Es un gran acierto
el premio otorgado a ANTONIO MUÑOZ MOLINA, quien está respaldado con una obra valiosa, con
varias novelas que pasarán a la antología de las mejores obras del idioma
español, mejor columnista y comprometido de lleno con la literatura.
Nacido en Úbeda (Jaén) en 1956, Antonio Muñoz Molina empezó a estudiar
Periodismo en Madrid y se trasladó después a Granada, en cuya Universidad se
licenció en Historia del Arte y donde vivió durante veinte años. Allí trabajó
como funcionario, mientras colaboraba como columnista en el ya desaparecido
«Diario de Granada». A lo largo de los años ha seguido colaborando como
articulista en la prensa, publicando en ABC, «El País», «Ideal» o las revistas
«Muy Interesante» y «Scherzo». Magina es la ciudad imaginaria donde transcurren
buena parte de sus novelas.
Muñoz Molina, académico de
la Lengua, es autor de obras como El invierno en Lisboa (1987),
con la que al año siguiente recibió los Premios Nacional de Narrativa y la
Crítica; El jinete polaco, Premios Planeta y Nacional de Narrativa
en 1991 y 1992, respectivamente; o Plenilunio (1997), que
obtuvo en 1998 el Premio Fémina a la mejor novela extranjera.
Autor también de
colecciones de relatos -Historia de detectives y Escritores
y sus ciudades, ambas en 1998-, abrió el nuevo milenio con la novela Sefarad (2001),
a la que siguieron En ausencia de Blanca (2003), Ventanas
de Manhattan (2004), El viento de la Luna (2006), La
noche de los tiempos (2009) y las recopilaciones de cuentos Nada
del otro mundo (2011) y de artículos El Robinson urbano (2012,
versión que amplía la de 1984).
Elegido académico de la
Lengua el 8 de junio de 1995, Muñoz Molina ingresó en la institución el 16 de
junio de 1996 para ocupar el sillón "u" con un discurso dedicado al
literato español de origen francés Max Aub.
Entre 2004 y 2006 dirigió
el Instituto Cervantes en Nueva York, ciudad que le inspiró sus Ventanas
de Manhattan (2004), con el trasfondo de los atentados del 11-S y que
le valió el I Premio Quijote de Literatura en 2005.
Está casado en segundas nupcias
con la escritora y articulista Elvira Lindo, autora del personaje radiofónico y
literario Manolito Gafotas, convertido también en serie de
televisión. Con 57 aos, es el escrito más joven en ganar este premio.
Es un escritor comprometido
con su tiempo, enfrenta los debates sin remilgos, de frente y asume posiciones
muy claras frente a los totalitarismos o las posiciones radicales tan en boga
en estos tiempos en Europa.
Es un crítico exacerbado de
su propio país. El diario "El espectador" de Colombia es muy acertado
cuando expresa: "Un hombre que ejerce el pensamiento para producir una
suerte de análisis acerca de qué sucede en el mundo actual a través de la
ficción o el ensayo. Y algunos lo han llamado traidor y otros lo han aclamado
como mesías. Ninguna de las dos. Muñoz Molina practica una forma de la
disidencia en un mundo que se entrega fácilmente al sectarismo y las
divisiones. En parte de su obra se refleja España, claro, pero el conjunto
de su trabajo abarca la condición humana como materia prima; otra cosa que
tampoco sucede siempre que se trata de escritores".
“Plenilunio” es una
reflexión sobre el fracaso y la derrota encarado en personas comunes sometidas
a los avatares de un destino incierto. Llena de personajes sin ilusiones,
cargados de culpa y al arbitrio de una suerte que rechazan con actitudes
pasivas y sin resistencia alguna. Es una crítica a lo que le pasa al ciudadano
frente a los poderes que lo avasallan. Desde historias personales,
a través de un argumento bien hilvanando, va descifrando el
mundo contemporáneo desde la subjetividad intensa.
El mejor homenaje, leerlo.
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