sábado, 16 de enero de 2010

ALBERT CAMUS


Es difícil atreverse a escribir en el aniversario de un escritor monumental como este. Se cae en el prurito de repetir innecesariamente lo dicho por notables. Recuerdo los innumerables escritos sobre Sartre y Camus de Vargas Llosa, que nos retaban a tomar partido. Edmundo paz Soldán, en su blog, “Rio fugitivo “describe perfectamente esta histórica disputa: “Todos esos escritores del absurdo podían dialogar entre sí, pero yo sabía que tenía que optar entre Sartre y Camus. En esa época, la estrella de ambos estaba a la par: Sartre iba bajando de su sitial privilegiado, y Camus comenzaba a ser rehabilitado. La naúsea me pareció una muy buena novela, con esas escenas en las que Roquentin descubre la alienación de su propio cuerpo; sin embargo, los ensayos de Sartre me parecían farragosos y no podía terminarlos. En cambio, todas las páginas de Camus eran luminosas, transparentes, e invitaban a la relectura. En principio, no me incliné por Camus debido a una cuestión filosófica y moral, sino por razones estéticas.” La mayoría nos fuimos por Camus. Es indudable, que la obra literaria en general de Sartre es grandiosa desde todos los puntos de vista, vital y muy importante para cualquier escritor, pero la obra literaria del Argelino, esta por encima del filósofo existencialista. El extranjero, novela desapacible como ninguna, junto con “El coronel no tiene quien le escriba” de Gabriel García Márquez, es casi perfecta, se dice de ellas, que ni les falta ni les sobra una sola palabra. Su estructura es impecable. Su protagonista, esta descrito perfectamente en el enciclopedia Wilkipedia: “El personaje de la obra es un ser indiferente a la realidad por resultarle absurda e inabordable. El progreso tecnológico le ha privado de la participación en las decisiones colectivas y le ha convertido en "extranjero" dentro de lo que debería ser su propio entorno.” El absurdo del propio destino domina su ser, ya nada importa, la indiferencia existencial es total. La frase con la que empieza la novela refleja la atmosfera en que se moverá su protagonista: “Hoy ha muerto mamá. O quizá ayer. No lo sé. Recibí un telegrama del asilo: «Falleció su madre. Entierro mañana. Sentidas condolencias.» Pero no quiere decir nada. Quizá haya sido ayer.” Su relación con el entorno es nula, sus sentimientos nunca son visibles, la indiferencia, es una radiografía de la imposición de los poderes sobre el individuo, hasta llevarlo a una existencia absurda. El ritmo de la novela, confirma esta realidad, el mensaje, la estructura y la música convergen en el mismo sentido.
Savater escribió sobre Camus elogiosamente: “Sin duda Albert Camus es uno de los protagonistas literarios de nuestro siglo que más amistades entrañables han despertado en sus lectores. Y desde luego también de los que ha concitado, al menos cuando aún vivía, antagonismos más irrevocables. Estos últimos son no menos comprensibles, porque hay en torno a Camus una aureola casi insultantemente positiva: fue atractivo, elegante sin afectación, moderno, valiente, recto, deportivo, un chico de la calle humilde pero arrollador, tocado por la gracia del fervor popular en cuanto hacía, fuese periodismo, novela o teatro, radical humanista de la política en tiempos especialmente inhumanos".
Como siempre el mejor homenaje es leerlo, sugiero empezar por " El extranjero" y continuar con el "El hombre rebelde"


Aquí una pequeña biografía de este grande:

Camus nació en Mondovi, la actual Drean (Argelia), en 1913. Su madre era de origen español. Su padre falleció cuando el pequeño Albert tenía tan sólo dos años. Su infancia transcurrió en la ciudad de Argel, en uno de los barrios más humildes. A pesar de la falta de recursos, gracias a una beca, pudo completar sus estudios primarios y el bachillerato.


Ingresó en la Facultad de Filosofía y Letras de Argel. Cuando quiso ejercer allí como profesor no fue admitido a causa de su avanzada tuberculosis. Trabajó durante algún tiempo como corresponsal del Alter Republicain. Quiso ingresar al ejército como voluntario pero no fue admitido por su debilitado estado de salud. Durante este período publicó Bodas (1939). Paralelamente, fundó una compañía teatral, desempeñándose en ella como actor y director. En 1940 se instaló en París, trabajando como corresponsal de París-Soir. Allí comenzó a adquirir renombre. Escribió su primera novela, El extranjero, y el ensayo El mito de Sísifo (1942). Durante la ocupación nazi fue un activo miembro de la Resistencia. Fundó y dirigió el periódico Combat que, desde la clandestinidad, colaboraba con la resistencia francesa. Durante este período escribió Cartas a un amigo alemán. Su labor de escritor se extendió también al teatro. En 1944 estrenó su obra teatral El malentendido y, al año siguiente, Calígula. En 1947 escribió La peste, una de sus novelas más famosas. En 1951 publicó El hombre rebelde y, posteriormente, La caída (1956), la obra teatral Estado de sitio (1948), El exilio y el reino (1957). En forma póstuma fueron publicados la novela Una muerte feliz, su obra inacabada El primer hombre y sus Cuadernos. En 1957 ganó el premio Nobel de Literatura y se negó a recibirlo. Halló la muerte en un accidente automovilístico el 4 de enero de 1960 en Villeblerin (Francia).





1 comentario:

www.canticoprimaveral.blogspot.com dijo...

Eso que hiciste en este artículo de recomendar, fue una insinuación de canticoprimaveral. Gracias por aceptarla y otorgar al lector su orientación para la lectura.
Pero mejor tadavía, diste a conocer mas ampliamente la obra de este autor, que es bien querido en la juventud de todos los tiempos. Siempre le seguí y mis trabajos literarios en bachillerato, los hacía sobre Albert Camus.