lunes, 26 de marzo de 2012

CULTURA Y ECOLOGÍA


El periódico “El Colombiano” de Medellín todas las semanas publica una columna de Hernando Uribe Carvajal, un “Carmelita descalzo”, doctor en filosofía y especializado en psicolingüística, con una formación por fuera de lo común, quien desde la fe y la doctrina católica  abarca los más diversos temas. Su estilo me recuerda el padre Arrupe y  Teilhard  de Chardin. En estos  tiempos de escepticismo y ausencia de principios, encontrar personas de su cultura y formación doctrinal resulta un hecho importante.

Acabo de leer su libro: “Cultura y Ecología”. Este  es una visión católica  de esta intricada relación vital para la humanidad. Escrita desde la doctrina católica, soportada en muchos años de lectura, y desarrollada con los presupuestos metodológicos de la ciencia. Los soportes hermenéuticos del texto, no solamente la explican sino que  incitan a otras lecturas y por su puesto a profundizar en el tema.

Hay varios aspectos relevantes, que quisiera tratar.  En la introducción del texto se establece: “Los místicos tienen el secreto de la ecología: Como dar a cada cosa un trato fraternal, con sentido de relación de amor, de comunión, S Juan De La Cruz habla De la noche sosegada/En par de los levantes de la aurora/La música callada/La soledad sonora/ la cena que recrea y enamora". Esta visión cristiana de la ecología desde el amor, el reconocimiento esencial de este principio como tabla de salvación, a pesar de no ser nueva, pocas veces es asumida con tanta claridad y sin fundamentalismos. La relación “Cultura y ecología”, no solamente debe ser  pensada desde las crueles especificaciones de la ciencia, la estadística y el usufructo, sino desde el amor. Dentro de este contexto, con esta visión doctrinal, abarca el tema en su totalidad, sin olvidar en ningún momento los principales conceptos de la ecología. Es un recorrido serio, didáctico y ordenado con rigor.

De un amigo aprendí hace  tiempo un truco para evaluar la seriedad de una investigación: Lo primero que hay que hacer es ver su bibliografía. En este libro no solo se contemplan los autores esenciales para el desarrollo del tema, sino que están incorporados los principales conceptos  como referente. En el primer capítulo, denominado: "La casa de la humanidad y su deterioro", toma una cita de Thomas Berry, para abrirse en el tema a partir de la gravedad y el estado caótico del planeta y la incidencia del hombre en este perverso momento.  Desde aquí sabía, que estaba leyendo un texto bien fundamentado. Cuando citó al Doctor Augusto Ángel Maya, sobre la planificación confirmé mi presunción. En adelante todo fue una fiesta.
En un pequeño acápite denominado: "Cuatro polos esenciales de esta relación", constituye  para mí  la bitácora esencial desde donde desarrollará el temario: El yo, los demás, el cosmos y Dios.  Desarrolla el concepto de cultura: “Cultura es modo de relación de cada uno consigo mismo, con los demás, consigo mismo y con Dios”. A esta relación, que llama “relación cosmomeandrica" tomada de Pannikkar, es el referente  básico del trípode Ecología-ciencia y Dios.

El libro se lee con absoluta facilidad a pesar de la profundidad teórica. Desarrollar un tema de tanta actualidad desde la fe y con pleno conocimiento de la doctrina católica no es fácil. recordé  una tesis de grado donde estudiamos  "lo uno y lo múltiple" que va como anillo al dedo en esta relación de cultura y ecología. “Los místicos tienen una  apreciación penetrante de la visión cosmoteántrica. La experiencia de Dios les da un profundo sentido de la pluralidad en la unidad y de la unidad en la pluralidad. Son holísticos por vocación. Ven con naturalidad, las partes en el todo, el todo en las partes. Su experiencia con Dios los hace sutiles y realistas” Escride el padre Uribe Carvajal como punto de partida.

El tercer capítulo del libro lo denomina “Ecología: relación de amor con el cosmos”.  Aquí se descifra  la intrincada trama de esta relación vital. La cita sobre el relato de Babel con que empieza a desarrollarlo de antemano refleja la posición del autor frente al tema.  Expresa: "El relato de la torre de Babel capta una realidad esencial del hombre de hoy, víctima de los apegos, se desvive por construirse así mismo en un marco de realidades ficticias, lejos de Dios, atrapado por la codicia, vive seducido por el dinero”. En este capítulo hay un acápite denominado “Ecología y antropocentrismo” que podrá consultarse sin necesidad de leer todo el libro .

Al final, como buen cristiano, busca en la fe y el amor, la solución a la relación difícil del hombre con su entorno. Es difícil, encontrar un libro que desarrolle sabiamente desde la fe un tema científico sin entrar en fundamentalismos. Solo los invito a leer el texto.


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