una conciencia profunda de la irrealidad de la vida y de la muerte. Instantes raros en tanto que experiencias, aunque frecuentes en el ámbito de la reflexión, en el cual sólo existe lo que se siente. Ahora bien, sentir la irrealidad y trascenderla en un mismo acto es una hazaña que rivaliza con el éxtasis. Ahora que escucho a los miembros del club de prensa, tantos años y tantas experiencias juntas, en un país lleno de violencias y contrastes, me pregunto que será de mi futuro. 

Sentada este viernes al lado de C, escuchando desde cualquier noticias las opiniones de estos viejos, un poco sabios, sobre un país desgarrado, conozco historias hasta ahora veladas para mí. Me crie en la tierra de Pablo Escobar, alguna vez esta ciudad fue la más violenta del mundo. Estudio en una universidad pública, la de Antioquía, que es una síntesis del país. En el campus vivimos y sentimos todas las tendencias que agobian a Colombia. Confluyen derecha e izquierda, guerrilla y centro, jibaros y cristianos. Hay una libertad muy cercana a la anarquía. En este sitio entendí que mis decisiones son lo más importante de mi vida. En el claustro uno está rodeado de todo tipo de influencias, buena y malas. Ahora que escucho este grupo en la biblioteca, personas desplazadas, victimas de la violencia, jubilados, ingenieros, algunos señores absolutamente vulnerables, pienso sí soy realmente consciente en que país vivo. El moderador, F, toma la palabra, pregunta a los invitados que diga la noticia que a su parecer es más importante en la última semana. Cada uno dice la suya y a renglón seguido se vota cual será el tema del conversatorio.

En este momento se abre una especie de debate alrededor de cual será el tema. Se habló de las torpezas de nuestro presidente Petro, algunos señalaron sobre sus aciertos. Comprendí cuan está radicalizado el país, la gente cambia frente al tema político, se enervan, otros se enorgullecen de su radicalismo y pasión. Algunos hicieron un paralelo entre el presidente colombiano y el americano. La discusión siempre está rodeada de mucho contexto e historia. Lo que más me gusta es el entrecruzamiento del presente con historias muy viejas que traen un país que yo realmente desconozco. Cada uno desde su soledad guarda un pasado, hay de todo como en botica.

lunes, 27 de octubre de 2025

QUERIDAS LECTORAS QUERIDOS LECTORES (24 De Octubre 2025)

 

         Un espacio laboral deshumanizado. Fotograma de Severance, la serie creada por Dan Erickson y              dirigida per Ben Stiller y Aoife McArdle.

En 2017, la escritora e investigadora Remedios Zafra ganó el Premio Anagrama de Ensayo con El entusiasmo, sin saber, en ese entonces, que aquel libro sobre la precariedad y el trabajo creativo en la era digital estaba llamado a convertirse en un clásico contemporáneo. Zafra encontraba los términos exactos para lo que tantos artistas, escritores y profesores sentían pero no podían nombrar. El «entusiasmo» hace referencia a esa domesticación con la que se justifica la precariedad en los trabajos creativos: como a uno le gusta trabajar de lo suyo, parece que tiene que aceptar cualquier condición o situación abusiva. Toda la fortuna consiste en poder dedicarse al trabajo creativo, el resto no importa: «maldito entusiasmo», empezó a susurrar desde entonces el proletariado creativo. Zafra, de algún modo, había ofrecido un marco de pensamiento para designar ese malestar, ese no llegar a final del mes y notarse el cuerpo cada día más exhausto, la mente más agotada.

Siete años después, en 2024, publicaría El informe, en el que seguiría el hilo de su investigación para ahondar, esta vez, en la exploración de la violencia burocrática, la tristeza administrativa y la deshumanización tecnológica: un intento de construir palabras contra todo lo que en el trabajo dificulta la vida. En este libro reúne también textos que recibe de lectoras de El entusiasmo y que muestran cómo el malestar que trata es colectivo y compartido: «Desde que empecé con la tesis, mi salud también ha ido mermando poco a poco», le confiesa una lectora. ¿Es posible escribir un informe –el género más impersonal y frío– incorporando otras voces y abriendo el conocimiento a otros cuerpos?.


Es por eso por lo que Zafra habla de él como un «informe inefable» que quiere mostrar que es posible amar la vida y disentir de la relación que hemos establecido entre trabajar y vivir. Este informe innovador y crítico, contrahecho y deformado, recibió el pasado 7 de octubre el Premio Nacional de Ensayo 2025 por tratarse de «una reflexión sobre los objetos de la modernidad tardía, un homenaje a la libertad y a la pasión creativa, y una fuerte crítica a las condiciones del rendimiento del trabajo intelectual», en palabras del jurado.

Tres días antes de saber que el Premio Nacional iba a ser para Zafra, se anunció el nuevo Premio Anagrama de Ensayo, que recaía en la profesora e investigadora Natalia Castro Picón y su La fiesta del fin del mundo, un texto que aborda la reciente historia de España atendiendo las crisis que han brotado entre 2008 y 2023, vista a través del imaginario apocalíptico que contagia la literatura, el cine, la música y las artes escénicas y gráficas. Como Zafra, Castro Picón también observa las transformaciones de los últimos años y la manera en la que el mundo ha cambiado en estas primeras décadas de milenio.

