jueves, 15 de septiembre de 2022

UNA EXPERIENCIA PERSONAL INOLVIDABLE

 Su nombre es Valentina. De un rostro hermoso, un cuerpo de modelo acorde con su locuocidad cargada de racionalidad y sentido, una independencia en ocasiones insultante, mucha capacidad para manejar todos los lugares de su ciudad Medellín, inclusive, aquellos  que nadie tendría como opción, por principios de seguridad. La conocí en medio de unas copas en un parque cualquiera de esta ciudad, ese día solo hablamos de filosofía y literatura.  Cuando fumaba me recordaba las mujeres Francesas que lo hacían más que, por vicio, por acceder a un mundo que fue por mucho tiempo solo de hombres, se les vedó inclusive pensar. 

Me recordaba alguno de los personajes femeninos de Milán Kundera, pensaba "En la insoportable levedad del ser". Al final terminamos en la casa para sólo compartir disertaciones y responder a las alucinaciones de un mundo que entendemos muy bien y por ello rechazamos con vehemencia.

Le encanta la cerveza, adora a su madre y en cierta medida es una contestataria indomable. Los encuentros fortuitos me han regalado lo mejor de la vida. Todo el mundo piensa en las relaciones interpersonales en términos de interés y resultados. Vivó muy aparte de ésta sociedad de competencias infinitas y de consumo. Hoy estoy agradecido con la vida por haber encontrado a Valentina. Qué pasará nadie sabe. Pero lo mejor fue encontrarla entre tantas vicisitudes que la existencia depara. 



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