viernes, 14 de noviembre de 2025

QUERIDAS LECTORAS, QUERIDOS LECTORES (ANAGRAMA 7 NOVIEMBRE 2025)

 


En la mitología griega, Caronte, el barquero del inframundo, transporta las almas de los muertos a través del río Aqueronte (o del Estigia, o del Cocito, según la versión) hacia el reino de Hades. Ese trayecto en el agua simboliza el paso de la vida a la muerte, y Caronte lo realiza con dos condiciones: que el difunto haya recibido un entierro adecuado y que su cuerpo tenga una moneda en la boca o sobre los ojos como pago. Cruzar hacia la eternidad tiene un precio.

Nils Vik no es Caronte, pero también tiene una barca y habla con los muertos. Es un anciano viudo que ha trabajado toda su vida pilotando, en un fiordo noruego, un ferri que tiene el nombre de su esposa fallecida: Marta. Su trayectoria vital y laboral ha sido rutinaria y estable, transportando a muchas personas de un sitio a otro. Así ha logrado ver infinidad de situaciones y conocer a modelos, primeros ministros, médicos, investigadores… Como un Caronte contemporáneo, acompañaremos a Nils en su último día de vida, en el que toma el barco para emprender un viaje final en el que se reencontrará, navegando por el fiordo, con las almas de todos aquellos que un día, hace tiempo, fueron sus pasajeros.



                      El paso de la laguna Estigia, Joachim Patinir, 1520-1524.






En la mitología griega, Caronte, el barquero del inframundo, transporta las almas de los muertos a través del río Aqueronte (o del Estigia, o del Cocito, según la versión) hacia el reino de Hades. Ese trayecto en el agua simboliza el paso de la vida a la muerte, y Caronte lo realiza con dos condiciones: que el difunto haya recibido un entierro adecuado y que su cuerpo tenga una moneda en la boca o sobre los ojos como pago. Cruzar hacia la eternidad tiene un precio.


Nils Vik no es Caronte, pero también tiene una barca y habla con los muertos. Es un anciano viudo que ha trabajado toda su vida pilotando, en un fiordo noruego, un ferri que tiene el nombre de su esposa fallecida: Marta. Su trayectoria vital y laboral ha sido rutinaria y estable, transportando a muchas personas de un sitio a otro. Así ha logrado ver infinidad de situaciones y conocer a modelos, primeros ministros, médicos, investigadores… Como un Caronte contemporáneo, acompañaremos a Nils en su último día de vida, en el que toma el barco para emprender un viaje final en el que se reencontrará, navegando por el fiordo, con las almas de todos aquellos que un día, hace tiempo, fueron sus pasajeros.





El día que Nils Vik murió es un libro sobre la muerte y la vida. Sobre las últimas decisiones. Sobre el tiempo. Sobre el recuerdo. Pero también sobre el duelo. Desde que a Nils se le murió su esposa, «el frío se extendió por las habitaciones y se le metió en el cuerpo». ¿Cómo seguir viviendo después de la pérdida? Esta es la pregunta que Massimo Recalcati se hace en su reciente ensayo sobre el duelo, La luz de las estrellas muertas. Para el psicoanalista italiano, la condición básica del duelo es la sensación palpable entre las personas del objeto perdido. Eso mismo es lo que le ocurre a Nils: en su último día de vida, los cuerpos que algún día existieron se hacen presentes. Y entre ellos está el de Marta.


Después de perder a su madre, Roland Barthes escribió un precioso libro sobre el duelo, en el que afirma que la muerte cambia a los sujetos porque es imposible seguir deseando lo que uno antes deseaba: el duelo consiste en esperar que un nuevo deseo aparezca. En el caso de Nils, parece que el deseo se le ha agotado y que el recuerdo de su esposa, Marta, se convierte en una presencia más fuerte de lo que nunca ha sido. En su funeral, cuando sacaron el ataúd, Nils dio unos golpecitos en un lado con su alianza de boda, como diciendo: «Nos vemos pronto, amor mío», cuenta su hija Eli. Desde ese momento, el espectro de Marta se hace presente, cobra vida: ¿cómo puede ser que haya personas que renacen al morir?.







Recalcati llama a eso «angustia melancólica», cuando el objeto perdido se retiene de forma obstinada en una suerte de prolongación física y no empieza el trabajo del duelo. El objeto ya no está, escribe el psicoanalista, pero el sujeto lo ha incorporado en él mismo, lo ha convertido en algo propio, en una introyección imaginaria que niega la pérdida real. Hay duelos que son imposibles y que se cristalizan en añoranzas inconsolables. «La vida después de Marta», escribe el narrador. ¿Existe? ¿Es posible? ¿Cómo seguir viviendo?.


Novedades

De la semana




Arrancamos el mes de noviembre con la incorporación al catálogo de Eliza Barry Callahan, que debuta con La prueba de audición, traducido por Rita da Costa. Una novela magistral sobre la naturaleza del sonido y el silencio que adopta la escritura como método para fijar una realidad que se torna, de repente, incomprensible, y de la que os explicamos más aquí.


