lunes, 9 de septiembre de 2024

UNA NOCHE SIN LUNA DAI SIJE

 Por sugerencia de Fredy Ochoa de la biblioteca EPM de Medellín y a través de una exposición de los mejores libros de literatura oriental, exactamente del pacifico asiático, China, Japón y Corea del sur, empecé a leer esta novela.

fuera de los textos más emblemáticos de la filosofía China, de Confucio, lao set y Mencio, mucha poesía ancestral de este país, siempre traída a colación por los amigos, y Mo Yan, nobel de literatura, es muy poco lo que conozco de literatura de esta parte del planeta. De igual manera he auscultado últimamente la lectura de literatura japonesa, Marukami, Banana Yoshimoto, Natsumen Soseki, Kawabata, Koshun Takami, Hiromi Kawakami y por supuesto, la más importante de esta literatura: "Historia de Genji" de Murasaki Schibu. Hablaré de la novela de Sijie de excelente factura, escrita con una prosa alucinante, que nunca cansa al lector, lo que dice mucho de un texto.

"Una noche sin luna" de Dai Sijie, escritor chino, cineasta, quien actualmente vive en Francia y escribe en este idioma, se le conoce sobre todo por su novela "Balzac y la joven costurera china". La mezcla de literatura y cine, en el marco textual, cuando se hace cine y se escribe literatura, el precipitado resulta siempre en una literatura muy exquisita, como si fuera escrita desde la poderosa esclerótica de una camara y las puestas en escena que cautivan al ojo humano se traducen en una narrativa excepcional y cautivante. La prosa de este autor es directa, sin barroquismos y arabescos, aun así, la trama que parte de una estudiante francesa que trabaja de interprete para los productores de la película "El último emperador" de Bertolucci. Un texto sagrado budista escrito en una lengua desaparecida sobre un rollo de seda, el cual sólo se conserva la mitad, en el museo de la ciudad prohibida en Pekin. La búsqueda de la mitad por parte de la joven traductora en compañía de un hijo carismático de la conservadora del museo, que les obliga a aprender el Tumchug, la lengua muerta, imprescindible para descifrar el enigma, cambiará drásticamente sus vidas.

La novela también deja ver la cotidianidad de la vida en China en varias épocas y sobre todo en la revolución cultural, aspectos curiosos de los dos últimos emperadores: Guanxsu y Puyi, nombrados de manera sucesiva por su tía, la emperatriz Cixi, con treinta años de intervalo, quienes padecieron el mismo mal ambos: impotencia, lo que puso punto final a su dinastía. Realmente son muchos los datos históricos. La cadencia de la prosa del autor cautiva al lector, lo mantiene atento al texto. Recuerdo todos los esfuerzos de Octavio Paz por traernos a través de traducciones  la poesía China. En algún escrito refiriéndose a este esfuerzo escribió, en relación con el poeta Tu Fu: "Su principal interés es mostrar cómo la oposición entre historia y naturaleza, luego de plantearse como en el mundo occidental, se invierte, se disuelve, para finalmente dar “distintos acordes del mismo ritmo cósmico”, pero sin que predomine una sobre la otra. La dualidad se expresa formalmente en los dísticos, según las reglas poéticas del género, lo que permite a Tu Fu, al final del poema, introducir otra oposición entre vida pública y vida privada, entre historia e intimidad, lo que, según Paz, se resuelve con una pincelada de humor en una sonrisa que hubiera aprobado Montaigne: “la calvicie incipiente del poeta —emblema del tiempo— cierra la serie de oposiciones con un acorde que las engloba a todas”. Las visiones del mundo occidental difieren sustancialmente de las de oriente, en este caso china, por ínfimas razones, esto es lo que hace leer a autores de esta parte absolutamente encantador.

  Aconsejo leer esta novela que ya se encuentra traducida y está publicada por editorial "Salamandra.

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