                               Natalia Castro Picón © Johanna Marghella.



Castro Picón crea una poética: ante los imaginarios apocalípticos, como ese que condena a las trabajadoras intelectuales a la ansiedad y a la tristeza atadas a una pantalla, ¿cuáles son las alternativas? «El propósito de mostrar y, sobre todo, narrar tiene un carácter profundamente político», afirma la ensayista. Imponer el relato es, de hecho, una batalla. Bien lo sabe Zafra, pues señala que a menudo se crea un lema a partir de un relato parcial que «casi siempre desconoce la historia íntima». Escribir, pues, es una alternativa, un intento de transformar el relato: Zafra lo hace con un informe inefable, y Castro Picón con una poética inefable, desarmando las metáforas que han construido nuestro presente apocalíptico: búnkeres, virus, zombis, tsunamis y Godzilla. ¿Qué nos espera después? Esa es la pregunta. Y la escritura parece que, para ambas, sea una respuesta en marcha.

Novedades
de la semana



Natasha Brown, la aclamada autora de Reunión, regresa a «Panorama de narrativas» con Los universalistas: una sátira contundente acerca de la maquinaria mediática y la lucha por el relato en una sociedad polarizada y fracturada.

En «Nuevos cuadernos Anagrama» publicamos Fronteras de clase de Lea Ypi, la autora del prodigioso Libre. En este ensayo, desmonta los tópicos más arraigados sobre migración, integración y ciudadanía para ofrecer una nueva perspectiva de las crisis de la democracia contemporánea.

«Fuera de colección» trae El mundo del revés, de Benjamin Moser. Profusamente ilustrado, este libro es una apasionante introducción a la pintura del Siglo de Oro holandés y una indagación sobre el sentido último del arte.

Píldoras
de la semana

¿Qué cuerpo crea esta máquina?
La tarea de Zafra consiste en demostrar que los trabajos intelectuales no son solamente vulnerables a las enfermedades del alma que se tratan como problemas de salud mental, sino que son, a fin de cuentas, trabajos con cuerpo. ¿Qué movimientos tendría el cuerpo de una trabajadora intelectual contemporánea? Zafra cree que el rastro del cuerpo no podría expresar el universo que se despliega en sus palabras: la escasez de movimientos físicos y las rutinas inmóviles acrecientan el malestar de los cuerpos. Es por eso por lo que en la portada de El informe se puede ver una obra de Marta Azparren, en la que la artista graba, con unos guantes con uñas de grafito creados ex profeso, los movimientos rutinarios de las trabajadoras de fábrica. El resultado muestra en un papel la repetición de su rutina. 
                          «Diario de fábrica: Vincenza y Noura», © Marta Azparren, 2023.


¿Qué cuerpo es un zombi?

Una noche de abril de 2011, Natalia Castro Picón se cruzó con un grupo de zombis. La escena entonces le pareció divertida: ¿quién era esa gente? ¿Qué estaban haciendo? Años más tarde descubrió que desde 2007, en foros de internet, se había generado la idea entre grupos de aficionados de cine fantástico de disfrazarse de zombis y «salir a la calle a dar sustos». Aunque parece una anécdota trivial, y puede que lo sea, Castro Picón parte de este encuentro para pensar en qué sentido estos entes encarnan un malestar contemporáneo: la metáfora del zombi se ha utilizado para iluminar las zonas más oscuras y macabras del modo de vida capitalista. ¿Somos sujetos que consumen sin consciencia? ¿Intentamos evadirnos de nuestra propia podredumbre? ¿O puede que por su condición de forma ingobernable de vida sin vida, los zombis representen un desafío para la biopolítica? ¿Qué nos diría su cuerpo? ¿Qué nos dice de nosotros?

Fuera

De pagina



«Yo pienso que si fui underground fue porque en esa época no se podía ser otra cosa.»

Con motivo de la publicación de Crónicas del gran tirano este año, recuperamos una entrevista con Nazario Luque, publicada originalmente en el libro Homonots, de Francesc Soler, en la que el artista rememora la época de la Barcelona canalla de los primeros años de la Transición.



Premios a las Mejores Encuadernaciones 

Como cada año, el pasado julio el Ministerio de Cultura anunció los ganadores de los Premios a las Mejores Encuadernaciones Artísticas. En esta edición, los participantes debían encuadernar Donde las mujeres, de Álvaro Pombo, Premio Miguel de Cervantes 2024. El primer premio fue para Juan Antonio Fernández Argenta, por su encuadernación titulada «Isla». El segundo galardón recayó en Luis Antonio Mínguez Serrano, por «Evanescens Punctum», y el tercero, en Andrés Pérez-Sierra Rodríguez, por «Hoja por Hoja». Las obras premiadas, junto con las finalistas y seleccionadas para exposición, se han exhibido en la Feria Internacional del Libro LIBER 2025. Y actualmente forman parte de los fondos de la Biblioteca Nacional de España.