Seguimos con Una noia a la ciutat, de Mercè Ibarz, Una chica en la ciudad, en castellano, una exploración de la memoria íntima de la autora a partir de su llegada a Barcelona en 1971, que es a su vez una crónica poética, testimonio generacional y retrato vívido de unas calles cuya piel no ha dejado de cambiar.


Para acabar, publicamos Nadie me esperaba aquí. Apuntes sobre el desclasamiento, de Noelia Ramírez, una reflexión en primera persona sobre los orígenes, la pertenencia, el privilegio, los relatos dominantes y la impostura de la autenticidad.


Píldoras

Para estar al día


Espectros noruegos

La travesía de Nils Vik en su último día de vida se llena de fantasmas y presencias del pasado. Luna, su perrita fallecida hace tiempo, atropellada por un camión, es la primera que aparece: como un guía en los bajos fondos del Hades, Luna acompaña a Nils. Frode Grytten, que ha ganado con esta delicada historia el Premio Brage, el más importante de las letras noruegas, no es el primer autor nacional que escribe sobre fantasmas: el dramaturgo Henrik Ibsen firmó la conocida Espectros, una de las obras más famosas del teatro moderno, en la que los fantasmas no son presencias sobrenaturales, sino fuerzas invisibles del pasado que aún dominan el presente. Los personajes de la obra no pueden liberarse de ellos, y es así como se hacen presentes los secretos familiares, las enfermedades heredadas, las voces de los muertos. No es casualidad, pues, que Nils acompañe a su hija a ver una obra de Ibsen al teatro: Solness, el constructor, un Prometeo moderno que se rebela contra Dios, de la misma forma que Nils se rebela contra la muerte.



            Hedvig Winterhjelm y August Lindberg en la representación sueca de Espectros, 1883.



18 de noviembre: el día eterno

Nils Vik decide que el 18 de noviembre será su último día de vida: antes de salir de casa, se pregunta si hay algo más que hacer. ¿Debe llevarse algún objeto? «¿Qué se lleva uno consigo cuando sabe que no va a regresar?» Da cuerda al reloj y lo pone en hora. Siete menos cuarto. Dieciocho de noviembre. Ese es su último día. La literatura escribe preciosas y grandes casualidades, porque ese día es el mismo en el que el tiempo se queda parado en El volumen del tiempo: el 18 de noviembre, Tara Selter se acuesta en un hotel parisino y, al levantarse al día siguiente, vuelve a ser el mismo día. Así es como empieza el bucle temporal de una de las mejores sagas nórdicas de los últimos tiempos. ¿Casualidad? Puede que ese día tenga algo mágico: podemos pensar que es el último día de Nils, o que, como ocurre con Tara, es el inicio de la eternidad.




Fuera
De pagina






El contrabando ejemplar de Pablo Maurette
, ganador del 43.º Premio Herralde de Novela
El pasado lunes 3 tuvo lugar la entrega del Premio Herralde de Novela que en esta ocasión ha recaído en El contrabando ejemplar de Pablo Maurette. El jurado de la 43.ª edición, compuesto por la librera Cecilia Fanti, Gonzalo Pontón Gijón, Marta Sanz, Juan Pablo Villalobos y la editora Silvia Sesé, ha destacado que con «poderosa imaginación» la obra es «un relato familiar, una novela policíaca imposible y el bosquejo de la historia de un país». El contrabando ejemplar llegará a las librerías de España y Latinoamérica el 26 de

 noviembre. ¡Enhorabuena, Pablo!








«Adaptarme a mí mismo ha sido una experiencia traumática»
Hoy llega a las salas de cine Siempre es invierno de David Trueba, basada en su novela Blitz. El filme marca la primera vez que el director lleva uno de sus libros a la gran pantalla, una experiencia que él mismo describe como «traumática». La historia está protagonizada por David Verdaguer, en el papel de un arquitecto paisajista cuya vida da un vuelco durante un viaje a Bélgica, donde rompe con su pareja (Amaia Salamanca) y comienza una relación con una mujer mayor que él (Isabelle Renault). Bajo el destello de un relámpago, que es exactamente lo que significa la palabra blitz, tendrá que afrontar un cambio de vida y de ideales.







Delphine de Vigan y Bernhard Schlink, ganadores del Premio Novela Europea
El Casino de Santiago se llenó el pasado martes 28 de octubre para acoger el coloquio con los ganadores del Premio Novela Europea: Delphine de Vigan, por Los reyes de la casa, y Bernhard Schlink, por La nieta. En el encuentro, presentado por Maribel Martín, participaron miembros de los clubes de lectura que debatieron sobre las obras finalistas de esta 18.ª edición del galardón.







«No soy un robot»: seminario en línea
Del 13 de noviembre al 12 de diciembre tendrá lugar el nuevo seminario virtual «No soy un robot. Conocimiento, narrativa y lectura en tiempos de IA», que constará de cinco sesiones conducidas por Ariana Harwicz, Juan Villoro, Mariano Peyrou, Neige Sinno y Víctor Balcells.




No hay comentarios: