sábado, 15 de noviembre de 2025

SIEMPRE ESPERO QUE VUELVAS

En la excelente novela de Rosa Montero "La ridícula idea de volver a verte" en su primer capitulo escribe: ". Sólo en los nacimientos y en las muertes se sale uno del tiempo; la Tierra detiene su rotación y las trivialidades en las que malgastamos las horas caen sobre el suelo como polvo de purpurina".  Nada más cierto. La partida de Ana Isabel me marcó  de sobremanera, es el hecho más triste de mi vida. No logro hacerme a la idea y siempre espero que vuelva. Es una idea imposible, pero me acompaña constantemente, está ahí implacablemente. Su elegante figura la tengo muy clara, madrugaba a despachar a los hijos al colegio, bella, bien arreglada, poco maquillaje, ordenando todo en la casa para que no les hiciese falta nada. Oía noticias desde muy temprano, en la mesa de noche había dos cosas indefectiblemente: Un libro de oraciones y una buena novela o un texto didáctico sobre temas de actualidad. Se volvió muy rápido experta en las tecnologías de la información y el conocimiento. Nunca le falto su PC, donde se informaba de lo humano y lo divino. Su ortografía fue perfecta y redactaba muy bien. Ana amaba a su Manizales, pero fue feliz en Medellín. Hincha del  deportivo Cali y férrea defensora del Futbol Argentino. Los mundiales de este deporte eran una fiesta para ella. Tengo hechos indelebles en mi memoria. Están ahí y parecen cortos de una película. Los veo claramente. Muchas veces son anclajes para no derrumbarme, fortalezas emocionales. En ocasiones siento su presencia junto a la de mi madre. Sus hijos son el mejor homenaje a su memoria. Responsables, inteligentes, honrados y amorosos a morir. Son los frutos de una vida  de entrega y dedicación, Ana siempre estuvo para ellos. 
Todos los días de la semana con la excepción del Domingo estaba lista para atender sus deberes. Mantenía una libreta con sus compromisos, muy temprano llamaba a su Madre con quien mantenía una comunicación muy fluida no exenta de algunas diferencias normales. Con Ana todo funcionaba. 
Hoy se cumplen diez años de su partida y en este punto de mi vida le doy gracias por el regalo más grande que me ha dado: Mis hijos: Mariana, Santiago e Isabella. No he podido superar su ausencia. Mi soledad cada vez es más insondable y me levanto muchas mañanas pensando que está a mi lado. No imagino el dolor de su madre, doña Ana Emilia
“A veces, la mente recibe un golpe tan brutal que se esconde en la demencia. Puede parecer que eso no sea beneficioso, pero lo es. A veces, la realidad es solo dolor, y para huir de ese dolor, la mente tiene que abandonar la realidad". Esto fue lo que me pasó al principio de su partida, fue un hecho trascendental en mi vida, creo que hoy soporto su ausencia con mucha nostalgia pero aceptándola de alguna manera. Trato de traer sus ejemplos y buenas manera como una luz para mis días. Mi esposa fue una católica, apostólica y romana. Iré hoy a misa de 6 Pm. Ella fue una creyente consumada y practicante. Nunca se acostó sin rezar  y a la vez era muy Mariana, la madre de Jesús fue un referente importante en su vida. Fue muy difícil escribir estos párrafos, pero imposible no hacerlo, mis hijos están con su abuela, las primas y algunos familiares hoy en Manizales. Estarán recordándola en una misa en la iglesia de Palermo, Manizales.

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