martes, 13 de febrero de 2018

AUTOR Y CREACIÓN LITERARIA


 La literatura es un trabajo que parte de un a priori, reconocimiento de una actividad, dentro del mercado especifico, en un sistema capitalista, que de antemano pone las reglas y paga de acuerdo a un mercado y a un producto. En este caso, el libro. El mundo editorial tiene sus propias reglas y se mueve desde una estructura que en las últimas décadas ha tenido cambios sustanciales con las TIC.
Que es un autor: “Se llama autor a toda persona que crea una determinada obra sobre la que tendrá derechos protegidos por la ley”. Cualquier elemento creativo se encuadra en esta definición. Sartre en uno de sus ensayos más lúcidos: “¿Que es la literatura”,  empezaba diciendo: “ Todos los escritores de origen burgués han conocido la tentación de la irresponsabilidad, desde hace un siglo, esta tentación constituye una tradición en la carrera de las letras”. Expresando después: “el autor establece rara vez una relación entre el pago de sus obras y la misma creación”.


Los novelistas y los poetas, los ensayistas y los académicos, todos intelectuales, asumen ser creadores, son autores, lo que les permite asumir una especie de superioridad, algo así como inteligencia superior por fuera de lo común, cierta lucidez, una capacidad de racionalizar mejor la realidad, crear más allá del común, desde el talento, estamos hablando de arte, lo que perdura, su obra tiene un sobre-valor. Están en el mercado desde una actividad especifica: En este caso, habló de los autores de ficción, de los novelistas concretamente.

Hay miles de autores exitosos. Hablando de la novela,  es un género con una fortaleza sin parangón que ha exorcizado todos los pronósticos fatales sobre su extinción. Cuando empezamos una novela nos entramos en un universo, la ficción constituye el eje que le permite al autor ser un Dios.  El autor es el genio, si tiene éxito adquiere un estatus por encima del común, es un pensador.

Foucault expresa muy al contrario: “« ¿Qué importa quién habla?» En esta indiferencia se afirma el principio ético, el más fundamental tal vez, de la escritura contemporánea. La desaparición del autor se ha convertido, para la crítica, en un tema ya cotidiano”.  Establece una especie de genealogía del término: “Dejaré de lado, por lo menos en la exposición de esta tarde, el análisis histórico-sociológico del personaje, del autor. Cómo el autor se individualizó en una cultura como la nuestra, qué estatuto se le dio, a partir de qué momento, por ejemplo, empezaron las investigaciones de autenticidad y de atribución, en qué sistema de valoración quedó incluido un autor, en qué momento se empezó a contar la vida no ya de los héroes sino de los autores, cómo se instauró esa categoría fundamental de la crítica «el hombre-y-la-obra», todo esto sin duda merecería ser analizado. Por el momento quisiera tratar únicamente de la relación del texto con el autor, del modo como el texto apunta a esa figura que le es exterior y anterior, aparentemente por lo menos”. De igual manera establece: “ El nombre de autor: imposible tratarlo como una descripción definida; pero igual imposibilidad de tratarlo como un nombre propio ordinario.  La relación de apropiación: el autor no es exactamente ni el propietario ni el responsable de sus textos; no es ni el productor ni el inventor. ¿Cuál es la naturaleza del speech act que permite decir que hay obra?”.

En pleno siglo XXI, con la consolidación de otras formas de expresión más populares: La televisión, para no hablar de las series que son un bocado de cardenal, allí se da todo, escritura, escena, creación integral, puesta en escena, la mano del director que es magistral, es un total creador de la mano de un libreto. El cine ni hablar, la opera, el teatro, la comedia y otras formas e híbridos muy populares, en todos ellos el autor prevalece.
Hoy el autor es una vedette, desde el siglo XIX empezó a serlo, Balzac, Tolstoi, Zola. Es un creador en todo el sentido de la palabra, un artista metido en medio de una cosa tenaz que se llama mercado, en un sistema, el capitalismo voraz, una sanguijuela. Atrapar al lector en medio de tanta oferta es más difícil. La pregunta sin resolver en el fondo es: Cual es el papel del autor en la sociedad, su estatus ?.   












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